Yasel Toledo Garnache


Herejías del arte joven cubano

El libro Camino de herejías, de Yasel Toledo Garnache (Ediciones La Luz, 2023) fija de la manera más contundente la posición de los jóvenes artistas, escritores, investigadores y críticos de Cuba frente a los desafíos de la creación y de la historia. El texto recoge informaciones e interpretaciones valiosas para comprender la cultura cubana y para crear y gestar desde las oportunidades que ofrece la Asociación Hermanos Saíz a la juventud.

En las páginas de esta obra el lector podrá servirse de un sustancioso preámbulo o introducción titulada «La fuerza del arte y la pasión» que lo adentra en los objetivos de la organización, la génesis y los protagonistas, el sistema de soportes materiales y organizativos para la creación, el legado ético y artístico de los hermanos Luis y Sergio Saíz. La segunda, tercera y cuarta parte se encargan, respectivamente, de atesorar «Testimonios desde la pasión», «Debates y sueños» y «Maestros de juventudes», secciones que reúnen entrevistas a los presidentes anteriores de la asociación, resúmenes de congresos e inspiradores nombres y méritos. En las entrevistas van aflorando de modo entretejido y balanceado los hechos de la vida artística que distinguen la labor creativa de los entrevistados y se exponen sus anhelos y propuestas renovadoras.

Camino de herejías rescata del olvido una especie de manifiesto redactado por Jorge Luis Sánchez y nombrado nada más y nada menos que «Pensamiento AHS», el cual propone un grupo de principios sobre el arte, sus funciones y la libertad creadora, con energía y yuxtaposiciones de tono vanguardista. Tal manifiesto no es poca cosa y realmente establece una fortaleza de espíritu frente a los abismos y burocratismos, se vuelve un mapa perfecto para la mirada, el acto y la rotura de posibles laberintos. Si la cultura cubana no vive tiempos grises a pesar de los pesares, los nuevos burócratas y sus aspirantes sustitutos, es gracias a hechos emancipadores como el aludido texto del destacado cineasta y la misma obra de Yasel Toledo Garnache a la cual se refieren estas pocas palabras.

Foto tomada del perfil de Facebook de Yasel Toledo.

La política cultural de la revolución cubana queda mejor codificada en Camino de herejías que en la mayoría de las obras especializadas, propagandísticas, políticas o jurídicas que la abordan, sobre todo el asunto de la libertad creadora, literalmente sin límites tanto en la forma como en el contenido, en la actual situación histórica de Cuba. Ello lo logra con los hechos y declaraciones individuales y colectivos que registra. Los cubanos estamos llamados por la razón, que nace de la vida, a desplegar una gran ofensiva para el desarrollo de la economía sin sacrificar los ascensos a las cumbres artísticas; recientemente presentado y obsequiado en el IV Congreso de la Asociación Hermanos Saíz, Camino de herejías es una lucidez alcanzada, un poderoso acicate para más altas metas.


El abrazo a nuestros Maestros

Palabras de Yasel Toledo Garnache, vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz

Es un placer enorme estar junto a ustedes en este lugar repleto de simbolismo, especie de catedral muy cubana del conocimiento, que casi llega a los 120 años de existencia. Por sus pasillos han caminado y soñado grandes de la cultura nacional, como nuestro querido Cintio Vitier, de quien hace muy poco conmemoramos el centenario de su natalicio, ser de luz que siempre deberá acompañarnos, al igual que su amada Fina García Marruz.

Desde aquí se ha estudiado y pensado la nación. En este sitio palpitan de manera especial las ideas de Fidel, Líder de nuestro proyecto, eminentemente cultural, y quien en el año 2001 recibió la condición de Miembro de Honor de la Asociación Hermanos Saíz, motivo de orgullo para quienes en la actualidad soñamos y hacemos entre libros y arte en esta familia grande que en todo momento trata de cultivar la belleza martiana desde la creación, el amor sincero, la dignidad y la construcción constante de la esperanza. Aquí se siente el espíritu de aquellas Palabras a los intelectuales, que 60 años después siguen siendo esenciales para la política cultural cubana.

Hoy es un día muy especial para nosotros, porque volvemos al encuentro con nuestros Maestros, al abrazo con quienes son referentes por su obra y cualidades como seres humanos. Lo hacemos con el encanto adicional de saber que este 18 de octubre la AHS, organización a la cual amamos casi con locura, cumple 35 años de incesante labor en ese mar a veces tempestuoso que es la cultura, siempre desafiante y repleto de pasiones.

