Editorial Capiro


Villa Clara convoca al Premio Fundación de la Ciudad

Ya es un hecho la convocatoria al Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara, uno de los acontecimientos editoriales más esperados por los escritores de la provincia y un poquito más allá. En esta XXXV edición, se convocará en los géneros de poesía, cuento y periodismo; además, se otorgará un premio especial dedicado a Santa Clara, donde el requerimiento no será genérico, sino temático: la propia ciudad.

“No se convocó en teatro, aunque tocaba. Decidimos retirarlo de la convocatoria porque el plan editorial va a ser más reducido en relación a otros añosâ€, aseguró al Portal del Arte Joven Cubano el escritor villaclareño Idiel García Romero, director de la Editorial Capiro.

El plazo de admisión vence a las 24:00 del 30 de mayo de 2023. Se entregará un premio único e indivisible en cada categoría, que consistirá en 10 000 pesos cubanos. Dicho monto no incluirá el pago por derechos de autor (según la ley vigente), una vez que la obra se publique por Capiro.

Según García Romero: “El Premio Fundación de la Ciudad antes se convocaba para autores cubanos residentes en Cuba. Después se abrió para quienes no residían en el país, pero muchas veces no podían participar en la ceremonia de premiación o en la presentación de sus libros, hecho que afectaba las actividades del programaâ€. Por tanto, se estableció que solamente podrán participar escritores cubanos residentes en Cuba durante el año en curso.

La convocatoria, divulgada el 1 de mayo por el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Villa Clara en su página de Facebook, también explica qué se deberá enviar:

Un correo electrónico con el asunto XXXV edición del Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara 2023, a este correo deberán adjuntarse dos documentos en PDF: uno con la obra, identificado con la palabra OBRA, seguido del título y el seudónimo (este documento no debe incluir ningún dato de autor); y otro documento con la plica, identificado con la palabra PLICA, seguido del título de la obra y el seudónimo. En la plica se consignará el nombre completo del autor, dirección, número de carné de identidad, teléfono, correo electrónico y un breve currículo literario, así como una declaración de que el libro no está comprometido con ninguna editorial ni participa simultáneamente en otro concurso pendiente de resolución.

Las obras inéditas se deberán enviar al correo capiroeditorial@gmail.com. El formato del documento responderá a los siguientes requerimientos: tamaño carta, a doble espacio, con tipografía Arial, 12 puntos, y 3 cm de márgenes.

Las entidades convocantes de la XXXV edición del premio son el Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) de Villa Clara, la Editorial Capiro, la filial de escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de la provincia, la Asociación Hermanos Saíz y la Casa de Cultura Juan Marinello.

El 15 de julio de 2023 se realizará la premiación durante la celebración por el 334 aniversario de la fundación de la ciudad de Santa Clara.

Convocatoria al Plan Editorial 2024:

Junto a la noticia de la convocatoria al Premio Fundación, el Portal del Arte Joven Cubano supo que la Editorial Capiro convoca, desde el 25 de abril de este año hasta el 30 de mayo, al Plan Editorial 2024 a todos los escritores cubanos residentes en Cuba que deseen participar en el proceso evaluativo con textos inéditos de cualquier género y temática.

Explica Idiel García, quien antes de dirigir Capiro estuvo al frente de la editorial Sed de Belleza: “La convocatoria se limitará a autores cubanos residentes en Cuba. ¿Con qué objetivo? Ya nos ha pasado que algunos mandan a evaluar y, después que el libro está listo para imprimir, lo retiran del plan porque quieren publicarlo fuera de Cuba. Eso no quiere decir que renunciemos a publicar a autores que vivan en el extranjero, sino que este tipo de publicación la vamos a hacer por solicitud. Eso nos va a permitir contar con los textos de escritores que no viven aquí, pero tienen una obra de valía. Sobre todo los villaclareños, que son la razón de ser de la editorialâ€.

Se recibirán originales de los escritores que hayan publicado al menos un libro, no necesariamente en la propia editorial convocante. Los autores inéditos deberán presentar sus obras con una autorización de su Consejo Editorial Municipal.

La convocatoria explica:

Se enviará un correo electrónico con el asunto PARA VALORACIÓN (PLAN EDITORIAL 2024 EDITORIAL CAPIRO), a este correo deberán adjuntarse dos documentos en PDF, uno con la obra, identificado con la palabra OBRA, seguido del título y un seudónimo (en la página 1 de la obra aparecerán el título, el género, el seudónimo y una sinopsis no mayor de 350 palabras, este documento no debe incluir ningún dato de autor); y otro documento con la plica, identificado con la palabra PLICA, seguido del título de la obra y el seudónimo. / En la plica se consignará el nombre completo del autor, dirección, número de carné de identidad, teléfono, correo electrónico y un breve currículo literario, así como una declaración de que el libro no está comprometido con ninguna editorial ni participa simultáneamente en otro concurso pendiente de resolución.

