Medea Teatro


Miradas al teatro joven cubano (dosier)

Presentamos este conjunto de dos textos dedicados a grupos noveles del teatro cubano. Aimelys Díaz, quien es teatróloga, investigadora, profesora del ISA y especialista de Teatro de la Casa de las Américas nos acerca a la trayectoria corta, pero intensa, del colectivo Medea Teatro fundado en 2017 y dirigido por José Antonio García Caballero. A través de un texto se explora en los diferentes ejes del grupo radicado en La Habana. Del otro lado de la Isla, Teatro de la totalidad, fundado en 2019 y con sede creativa en Guantánamo, es presentado por Claudia Amanda Betancourt, socióloga e investigadora del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y miembro de la sección de Crítica e Investigación de la AHS. A modo de entrevista con su director Geordany Carcasés, se va tejiendo una proyección del universo estético del grupo. 

Como otros proyectos, estos han comenzado y siguen trabajando por esfuerzos propios, luchando contra viento y marea por llevar obras a escena. Algunos han recibido becas de la AHS y apoyos diversos de los Consejos Provinciales de Artes Escénicas, del ISA y de otras instituciones. Sin embargo, sigue siendo una prioridad acompañar estos esfuerzos y registrar el camino de esas poéticas en formación. Grupos como La Chimenea, en Camagüey, La Caja Negra, en Santiago de Cuba, y Laboratorio Fractal Teatro, en La Habana, todos en diferentes niveles de desarrollo, pero con las mismas ganas de crear tendrán espacios futuros en esta página.

Los dos trabajos que presentamos hoy tienen como objetivo visibilizar la obra de jóvenes teatristas y mostrar las principales motivaciones éticas y estéticas que tienen estos grupos para hacer teatro en Cuba hoy.

Teatro de la Totalidad, revitalizando la escena teatral guantanamera

(Entrevista a Geordany Carcasés Obana, director de Teatro de la Totalidad)

Por: 

Hace tres años, en la provincia de Guantánamo se fundó el grupo de teatro: Teatro de la Totalidad, el 22 de septiembre de 2019, con la dirección general de Geordany Carcasés Obana. Quien se graduó como Licenciado en Arte Teatral del Instituto Superior de Arte de La Habana (ISA) y viene de una formación musical, desempeñándose desde los `90 como instrumentista-profesor de Guitarra Clásica y Práctica de Conjunto del Conservatorio Profesional de Música “Esteban Salas” de Santiago de Cuba.

Teatro de la Totalidad, por la interrelación de disciplinas, partiendo del teatro, la música y la danza, fusionarlas como un todo, así como alcanzar comunicarse con diversos públicos y “defender la continuidad de una tradición de raigambres clásicas, que es la del nacionalismo musical cubano en sus expresiones más estimables”. Son de los objetivos fundamentales que se ha trazado Geo con su grupo, actualmente conformado por ocho integrantes y cuatro actrices en cumplimiento de su servicio social, la mayoría muy jóvenes entre los 19 y 31 años de edad.

Totalidad como término también connota la necesidad de confrontar sus obras con diversos públicos, incluso el de menor rango etario, de ahí la incursión en la modalidad de Teatro para Bebés o Teatro para la primera infancia, dirigido por nuestra queridísima Yohandra Rosales, manteniendo el rigor en la selección musical y otros códigos estéticos propios de nuestro estilo. Me gusta acuñar el término del “transformance”, que indica espectáculos que trazan caminos diferentes al performance americano, y que apuntan a trasformar el rostro de la ciudad de Guantánamo, y aflorar, y hacer visible los distintos componentes que conforman el abanico cultural que puebla cada rincón de esta maravillosa provincia, entretejiéndolos y poniéndolos en relación.

¿Cómo surge La Totalidad?

