La Bota Rota


La Bota Rota #1: Movilidad y consonancias del teatro amateur en Santiago de Cuba

El primer día de la jornada nos dejó algunas interrogantes. ¿Puede el teatro modificar una comunidad sin que esta lo modifique también? ¿Por qué es necesario pensar al teatro como salvaguarda de los pequeños espacios? ¿Cómo la in/movilidad nos afecta?

Las muestras se dividieron en dos sentidos: la primera en busca de entender-nos con un hacer de corte comunitario y de pequeño formato, y la segunda en torno a prácticas teatrales en pandemia. El programa ponderó el trabajo de Reflejos Teatro y la Plataforma Escénica Experimental Punto de Giro, los cuales poseen una trayectoria notable en el trabajo amateur. Ellos llevan años generando propuestas que se relacionan desde distintos conceptos con las comunidades en que se involucran. Reflejos Teatro involucrado con un número poblacional más ancho en todo su radio de acción, y Punto de Giro con acciones más localizadas, sobre todo en el sector etario joven. 

La Brigada José Martí y el Movimiento de Artistas Aficionados son dos estructuras que componen el entramado cultural de los municipios. No todos los territorios poseen una célula de la AHS, ni un teatro, ni los especialistas, ni proyectos capaces de implicar el contexto a partir del teatro. Reflejos Teatro es el resultado de esa necesidad, su búsqueda es la de crear un registro de “lo teatral” en la población inmediata. Reflejos Teatro fundó su praxis en códigos tradicionales de la escena y lo rural, elementos indispensable para establecer el diálogo con su espectador. 

Desde una visión más alternativa, Punto de Giro se acerca a la comunidad desde un planteamiento híbrido y experimental. El trabajo en las escuelas y casas de cultura con jóvenes ha mantenido al grupo en sintonía con sus normas expresivas. ¿Cómo hablarnos sin mentirnos? ¿Cómo organizar el caos que nos gobierna? ¿Cómo lo sensible continúa siendo una vía comunicativa entre nosotros? Punto de Giro es uno de esos proyectos necesarios dentro de la cadena de valores de las artes escénicas en Cuba. Proyectos como estos ayudan a crear un puente entre el espectador y distintos modos de entender el hecho escénico, sin que esto implique grandes complejidades estéticas.

Los apuntes realizados por Ricardo Martínez Benavides, metodólogo provincial de teatro en Santiago de Cuba, aportaron luces y sombras a ese movimiento amateur que moviliza las comunidades rurales, educacionales y las del sistema de Casas de Cultura en la provincia. En su experiencia, estos proyectos poseen como primer fin la programación cultural. Algo que no difiere en las prácticas de cualquier elenco artístico institucionalizado, pero al ser el encargo (fundamental), suele convertirse en un parte aguas para estos proyectos. Los grupos necesitan desarrollar procesos de comprensión al interior de sus prácticas. La conformación de su público ideal y las relaciones extra-cotidianas son parte del camino, y en muchas ocasiones se desvanece sin tan siquiera empezar el trayecto. Entonces lo rudimentario se convierte en única opción y absorbe la organicidad de las relaciones internas y externas de los grupos.

Los proyectos y creadores que asumen una conducta de “movilidad” ante los desmanes institucionales y la cotidianeidad deben sobreponerse (además) al sinsentido que envuelve el término de “lo profesional”. En medio de estas intransigencias a las que algunos intentan sumergirse, aparece el calificativo “profesional” para advertir lo que puedes hacer o no. Tal vez uno de los grandes escollos de los últimos tiempos y que ahora la pandemia y la digitalización de todos los contextos hacen que se desvanezcan. La creación es un fenómeno cuyo valor esencial no está en ser asalariados, ese es un “don” que recae en la voluntad/necesidad del individuo y solo busca expresarse.

Santiago de Cuba ha sido casa para aquellos que necesitan mostrar sus ideas ante cierta miopía. En el teatro, a pesar del momento rígido e inmóvil en que se encuentra la ciudad, se puede señalar procesos donde se ambicionan otra relación con el espectador. Sin la necesidad de que sean profesionales quienes lo ejerzan y sin el reconocimiento del gremio asalariado, esa relación está mutando a niveles no conocidos por los teatristas santiagueros. La experiencia de Reflejos Teatro (Contramaestre) y Punto de Giro (Santiago de Cuba) son dos ejemplos actuales, cuyas prácticas aún están en desarrollo. Habría que enfocarse también en el Conjunto Artístico de Montaña ubicado en III Frente y en el grupo Mascaradas de ese mismo municipio, con una trayectoria distendida en el tiempo y con muy buenos resultados.     

