Víctor Piverno detrás de Jardín

Crear un vocablo diferente, una idea presa en un neologismo, una «comunidad de artistas contemporáneos orientada al estudio de las causas fantasmas», crear LeVril, estudio de arte abierto al público hasta el 22 de junio, fecha en que culmina la 12 Bienal de La Habana, sito en calle Zanja # 855 e/ Infanta y San Francisco, apartamento número 3.

«Quienes participan en un open studio colaboran además en otras exposiciones de arte, de esta manera el sitio queda inaugurado para mostrar un trabajo que no tiene visibilidad en las locaciones habilitadas para la Bienal. No se trata de un trabajo terminado, sino que está en proceso, no se propone como obra. Consiste en abrir tu estudio para mostrar qué estás pensando o qué estás haciendo en estos momentos», comenta el joven creador Víctor Piverno.

«Mi propuesta está dirigida a la conexión que existe entre los cuatro artistas que nos encontramos en el estudio LeVril; una conexión a través de ideas y vivencias domésticas que compartimos desde hace cinco años, incluyendo los vividos en el Instituto Superior de Arte. El ISA no te enseña a ser un estudiante, te enseña a ser un artista.

»Dayana Trigo, Joaquín Cabrera y Jorge Pablo Lima no son ajenos a mí, nos unen compromisos morales y profesionales; aunque las creaciones que aquí se exponen son completamente distintas y no tengan un vínculo aparente entre ellas», continúa Víctor Piverno, quien despliega, «a manera de Jardín», 25 rollos de alambre de púas ante el salitre del Malecón habanero, como parte de las exposiciones colaterales Detrás del Muro en esta Bienal.

«El jardín siempre ha sido el refugio de todos los poetas. Quizás la noción que tenemos de un jardín es la común, frente a la casa, pero el Jardín es un lugar que habitas, que construyes, un refugio donde estás exento de cualquier cosa, donde puedes tener un bonsái o una mata de plátanos.

»Mi relación con la literatura es la que tiene el arte con la sensibilidad, una sensibilidad cualquiera. Puedes hacer artes visuales, una escultura, un soneto o un haiku japonés y puede no haber arte. Las métricas, las medidas o el canon no hacen el arte, si no sería muy fácil.

»Nunca me voy a cansar de decir que el arte no es autónomo, no está en un lugar más que en otro. El arte está en cualquier lugar. Puede que esto realmente sea arte si influye en la sensibilidad en una persona, o la involucra en una idea, cualquiera que esta sea.

»Si no encuentras ninguna idea, no hay arte. Sin embargo, si se propone una, y se entiende en el justo momento, esta sería una idea vieja, porque está identificada en tus concepciones. Una idea siempre es algo no comprendido, o solamente entendido después».

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  • Interesante artículo sobre un jardín conceptual.
    El término «jardín» conocido desde el siglo XII, parece provenir del compuesto latino-germánico hortus gardinus que significa, literalmente, «jardín rodeado de una valla».
    En esta propuesta conceptual el autor rodea de una valla uno de los elementos más recurrentes de las áreas rurales, cuya rudeza y disposición aporta una lectura singular de gran significado expresivo y contraste con el paisaje urbano Detrás del Muro.

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