Jazz namá pero mucho jazz

En otra noche llena de talentos concluyó este domingo el encuentro de jóvenes jazzistas santiagueros en la sede de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), ante un público selecto atraído por el éxtasis que provoca el legendario ritmo en manos de prodigiosos hijos de la “tierra caliente”.

Eduardo Cedeño, presidente de la filial provincial de la AHS dijo al auditorio: “agradezco a cada uno de los artistas que han estado junto a nosotros, les entregamos un reconocimiento, modesto, sincero, que lleva un compromiso, sobre todo para los músicos del conservatorio Esteban Salas hacia su crecimiento como miembros de la AHS; extiendo la felicitación a los participantes en los eventos teóricos del Jazz namá.

Justo antes del concierto de clausura, sus protagonistas accedieron a entrevistas. Carlos Javier Alcántara, director de OkánJazz, dijo “es una oportunidad de mostrar nuestro trabajo, todo lo que queremos crear, al público de nuestra edad y de otras generaciones.

Estamos estudiando aún”, agregó el joven de 19 años, “no tenemos un aval profesional, no nos presentamos habitualmente en clubes de jazz profesionales, no hacemos giras, pero contamos con la AHS, con sus conciertos, festivales y muchas actividades más que nos abren las puertas para mostrar lo que hemos creado”.

El jazz joven en Santiago de Cuba va por un buen camino”, enfatizó Alcántara, “sube el nivel poco a poco, estamos trabajando, además, estudiamos, indagamos, para compenetrarnos más con el género y sacar adelante su renombre en esta ciudad, que tiene una gran mítica en la música cubana, que no dejamos de tener presente por su gran significación”.

Luis Ángel Fuentes, director de Confluencia, explicó que su cuarteto de saxofones consiste más bien en un formato de música de cámara.

Fuentes, de 17 años, destacó que “somos jóvenes pero ya tenemos cierto pensamiento futurista y objetivos definidos” .

Sobre la singularidad de su proyecto, añadió que es diferente a una banda de jazz tradicional, que generalmente lleva, además saxofones, piano y bajo, entre otros; la singularidad de Confluencia radica en el timbre, es distinto, más cerrado, más “cuadrado”.

Jazz namá, iniciado el 23 de enero, incluyó exposiciones de artes plásticas y de cine relacionadas con el universo jazzístico, presentaciones de ponencias y conciertos de Jazz d´ Bess, OkánJazz, Project VT, Confluencia, Iván Acosta y De Cuba Somos.

El historiador de arte Leovanis Correa, joven investigador y promotor cultural, subrayó que los debates teóricos hacen del Jazz namá un evento más sólido e integral, porque estos intercambios pueden ayudar a los artistas en sus búsquedas y descubrimientos.

Además, señaló Correa, se rinde homenaje a figuras prominentes del jazz, como el cubano Carlos Averhoff, músico de grupos insignes como Iraquere, y maestro de maestros.

El historiador de arte Leovanis Correa, joven investigador y promotor cultural, autor de Carlos Averhoff: Pilar del Jazz cubano.

 Jazz namá culmina, por ahora, porque estos muchachos siguen indagando y bebiendo de las fuentes en una de las ciudades más musicales que puedan existir, cuna de géneros como el son y la trova tradicional, que le han dado la vuelta al mundo en infinidad de versiones de las grandes estrellas.

Entonces, habrá Jazz namá, pero mucho más.

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  • AGRADESCO MUCHO A LOS PARTICIPANTES EN ESTE EVENTO Y A SU COMITE ORGANIZADOR, ESPERO QUE LOS PROXIMOS EVENTOS JAZZNAMA CONSOLIDEN A SANTIAGO COMO UNA PLAZA FUERTE A LA HORA DE DESCARGAR A TEMPO DE JAZZ

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    Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

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