De manera especial, los santaclareños agradecieron a los organizadores del Longina el concierto de Gerardo Alfonso en el Teatro La Caridad, de la ciudad; concebido como parte del programa del encuentro. Al término de su actuación, el cantautor calificó este antiguo y a la vez rejuvenecido evento como uno de los más importantes de la trova en Cuba.
«Creo que estuve en el primer Longina, y he estado como en cuatro o cinco ediciones más, e incluso insistí para estar en esta, la número veinte, y que bien que me dieron la sorpresa y pude estar aquí. Este evento es muy importante, importantísimo, es un paso poderoso para consolidar el valor de la canción de autor que ya no es esa canción elitista, pues en este momento es súperpopular, con un lenguaje muy vasto, muy variado, según las características de cada cantautor».
«Según hay un movimiento de salsa, de reggaetón, también este movimiento de la trova tiene su valor. Lo que debemos hacer es reafirmar la canción de autor como un género parte indisoluble de la cultura cubana, que ya es, y eso es lo que hace el Longina. Es muy necesario hacerlo porque es una identidad nacional, una bandera lo que se hace con cada acorde de la música trova.»
Al inquirir sobre sus impresiones al respecto de esta vigésima edición, el autor de sábanas blancas respondió:
«Me parece bien organizado este Longina, más expandido simultáneamente en muchos espacios y en hasta en otros municipios de Villa Clara, como Camajuaní, Caibarién. Está muy bien estructurado a través de la Asociación Hermanos Saíz, que dirige el Festival. La parte espontánea sucede en los parques, al final de los conciertos, la gente se reúne y sigue manteniendo el espíritu y la descarga. Recuerdo Longinas anteriores menos masivos, menos institucionales, pero también muy sabrosos, donde la espontaneidad era casi lo más atractivo que tenían.»
Sobre la salud actual de la trova en Cuba, Gerardo Alfonso dijo que «hay que empezar por recuperar el valor que tiene ese concepto, el concepto de trova, y una vez que ya esté desmitificado, se debe colocar la canción de autor aún más en el oído de la gente. No debe ser cualquier canción, pues a veces cada cantautor cree que todas sus creaciones son buenas, y no es así, por ello creo que debe haber un regente, un orientador, que canalice lo mejor de cada uno de nosotros, crear programas de televisión, programas de giras, conciertos, con esas canciones, las mejores, de cada intérprete.»
«Los otros géneros de la música cubana que están en el oído del pueblo no tienen quizás el discurso poético de la trova, por sus propias características claro, pero sí cuentan con todo el rigor musical que necesitan. A lo que me refiero es a que hace falta también ese rigor para que la canción cubana, de manera individual, alcance el reconocimiento que si tiene el movimiento de la trova.»
«Me complace ver que tenemos ahora, en el siglo 21, un montón de artistas jóvenes, que están haciendo una cantidad de música como nunca se ha hecho en la historia de la canción de autor en Cuba. Sin embargo, no tienen discos, o lo discos no se venden, y eso hay que organizarlo. Pero de que la música trova que se está haciendo en Cuba hoy es saludable, profunda y bien recibida por el público, que a nadie le quepa la menor duda, pues nuestro país siempre fue, y es, un pueblo cargado de sonoridades; no se olviden que Cuba es la Isla de la música.»
Así evaluó Gerardo Alfonso los nuevos caminos de la trova en el país, y el estado de un evento legendario en la cultura nacional, el Festival Longina, que concluyó este domingo su edición número veinte con el concierto de otro grande, Pedro Luis Ferrer, y la posterior presentación de Ray Fernández y su DVD El Conciertosky, producido por la EGREM, así como la descarga final en el Mejunje, a cargo de Pedro Beltrán, Inti Santana, Samuel Águila, Fernando Becker y la gustada peña La Trovuntivitis.
Fotos: de la autora
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