El camino hasta aquí no ha sido un paseo por las riveras. Ha estado lleno de retos y conquistas, de obstáculos y alegrías, con el impulso tremendo de las diferentes generaciones de jóvenes creadores, que siempre hemos tenido el afán de fundar, de hacer en el menor tiempo posible.

Han sido muchos los momentos significativos. Imaginamos aquel encuentro fundador de 1986. Nos parece estar ahí, escuchar las intervenciones, sentir la emoción, la sensación de los desafíos gravitando, el brillo, la luz…, el nacimiento.

Gracias a las anécdotas, vemos también al ejecutivo inicial, a los integrantes de las diversas direcciones nacionales y a otros creadores soñando, siempre soñando. En la memoria están los encuentros con Fidel en 1988 y el 2001, cuando el intelectual y líder habló durante horas con los jóvenes escritores y artistas. Ahí palpitan los tres congresos de la Asociación, plataformas de análisis, debates y propuestas a favor de la cultura y la sociedad toda. También participamos en intercambios recientes con la dirección del país, desde la humildad y el afán de ser útiles a favor de esa casa grande, que es Cuba, fuente de orgullo y amor, venas de dignidad que fluyen en nosotros.

Dentro de la AHS, incluidos los Miembros de Honor, los Maestros, los soñadores, los enamorados de la utopía, deberá palpitar siempre una suerte de hermandad, donde quede claro que el quehacer creativo es un vendaval de pasiones: lúdico, ennoblecedor, un manantial de ideas, experimentaciones, certezas y anhelos, con la pureza de la fidelidad total a la obra creativa y a la nación.

Es inevitable pensar en la génesis, en los jóvenes poetas Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, dos muchachos que murieron uno defendiendo al otro, dos escritores profundamente martianos y fidelistas. Venimos también de las brigadas Hermanos Saíz y Raúl Gómez García, del Movimiento de la Nueva Trova, de todo ese talento y arte que late y crece en nuestro pueblo.

En el actual mes, nuestra mente pasa también con mucha frecuencia imágenes de los iniciadores, que el 20 de octubre 1868 entonaron el Himno en la romántica Bayamo, en un día que se ha convertido en fecha de celebración de la Cultura Cubana. Ahí está, por ejemplo, Carlos Manuel de Céspedes, el Padre, hombre de versos y música, quien llegó al mundo bajo el manto poético de una noche con aguacero, truenos y relámpagos, cual presagio de su vida tormentosa, de grandes decisiones, golpes y tiros, tal vez un adelanto de esa mezcla tremenda de coraje y belleza, que lo caracterizó siempre, teniendo a Cuba en lo más alto, en el centro de sus esfuerzos.

Para nosotros también la Patria es primero. Jamás traicionaremos la luz. Tenemos que ser cada vez más una vanguardia real, que cultive la esperanza en los escenarios y los barrios, en las ciudades y la serranía, en el alma nacional y más allá.

Incluso en las etapas más complejas, en nuestra manigua se cantaba y se improvisaba, nacían versos casi con el sonido de los tiros como banda sonora. Eso es también parte del encanto de la Patria Cubana, enriquecida por otros, como José Martí, el propio Fidel y el Quinteto Rebelde, que desde el corazón de la Sierra Maestra entonaba canciones con el valor y la sabrosura guajira.

Hoy, en circunstancias de mucha complejidad para el tejido social y cultural de la nación, la Asociación Hermanos Saíz sigue siendo manantial de arte y pensamiento, cascada de esencias con profundo compromiso social, tal como nos enseñó, por ejemplo, la incansable Marta Rojas. Nunca nos detenemos. El impulso también nos define. El ímpetu, los deseos de crecer como organización, nos acompañan en todo momento. La voluntad de contribuir a un país siempre mejor es también brújula. Jamás renunciaremos a los sueños ni a la herejía. En ese camino siempre agradecemos el acompañamiento de los Maestros, savia para ser mejores. 

Por eso nos alegra muchísimo recibir a siete creadores, que constituyen referentes para las nuevas generaciones, siete personas que admiramos profundamente, siete Quijotes muy cubanos que desde la literatura, la investigación y el arte también salvan.

Nacido en el seno de una familia campesina en el actual municipio espirituano de Fomento, Senel Paz ha conquistado a lectores y amantes del cine en numerosos países. Suele hablar con mucho cariño sobre Cabaiguán, lugar donde transcurrió su adolescencia y parte de la juventud.