Teatro de la Totalidad surge de manera espontánea, conceptuando esa espontaneidad podría decir que, en nuestro caso, fue la necesidad de compartir experiencias y ponerlas en práctica lo que hizo posible que se definiera la Totalidad como proyecto. La inminencia del “aquí y el ahora” fue lo que marcó la dirección de nuestro primer trabajo, acompañado también del influjo que pertenece no sólo a esa clase de teatristas como Barba, Valle-Inclán, Brecht, Unamuno, Lorca o Witkiewicz, sino también de los nuestros, de nuestros maestros, los del día a día. En mi caso fueron Armando Suárez del Villar y Carlos Celdrán, los cuales han influido grandemente en mi desarrollo como artista y como ser humano. Estos maestros, son mis verdaderos principios fundacionales, de ellos aprendí muchísimo, sobre todo el no consentir de ninguna manera situaciones que anulen deliberadamente mis sentidos; nuestro trabajo radica en una inmensa vulnerabilidad y sensibilidad.

tomada del perfil de facebook de teatro de la totalidad.

El grupo con tres años de fundación cuenta dentro de su repertorio con varias obras, para público adulto: Pan para la fe, El orden de los factores y Cemí, para los infantes: Jardín de Luna e Historias en el mar, más una adaptación musical realizada por su director, Geordany, a titulada: Pequeño, que dirigió para el antiguo grupo de teatro Ríos. Además, la obra Érase una vez un rey, montada como ejercicio de graduación de los estudiantes de cuarto año de nivel medio de la academia de arte de Santiago de Cuba.

En el año 2022 tuve la oportunidad de participar en el Festival de Teatro Joven en Holguín, evento organizado por la Asociación Hermanos Saíz, donde se convocan agrupaciones y artistas noveles, así como otros invitados para conformar el programa del evento. Dentro de las 12 puesta en escena programadas, se encontraba Pan para la Fe, la primera obra del repertorio de La Totalidad, con texto e interpretación de Fermin Francel Figueredo, música de Marcos Bou, efectos en vivo y banda sonora de Geordany Carcasés, así como la dirección general de Geordany. Un unipersonal que trata sobre la historia de un campesino de las serranías guantanameras, Ramón, y su hijo adoptivo Zaimar, que parte hacia la gran ciudad para encontrar la forma de desarrollar su vocación en el arte. Ipso facto, toma posición frente a las circunstancias y decide poner al tanto a su padre enviándole una carta en la que le cuenta los por menores. El destino de ambos se arroja y transporta paralelamente hacia una utopía: el hombre. Combinando la música, la danza y la actuación en este unipersonal donde el virtuosismo de Fermin como intérprete se expone encarnado más de diez personajes, mostrando su versatilidad escénica. También son implícitos en la obra problemáticas sociales como el regionalismo, la migración, se pone en tela de juicio la calidad humana de los seres humanos, los valores humanos y sociales, la fe y el amor. La obra, transita desde la variedad artística y con diferentes referentes teatrales, a la variedad de temas universales, tan sensibles y latentes en nuestro contexto actual. Agradecí mucho al grupo desde aquella ocasión esa presentación y obra, que causó tantas sensaciones juntas en mí, desde tristeza y dolor, pena, hasta esperanza, comedia y buen humor, con una musicalidad y movimientos que le impregnan una multiplicidad de recursos a la puesta, que no se suele disfrutar con frecuencia en las obras de teatro que se producen actualmente.

¿Cómo llega una obra como Pan para la Fe para estrenarse y para estrenar al grupo?

Pan para la fe, fue el primer espectáculo de Teatro de la Totalidad, en el cual se esbozan los principales rasgos estilísticos que me gusta denominar como: Teatro Popular de Concierto. La economía en los recursos escenográficos, la música con una gran mezcla de géneros compuesta por los integrantes de la obra, ejecutada en vivo y/o sobre una banda sonora pregrabada, la multiplicidad de personajes a interpretar por el actor, la danza en todo su haber, particularizando cada movimiento dentro acciones físicas bien definidas. Todas estas ideas parten de la concepción que tenía Armando Suarez del Villar del Teatro Musical. Así que, desde un inicio, hubo un replanteo radical de los presupuestos estéticos y de la política de repertorio del teatro Dramático que se estaba desarrollando en la provincia. Soy fiel seguidor de las intenciones de Suarez del Villar de levantar un teatro musical de nuevo tipo, con los valores y las características que definen la realidad cubana contemporánea dentro del marco del fenómeno musical cubano, tan rico en ritmos, formas melódicas y armónicas, y maneras ingeniosas de componer los textos.

tomada del perfil de facebook de teatro de la totalidad.