Este año Capiro se compromete a la publicación del libro en formato digital, con el correspondiente pago del derecho de autor en caso de que sea aprobado.

“Este es un plan atípico. En 2024 se convoca solo para libros digitales, debido a la situación que hay con el papel. Con esto pretendemos mantener el trabajo editorial, no estancarnos y buscar un alcance más nacional, aprovechando las potencialidades de los libros digitales para la promociónâ€, comenta García Romero.

Los originales deberán enviarse al correo capiroeditorial@gmail.com. Los requerimientos de formato son los mismos que anteriormente se mencionaron para la convocatoria al Premio Fundación.

Sobre Capiro y el Premio Fundación

El Premio de la Ciudad (así se llamó al principio) surgió en 1989 con el objetivo de celebrar los 300 años de la fundación de la urbe villaclareña. Niurka Toledo, Clara Beltrán y Karlowa López —quienes se ocupaban entonces de los talleres literarios— fueron sus principales impulsoras. Los miembros del jurado de la primera edición fueron Félix Luis Viera, Norge Espinosa y Ricardo Riverón. Solamente se convocó en poesía.

En su libro 5350 días en la vida de un(a) editor(ial) (Capiro, 2020), cuenta Riverón que los ganadores de ese año fueron los cuadernos Algunas elegías por Huck Finn, de Frank Abel Dopico, y Relaciones de Osaida, de Jorge Ãngel Hernández Pérez. “A raíz de aquel suceso — escribe quien al año siguiente fundará la Editorial Capiro— las autoridades que dirigían o atendían cultura decidieron darle carta blanca a nuestra petición de crear una editorial para un movimiento que ya rebasaba el estatus aficionadoâ€.

Más de tres décadas después, tanto el Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara como la Editorial Capiro (con el apoyo del CPLL de la provincia, además de otras instituciones) insisten en apostar por la literatura contra viento, marea y falta de papel.

Parafraseando al poeta, esperemos que en el futuro puedan tener mejor suerte imprimiendo.


Indagaciones al olvido

En Santa Clara, ciudad sin mar, todos los días se multiplican los acontecimientos artísticos. Cada mañana, cada tarde y cada noche tropezamos con avalanchas de informes que demuestran la efervescencia creativa de una urbe que se desvive por las artes. Las noticias de hoy sustituyen a las de ayer, como las de ayer sustituyeron a las de antier y las de mañana lo harán con las de hoy. Pero, ¿dónde encontrar un periodismo cultural que articule elementos, historias, fuentes en apariencia inconexos?, ¿dónde uno que rescate el pasado? Hasta con eso cuenta la más letrada de las ciudades del centro del país.

Villa Clara, específicamente Santa Clara, acoge revistas que abordan lo cultural desde concepciones nada superficiales o limitadas. También puedo nombrar una interesante página de la editora Vanguardia donde jóvenes periodistas intentan, con audacia y rigor, la crítica de arte; así como el periodismo que se publica en libros, aunque más bien debo decir: los libros que reúnen textos de género periodístico.

Los premios Fundación de la Ciudad de Santa Clara en el apartado de Periodismo dan buena cuenta de la salud de esta modalidad literaria (sí, dije literaria) en la provincia. Hace poco leí uno (otro) de ellos: Introspección detrás del olvido (Editorial Capiro, 2019), del poeta, crítico y ensayista Alexis Castañeda Pérez de Alejo y, como agradecimiento al buen rato que pasé consultando sus casi 130 páginas, me propuse escribir esta reseña.

Castañeda, graduado de Historia y Ciencias Sociales por el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, se ha dedicado a historiar los pequeños grandes acontecimientos de la Villa Clara de otros tiempos, y un poquito más acá. Su trabajo como promotor del Centro Cultural El Mejunje le ha permitido convertirse en una suerte de cronista del lugar y sus alrededores. Así lo demuestra en Yo simplemente hago o La Aventura de El Mejunje (Sed de Belleza, 2001) y La vena del centro. Trova santaclareña (Sed de Belleza, 2010).

Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara en 2018, Introspección detrás del olvido llama la atención desde la cubierta. Y lo hace con una obra de Susana Trueba Veitía que recrea el centro neurálgico de la urbe santaclareña: el parque Leoncio Vidal. Aunque difícilmente podría pensarse en una ilustración más apropiada si se pretende reflejar la cultura santaclareña en todo su dinamismo, hay que decir que la idea no es del todo original, pues ya existe un título (al menos, que yo conozca) con similar diseño de cubierta: Después del huracán (Sed de Belleza, 2007), de Yamil Díaz Gómez.

