Sindo Garay vuelve a Guantánamo de la mano de la Asociación Hermanos Saíz

En el año 150  de su natalicio y a 138 de su primera sindadaen tierras del Guaso, Antonio Gumersindo Garay y García, vuelve a Guantánamo, esta vez, de la mano de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

La primera ocasión, en 1879, lo trajo el padre de la trova cubana, el sastre Pepe Sánchez y compusoaquí su ópera prima, el bolero Quiéreme trigueña, inspirado en la guantanamera María Mestre. Nadie imaginaba, quizás sólo Pepe Sánchez, que el adolescente de doce años se convertiría en el más grande trovador cubano de todos los tiempos.

De estatura pequeña y voz de barítono, como José Martí, según él mismo, Sindo tuvo una vida artística que va desde finales del siglo xix hasta inicios la segunda mitad del xx, incluyendo los 60 años que cantó haciendo la voz segunda a su primogénito Guarionex, lo que también hizo con Guarina, Hatuey y Laura Anacaona, nombres que dio a sus hijos en homenaje a los aborígenes cubanos.

Desde muy temprana edad, a la vez que cogía sin permiso la guitarra de Pepe Sánchez, comenzó a colaborar con la causa independentista, cruzando más de diez veces, la bahía de Santiago de Cuba, para llevar documentos a las tropas insurrectas. A su vez, asistía con regularidad junto a su padre a las funciones de óperas y zarzuelas que eran habituales en su natal Santiago, lo que sin dudas contribuyó decisivamente a delinear su universo musical.

Con el tiempo y a base de talento y perseverancia, quien para poder sobrevivir tuvo que trabajar como talabartero, trapecista, acróbata, actor, fabricante de abanicos, maletas y estuches de guitarra, se convirtió en el más alto exponente del bolero oriental que caracterizó con el rallado de la guitarra en las frases finales.

Asombró a los más encumbrados músicos de su época, desde Caruso, Segovia, hasta Brindis de Salas, quienes no atinaban a comprender cómo un espíritu casi silvestre, podía componer obras maestras, con armonizaciones impecables. Su gran caudal melódico y armónico lo llevó a realizar, sobre todo, canciones y boleros, pero también extraordinarios lieds como Germania y Guarina número 2. Fue además  un maestro en el uso de los melismas, como lo hicieron en su tiempo Bach y Beethoven. Sus acordes y modulaciones deslumbran todavía a los expertos, quienes se preguntan de qué lejanas regiones recibiría la luz de la inspiración.

Este hombre, muy consciente de su talento pero sencillo, fumador, mujeriego, farandulero, jaranero, que tomaba café en una latica de leche condensada, porque así le sabía mejor, y a quién la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical, ACDAM, le adjudicó el primer número de su registro: 0001, fue sin dudas , sobre todas las cosas, un gran patriota. Con sus creaciones y su ejecutoria personalse opuso no solo a la dominación española, sino también a la intervención norteamericana y muy especialmente a la presencia de la base naval en tierras guantanameras, lo que refleja en su obra No se puede vivir aquí. Entre sus amistades queridas estuvo Julio Antonio Mella, para quien compuso Oración por todos.

Con Guantánamo tuvo Sindo una relación especial, marcada por su estrecha amistad con el insigne compositor e investigador Rafael Inciarte Brioso, hijo del Capitán del Ejército Libertador Rafael Inciarte Ruiz, director de la banda de música de las tropas del Mayor General José Maceo. Visitó varia veces Baracoa donde compuso su célebre Mujer Baracoesa, dedicada a Etelvina Pineda Luperón.

Pero a pesar de todo lo vivido, de conocer varios países, entre ellos Francia, de recibir múltiples condecoraciones y de ser elogiado por grandes personalidades, para Sindo los momentos más trascendentales de su vida fueron dos. Cuando escuchó a José Martí y estrechó su mano en 1895, en Dajabón, República Dominicana y cuando, en 1961, conoció y conversó con Fidel Castro en La Habana, teniendo ya 94 años.

Nada más justo que los jóvenes creadores y artistas, entre otros homenajes y con la presencia de su gran amigo, el investigador Lino Betancourt, dediquen esta 41 Jornada de la Canción Política a Sindo Garay, de quién dos de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova expresaron:

Sindo Garay se adelantó a su tiempo y sigue vigente en todos los sentidos. Su obra no ha envejecido y no envejecerá jamás.

Augusto Blanca

… solo a partir de su desmesurada sensibilidad y capacidad para sintetizar y reelaborar hechos sonoros, pudo, desde su «analfabetismo musical«, hacer las cosas que hizo;cosas que aún nos sorprenden y que nos hacen concluir que tenía que ser lo que fue: un auténtico genio.

Noel Nicola.

Cubano excepcional, músico y poeta inigualable, patriota que cantó como ningún otro a su patria, a Martí, Maceo, Mella y otros próceres, resumió quizás el sentido de su vida en una frase que lo retrata a plenitud y tiene plena vigencia: los cubanos éramos mambises desde que nacíamos, carajo.

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