La conferencia Acercamiento al Micro-teatro. Resistencia en un espacio mínimo, por Miguel Ángel Amado González (teatrólogo, metodólogo nacional de teatro, y guionista de TV) en la provincia La Habana, fue útil para adentrarnos a una posibilidad formal que no explotamos. El micro-teatro pudiera ser una alternativa para fortalecer los vínculos de estos proyectos amateurs y sus públicos ideales. Estructurar mejor sus dispositivos escénicos y sus diseños discursivos.  

Esta jornada es un intento por dotar de herramientas a grupos como los ya nombrados, para que puedan expandir sus experiencias. De ahí las intervenciones realizadas en los segmentos Prácticas teatrales en pandemia, donde integrantes de Medea Teatro, Teatro Macubá y el Grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA expusieron sus modus operandi durante el confinamiento.

El primer día fue un salto donde nos faltó el clásico convivio. Horas de teatro, diálogo, construcción y movilidad. El teatro hecho por amateurs, los límites del concepto de “lo profesional” y, a la vez, el retorno a un teatro menos técnico y más real, fueron líneas recurrentes. Quedan horas de intercambio y encuentro en el ciber-mundo, horas de contradicción.

La II edición de la Jornada La Bota Rota nos brinda la posibilidad de conectarnos y entrar a un teatro más amplio y abrazador. Un teatro fuera de la presencia del público, pero eso es solo de momento, nada derrumbará el edificio sagrado de los hombres. Esa estructura simbólica que durante siglos se ha construido con nuestra movilidad.           


La Bota Rota #2: Dramaturgias para un encuentro

Todos los espacios pueden conducir-nos a la memoria, a la experiencia de un encuentro simbólico. El teatro es un espacio fértil para el encuentro humano, y todo a lo que lo humano nos conlleva. Ver en el teatro la posibilidad de hablar-nos, es ver al teatro como lo que es: la voluntad de lo sensible.

El segundo día de la Jornada Teatral La Bota Rota estuvo normada por la necesidad del encuentro. Véase lo anterior como una finalidad que hoy solo podemos tener desde lo virtual y lo sensible. El encuentro como ruptura ante el encierro y el distanciamiento provocado por la pandemia. El encuentro como arma simbólica. Todas las voces unidas a una misma experiencia que se construyó con la participación de los implicados en el programa. 

La conversación con los integrantes del grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA sobre el proceso creativo en la película Muerte de Narciso, nos permitió conocer las implicaciones simbólicas y técnicas a la que se enfrentaron. Los testimonios de Maibel del Rio Salazar, Ricell Rivero Rivera y Adolfo Guzmán Pacheco, sirvieron para posicionarnos sobre este material, el cual es una aproximación cinematográfica a la obra del poeta cubano José Lezama Lima. Una práctica que el grupo ha emprendido en los últimos años. La poesía (en especial la cubana) es un lugar de introspección para este colectivo, cuyas herramientas no dejan de extenderse por los terrenos del arte.

La conferencia La imagen y la palabra en la obra de Taimí Dieguez Mallo, y la presentación del archivo de la obra La ciudad en mi madre, nos permitió entender algunas de las búsquedas conceptuales de esta dramaturga. Junto a Zulaine Soler García y Gabriela Perera, Taimi Dieguez nos invitó al encuentro con su biografía familiar a través de la intervención pública realizada en La Cámara Oscura de La Habana 2017. Este fue un ejercicio para descubrirnos desde la creación de resortes dramatúrgicos/teatrales/personales. Dispositivos que entonan el sentir de una voz, que también es el sentir del receptor del objeto. La obra de Dieguez es una composición de imágenes familiares que se tejen entre performance y ficción. Su escritura yace en lo vivencial y la acumulación de materiales sensibles. En su hacer, el espectador se encuentra frente a un espejo, un yo revelador de la memoria.