“De todos los libros que ha escrito Alexis Castañeda, tal vez este sea el más íntimo, el más enfebrecidoâ€, asegura el poeta y narrador Geovanny Manso en su reseña “Memoria y más memoria en Introspección detrás del olvidoâ€. Se trata de un volumen asimétrico, con una primera parte breve, personal, integrada por crónicas que funcionan como cuchillas que van abriendo la carne donde habita el olvido, y otra de carácter testimonial, más extensa, que podemos identificar como la esencia de las intenciones del volumen.

Sobre la primera parte, “Historias de pasión y credoâ€, diré que me impresionaron las crónicas “Elena Burke en El Mejunje cantando, cantandoâ€, “Alcides y Silverio cabalgan en un caballo de palo†y “Meme Solís: la dicha de poder soñar y amarâ€. Los textos que menciono tienen en común —además de la batalla contra la desmemoria, presente en todo el volumen— la capacidad de concentrar la energía evocadora en un pequeño punto del recuerdo, para de esa manera transmitirnos un relato con sabor a bolero de victrola, copa rota y mucha, muchísima nostalgia.

La curva de intensidad dramática de la primera sección está correctamente diseñada: va subiendo en “Los villareños siempre cumplen su parte†y “El valor de una mañanita de eneroâ€, llega a un pre-estribillo/pre-clímax con el trabajo sobre Luis Carbonell, explota en un coro integrado por Elena Burke, Rafael Alcides y Ramón Silverio, desciende con el trabajo sobre el Centro Experimental de Teatro de Las Villas y vuelve a ascender con El Pamperito y Meme Solís, para entonces terminar arriba, muy arriba:

Perdona este destilar, pero aquí en Santa Clara las mañanas de domingo son demoledoramente lentas, y nos vamos arrimando a ese rinconcito llamado nostalgia. Espéranos, Meme, que con muchos otros nos encontraremos en un “nuevo amanecer†y tendremos “otra vida para darla nuevamenteâ€, pues a mí también “me ha crecido el corazón para anidar las ilusiones que anhelaba†y no dejaremos que muera “la dicha de poder soñar y amarâ€.

La segunda sección de la obra se me antoja fácil de entender y difícil de explicar. Intentaré aproximarme diciendo que se trata de la historia de alguien o algo a partir de la voz de un testigo privilegiado. En el caso de “Juanito Sarmiento. Pasiones en la arenaâ€, el entrevistado narra únicamente su vida, pero en realidad está hablando de lo mismo que todos los testimoniantes del libro: de las injusticias del olvido. 

Qué, si no eso, nos revela Osiris Aguiar Valdés cuando recuerda al invisibilizado Meme Solís; María de los Ãngeles García cuando evoca al maestro Raúl Ferrer; Juan Campos cuando nos refiere los pormenores de un tiempo en que Fernando Borrego todavía no era Polo Montañez; Juan Manuel O´Farril cuando extraña sus tragos compartidos con grandes de la música cubana; Eusebio Guerra cuando rescata los años perdidos del cabaret Venecia; Roberto Pérez Elesgaray cuando dibuja el boceto de lo que fue y pudo ser el grupo Raíces Nuevas, de Pucho López; Elena O´Farril cuando dice, justo al final del libro: “Doris [de la Torre] era mi hermanaâ€; Valentín Díaz Contreras, El Diablo, cuando asegura que “en el entierro del Benny, el 20 de febrero de 1963†hizo un compromiso “allí en su tumba, que iba a seguir su legado, cantando sus cancionesâ€, y eso lo ha cumplido.

No creo que pueda ser justamente valorado en el breve espacio de una reseña cuánto contribuye al rescate de la historia cultural de Santa Clara un libro como Introspección detrás del olvido. “Quizás la motivación de fondo sea intentar corregir un error del pasado, hacer justicia. Acaso una pulsión justiciera sea lo más característico de estos textos diversosâ€, explica en el prólogo el crítico Dean Luis Reyes.

Por eso agradezco esta obra, que transita silenciosa, sin llamar la atención sobre sí misma, por una autopista de eventos culturales que seguramente olvidaremos mañana. Una autopista que espera por que los Alexis Castañeda del futuro realicen el trabajo que hoy algunos (no los suficientes) se deciden a emprender: el de rescatar el pasado con nuevas e imprescindibles indagaciones al olvido.