Yamislay Matos


El arte: herramienta fundamental y sublime

Yamislay Matos o “Yamiâ€, como la conocen sus amigos, envuelve al público con la cadencia de su voz acompasada y limpia. Ella misma se identifica con las palmas de nuestros campos: pasivas y esbeltas, fuertes, moviéndose al ritmo del viento y perdurando ante cualquier contingencia u obstáculo.

La música la acogió en su regazo cuando, de pequeña, acompañaba a su abuela a la Casa de la Trova en la ciudad de Guantánamo. “Allí veía las agrupaciones de música tradicional y le dije que si me llevaba a la escuela de música yo le tocaba las canciones y no tendría que ir más a la Trova. A esa edad me molestaba mucho irâ€.

Recuerda sus inicios en la Escuela Vocacional de Arte (EVA) Regino Eladio Boti en la guitarra como instrumento que la acompañaría a lo largo de su carrera. “En realidad yo lo que quería era piano. Pero debido a mi edad solo estaba disponible la guitarra. Supongo que también era lo más asequible.

“Luego hubo un tiempo en que quise dedicarme a las artes plásticas. Dejé la música y la escuela con tal de matricular en la Academia de Artes Plásticas. No pude realizar los exámenes y así fue como entré a la Escuela de Instructores de Arte, donde me vinculé profundamente con la música popular nacional y local.

“También realicé mis primeras composiciones. Que no eran más que poemas que había escrito y les puse música. No tenía pensado cantar, no me visualizaba haciéndolo. Hasta el día en que un profesor de Técnica Vocal me escuchó y animó a seguir trabajando así, que iba bien y resultaba atractiva al oído.

“Mi primera presentación -recuerda la entrevistada- fue en la Casa de la Trova, tenía 19 años y me daba tremenda pena. Pero rompí el hielo y empecé a reunirme con los demás trovadores del momento, como Audis Vargas, Yuri García y otros que pertenecían a la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y representaron una gran influencia para mí.

“He participado, en varias ocasiones, en la Jornada de la Canción Política, aunque no he entrado al Movimiento de artistas de la AHS. No obstante, mantengo mi actuar diario: eventos de cultura, actividades de impacto social y presentaciones en diferentes espacios.

“No paro de componer. He sido cautivada por géneros como la bossa nova, el feeling, los boleros, el jazz y otras variantes más locales, como el changüí, que están presentes en mis canciones. Los temas que me inspiran son el amor, la vida, las relaciones familiares y el proceso de superaciónâ€.

A la hora de escribir -considera “Yamiâ€-, “el compositor siempre tiene un norte por el cual guiarse, hacia donde dirigirse. Y sí, me gustan el jazz y sus derivaciones, interpretar los boleros con influencias americanas y, de alguna manera, es lo que me identifica, lo que enriquece mi obra y la nutre de otras mucho mayores.

“Mis artistas referentes son Marta Valdés y Elena Burke, voces que marcaron a toda una generación. También el mexicano Luis Miguel y su singular estilo de interpretar boleros, así como Alejandro Sanz, español que, aunque yo no incorpore elementos del flamenco en mis obras, siento que está presenteâ€.

¿Qué crees del consumo creciente de música banal en la juventud?

Considero que se debe explotar más la cultura local, nuestra idiosincrasia. Me parece algo terrible que hablemos de otra cultura sin conocer nuestros orígenes, nuestra historia. También existe una carencia de muestras de calidad dirigidas al público en general, algo que supere el facilismo y los haga meditar.

¿Qué rol crees que debería asumir un artista en estos tiempos?

Es una tarea titánica, algo que deberíamos asumir todo el gremio con tal de preservar el buen gusto hacia la música. Nosotros somos el puente y la vía para decir y comunicar mediante el arte. Es una herramienta fundamental y sublime, capaz de llegar a los rincones más profundos del alma de aquellos que la aprecian. También está el trabajo a realizar por las instituciones de Cultura, para darle visibilidad a los artistas y rescatar tradiciones.

¿Dónde podemos encontrarte regularmente?

En verdad no tengo un espacio fijo, debido a que no he querido hacerlo. Formalmente radico en la Casa de Cultura como profesora de guitarra. También en los espacios del trovador Alexis Perigot, las noches bohemias en la AHS y las cantatas con la bolerista Paula Villalón.

¿Algún proyecto en gestación?

Ahora mismo lo que más deseo es grabar mis canciones, la mayor cantidad posible de ellas y realizar un video musical. También estoy en proceso para pertenecer a la empresa de la música.

¿Qué mensaje tienes para el pueblo?

A los guantanameros les digo que amen y respeten a sus artistas y, sobre todo, que los valoren. También que sientan sus tradiciones y las defiendan como propias. Al final es lo que tenemos. Lo que nos queda.