¿Desde tu rol como director de La Totalidad, cómo ha sido para ustedes gestionar los procesos de creación del grupo, que a pesar de su corto tiempo de fundación tiene resultados significativos dentro de la escena provincial, nacional y algunas participaciones internacionales?

Gestionar los recursos materiales y humanos para un proceso lleva mucho trabajo e imaginación. Primero se tiene que saber no sólo lo que se quiere, sino cómo hacerlo realidad, y luego contar con actrices y actores tenaces, con disciplina y con una necesidad de expresar los sentimientos que reconozcan perceptibles en el personaje. Hay que tener paciencia. La paciencia del agricultor. Las cosas crecen, no hay que apurarse. Es un oficio muy complejo, una frase tiene muchas maneras distintas y válidas de decirse. Elegir el cómo decir es el final de un larguísimo proceso, que no acaba nunca. Por gusto el trabajo del actor y el director no están limitados por el texto, sino inspirados por él. Y seguimos en la búsqueda de hacer vivir las palabras, la música y la danza, como un todo, con un lenguaje propio, el de nosotros; hacerlo obvio es fácil, lo creativo es darle su auténtico significado dentro de cualquier situación dramática.   

cortesía de teatro de la totalidad.

Por otra parte, con relación a la institucionalidad, no se puede olvidar que en los dos últimos años se ha caracterizado por la presencia de la COVID-19 en el país y que determinó de muchas maneras el actuar de los creadores y la cultura en sentido general. Fueron tiempos difíciles para todos sin pasar precisamente por Charles Dickens. Y hay que ser agradecidos por el esfuerzo realizado. Por ejemplo, agradezco mucho el apoyo que hemos tenido de la AHS, sin palabras, no hay evento en que no estén prestos a movilizar los canales pertinentes, sin un, pero, sin trabas, sin preguntas, solo el sí con la adecuada solución sobre la mesa en caso del obstáculo.

cortesía de teatro de la totalidad.

Con el CPAE también valoro mucho su esfuerzo, es un deber detenerse a observar su funcionamiento, y me atrevo a decir que debemos ganar más en el conocimiento de lo que es el teatro como un todo. Me refiero a que el teatro profesional o de aficionados, comercial, subvencionado o académico se supone como una gran empresa colectiva. Conocer, por ejemplo, que el teatro no se limita a un lugar físico, que incluye múltiples técnicas que exige por parte de la institución una organización y una realización adecuada de la presentación dramática y que el numeroso y diverso personal, artístico y técnico, que interviene en la aplicación de estas técnicas tienen que ser bien escogidos. También tenemos que ganar mucho en visualizar el arte local, incentivar giras nacionales, congeniar intercambios con otros Consejos. La luz se diseña para hacerla visible, ponerla en alto. En su conjunto, todos estos factores también constituyen la institución, que no es únicamente cultural, sino social; se trata en realidad de una institución que tiene una identidad y una historia propias y que es en muchos aspectos independiente del arte del drama.

Por eso, es tan necesario escoger bien al personal que lleva las finanzas, al que atiende la taquilla, al que hace las luces o al encargado de la limpieza de la sala. No saldrá bien una obra si los técnicos hacen lo que les dé la gana, ni el público saldrá satisfecho con un sonido que salga de un equipo de audio deteriorado por falta de mantenimiento o por falta de un personal que lo cuide y lo sepa monitorear. Cada institución es distinta a la otra, según la región cada una tiene necesidades y características que emanan de su entorno, pero eso sí, todas tienen en común, conservar celosamente parte importante del patrimonio cultural de la nación, y eso es una tarea de tremendo profesionalismo y responsabilidad.

tomada del perfil de facebook de teatro de la totalidad.

¿Qué estética y proyección artística teatral persigue La Totalidad para continuar desarrollándose y comunicándose con los públicos?

Una vez, el maestro Ladislao Navarro Tomasén, director de la compañía Danza Fragmentada, al cual quiero y respeto muchísimo, me dijo que: “el encanto del poder creer, está en la fe del accionar”, y es verdad. Las cosas que suceden en una obra causan por lo general una impresión mayor que las cosas que se dicen. En el teatro, es realmente cierto eso de que los hechos hablan con más fuerza que las palabras. Y en ese accionar se crea entre otras cosas, la relación con los actores.

cortesía de teatro de la totalidad.