Los integrantes del Laboratorio Fractal nos mostraron diversos puntos sobre el proceso de trabajo de Cuerdas Percutidas (Beca Milanés 2018). Se trata de un montaje a partir del texto homónimo de Elaine Vilar Madruga y cuyo recorrido ha generado discursos que sobresalen al hecho teatral. De ahí la importancia de los materiales compartidos, desde la banda sonora y su video clip hasta una reveladora entrevista a la actriz Ana Patricia Pomares y el dramaturgo y director teatral Raúl Miguel Bonachea. El Laboratorio Fractal apuesta por un arte cromático, vinculante y generador de símbolos. Un arte en el que seamos capaces de buscar-nos/encontrar-nos.   

Otros materiales promocionales como las cápsulas La Bota Rota 2021, al actor Dennis Pérez, del Proyecto Campanadas de Santiago de Cuba, y la Cápsula 5to Aniversario de LA CAJA NEGRA con el actor Alfredo Peña Ortiz, matizaron el día. ¿Cómo el teatro se convierte en respuesta simbólica a la pandemia? ¿Por qué explorar la ausencia desde la concepción del encuentro? ¿Podemos dejar de ocultarnos?   

Se inauguró la expo fotográfica El Plan B es seguir el Plan A de Frank Lahera, imágenes registradas a partir de la documentación de la obra de igual nombre del Grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA. Lahera mantiene una cercanía importante con la escena, su trabajo es un desenlace complejo e híbrido del hecho artístico. Aun cuando documente el trabajo de alguien más, impone su ojo crítico y reparador para interpretar el contexto.

Fue el turno también para la narración escénica El despojo del grupo Mascaradas, el cual contó con la actuación y puesta en escena de Osmany Guisado Vargas del municipio III Frente de Santiago de Cuba. Este grupo ha mantenido durante la etapa pandémica una integración importante con los pobladores del municipio. Junto a médicos hacen la pesquisa diaria pero le ponen teatro, le ponen alegría. Llegan al hogar de muchos con un poema, una canción, una escena. Los vecinos observan desde la puerta cómo unos hombres se empeñan en la representación de la esperanza a varios metros de distanciamiento. Los vecinos ven cómo esos hombres no renuncian a la vida, la poesía, el teatro. Es una de las experiencias más conmovedoras en las que el arte teatral santiaguero ha estado inmerso durante los últimos meses. El teatro como respiro. El teatro como sanación.

De Reflejos Teatro se puso la obra Los motivos del lobo con actuación y puesta en escena Arnaldo Sariol Valdés, de Contramaestre, Santiago de Cuba. Fue un espectáculo para la ocasión, que necesita seguir creciendo, pero que tiene el mérito de la voluntad creadora. Los motivos del lobo es una muestra, que amén de su búsqueda temática, también simboliza lo que es el arte para este grupo: un camino sin escarchas y sin cansancio.   

La jornada terminó con las entrevistas a Jose Brito (director) y Elieter Navarro (actriz), de Teatro Adentro, de la provincia Santa Clara, y posteriormente con su puesta Telémaco. Obra que contó con la actuación de Verónica Medina, actriz de gran fortaleza y espíritu intransigente. Para ella, la interpretación es un ritual contra el bagazo facilista del arte. Cada minuto sobre las tablas, es una construcción energética.  

Teatro Adentro es un proyecto que emerge para contar una biografía afectiva entre amigos. Es un proyecto que ahonda en el cuerpo como eje y soporte principal. El cuerpo y los sonidos, el cuerpo y el canto, el cuerpo y la poesía. Herederos de sus maestros, su determinación escénica está en lo experimental, en el gesto contundente y la palabra imprescindible.   

La variedad del programa nos permite asegurar que el teatro cubano posee segmentos valiosos sobre los que vale la pena enfocarse. Propuestas que yacen en distintos huecos/trincheras/olvidos, y que necesitan encontrar-se con otros universos dentro de la isla. Hay que seguir buscando ese teatro cubano en toda la geografía para conectarlo, y luego hacer de ello un ejercicio inspirador.


Teatro v.s pandemia: la otra longitud

(Aproximaciones a la II Edición de la Jornada Teatral La Bota Rota)

 

¿Por qué el teatro?

¿Por qué no ceder ante la voluntad biológica de la pandemia?

¿Puede el teatro enfrentar los caprichos de la naturaleza?

El teatro siempre es una aproximación a las crisis humanas. Su orientación yace en los conflictos de los hombres que lo practican. Nada escapa a ese ojo directo y tortuoso. Nada escapa a la longitud de su fuerza.