 Aquel muchacho, que llegó a La Habana hace más de 40 años, hoy constituye sin dudas uno de los autores cubanos más reconocidos por los críticos y el público general. Graduado de periodismo en 1973, es creador de obras literarias de gran transcendencia y guionista de clásicos, como Una novia para David, Fresa y chocolate y Lista de espera. Es ganador del Premio Nacional de Cine y del Internacional de Literatura Ernest Hemingway. Siempre nos sorprende su humildad, que parece evitar los primeros planos, pero eso es imposible, porque ahí está su obra que lo convierte en uno de los imprescindibles. Su manera de ser es también una clase.

 

-Ganador del Premio Nacional de Música en 2012, algunos aseguran que nació artista, con la capacidad de hacer milagros. En la adolescencia, interpretaba canciones italianas, arias de ópera y zarzuelas. Es padre de numerosos proyectos, incluido el festival internacional Jazz Plaza. Su nombre es Roberto Arturo Carcassés Cuza, pero casi todos le llaman Bobby, el arreglista, el compositor que domina varios instrumentos, el showman. Amante también de la pintura, el dibujo y el deporte, Bobby es talento y entusiasmo, maestría y prestigio.

 

-Ha dedicado su vida a la crítica y la investigación teatral, a la edición y al magisterio. Su labor resulta esencial para la promoción y el análisis del teatro cubano y de América Latina. Fue fundadora de la Asociación Hermanos Saíz y Miembro de su Dirección Nacional.

Directora de la revista Conjunto, su voz se suele escuchar con frecuencia en eventos internacionales y en la coordinación de proyectos de nuestro continente. Ha impartido conferencias en Universidades de América y Europa. Vivian Martínez Tabares parece incansable desde su amada Casa de las Américas, institución donde dirige el departamento de Teatro. 

 

-El arte visual es su mundo más íntimo, espacio para hacer y soñar. Nacido en la ciudad de Manzanillo, conocida como La Perla del Guacanayabo, Manuel López Oliva también cultiva la crítica artística y el ensayo. Obras suyas aparecen en museos y colecciones de varios países.

Con experiencia como Presidente del Comité Cubano de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos y profesor en la Escuela Nacional de Arte y el ISA, nos suele compartir a través de la prensa y sitios digitales sus análisis sobre la Cuba más actual, siempre con esa vocación de hermano grande que brinda experiencias y consejos.

 

-Nuestro próximo Maestro es pura danza, bailarín, coreógrafo y actual director de la compañía Danza Contemporánea de Cuba, con gran prestigio a nivel internacional.  Su camino ha estado repleto de aplausos en diferentes conjuntos, como el Ballet de la Televisión Cubana y el Ballet de Camagüey. Danza Contemporánea de Cuba tiene su impronta, la pasión y la técnica que ha formado a varias generaciones de bailarines. Miguel Iglesias ha conquistado disímiles escenarios. En 2018, recibió el Premio Nacional de Danza por la Obra de la vida.

-El teatro y el quehacer en las comunidades son esencias de su vida. Suele llegar hasta zonas intrincadas de la Sierra Maestra repleto de energías y anhelos junto a una guerrilla de arte que él fundó junto a otros románticos hace casi tres décadas. René Reyes Blázquez es su nombre, un hombre de pasiones y una humildad desbordante, que desde su Bayamo, su adorada Granma, jamás ha dejado de cultivar la poesía, entendida como bondad y afán constante de superación. Muchos le llaman Maestro desde hace años, y es que varias generaciones de artistas escénicos le agradecen sus enseñanzas, su ejemplo en los escenarios y la vida cotidiana. Tiene múltiples reconocimientos, incluido el Premio Nacional de Cultura Comunitaria. René es padre creativo de la Guerrilla de Teatreros y de muchos jóvenes.

-Es uno de los principales estudiosos de la obra de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, autor de los libros Brisa nueva, Seremos experiencia, Golpear arriba y La vida y otros sueños. Fue miembro de la brigada Hermanos Saíz y ha dedicado gran parte de su talento y esfuerzo a  impartir clases en la Universidad de Pinar del Río. Luis Figueroa Pagés es otro de esos seres de luz, que siempre es bueno tener cerca.

El abrazo enorme a ustedes, nuestros Maestros. Bienvenidos ahora, con más fuerza a la familia de la Asociación Hermanos Saíz, un espacio para soñar y hacer. Son muchos los desafíos del presente, pero también la voluntad y la inteligencia. Nuestro compromiso es ser siempre lo mejor posible como creadores y seres humanos, como cubanos e hijos de nuestra América, fieles al espíritu de los Cronopios –esos seres maravillosos de Julio Cortázar- y a Ese sol del mundo moral, del que nos habló Cintio, al legado de Martí y Fidel. Muchas gracias.

 

Biblioteca Nacional de Cuba, 18 de octubre de 2021