Entusiasmo, autogestión e intransigencia resultan caracterÃsticas propias del movimiento hip hop, que se ha consolidado como una de las manifestaciones con mayor fuerza dentro de las filas de la Asociación Hermanos SaÃz (AHS).
La celebración de su evento insignia, el Festival de rap Trackeando, revalidó en su XVI edición su posición de aglutinante juvenil.
Auspiciado por la filial de la AHS, artistas locales e invitados de la Isla de la Juventud, La Habana, Villa Clara, Pinar del RÃo, Guantánamo, HolguÃn, Mayabeque y Artemisa participaron durante el fin de semana último en el encuentro en la capital camagüeyana.
Lluvias, fallos importantes en los medios técnicos y la naturaleza underground del encuentro, no se reflejaron en el público asistente, que fue fiel a la cita hasta los momentos finales del Top One Fight.
Este último, un campeonato de baile callejero donde 16 competidores de toda Cuba demostraron lo mejor del género, envolvÃa al observador en un ambiente frenético, en el cual ninguna regla u orden tenÃa validez.
Tal sensación insondable, que casi rozaba la rebeldÃa, tenÃa su raÃz en lo indómito de los intérpretes, jóvenes sin escuela de arte, sin técnicas preestablecidas, capaces de entremezclar diferentes estilos de baile con total naturalidad y fluidez.
Jesús Contreta Coma, alias Lil PoP, fue el artista del patio ganador del primer premio, junto a su antiguo compañero Luis Orlando Ferrales Morell (Lil Best) quien mereció el segundo lugar, y el avileño Laurent Acosta López (TX), encargado de completar el podio.
Dos rounds del beats (ritmo electrónico) aleatorios conformaron cada enfrentamiento, tras los cuales un jurado especializado elegÃa al ganador, una decisión no siempre fácil o clara.
La disyuntiva recaÃa en la rivalidad palpable, chispeante, en la que el espectador también era partÃcipe, tornando las noches del evento en todo un espectáculo.
Similar transcurrir tuvo la pelea de gallos, donde el adolescente de 15 años Jairo Michel Valera Cruz, conocido en el entorno como 4, resultó el mejor rapero freestyler gracias a su versatilidad e inventiva.
Todo lo urbano nace de la necesidad de expresarse fuera de las restricciones de la cultura tradicional, de las escuelas y de las métricas reguladas, o sea, una búsqueda constante de libertad, expresó a la Agencia Cubana de Noticias el joven improvisador.
No es nueva en el territorio esta modalidad, pues cada domingo el parque Cristo de la urbe agramontina constituye punto de reunión para el movimiento underground local y su derroche de buenas vibras.
Es un espacio esperado por muchos, y que llama a cuestionarse hacia dónde se dirige la vida artÃstica en la demarcación, añadió Jairo.
Por su parte, Trackeando sigue siendo la hoguera del hip hop en la región, una corriente surgida en los barrios bajos estadounidenses y que cala hondo en los gustos de la juventud moderna.
De momento son las provincias de La Habana, Pinar del RÃo y Camagüey las de mayor fortaleza, pero las comunidades de amantes de lo urbano existen por toda la Isla.
Todo queda en manos de los artistas, a quienes les resta continuar dándole vida a este movimiento de la mano de la AHS y su apoyo incondicional , ya sea en los espacios de su evento, como con la producción de más y mejor música y danza callejera.
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