Un vínculo muy importante entre mi obra y la sociedad

Han sido muchas las entrevistas a Leonardo García. Una de ellas la titularon Un trovador de pelo corto, una oración que lo define en gran medida por mantenerse aparentemente fuera de la construcción social o estereotipo de un trovador. Ciertamente, es de esos artistas que deslumbran en el escenario y fuera de él te abruma con su sencillez. Es como la frase martiana: …toda la grandeza del mundo cabe en un grano de maíz…, pero detrás de ese talento también hay un cantautor comprometido con su generación, que representóal gremio de trovadores de Santa Clara y asumió responsabilidades sociales.

«Al conocer el movimiento de trovadores que existía en la ciudad, básicamente en la Universidad Central Marta Abreu, de Las Villas, comencé a compartir espacios con Diego Gutiérrez, Alain Garrido y el Trío Enserie, de esa manera me fui acercando a diferentes centros culturales. Luego empezamos la peña en El Mejunje en el año 1997 y en 1998 ingresé a la Asociación Hermanos Saíz (AHS), lo que me permitió insertarme más en el ámbito artístico.

»Me rodeé de personas más afines a mi obra, dígase poetas, artistas plásticos, los medios de comunicación; todo ello a través de diferentes eventos que se organizaban y a partir de ahí la AHS fue un vínculo muy importante entre mi obra y la sociedad.

»Una vez dentro de la organización comencé a ayudar a otros artistas. Fui presidente de la sección de música,entre otras cosas, organizaba los festivales de trova Longina y cada cierto tiempo nos reuníamos con la dirección del país para exponerle los problemas e inquietudes que teníamos como artistas».

Desde hace algunos años Leonardo García no pertenece a la AHS y señala que no le gusta comparar las épocas, pero percibe un buen momento en el funcionamiento de la Asociación.

«Sé que en Santa Clara, por ejemplo, hay un grupo importante de escritores y músicos que están haciendo que la AHS funcione probablemente mejor que en otras épocas, un momento que considero es importante mantener y apoyar.

»Cuando yo era asociado se hacían más o menos las mismas actividades, a veces incluso con menos recursos. Habían más eventos, pues el país estaba en otra condición económica, ahora ha mejorado la programación a nivel nacional, sobre todo en lo referente a la trova. Por supuesto, todo tiene que ver con el contexto y en estos momentos Cuba está buscando un horizonte y reorganizándose».

Acerca del talento…

«La información musical procede de la Escuela Vocacional de Arte, en Santa Clara, allí me gradué de nivel elemental de guitarra. En esa época se escuchaba mucha trova en la radio y siempre me gustóese tratamiento musical, que comencé a desarrollar con los años,aprendiéndome canciones conocidas. Me atreví a componer cuando me acerqué al grupo de trovadores enla Universidad.

»Al principio pecaba de parecerme a las cosas que más me gustaban, pero poco a poco encontré los caminos de la originalidad. Mi obra comenzó a ser reconocida desde otros puntos de vista y por personas que tenían mayor información musical, quienes podían delimitar hasta qué punto eran válidas mis composiciones».

En 1997 Leonardo García y otros trovadores de Santa Clara crearon la peña La Trovuntivitis en el Centro Cultural El Mejunje, «una gran descarga en un lugar aglutinador y socialmente muy importante en nuestro país», refiere Leonardo.

«Por ahí han pasodo muchos trovadores, y aunque algunos ya no están en Cuba sus canciones aún se cantan. Es un espacio que ha evolucionado con el país y ha tenido como centro la obra de Ramón Silverio: ElMejunje. Allí hemos crecido como intérpretes y nos da la oportunidad de ir modificando nuestra obra en función de lo que le gusta o no a las personas. Realmente no pudiéramos hablar de lo que somos hoy si no existiera La Trovuntivitis».

Además de esta relación directa con el público cada jueves en El Mejunje, Leonardo García se insertó en el ámbito trovadoresco de nuestro país a partir de sus primeras grabaciones en el año 2002. Asegura que trata de no repetirse, de encontrar melodías y ritmos diferentes y a medida que se exige más, los horizontes se van dispersando.

«Por lo general, siempre se necesita un tiempo de concentración en el cual uno esté conversando con el instrumento, en este caso con la guitarra, pero cuando uno va adquiriendo más responsabilidades en la vida, ese tiempo se abrevia. A veces se me ocurren las cosas conversando con otra persona con la guitarra en la mano dándole vueltas. Trabajo en varias cosas a la vez y, por lo general, soy bastante selectivo con lo que se me va ocurriendo, desecho muchas ideas, otras las olvido, pero no tengo una fórmula para componer, trato de hacer cuando pueda, como pueda y lo mejor que pueda».

Los temas que toca en sus composiciones tienen mucho que ver con las dolencias sociales, el amor y la vida cotidiana, siempre desde una perspectiva personal, como en su último disco Cara o Cruz. De esta manera, Leonardo García se reafirma como uno de los cantautores más reconocidos del país, quien estableció los primeros vínculos entre su obra y la sociedad a través de la AHS.

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