A propósito de la Beca Transcultura, Leonardo Padura y Tips de Técnicas Narrativas

A propósito de mi aceptación en una de las 12 becas para el Curso de Escritura Creativa que ofreció el programa de la UNESCO Transcultura (integrando a Cuba, el Caribe y la Unión Europea mediante la Cultura y la Creatividad, financiado por la Unión Europea), les comparto algunas nociones de técnicas narrativas que estuve refrescando para el examen de postulación. Quizás les sea de interés y ayuda. Además, me hará feliz que dejen sus comentarios en el post y polemizar al respecto. Retroamilentarme con sus puntos de vistas.

Antes les comento un poco sobre esta beca y su programa de estudio: Transcultura lanzó una convocatoria de 24 becas para participar en dos cursos presenciales, con doce plazas para cada uno: Escritura creativa y Edición y publicación de libros. Es sin dudas una gran oportunidad. Fue para mí una especie de superación académica ya que tuve la suerte tremenda de egresar del Centro De Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, en su decimosexto Curso de Técnicas Narrativas, hace ya casi diez años (2013-2014). En aquel entonces varias fueron las personalidades de las letras, tanto cubanas como internacionales que ofrecieron conferencias intencionadas hacia la formación de los jóvenes aspirantes a escritores que allí estábamos, Leonardo Padura entre ellos. Ahora, una década después, tendré el inmenso placer de volver a las aulas bajo su tutoría.

¡Y pensar que por poco no me entero de esta convocatoria! Por eso, como siempre digo, «los amigos y amigas son el alma de nuestros logros», pues, aun cuando debamos el éxito a nuestro propio empeño y constancia, ellos siempre están ahí para sostenernos. Cuando supe de esta oportunidad andaba vuelta loca, cargada de quehacer como casi siempre, trabajando online en algún artículo, ya ni recuerdo bien, y una amiga a la que aprecio muchísimo me mandó el link por Whatsapp solo acompañado de un mensaje que decía -Lis, esto es para ti, postúlate-. Lo revisé un rato después y confieso que al ver la poca capacidad que ofrecían a nivel internacional incluyendo a Cuba, y lo próxima que estaba ya la fecha de cierre, dudé en cuanto a presentarme. Pero, si no lo hacía violaba mi propio código de trabajo, nunca debemos ser nosotros mismos quiénes establezcamos límites que atenten contra el posible éxito, así que, me postulé y dos semanas después vino la fantástica noticia de la aceptación. Creo que todavía no he concientizado bien la magnitud de lo que este curso internacional que ofrece la UNESCO significa. No solo en la formación sino en lo que representa para el currículo el haber obtenido una de estas becas y alegar la tutoría del escritor Leonardo Padura. Marcará, como lo hizo en su momento el Centro Onelio, un antes y un después en mi carrera como escritora.

Seguidamente les comparto mis respuestas en el examen diagnóstico para el Curso de Escritura Creativa. Para ello basé mi revisión bibliográfica, amén de mis conocimientos, en el libro Desafíos de la ficción, compilado por el maestro Eduardo Heras León, fundador y director por muchos años del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, La Habana, Cuba, lamentablemente fallecido la madrugada de hoy, jueves 13 de abril. En paz descanse.

Examen Diagnóstico

Curso de Escritura Creativa con Leonardo Padura

¿Cuáles son las principales herramientas para escribir una novela?

  • -Elegir minuciosamente el conflicto
  • -Construir un croquis cronológico de la historia
  • -Definir estratégicamente quién contará la historia
  • -Diagramar los personajes, detallarlos aun cuando toda la descripción no se vaya a usar. (Es para tener una idea lo mejor concebida posible de quiénes son esos personajes, cómo lucen y cómo piensan para no perder el norte nunca con sus actitudes)
  • -Pensar, crear y montar las escenas o capítulos (que no tienen por qué ser sinónimo siempre) por separado, ver cuán funcionales son por individual y de conjunto
  • -Fijarse en mantener el ritmo de la historia, manejar la intensidad y la tensión (como les llamaría -Cortázar a factores para la eficacia narrativa) en dosis precisas y previamente conciliada con el argumento y los personajes de la obra
  • -Tener un argumento sólido
  • -Desarrollar bien dosificadamente el conflicto
  • -Contundencia para el desenlace del conflicto

 

¿Cuál es la estructura del cuento?

  • -Inicio de la historia: presentación de los personajes y esbozo del conflicto (independientemente del espacio-tiempo que se elija). Despliegue de los recursos literarios de los que va a comenzar a valerse la obra
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  • -Desarrollo de la historia (en dependencia de la técnica, ya sea el resumen o la escena). Entresijos del conflicto. Caracterización de los personajes. Interacción entre ellos y con el lector desde el uso de los recursos literarios.
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  • -Desenlace del conflicto (o no)
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Tanto ha mutado ya con la experimentación creativa este género literario, como el resto de las artes, que resultaría un poco improcedente abordar reglas que a la larga se ven desafiadas por la propia ficción. No obstante, en teoría narrativa clásica, el cuento parte de la noción de límite, y en primer término de límite físico, pues una vez pasado de un número x de hojas ya se comienza a considerar como «nouvelle» (noveleta), término medio entre la novela y el cuento. No es una ley que se aplique en todas partes, pero sí es real la condicionante del límite y lo conciso de la idea a desarrollar.

