Moverse en círculos no implica repetirse, es un proceso de autorreconocimiento. El grupo Alas de Cuba (Granma) propone Camino a la semilla, un texto del director y dramaturgo camagüeyano Freddys Núñez Estenoz y dirección de Reynier Riera Contreras, una puesta que dialoga a partir de su imaginario sobre el dolor y la resistencia a la búsqueda del bienestar propio.
El texto narra, a modo de cuadros de escena, el recorrido de una araña tras dejar su roble ahuyentada por la guerra. En el camino aparecen otros personajes que también tienen un viaje propio, relegando de la compañía de la protagonista, que más allá de huir busca paz, terminando en el mismo sitio de donde salió.
La propuesta escénica tiene dos puntos apreciables, la exquisita confección de los muñecos/personajes/títeres, la espectacularidad desde su diseño y la experta manipulación de los actores/titiriteros.
Hay espacios de silencio donde solo se narra a través de acciones que terminan por descomponerse en el espacio, cobrando los actores una nueva forma útil en escena, siendo objetos de la escena, viento, ruido, partes de la sinestesia.
La deformación de la acción, la notación de cada movimiento del actor en detrimento de la palabra dicha, el vestuario y la utilería como formas móviles y liberadas en la escena, la autonomía de la teatralidad frente al texto dramático, el objeto en el lugar del actor son valores de una puesta que desborda el texto escénico propuesto por el dramaturgo y logran una identificación con el personaje principal, la araña, un personaje que habla de la apatía y trata de reinventarse en un mundo de caos.
Es un texto pretencioso, cargado de zonas referenciales que remiten a las fábulas de Onelio Jorge Cardoso, zonas donde el pesimismo recae sobre los monólogos que denotan la incomunicación del personaje con lo que vive en derredor. La imposibilidad de escape del destino se resuelve con la posibilidad de replantar el hogar, gracias a las semillas que trae el personaje; su felicidad anduvo consigo todo el tiempo, sus alas. Moverse en círculos no implica repetirse, tampoco sembrar semillas sobre círculos.
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