La Asociación Hermanos Saíz en Santiago de Cuba desde su célula de Contramaestre, convocaron a la II edición de la Jornada Teatral La Bota Rota, desde hoy –día 19– hasta el 21 de agosto de 2021. Una acción que pudiera ponderar al hecho escénico como fuerza de escape a la pandemia y sus derivados. La Jornada, que se desarrollará completamente online, estará dedicada al aniversario 10 del grupo Reflejos Teatro. Un proyecto de corte comunitario que mucho le ha aportado a la vida cultural del municipio, y que desde sus inicios encontró en la AHS, su tabla de salvación. ¿Teatro y comunidad?

Otras de las motivaciones para esta edición, es el aniversario 35 de la Asociación Hermanos Saíz, organización que ha sido casa, escuela y luz para miles de jóvenes. Hombres y mujeres que al igual que aquellos que se han entregado durante una década al grupo Reflejos Teatro, ven en la organización una alternativa (real) para asumir sus inquietudes.

Ser vanguardia (también) es cuestión de actitud, de correspondencia con el contexto y con la capacidad de transformar sus circunstancias (aun en la contradicción). Este será un espacio para delimitar las convenciones más arrugadas de las prácticas escénicas actuales y poner al alcance del ciber-público el trabajo de más de una decena de creadores de todo el país.

  

El evento estará trabajando desde las siguientes líneas temáticas: el Teatro de pequeño formato, el Micro Teatro, el Teatro vs Pandemia, el Teatro emergente cubano, y Teatro y comunidad. El programa tendrá presentaciones de performance, lecturas dramatizadas, obras de teatro, video-artes, video-poesías, obras interdisciplinarias, entrevistas, exposiciones de artes visuales, cápsulas promocionales, cortometrajes y otras expresiones donde lo escénico es una condición ineludible.

Todos los materiales serán compartidos de manera permanente en las siguientes direcciones: Facebook (@AHSStgo), Telegram (t.me/ahssantiagodecuba), YouTu

be (ahssantiagodecuba) y (lamiradainquieta), Instagram (AHSStgo),  Twitter (@AhsStgo). En estas páginas y canales las intervenciones de los participantes crearán una imagen coral para el espectador/seguidor. Se pretende que está Jornada sea la antesala del Festival de Teatro Experimental desconectado a 969, a celebrarse en noviembre de este año. Un intento por articular una red con el teatro emergente cubano y posicionarlo ante la crisis durante y posterior a la pandemia.

Entre los grupos participantes se encuentran Teatro Adentro (Santa Clara), Laboratorio Fractal (La Habana), Medea Teatro (La Habana), Plataforma Escénica Experimental Punto de Giro (Santiago de Cuba), Teatro del Retorno (Artemisa), Grupo de Experimentación Escénica LA CAJA NEGRA (Santiago de Cuba), Mascaradas (III Frente, Santiago de Cuba) y Reflejos Teatro (Contramaestre, Santiago de Cuba).

Otras de las grande novedades, resulta la presentación del proyecto transmedia #TroyanasenYouTube, de la teatrólogo y escritora Ámbar Carralero Díaz. En voces de sus protagonistas, tendremos elementos de cuál ha sido el proceso creativo para lanzar su propuesta y las consonancias simbólicas asociada a este.

También estarán discutiendo sus propuestas sobre el escenario virtual, actores, críticos y dramaturgos cuya experiencias teatrales se imbrican con las pautas del encuentro. En ellos vale nombrar a la dramaturga y escritora Taimi Dieguez Mallo, autora que buscará adentrarnos en la imagen y la palabra de su obra performativa.  

Cuando el telón está próximo a deshacerse sobre el escenario de La Bota Rota, los teatristas involucrados con la Jornada respiramos profundo, nos decimos unas palabras y nos dedicamos algunos gestos. Vamos a enfrentar uno longitud que no habíamos explorando antes, vamos enfrentarnos a la pandemia. ¿No será mejor decir “pandemias”? El hombre al igual que el teatro posee la crisis como herramienta, todo lo ajeno a ellos puede parecer mero entretenimiento. Pero en el teatro, cuando el telón se retira, la crisis tiene normas y eso nos da ventaja. ¿Será este el juego? Cuando el telón ya no esté, nos pondremos las botas. Todo se resume en esa acción: el arte es un juego contra la crisis y hay que tener las botas bien puestas.