No sólo dominio de la técnica sino también mayor creatividad

Hace solo unas horas concluyó en La Habana, el primer taller y premio de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena, organizado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Por vez primera, la cita se convirtió en un espacio de reflexión para pensar y cr-ear entre todos, más allá de la crítica que impone la propia competición de las obras. Para quienes tuvieron la oportunidad de participar en él, este también fue un escenario para procesar, transformar, desarrollar herramientas y debates en pos de lograr un periodismo que se parezca a nuestra gente y a las nuevas posibilidades que brinda esta era digital.

Por vez primera, también el periodista Rafael Grillo, “dejó” de ser el jefe de redacción de la importante revista cultural El Caimán Barbudo para convertirse en jurado y hacedor de este certamen. Precisamente, con este escritor sobre literatura, cine y artes visuales, conversó el Portal Arte Joven Cubano. Diversas interrogantes fluyeron en un diálogo apasionado y comprometido en el que no faltaron consejos para los jóvenes periodistas.

Cómo se ha comportado la participación de quienes este año compitieron en el Premio de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena? ¿Qué consideras lo más valioso de las obras que participan en este certamen?

Por primera vez soy jurado de este certamen, luego me resulta difícil comparar. Pero sí pude en su momento ver o leer algunas de las piezas periodísticas presentadas en ediciones anteriores, y mi opinión es que este año no supera en su media de calidad general a lo ya visto en años pasados.

“Posiblemente (especulo), la partida de varios jóvenes con talento de los medios de prensa tradicionales hacia otros espacios del nuevo entorno mediático existente en el país ha conducido a esa disminución del potencial antes presente en el terreno del periodismo cultural”.

¿Es difícil evaluar las obras de los jóvenes periodistas? ¿Qué tiene en cuenta el jurado al seleccionar los mejores trabajos?

Un jurado es siempre una mezcla de personas con criterios diferentes. Puedo hablarte de cómo encaro yo un evento como este. En lo personal, me comporto de manera similar a cómo lo hago al evaluar a los estudiantes de mi curso de pregrado.

“Valoro especialmente la voluntad de riesgo y el reto y, en cuanto a lo alcanzado, siempre intento ver el potencial implícito en las obras que se presentan. Siendo periodistas jóvenes, en crecimiento, veo los trabajos que entregan a la manera de un work in progress, de estilos y abordajes, que pueden perfeccionarse con el tiempo”.

¿Cuáles son las sugerencias para quienes concursan en este Premio?

Creo que lo que haría mejorar el Premio es solamente la autoexigencia de los jóvenes periodistas, que se tracen metas más altas, retos que le obliguen a producir un periodismo de mayor calidad y eso redundaría en una mayor calidad de los trabajos publicados en los medios y, a la larga, en los que se presenten al rigor evaluativo de un concurso.

¿Por vez primera, el Premio deja de ser solo competetivo y también se convierte en un Taller?

Esta propuesta es muy válida. Muchísimo. Porque así se convierte en más que un premio a lo ya hecho para ser una reunión necesaria en la que se comparten experiencias, se debate, se intercambia con artistas y expertos y se entregan nuevas herramientas de lenguaje, conceptuales y de apropiación cultural.

¿Cuáles son los desafíos del periodismo cultural en Cuba? ¿Y el que es hecho por jóvenes?

En mi opinión, el periodismo cultural cubano necesita de espíritu y sangre fresca, renovadora, y los jóvenes están urgidos de ocupar ese espacio, especialmente por el nuevo entorno mediático aparecido con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información, el cual dominan ellos con gran soltura.

“Pero encarar este desafío precisa no sólo dominio de la técnica sino también de mayor creatividad, motivación, interés, responsabilidad y preocupación por incrementar el bajage cultural. Creo que ambos factores deberían unirse para producir ese nuevo periodismo cultural que, potencialmente, los jóvenes periodistas podrían desarrollar”.

Algo más que desees agregar…

Es necesario que iniciativas como esta, o sea la existencia de talleres y laboratorios de trabajo en los que confluyan los periodistas de los distintos medios y regiones del país, se realicen con mayor frecuencia. En lo personal, acabo de regresar de Guantánamo, donde impartí un taller de crónicas a periodistas de esa provincia, la mayoría del periódico Venceremos, y el balance de esa iniciativa resultó muy provechoso pues aquel encuentro contribuyó a generar la inquietud y el apetito de saber y de riesgo que pretendíamos alcanzar.

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