Hacia la madurez de la radio joven

Taller y Concurso Nacional de la Radio Joven Antonio Lloga in Memoriam es el nombre oficial de un evento que llegó a sus 25 ediciones, y que tiene como propósito no solo propiciar un espacio para premiar lo mejor que los jóvenes produzcan en matera radial, sino también hacer reflexionar sobre el tema.  

Eric Caraballoso, periodista, realizador radial y escritor camagüeyano-santiaguero, presidente del Comité Organizador del Lloga, explica las interioridades de este certamen de la AHS que ya llega a la etapa de la madurez.

«El Lloga privilegia las especialidades artísticas. Este año hay algunas novedades con relación a las convocatorias, pues se incluyen dos premios diferentes. Uno es un Premio Especial; la idea es que se mantenga como concepto y lo que varíe a partir de ahora sea a qué se va a dedicar. Este es un premio que lo que busca es privilegiar determinada temática, determinada categoría, que cambiará en todas las ediciones en función de los intereses de los organizadores, de los dictámenes del jurado, de las mismas reflexiones de los jóvenes realizadores que participen en el evento».

Este año este Premio Especial estuvo dedicado a los dramatizados, porque desde el evento han querido continuar los numerosos homenajes a la villa de Santiago de Cuba en su medio milenio. También porque Antonio Lloga fue, además de un maestro de jóvenes realizadores, un hombre de dramatizados, un escritor, director y actor de grandes condiciones.

«En los últimos tiempos nos hemos dado cuenta de que, al menos en función de lo que se ha enviado al concurso, escasea la presencia del dramatizado. Los jóvenes no lo realizan y cundo lo hace, generalmente, incursionan en la actuación. Pensamos que siendo el dramatizado uno de los pilares de la programación radial en Cuba, que incluso aspira a convertirse en patrimonio por su valor —desde Félix B. Caignet hasta nuestros días— es lógico que los jóvenes, como mismo sucede en otras categorías de programas, asuman dentro del género un rol protagónico».

El otro premio creado para que se mantenga en futuras ediciones es el que se concede a programas experimentales. A diferencia de cómo ocurre en otros eventos de radio, el Lloga no exige la trasmisión previa de los materiales.

«Pensamos que debe haber un premio que reconozca la preocupación por la innovación, la búsqueda, la experimentación propiamente dicha. Existe de hecho en otros eventos, ¿por qué el Lloga no lo va a tener si ese fue su pilar durante mucho tiempo y si en todas las ediciones se habla de la experimentación desde el punto de vista teórico?

»Muchas veces los programas experimentales no tienen cabida en las parillas habituales de las emisoras y, de esta manera, el joven puede tener una motivación para crear al margen de lo que hacen tradicionalmente en la radio».

Estas dos categorías (la Especial y la de Experimentación) y el Gran Premio tendrán este año respaldo en metálico, algo que no existía desde hace algunos años

«Sin embargo, eso no significó un declive en la participación, al contrario, ha habido una presencia creciente de una generación joven y emergente, que está ahora mismo en el medio aunque con una realización más bien ortodoxa. Ahora se nos da nuevamente la oportunidad de premiar así».

DEFINIR LA RADIO JOVEN ANTE EL PASO DEL TIEMPO

En más de 25 años el concepto de radio joven ha cambiado. ¿Cómo definir algo que parece ser tan inasible, tan intangible?

«El concepto de radio joven se debate casi tanto como el de experimentación en las sesiones teóricas y durante la escucha. Por eso la búsqueda de la experimentación ha sido un fenómeno recurrente en el Lloga; justamente porque trata de buscar límites para las etiquetas. Es cierto que no es lo mismo juventud física que juventud espiritual, y es algo sobre lo que se ha discutido siempre, el hecho de hasta qué punto una edad realmente merece llevar el calificativo de joven, en tanto la juventud se caracteriza por la búsqueda, la experimentación, el riesgo, de renovación, de refundación.

»Muchas pueden ser las causas de la ausencia de esta añorada experimentación: desde la formación de los jóvenes, el contexto sociocultural, hasta las dinámicas económicas que también influyen y obligan a fórmulas productivas diferentes en esta época. Hoy la gente en la radio hace mil cosas de diferentes maneras para tratar de ganar más dinero. Eso, no en todos los casos, pero de manera general, relega un tanto la creatividad. Se prioriza muchas veces la cantidad frente a la calidad, porque el sistema está pensado de esa manera.

