Por: Ana Margarita Sánchez Soler
Esta solista ha sobresalido en el panorama musical debido a sus cualidades melódicas e interpretativas.
El jazz en Cuba tiene muchos jóvenes exponentes, hombres la gran mayoría. Una dama con el alma bien puesta irrumpe en el panorama sonoro nacional.
El escenario jazzístico cubano cuenta con excelentes músicos. Sin embargo, el trabajo de las mujeres resulta menos visible; contrario a sus desempeños en ese género, de notable calidad. En considerables ocasiones ellas son presentadas en el programa de concierto de los colegas amigos.
Las causas de tal situación pueden ser variadas. Lo cierto es que el talento de muchas jóvenes jazzistas merece conocerse con mayor intencionalidad; muchachas graduadas de las escuelas de arte o de formación autodidacta. En el último caso está la cantante Zule Guerra.
Esta solista ha sobresalido en el panorama musical debido a sus cualidades melódicas e interpretativas. La fuerza e intensidad mostradas sobre el escenario y el feeling que desborda, envuelve al melómano más severo. La chica del apacible reparto La Coronela ya lidera el proyecto /Blues de Habana,/ en el que defiende sus propias letras y se hace acompañar de talentosos músicos desde el 2012.
Zule Guerra destaca además por las dotes compositivas. Si bien fue ganadora del Segundo Premio de Interpretación en el Festival Jojazz 2013, la composición constituye una línea de máximo interés en su trabajo. La autora Marta Valdés integra la lista de nombres que la han
influenciado. Otros como Eglis Regina, Elena Burke y Ella Fitzgerald también la engrosan.
El primer concierto ya fue realizado en una de las salas más mágicas de la ciudad, el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, durante el Festival /Ellas crean/. La Zorra y el Cuervo, el Café Miramar, los jardines del teatro Mella y el Jazz Café son espacios en los puede verse
a Zule Guerra con frecuencia.
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