Libro de Horas, para narrar desde la obra de arte

Veinte artistas, entre ellos: Martha Mason y Anne Haley de Estados Unidos; Teresa Galván, de México, y Camila Lobos, de Chile, figuran como los invitados extranjeros a lo que deviene un gran recuento, un «libro de horas», esas que alcanzan gran relevancia en el acto creativo de una obra de arte. Bajo este título fue inaugurada recientemente una muestra colectiva en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, situado en la Plaza Vieja, en La Habana.

Con curaduría de la especialista Mayra Sosa, Libro de Horas hace coincidir a artistas de formación en grabado como Hanoi Pérez, con otros de férrea vocación pictórica como Robin Pau. Es una muestra que encuentra, en este tipo de manuscrito iluminado muy popular en la Edad Media, su punto de partida. Inicialmente, el libro de horas contenía solamente un texto para cada hora litúrgica del día, y luego incorporó pinturas en miniatura y calendarios.

Los artistas, como parte del concepto curatorial, han marcado la hora en que más prolífica es su producción. El resultado de este ejercicio creativo, donde prevalece el trabajo manual, son piezas muy bien solucionadas desde el punto de vista formal, y ejecutadas en diferentes soportes y técnicas, como ensamblado y grabado.

El espectador asiste a una pluralidad estética que devela las preferencias de los autores por materiales específicos, temáticas y constantes estéticas.  De ahí que en materia de visualidad se apele al color, la grama, texturas o transparencias y que las reflexiones se centren en el propio arte examinando su larga existencia historiográfica, el valor de la literatura como fuente de conocimiento o disfrute o el sencillo placer de narrar desde la pintura, entre otros temas.

Libro de Horas acierta al reunir jóvenes alumnos de San Alejandro, al propio decano de la Sección de Artes Plásticas de la Universidad de las Artes, y artistas de una extensa carrera o que han sido galardonados con becas de creación. Este hecho ofrece un amplio abanico visual, permitiendo que pueda percibirse un campo más extenso de experiencia. No en vano cada poética obedece a la formación del artista, sea académica o no, y a sus vivencias.

Marca entonces el tiempo, esta muestra, donde no pocos descubrirán poemas, objetos industriales, etc., que han sido refuncionalizados en pos de narrar desde la obra de arte, desde la subjetividad de los creadores, y del tiempo mismo.

Foto de portada: Tomada de www.cnap.cult.cu

 

 

 

 

 

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