No hace mucho leí un artículo sobre “La rítmica como entrenamiento del actor”, que platea que la piedra filosofal del entrenamiento actoral no ha sido aún hallada, pero lo cierto es que, el sistema de entrenamiento actoral es tan complejo como fascinante. Y en esta búsqueda pedagógica, donde no hay separación entre lo psíquico y lo físico, sí se vislumbra de inmediato lo que Stanislavski nombra como “la vida del alma humana”, y es ahí donde nace la mágica relación entre el intérprete y la dirección. Mi formación es como actor. Y sé lo que se siente ser guiado a través de la intención de penetrar en el corazón humano, que, a la vez, es lo que se encarga de difundir las ideas fundamentales del texto, para hacerlo servir como conductas en la vida en ese hombre o esa mujer que no es, ni pretende ser, filósofo, ni sabio, en ninguna de sus formas, pero sí actor o actriz. Trato de identificarme todo el tiempo con ellos, descubrir tanto sus puntos débiles como lo mejor que saben hacer, conectar un entrenamiento a su medida y luego mostrarlo a través de un espectáculo.

cortesía de teatro de la totalidad.

Teatro de la Totalidad, en su corto tiempo de fundación, ha logrado atrapar públicos, el reconocimiento de la crítica especializada, el otorgamiento de premios y de presentaciones en diversos eventos nacionales e internacionales. Un grupo con un gran potencial artístico que viene despuntando desde la parte más oriental de Cuba, con propuestas interesantes, ávido de espacios de presentación, de intercambio y visibilización, más allá de las fronteras guantanameras. El teatro producido por jóvenes actualmente en nuestro país, cuenta con varios exponentes que necesitan más puntos de encuentro, para compartir sus inquietudes y experiencias, para conocerse y mostrar su trabajo como la nueva generación de la escena teatral cubana.

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Medea Teatro, sincronía joven de una escena

Por: 

Con cuatro montajes escénicos, Medea Teatro ha ganado un espacio en el panorama teatral gestado por jóvenes en Cuba. Fundado en 2017, la historia del grupo tuvo sus inicios años antes, cuando motivados por la práctica de la dirección escénica los estudiantes de teatrología Pepe García y Elena Llovet desarrollaron el proyecto Hybris Teatro.

“En algunas clases, los profesores contaban del vínculo que había en etapas pasadas entre los grupos de actuación, teatrología, diseño escénico. Y en mi época de estudiante teníamos algunos referentes de colectivos nacidos en el ámbito de la facultad teatral, como el trabajo de Charles Wrapner con la Quinta Rueda”, cuenta Pepe. El estreno de la obra Tierra de plata en el Festival de las Artes marca el inicio de Hybris Teatro. Sin embargo, intereses diversos de los jóvenes directores, el proyecto termina. “Tenía solo dos actores y decidí llevar a escena El amante, un texto de Harold Pinter. Pero necesitábamos un nombre para el grupo y como siempre me ha apasionado la tragedia griega, lo nombré Medea Teatro”.

CORTESÍA DE MEDEA TEATRO.

Si fuera a encontrar un denominador común a la trayectoria de Medea Teatro, observaría los textos escritos como punto inicial para sus montajes. De esta manera, en el segundo año del grupo, el entonces estudiante de dramaturgia Nelson Beatón le propone a Pepe su texto Blanco, escrito dentro del seminario de dramaturgia. “Le propuse hacer, más que una lectura, un semimontaje, pues nos sugería muchas imágenes. Dirigida a un público joven, la obra se inspira en el cuento El pino de Hans Christian Andersen y lo mezcla con referencias a la pieza Claro de luna de Beethoven”, cuenta Pepe. Esto sería el inicio de la colaboración entre Nelson y Pepe, junto  al compositor Iván Fernández Real, en aquel momento estudiante de composición que hizo la música de Blanco, fue un trabajo a tres manos. “Al final resultó, más que una lectura un ejercicio de puesta en escena”, cuenta.

