Lázaro Benítez Díaz


Un canto a los ancestros

El azul de los mares y la frescura del niño juguetón, fueron imágenes que me acompañaron desde pequeño. El ir a algún toque o bembé se convertía en el deseo prohibido de un niño de apenas siete años; crecer, como todo cubano al corriente de toda esta cultura tan nuestra, llena de dioses y diosas muchas mestizas otras blancas y puras, crearon en mí,y de seguro para muchos otros niños del barrioVigía, mi barrio, una pasión por nuestro folklore cubano. [+]