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La composición musical de los jóvenes cubanos. Conversando con Wilma Alba Cal

Egresada del Instituto Superior de Arte de la especialidad de Composición Musical, Wilma Alba Cal posee un indiscutible talento. Ha sido merecedora de varios premios del Concurso Alejandro García Caturla en varias ediciones. También de la beca de la Academia de la Música y Drama de la Universidad de Gotemburgo en Suecia y de la beca de Composición Musical Conmutaciones que otorga la Asociación Hermanos Saíz.

Cuéntame cuándo se produce ese primer acercamiento a la música y cómo decides aceptarla de modo profesional.

Fue casi por casualidad, porque nací en Guanabacoa, un pueblo de gran tradición musical, y un día decidí hacer las pruebas en la escuela y entré. En mi familia no hay músicos, pero sí personas con inquietudes musicales, y con muy buen oído, y eso lo heredé. Empecé a estudiar Dirección Coral, al graduarme comencé a trabajar, y ha sido una pasión que se ha desatado poco a poco.

Comenzaste a estudiar Dirección Coral en el Conservatorio Guillermo Tomás. ¿Qué recuerdas de esos años de aprendizaje?

Dirección Coral es una carrera muy completa, porque te va aportando desde la formación no solo como músico, sino también desde el trabajo con las personas, y requiere mucha dedicación. Me encanta, mi amor por el coro ha seguido a la par de las composiciones musicales, y hasta el día de hoy estoy dirigiendo el coro del Conservatorio.

Si hablamos de coros es indispensable decir que integraste la agrupación juvenil del Coro Nacional de Cuba bajo la batuta de Digna Guerra, esa destacada maestra. ¿Cuánto te aportó para el posterior desempeño profesional?

Para todas las personas que amamos la Dirección Coral, Digna Guerra es una figura que tiene un reconocimiento indiscutible, no solamente en Cuba, sino fuera de Cuba. Integrar ese coro, y después ver como la maestra interpreta las obras del Coro Nacional y del coro Entre Voces, ha sido un lujo, porque además es una persona de la que aprendemos muchísimo y sabemos que trabaja con mucho rigor. Es algo que nos nutre.

También impartes clases en el Guillermo Tomás desde el año 2008, igual que en el Amadeo Roldán. ¿Cómo ha sido desempeñar esa labor y qué te ha aportado a la hora de componer? 

La enseñanza artística me ha aportado mucho, incluso el rigor de hacerme un horario en mi vida profesional. He tenido la suerte el año pasado de vincular la enseñanza con la composición a través de proyectos como uno masivo en la Bienal de La Habana del 2015, en el que participaron setenta estudiantes tocando una misma obra musical. Fue una experiencia con un artista plástico mexicano que hicimos en la edificación conocida como el «gusano» del ISA. Fue una intervención sonora, las personas que asistieron podían ir recorriendo el lugar al tiempo que iban escuchando a los músicos. Para los muchachos fue también muy interesante, es un proceso que si lo puedes vincular es muy enriquecedor.

En el 2012 te gradúas del ISA, en Composición Musical,  bajo la tutoría del maestro Juan Piñera, uno de los grandes maestros de esta disciplina en Cuba. ¿Qué significó para ti? ¿Qué experiencias compartió contigo?

Después de seis años de graduada y como profesora, debo decir que mientras más pasa el tiempo más valoro el trabajo de Juan Piñera, que es una persona dedicada, que además tiene resultados con estudiantes de disímiles estéticas, y posibilita que uno suelte las alas y desempeñe su propio trabajo. Es una persona que hace que uno crezca, no solamente como compositor, sino que sea una mejor persona.

Desde tu experiencia, y teniendo en cuenta toda la trayectoria que has hecho a pesar de tu juventud, ¿cómo valoras el proceso formativo de un compositor en nuestro país?

La enseñanza de la composición empieza justamente en el nivel superior. Excepto Piñera, que ofrece talleres para estudiantes de la ENA y del Amadeo Roldán, y para otros de provincias. Es complicado entonces decidirse a componer música académica, porque no hay una formación previa que lo facilite. En el ISA sí la formación es bastante completa, y permite que después cada cual se especialice en lo que más le gusta.

Fuiste merecedora en el año 2012 de una beca de intercambio en la Universidad de Gotemburgo en Suecia. ¿Cuánto te aportó esa experiencia para el desarrollo profesional?

Allí tuve la posibilidad de aprender muchísimo, de Dirección Coral, de Composición, pero también sobre la enseñanza de la música allá, de su idiosincrasia, de otras maneras de hacer, y eso se ha reflejado en mi trabajo musical. El nivel cultural de los coros en Suecia es elevadísimo, y también tecnológicamente uno necesita estar actualizándose. Son cosas que después uno aprovecha en su trabajo, por eso es tan importante el intercambio, ellos también reciben de nosotros toda la parte rítmica y todo lo que culturalmente llevamos.

No ha sido el único intercambio que has tenido en el extranjero. Sé que has visitado países también de Latinoamérica.

En Puerto Rico tuve una bonita experiencia con un grupo del Conservatorio de Música especializado en la música de concierto. Se llama Álea 21, que dirige el profesor Manuel Ceide, y ahí no solo yo, sino otros compositores más reconocidos como Roberto Valera, María Elena Vinueza, Liliana González, un grupo que crece cada año, ha estado compartiendo con Álea 21, que ha estado presente en nuestro premio de Composición de Casa de las Américas. Creo que es buena la retroalimentación y todo lo que podemos desarrollar a partir de los intercambios.