Confiesa que se enamora de los textos y que imagina cómo intervenirlos, subvertirlos desde la escena. Una de las motivaciones que lo impulsó a crear el grupo fue la de hacer el teatro que quería ver y no esperar por otros para verlo. Deudor de la herencia de los grupos que han pasado por el ISA, de Vicente Revuelta, el Teatro Buendía hasta lo que hacía La Quinta Rueda con Charles Wrapner, entre sus maestros se encuentra Carlos Díaz y Teatro El Público, el creador alemán Roland Schimmelpfennig, experiencias previas a su entrada al ISA que aumentaron su interés de acercarse a la dirección. “Me gusta mucho la diversidad del teatro, contrapuntear referentes. También he tomado elementos de la estética de Carlos Celdrán, de Nelda Castillo”. Junto a ello afirma que la teoría lo ayuda a acercarse a la escena, y la intento traducir al lenguaje del actor. “Mi teatro no es un teatro físico, pero la teoría sigue siendo mi pilar fundamental, la idea es que eso esté en las obras, que sea útil”.

CORTESÍA DE MEDEA TEATRO.

Como otras experiencias nacidas en el entorno del ISA, Medea Teatro nació de un proceso orgánico desde las aulas de la institución académica. Varios años de camino han llevado al colectivo a replantearse estrategias de búsquedas de espacios para su creación. En ese sentido, su montaje más reciente, y quizás el más visibilizado es Partagás. Inspirada en el texto de Yerandy Fleites, la puesta en escena toma el material propuesto en el texto y lo estructura en un montaje en el que la fuerza de la palabra dicha resulta esencial.

Partagás constituyó un cambio en el trayecto del grupo, pues abrió el diálogo con un autor reconocido en el teatro contemporáneo cubano, además de ser el primer trabajo hecho fuera del ISA. ¿Cómo hacer un proyecto que tenga vida fuera de los marcos de la institución? Fue el momento en que “surgieron oficios dentro del grupo, como crear una sección de producción, un espacio para la comunicación, armar dentro de lo posible un elenco fijo de actores, desarrollar más un entrenamiento con ellos y manteniendo las colaboraciones entre músicos y diseñadores, y gracias a eso pudimos hacer quince funciones”, señala Pepe.

“Ahora estamos inmersos en el trabajo con otro texto de Nelson, un ejercicio de dramaturgia a partir de diversos referentes: por un lado la obra literaria de Sallinger, un hecho histórico vinculado: el asesinato de John Lennon, más la referencia al cine de David Lynch. Es como un nuevo giro. Pienso que es un proceso que nos conduce por un camino diferente a la escena espectacular de Partagás; en este caso trabajamos un montaje fragmentado que juega mucho con el teatro psicológico norteamericano. La obra se llama Hold in cold feed en juego con el nombre del protagonista de El guardián entre el centeno”, señala Pepe.

CORTESÍA DE MEDEA TEATRO.

Pese a que Medea Teatro no está oficializado por la institución, mediante una carta de la Facultad de Arte Teatral del ISA, el colectivo ha encontrado mecanismos para tener un espacio en la programación de los teatros. En la Universidad de las Artes también han encontrado refugio cuando no hay otros locales para ensayar, una dificultad que muchas veces se presenta junto a la falta de salas para presentarse, ante lo cual han habitado espacios alternativos como La Madriguera y Habana Espacios Creativos.

Sobre los actores Pepe me comenta cómo “a veces se pregunta por qué siguen en los proyectos de Medea Teatro y ellos hablan de la oportunidad de estar en la escena, de hacer lo que les gusta y estar en presencia escénica. Le pregunto sobre su público ideal y me comenta cómo puede dialogar con los adolescentes, desde puestas como Partagás, como Blanco, con historias vistas desde una perspectiva de mi presente, cómo eso conforma lo que soy hoy. La manera en que se relatan esas obras en la escena es desde los referentes que tendría un adulto. Mi público sería adulto, dispuesto a reencontrarse, reivindicarse. De dónde viene eso que contamos, cuáles son los factores que lo moldean y cómo podría ser distinto.

CORTESÍA DE MEDEA TEATRO.