»La realidad, no el paradigma, ha modificado el tema de lo que es, no de lo que debería ser, en esencia la radio joven. Por eso hay tantos programas con una estructura tradicional hoy compitiendo en los eventos de radio joven. Por eso no es raro ver que un realizador experimentado que ya pasó, hace mucho, los 35 años, puede tener en espíritu una obra mucho más joven. Un joven de 20 años que acaba de llegar al medio muchas veces no tiene la más mínima intención de experimentar ni de buscar ni de decir nada nuevo, sino de expresarse según lo que conoce y ganarse su dinero».

¿En qué medida, al hablar de quehacer diferente, de nuevos géneros, se perciben en el Lloga elementos para la radio digital, la radio hipermedia, en los lenguajes, en nuevos códigos?

«Aunque sería lo lógico, y ya hay podcast y otras creaciones representativas de la radio hipermedia, esto no es para nada la realidad de la radio cubana todavía, mayoritariamente y, por lo tanto, no lo es tampoco en los eventos de la radio.

»En algunos momentos ha surgido la discusión o se ha hablado del tema. Pero Cuba siempre ha sido muy especial, acá todavía transmitimos radionovelas casi a la vieja usanza y seguimos una serie de patrones que aún funcionan en nuestro contexto.

»El concurso no establece en su letra ninguna diferencia y compite, o no, en igualdad de condiciones algún producto radial concebido para el entorno digital. Porque al final es un producto para oír y en eso no hay diferenciación.

»Aspirar a que mañana los productos facturados para la radio hipermedia tengan una categoría propia es todavía un tanto utópico porque no existe aún, en este ámbito, masividad ni respuesta dentro del sistema radial».

Cuando en todo el país la propia AHS propicia la aparición de otros certámenes sobre y para la radio joven, ¿qué distingue al Lloga de otros eventos que han ido surgiendo incluso con las mismas categorías en competencia?

«Lo que distingue al Lloga, en primer lugar, es su historia. Es el evento para jóvenes realizadores de la radio más antiguo que tiene Cuba. Es uno de los primeros que organizó la AHS y esto le confiere un respaldo que lo avala. Aunque existen otros en el país, de alguna manera el Lloga sigue siendo el momento más esperado por los jóvenes realizadores como espacio de confluencia. Entre otras cosas porque ha intentado mantener siempre una amplia gama de posibilidades de premio, sobre todo desde la perspectiva de la creación individual.

Hay dos elementos que lo han defendido y que constituyen su columna vertebral: la escucha y el debate. Este es un espacio de confrontación colectiva, de intercambio entre todos los que participan».

Otro elemento distintivo es la representatividad. El Lloga aspira –porque aunque no siempre se puede lograr es la manera en la que está concebido- a que realizadores de todas las provincias estén presentes. También la entrega de la distinción Maestro de la Radio, «el reconocimiento más importante que entrega la AHS en Cuba a realizadores de radio de toda la Isla», recalca Eric Caraballoso.

«Las radioescuchas son un espacio de aprendizaje y el jurado en este caso ocupa un rol no solo de moderador sino de profesor, por llamarlo de alguna manera. Sobre todo cuando hay personas de una vasta experiencia como Iván Pérez, Caridad Martínez, Gladys Goizueta, Salvador Virgilí (presentes en algunas oportunidades)».

Este año conformaron el jurado William Quintana (realizador de Matanzas, quien ha participado en muchas oportunidades en el Lloga), el santiaguero Salvador Virgilí (quien es un incondicional del evento) y Dariela Gámez Paz (ganadora el pasado año). Es norma del evento que el ganador de una edición sea miembro del jurado en la siguiente, así se garantiza la mirada cercana a lo que sucede en torno al tipo de realización que se presenta a concurso.

«Siempre hay jurados colaterales: la Universidad de Oriente habitualmente nos acompaña, también la Dirección Provincial de Radio y la familia Lloga, cuyo premio reconoce, más que la calidad formal, aquellas obras con puntos de contactos con la creación de Antonio, o que hablan de su figura».

Foto Cartel: El diseño de imagen ha estado a cargo del proyecto Claustrofobias.

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