¿Cuánto de estudio y cuánto de creatividad consideras que está presente en un compositor, teniendo en cuenta además que estás haciendo una maestría en el ISA?

La composición lleva mucho trabajo diario, hay personas que componen en un momento de inspiración, pero creo que no llega si no estás sentado trabajando. Hay que empeñarse mucho, porque uno tiene muchas otras cosas que hacer, y se va alejando de la creación. En mi caso, yo siempre separo un tiempo todos los días para componer, que es lo que me gusta y disfruto. La creatividad llega después de muchas horas, sobre la marcha y sobre el trabajo.

Cuéntame de la maestría.

Espero este año terminarla y trabajar en muchas otras cosas. Creo que es parte de la formación musical que uno requiere. Los músicos, en cualquier rama, se deben mantener estudiando. Es algo que nunca termina.

Wilma Alba tiene un amplio catálogo de obras de cámara, corales, y electroacústicas. ¿Qué pasa con ellas? ¿Quiénes las interpretan?

Generalmente escribo para los coros. He tenido la suerte de poder contar con Entre Voces y con el Coro Nacional de Cuba, porque Digna Guerra ha seguido interpretando mi música. Eso ha hecho que se conozca en otras latitudes, y así muchos coros me han contactado y hecho la música que compongo. También he participado en el Festival Las voces humanas, con una colaboración con el Ensemble Vocal Luna, y una obra electroacústica, porque a veces me trabajar ese tipo de música. En otras ocasiones he compuesto específicamente para agrupaciones que me lo han solicitado.

Fuiste ganadora de la beca Conmutaciones que otorga la Asociación Hermanos Saíz de Composición Musical en el año 2011 por tu proyecto Transfiguraciones. ¿En qué fase está ese proyecto? ¿Qué ha sucedido con la beca?

Después del concierto que se hizo en el Museo Nacional de Bellas Artes en el 2012, la beca Conmutaciones ha resultado ser, por suerte para muchos jóvenes compositores, una posibilidad de grabación, apoyada por la Asociación Hermanos Saíz, por el Instituto Cubano de la Música y también por la discográfica Colibrí. Espero que muchos de nosotros podamos grabar nuestras obras, lo cual es un estímulo increíble para un joven creador.

La ACDAM y  el Instituto Cubano de la Música han convocado a varias ediciones ya del concurso nacional Alejandro García Caturla, en el cual has sido merecedora de varios reconocimientos. ¿Cómo ha sido esa experiencia? ¿Cuál fue la motivación para participar?

La primera vez todavía estudiaba en el ISA, en la segunda ocasión concursé con una obra de música sinfónica. Siempre uno quiere oír lo que ha compuesto. Tuve la posibilidad de que la estrenara la Orquesta Sinfónica de Villa Clara en el Festival A Tempo con Caturla en el 2015 y esto hace que uno quiera presentarse a los concursos, porque sabe que es una posibilidad de escuchar la obra.

Tu inquietud musical trasciende el género de los coros. Eres asesora de grupos de teatro y de danza. ¿Por qué?

Me encanta trabajar no solo la música coral, sino con personas de otras manifestaciones que pueden aportar muchísimo a nuestro trabajo creativo. El año pasado disfruté componer la música de un documental producido por Cubavisión Internacional y Casa de las Américas titulado Nuestra Haydée, un homenaje  Haydée Santamaría, dirigido por Esther Barroso, y pude explorar otras áreas de la creación musical.  

Los últimos años también has participado en los arreglos y grabaciones de los temas musicales de las campañas promocionales de la Asociación Hermanos Saíz, de la que eres miembro. Es el caso de Todo el mundo tiene su Moncada y de Con un poco de amor. Háblame de ese proceso creativo que has compartido con otros artistas.

Es magnífico porque, en primer lugar, se trata de Silvio Rodríguez, un artista que todos admiramos profundamente, y luego está el trabajo con jóvenes de otros géneros musicales, con extremado talento que la Asociación está promoviendo, es un trabajo enriquecedor para todos. Lo último que hicimos fue Con un poco de amor, no conocía a todos los que iban a participar, y me parece importante no solo para nosotros por el intercambio sino porque muestra a todo el pueblo la labor de jóvenes creadores.

Eres muy joven pero muy talentosa. Muestra de ello es que tus obras han sido interpretadas en diferentes salas de concierto de Cuba, Alemania, Suecia, España, Inglaterra, Estados Unidos, Puerto Rico, y me quedan algunos países. ¿Cuánto de esfuerzo personal hay detrás de toda esta obra?

Mi familia, en primer lugar, que me ha apoyado muchísimo. Mis padres, mi hermano, permiten que yo pueda dedicar tiempo a componer, lo que requiere de muchas horas y de mucho esfuerzo. En segundo lugar, los músicos que interpretan las obras, que son los que hacen que se expanda.

¿En qué proyectos trabajas actualmente?

Estoy preparando el primer disco gracias a la beca Conmutaciones, espero grabar esa obra sinfónica, es un proyecto bastante amplio, con muchos músicos. Estamos organizando las fechas y todos los músicos están trabajando las obras.

 

Conduce: Maurín Delgado

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