Para Pepe, en Cuba sí hay un movimiento de teatro joven, uno hecho por jóvenes, a veces alternativo, otras no. En el caso de La Habana “pienso que hay una mayor desconexión y la continuidad es más espaciada. Sin embargo, las experiencias que he tenido en Santiago de Cuba con La Caja Negra, bajo la dirección de Juan Edilberto Sosa, que tiene un festival que se llama Festival de Teatro Experimental Desconectados a 969, que le permite a grupos de teatro joven presentarse, más allá de si hay un gusto estético o no. Otros ejemplos que he encontrado son el trabajo de Heidi Almarales con La Chimenea, y Teatro de la totalidad en Guantánamo. Las historias son muchas pero los mecanismos no funcionan igual. Es difícil encontrar denominadores comunes, pues son diversas las estéticas a las que se acercan, el reconocimiento a los maestros muchas veces no es declarado, a veces el nexo es inconsciente pero sí existe la continuidad de una tradición. A veces se bifurcan, se rompen, los jóvenes se van, pero sí hay muchos haciendo y apostando por el teatro”. Esa apuesta es la que defiende Medea Teatro.       

CORTESÍA DE MEDEA TEATRO.

Medea Teatro, sincronía joven de una escena

Con cuatro montajes escénicos, Medea Teatro ha ganado un espacio en el panorama teatral gestado por jóvenes en Cuba. Fundado en 2017, la historia del grupo tuvo sus inicios años antes, cuando motivados por la práctica de la dirección escénica los estudiantes de teatrología Pepe García y Elena Llovet desarrollaron el proyecto Hybris Teatro.

“En algunas clases, los profesores contaban del vínculo que había en etapas pasadas entre los grupos de actuación, teatrología, diseño escénico. Y en mi época de estudiante teníamos algunos referentes de colectivos nacidos en el ámbito de la facultad teatral, como el trabajo de Charles Wrapner con la Quinta Rueda”, cuenta Pepe. El estreno de la obra Tierra de plata en el Festival de las Artes marca el inicio de Hybris Teatro. Sin embargo, intereses diversos de los jóvenes directores, el proyecto termina. “Tenía solo dos actores y decidí llevar a escena El amante, un texto de Harold Pinter. Pero necesitábamos un nombre para el grupo y como siempre me ha apasionado la tragedia griega, lo nombré Medea Teatro”.

cortesía de medea teatro.

Si fuera a encontrar un denominador común a la trayectoria de Medea Teatro, observaría los textos escritos como punto inicial para sus montajes. De esta manera, en el segundo año del grupo, el entonces estudiante de dramaturgia Nelson Beatón le propone a Pepe su texto Blanco, escrito dentro del seminario de dramaturgia. “Le propuse hacer, más que una lectura, un semimontaje, pues nos sugería muchas imágenes. Dirigida a un público joven, la obra se inspira en el cuento El pino de Hans Christian Andersen y lo mezcla con referencias a la pieza Claro de luna de Beethoven”, cuenta Pepe. Esto sería el inicio de la colaboración entre Nelson y Pepe, junto  al compositor Iván Fernández Real, en aquel momento estudiante de composición que hizo la música de Blanco, fue un trabajo a tres manos. “Al final resultó, más que una lectura un ejercicio de puesta en escena”, cuenta.

Confiesa que se enamora de los textos y que imagina cómo intervenirlos, subvertirlos desde la escena. Una de las motivaciones que lo impulsó a crear el grupo fue la de hacer el teatro que quería ver y no esperar por otros para verlo. Deudor de la herencia de los grupos que han pasado por el ISA, de Vicente Revuelta, el Teatro Buendía hasta lo que hacía La Quinta Rueda con Charles Wrapner, entre sus maestros se encuentra Carlos Díaz y Teatro El Público, el creador alemán Roland Schimmelpfennig, experiencias previas a su entrada al ISA que aumentaron su interés de acercarse a la dirección. “Me gusta mucho la diversidad del teatro, contrapuntear referentes. También he tomado elementos de la estética de Carlos Celdrán, de Nelda Castillo”. Junto a ello afirma que la teoría lo ayuda a acercarse a la escena, y la intento traducir al lenguaje del actor. “Mi teatro no es un teatro físico, pero la teoría sigue siendo mi pilar fundamental, la idea es que eso esté en las obras, que sea útil”.

cortesía de medea teatro.

