Gladiadores literarios

Con Gladiadores, al igual que aquellos guerreros de la Roma imperial, el escritor Pedro Luis Azcuy logra entretenernos. Este cuento recibió el Premio Eduardo Kovalivker 2023, y aunque no tiene esa dosis de violencia y sangre como los espectáculos del coliseo romano, tanto el nombre del texto como la analogía a estos gladiadores, está muy bien empleada.

Gladiadores muestra una ventana al mundo de los trabajadores portuarios, su lucha, sus problemas, su vida. El autor logra recrear a través de su texto toda una sinestesia de olores, colores, sonidos, así como los miedos, principios, personalidades y valores de estos guerreros.

A través de una narración fluida, limpia y extremadamente bien llevada, Azcuy recrea ese poco mencionado pero muy atractivo ambiente portuario y su cruda realidad. Nos muestra una mirada a un mundo prácticamente virgen, desconocido. Pedro abre los ojos a la cuestión de los trabajos casi esclavos, “de mala muerte†de esta sociedad underground en los puertos cubanos y la muestra, tal y como es.

Sin embargo, amén de lo descarnado del texto descrito, lo hace de una forma casi poética, en alabanza, con respeto; siempre apegado a la realidad. La cara hostil de todo este mundo (re)creado por el autor, se esconde entre líneas, en esa historia no escrita, pero que no escapa de la mente de todo aquel que la lee.

Este es un relato que bien por su calidad escritural y por su temática bastante novedosa, también pudiera ser el inicio de una magnífica novela; donde el realismo sucio y el mundo marginal tomaran ese protagonismo único que bien logra darle Pedro Luis Azcuy, sin perder nunca la poesía y esa música de fondo. Tal parece que estamos viendo una película de Lars Von Trier, donde, a pesar de la crudeza de la imagen, detrás hay una excelencia poética en fotografía, guion, caracterización de personajes y uso exquisito de la técnica.

Gladiadores podemos ser todos; lo son todos esos guerreros que, como el Máquina, dan su vida en las barrigas de los barcos/arena del coliseo, y que saludan siempre a ese emperador llamado Dinero, antes de comenzar a jugarse la vida por él.

No dejen de leer este magnífico cuento.

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