A diferencia de la novela, que va ganando puntos capítulo a capítulo, en el que no todos tienen por qué estar en el mismo nivel de impacto ya que cada uno lleva su propio objetivo, previamente calculado y analizado según avance el croquis de la historia, el cuento sí funciona por knockout. La novela acumula progresivamente sus efectos en el lector, tiene tiempo de narración para ello, pero el cuento va a contra reloj y para estar bien logrado debe ser incisivo, mordiente, mantener el ritmo de inicio a fin, contundente desde la primera frase. Pero, tengo la convicción de que esto no debe entenderse literal a pie de letra, «porque el buen cuentista también puede ser un boxeador muy astuto, y muchos de sus golpes iniciales pueden quizás parecer poco eficaces cuando, en realidad, están minando ya la resistencia más sólida del adversario» (Cortázar, Teorías del cuento I, 1995).

No obstante, se puede hacer un balance, intentar una aproximación valorativa de la estructura de este género de tan difícil definición, tan huidizo en sus múltiples y antagónicos aspectos. Pero sí considero importante no olvidar que la creación espontánea precede casi siempre al examen crítico y está bien que así sea. Nadie puede pretender que los cuentos sólo deban escribirse después de conocer sus leyes, en primer lugar, porque no hay tales leyes, a lo sumo cabe hablar de puntos de vista, de ciertas constantes que han ido construyendo una estructura.

¿Cuál es la diferencia entre el cuento y el relato?

La diferencia básica está en la existencia de un conflicto, el cual a medida que avanza la historia va desarrollándose, amén de que al final se logre un desenlace o no. Hay estudios que también hablan de cuentos sinflictivos. Imagino que le mantengan la categoría de cuento basándose en otros argumentos como el plano ficcional, por ejemplo, puesto a que los relatos tienden más hacia lo anecdótico. Pero, ciertamente, todos estos conceptos se han vuelto cada vez más subjetivos o relativos.

¿Qué es el argumento?

El argumento es todo el bagaje que sostiene el desenvolvimiento de la historia. Es incluso la historia en sí misma, el desarrollo del tema escogido para narrar. Este puede ir mutando de a poco según la interacción de los personajes, pero nunca desligándose de la idea original, que es lo que mantiene la coherencia. Un argumento bien llevado, con la cualidad del imán, como diría Cortázar, atrae todo un sistema de relaciones conexas, que coagula en el escritor y más tarde en el lector, una inmensa cantidad de nociones, entreversiones, sentimientos y hasta ideas que flotaban en la memoria o la sensibilidad del escritor. Es el elemento en el que el escritor puede regodearse y jugar con la intensidad y la tensión de lo narrado según lo permita la obra.

Menciona los autores más influyentes de la historia de la poesía

Esta respuesta suele ser muy relativa teniendo en cuenta las apreciaciones individuales de cada lector. Y, desde un punto de vista crítico pudiera decirse que está incompleta, poco aterrizada a un contexto o período determinado. De este análisis cabe entonces concluir que la influencia de la poesía no ha sido siempre universal ya que no siempre existió un universo poético, aunque los poetas se remonten casi a los inicios de la propia existencia sapiens.

No obstante, si echamos un vistazo a la historia del género lírico podríamos mencionar nombres como: Safo de Mitiline, en el período Helénico, cuya impronta marcó pautas importantes en la identidad sexual del ser, definiendo desde entonces un antagónico poético; también fueron influyentes Píndaro y Anacreonte. En Roma pudiéramos mencionar a Séneca, aunque en realidad en el período romano proliferaron otros géneros más que el lírico, como el teatro con Plutarco, Terencio, por ejemplo; la oratoria. También dejó gran impronta poética Virgilio, con la Eneida. En la Baja Edad Media podemos mencionar Los cantos del Mío Cid, el Cantar de los Nibelungos, pero ya en la plena Edad Media como tal, lo que más floreció fue la literatura sacramental, los Autosacramentales.

Una vez comenzado el Renacimiento encontramos a Shakespeare, Chosen. Luego en el Barroco están Quevedo, Góngora, donde también floreció mucho el teatro. En el período romántico son numerosos los nombres que podríamos mencionar como influencias en la historia de la poesía: Gustavo Adolfo Béquer, Poe, Goethe, el padre del romanticismo. Pushkin, padre de la poesía rusa. En el siglo de oro de la literatura en español no puedo dejar de mencionar a Sor Juana Inés. Hacia los más contemporáneos mencionar a Baudelaire, Rimbaud. En el siglo XX hubo una gran proliferación de poetas influyentes: Rubén Darío, Octavio Paz, Neruda, Vallejo, Lorca, Ezra Pound, T.S. Eliot. Sucesivamente podemos mencionar a Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Ernesto Cardenal. La lista podría ser todo lo horizontal que el bagaje de lecturas de cada quien permita.

¿Qué es el tiempo y el espacio en la narración?

«El espacio», entiéndase con eso punto de vista, ya sea desde dentro o desde fuera del mundo narrado, lo define el tiempo gramatical que ocupa el narrador. Al definir quién va a contar la historia las opciones pueden parecer muchas, pero en realidad se resumen a tres:

  • -un narrador-personaje (que ocupa la 1era persona gramatical)
  • -un narrador omnisciente (que ocupa la 3era persona gramatical)
  • -un narrador ambiguo (que cuesta a veces definir si se encuentra dentro o fuera del mundo narrado y ocupa la 2da persona gramatical)
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  • La definición de la persona gramatical nos ubica en la situación que el narrador ocupa en relación con el espacio donde ocurre la historia que nos refiere.
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  • «El tiempo» es ese elemento del plano narrativo, distinto al real, incluso cuando se cuenta en presente, y cuyo tratamiento define el del espacio, el poder persuasivo de una historia. Está regido por los tiempos gramaticales. El tiempo en que transcurre la historia es, o debe ser tan ficcionado como los personajes. Es importante mencionar que hay un tiempo cronológico y un tiempo psicológico que cobran singular importancia en la medida en que sepamos graduarlo en la historia.

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