Como otras experiencias nacidas en el entorno del ISA, Medea Teatro nació de un proceso orgánico desde las aulas de la institución académica. Varios años de camino han llevado al colectivo a replantearse estrategias de búsquedas de espacios para su creación. En ese sentido, su montaje más reciente, y quizás el más visibilizado es Partagás. Inspirada en el texto de Yerandy Fleites, la puesta en escena toma el material propuesto en el texto y lo estructura en un montaje en el que la fuerza de la palabra dicha resulta esencial.

Partagás constituyó un cambio en el trayecto del grupo, pues abrió el diálogo con un autor reconocido en el teatro contemporáneo cubano, además de ser el primer trabajo hecho fuera del ISA. ¿Cómo hacer un proyecto que tenga vida fuera de los marcos de la institución? Fue el momento en que “surgieron oficios dentro del grupo, como crear una sección de producción, un espacio para la comunicación, armar dentro de lo posible un elenco fijo de actores, desarrollar más un entrenamiento con ellos y manteniendo las colaboraciones entre músicos y diseñadores, y gracias a eso pudimos hacer quince funciones”, señala Pepe.

“Ahora estamos inmersos en el trabajo con otro texto de Nelson, un ejercicio de dramaturgia a partir de diversos referentes: por un lado la obra literaria de Sallinger, un hecho histórico vinculado: el asesinato de John Lennon, más la referencia al cine de David Lynch. Es como un nuevo giro. Pienso que es un proceso que nos conduce por un camino diferente a la escena espectacular de Partagás; en este caso trabajamos un montaje fragmentado que juega mucho con el teatro psicológico norteamericano. La obra se llama Hold in cold feed en juego con el nombre del protagonista de El guardián entre el centeno”, señala Pepe.

cortesía de medea teatro.

Pese a que Medea Teatro no está oficializado por la institución, mediante una carta de la Facultad de Arte Teatral del ISA, el colectivo ha encontrado mecanismos para tener un espacio en la programación de los teatros. En la Universidad de las Artes también han encontrado refugio cuando no hay otros locales para ensayar, una dificultad que muchas veces se presenta junto a la falta de salas para presentarse, ante lo cual han habitado espacios alternativos como La Madriguera y Habana Espacios Creativos.

Sobre los actores Pepe me comenta cómo “a veces se pregunta por qué siguen en los proyectos de Medea Teatro y ellos hablan de la oportunidad de estar en la escena, de hacer lo que les gusta y estar en presencia escénica. Le pregunto sobre su público ideal y me comenta cómo puede dialogar con los adolescentes, desde puestas como Partagás, como Blanco, con historias vistas desde una perspectiva de mi presente, cómo eso conforma lo que soy hoy. La manera en que se relatan esas obras en la escena es desde los referentes que tendría un adulto. Mi público sería adulto, dispuesto a reencontrarse, reivindicarse. De dónde viene eso que contamos, cuáles son los factores que lo moldean y cómo podría ser distinto.

cortesía de medea teatro.

Para Pepe, en Cuba sí hay un movimiento de teatro joven, uno hecho por jóvenes, a veces alternativo, otras no. En el caso de La Habana “pienso que hay una mayor desconexión y la continuidad es más espaciada. Sin embargo, las experiencias que he tenido en Santiago de Cuba con La Caja Negra, bajo la dirección de Juan Edilberto Sosa, que tiene un festival que se llama Festival de Teatro Experimental Desconectados a 969, que le permite a grupos de teatro joven presentarse, más allá de si hay un gusto estético o no. Otros ejemplos que he encontrado son el trabajo de Heidi Almarales con La Chimenea, y Teatro de la totalidad en Guantánamo. Las historias son muchas pero los mecanismos no funcionan igual. Es difícil encontrar denominadores comunes, pues son diversas las estéticas a las que se acercan, el reconocimiento a los maestros muchas veces no es declarado, a veces el nexo es inconsciente pero sí existe la continuidad de una tradición. A veces se bifurcan, se rompen, los jóvenes se van, pero sí hay muchos haciendo y apostando por el teatro”. Esa apuesta es la que defiende Medea Teatro.       

cortesía de medea teatro.