Como un universo en expansión

Los primeros 25 años de Ediciones La Luz también han sido caminos recorridos desde el diseño gráfico. La literatura es el propósito, la guía, pero el diseño y la creatividad han acompañado (e impulsado) el viaje. Desde el arlequín en la cubierta de Bufón de Dios de José Luis Serrano, prístina y sencilla edición que marca las andanzas editoriales del sello, hasta el título más reciente, ese que todavía está en la mesa de diseño convertido en pixeles, hemos asistido, expectantes y maravillados, a todo un universo en expansión. A un escenario de posibilidades en el que el diseño gráfico resulta primordial –y no solo el del libro como objeto-arte; las ramificaciones en los últimos años han sido múltiples– para cartografiar La Luz.

Los libros de humildes portadas –que custodiaban la obra de autores importantes de nuestra literatura, más allá de los límites holguineros– fueron ganando, a la par del desarrollo poligráfico del nuevo milenio, en posibilidades reales para materializar disímiles soluciones visuales. En 2006 se publica el libro que trajo los “colores” a La Luz: Striptease y eclipse de las almas de Delfín Prats, con una hermosísima obra de Armando Gómez en portada (algo que nos subraya la cercanía del trabajo con pintores y fotógrafos, artistas visuales en su amplio sentido). Desde entonces el diseño gráfico ha ido en constante crecimiento, pues para La Luz el libro es un objeto bello que respira en la conjugación de arte y literatura; y además, cada nuevo título resulta constatación de lo posible, confirmación de la virtuosa utilidad de lo creado.

Si bien es cierto que varios diseñadores han dejado su impronta en este tiempo, Frank Alejandro Cuesta aportó una mirada inquieta y vibrante, en constante aprendizaje y búsqueda. El libro ganó una visualidad contemporánea y las campañas, que se iniciaron con Todos buscan la luz desde la confluencia con los medios de comunicación e Internet, posicionaron a la editorial a la vanguardia de la promoción del libro, no solo en los formatos tradicionales, sino en las redes sociales, expandiéndose en el ciberespacio y llegando a nuevos lectores y sitios.

La Luz se extiende y posibilita la experimentación y el hervidero de ideas. Todo el colectivo acaba convirtiéndose, con Luis Yuseff al frente, en un equipo de creación. Por su parte, Robert Ráez, actual líder creativo, ha mantenido la coherencia de un quehacer orgánico y supo aprovechar el trabajo con las formas y la tipografía, con la experimentación. Íconos, colores, tipologías, composiciones y disímiles soluciones gráficas –con influencia del diseño de periódicos y revistas– vienen a acompañar el viaje y la aventura por la letra, ya no solo impresa.

Fotos Olaph Johe Quiala

Varias exposiciones de estos productos comunicativos han ocupado las paredes de Ediciones La Luz, incluso en el Centro Provincial de Artes Plásticas de Holguín se inauguró Pensar a La Luz, una gran exhibición que recorrió, a través de gigantografías de portadas de varios de los títulos, el quehacer de los primeros veinte años. El Premio Celestino de Cuento es otra apuesta por el diseño y la creatividad, que ha sido reconocida con el Premio de la Ciudad en Comunicación Promocional (por las campañas Leer seduce y A la luz se lee mejor). La promoción literaria ha alcanzado nuevas cimas; la fotografía y las letras se conjugan en una jugada sensorial para promover y celebrar la lectura; y los rostros de autores jóvenes y reconocidos aparecen en carteles en redes sociales, junto a la apuesta por los audiolibros y e-book.

Fotos Olaph Johe Quiala

La reciente campaña de promoción de la lectura enarbola un Ícaro virtual, cibernético y posmoderno, que bebe del pastiche y el arte digital, autoría de Alejandro Zaldívar, creador también de las imágenes del 24 Premio Celestino de Cuento. Es un Ícaro en diálogo con la poesía de Delfín Prats, maestro en las cercanías de La Luz desde los primeros tiempos, y en concordancia, desde las posibilidades del arte digital, con autores cuyas resonancias son universales.

Fotos Olaph Johe Quiala

De esta manera Ediciones La Luz ha logrado una identidad visual que enarbola como logro preciado. Esta muestra deja entrever el ingenio y la avidez de su equipo creativo, con una atractiva elaboración en el plano artístico y conceptual, promoviendo la lectura a través del arte. Y también resulta constatación de cómo lograr concebir utilidad y belleza para los demás. A este recorrido de regreso al yo primordial a través del diseño, nos invita La Luz. Agradezcamos la posibilidad del viaje visual y literario, pues la luz nos pertenece y hacia ella vamos.

Fotos Olaph Johe Quiala

 

Palabras del catálogo de la exposición La Luz nos pertenece, inaugurada el 4 de agosto de 2023, en la galería del Palacio Salcines, en Guantánamo, con curaduría de Geny Jarrosay y Dayamis Rodríguez La Cruz, como parte de la 47 edición de la Jornada de la Canción Política.

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