Romerías
Es difícil separarse de lo que uno ama
Ocurrió en 1994. Entonces Tití, a quien pocos llamaban Alcides Carlos González Díaz, como lo inscribieron sus padres, había finalizado el preuniversitario y le habían otorgado Construcción Civil, para que estudiara en la Universidad de Oriente. Pero esa alegría le duró poco, al menos a los que se lo imaginaron ingeniero, porque seis meses de matricular decidió dejar la carrera para entregarse por completo a su pasión: el arte, al cual llegó vinculándose a diferentes colectivos de teatro de aficionados de su Santiago de Cuba, la ciudad que más lo va a extrañar de un país que lo ha llorado de punta a cabo.
Horizontes, que nació en la Casa de Cultura Miguel Matamoros, empezó por recibirlo como actor de la mano de Nely Rosales ese mismo año. Después Jorge Antonio Jardines, director artístico de Calibán Teatro, decidió armar La Guerrilla del Golem, «gracias al cual pudimos integrarnos, en 1998, a la Asociación Hermanos Saíz (AHS), la primera en acogernos, en darnos abrigo y alimento espiritual. Por eso tengo tanto apego a esa organización, lo cual no tiene nada que ver con el hecho de que la haya dirigido en la provincia entre 2007 y 2013», me contó Tití en una de nuestras muchas conversaciones «de puerto en puerto» en las que los dos aprendíamos a amar más a Cuba.
Sería La Guerrilla del Golem uno de sus principales sueños creativos, un proyecto que se echó sobre los hombros después de que Jorge Antonio Jardines y luego Marcial Lorenzo Escudero, dirigieran los pasos iniciales. «Con este grupo vino la superación; la academia, con la Escuela Nacional de Arte (ENA), e incluso mi breve pero fructífero contacto con el Instituto Superior de Arte (ISA), que también tuve que dejar a un lado, debido a la lejanía.
«Yo era un muchachón entonces y no pude sostener esos viajes una semana al mes, pues me resultaba muy complicado. Hoy me arrepiento de no haberme esforzado aún más por evidente inmadurez. De todas maneras, la ENA fue fundamental en mi formación. Gracias a ella pude alcanzar el primer nivel en actuación, lo cual ha sido muy estimulante para mí».
—¿Cómo surgió Ojos Teatro?
—Por puro azar. Todos los años yo organizaba, mientras fui presidente de la filial de la AHS en Santiago de Cuba, un gran concierto con el apoyo de Cultura provincial y de diferentes instituciones del territorio, con los creadores jóvenes en el parque Céspedes, en saludo al triunfo de la Revolución. Pues bien, en el de 2008 se me ocurrió trabajar con estatuas vivientes por primera vez. Empezamos como un hobby, de vez en cuando nos reuníamos y preparábamos algunas intervenciones públicas, hasta que un día decidí crear el proyecto, que comenzaba a llamar mucho la atención en las calles de la ciudad.
«Con las intervenciones públicas de Ojos Teatro queremos, en primera instancia, que la gente se detenga, y exclame: “¡Qué bien!”, “¡Me gusta!”, ni siquiera buscamos que se ponga a conceptualizar. Nos basta con que lleguen a su casa con los ojos colmados de sorpresa, de gratos recuerdos, con un poquito de luz».
—Todo en ti va a parar a la AHS…
—Cuando ingresé en la AHS tal vez ya era una organización reconocida, pero yo casi la desconocía. Con el surgimiento de La Guerrilla… soñábamos con convertirnos en profesionales. Así que nos «comimos» la Asociación. Me pasó como en el bolerón que cantaba el gran Benny Moré: No sé explicarme qué pasó, pero de ti me enamoré… Cuando vine a ver, ya se había enraizado en mí con una fuerza enorme. Siempre he sido de esos que se entrega cuando la causa es justa y verdadera, y defender, promover y divulgar el arte de mis contemporáneos, incluso por encima de mi propia obra, se convirtió como un estandarte en mi carrera de creador.
«Me ocurrió algo que es increíble para un artista (por eso del ego): de repente, propiciando que se conociera mejor el quehacer artístico de mis “ambias” del “Chago”, me fui sintiendo cada vez más legitimado. Y algo nuevo en mí: aprendí a confiar en los demás y hacer míos sus intereses, sueños, angustias, levantadas, caídas, risas, llantos… No he conocido mayor satisfacción que ver crecer como artistas y como seres humanos a Adriana Asseff, TNT, Sentimiento Rapero, La Guerrilla del Golem…
«Creo que mi mejor puesta en escena fue haber mantenido viva la Casa del Joven Creador que me habían legado mis antecesores. Esa que antes de llegar al residencial Vista Alegre pasó por medio Santiago de Cuba, pero nunca sonó tanto como cuando estaba en La Quinta Esperanza, en San Basilio y Carnicería.
«Jamás me he emocionado tanto como la mañana en que mis compañeros me despidieron en el Teatro Heredia. De vez en cuando me siento extraño. Es difícil separarse de lo que uno ama. Bueno, separarse, como quien dice separarse…, no. Porque cuando entra en vena, uno no deja de ser un promotor cultural. De manera que continuaré al lado de quienes construyen, desde la cultura, los nuevos caudales del arte. Cada generación hace su revolución, y esta, la AHS, ha sido parte de la nuestra».
Tití murió de un cáncer ponzoñoso que como no pudo doblegar su espíritu, su mente poderosa, se ensañó con su cuerpo despampanante, reduciéndolo a una especie de Quijote, flacucho, que siguió pensando hasta el último suspiro, en derribar los molinos que se interpusieran en el camino de los que nacieron para crear. Murió Tití, pero, ¿a dónde crees que vas, caballo? La Asociación te necesita presente, todo el tiempo presente, no importa que saltaras los 35: los que vienen atrás requieren un paradigma, alguien que les contagie con los deseos de cambiar, de empujarlo que ya no se mueva; que los enseñe a reírse de verdad, sabroso, no a media boca; y a trabajar duro, por los demás y por ellos mismos.
Qué luz nos han querido apagar. Me siento perdido, ahora mismo en oscuridad total. Me reconforta saber, sin embargo, que los seres-amor permanecen anclados a nuestro lado. Cada esquina de Santiago me lo recordará, cada joven creador que intente ponernos a soñar, a dudar, a creer, me lo recordará. La música que revuelve piernas, hombros y caderas; el ron: el súper y el «peleón», la comida que arrebata los sentidos, las estatuas más humanas, la amistad, el tambor, la vida, las carcajadas, el amor, el Caribe con su Festival hecho fuego, Holguín y sus Romerías, Camagüey de plaza en plaza, La Habana de Fábrica, del Pabellón, de la Bienal; la nganga, los garabatos, ese rincón de mi alma, que Tití siempre me iluminó.
Memoria Nuestra: claves para hacer historia
I
Qué ingenuos quienes proclamaron el fin de la historia y pensaron trascender con una teoría irracional que nació muerta. Quizás a propósito se olvidaron del carácter acontecimental de la vida; quizás se olvidaron, porque era conveniente, que la historia no es una sola y que el curso de la misma está compuesto por infinidad de relatos, microrrelatos, de experiencias y vidas que no necesitan asentarse como grandes épicas para tener a la existencia como una posibilidad.
Treinta años después de declarada aquella muerte, la historia está viva; la hacemos nosotros los que no nos hemos negado el privilegio construir una realidad diferente, los que trabajan por un porvenir venturoso, los que amamos, soñamos y sentimos que este es el momento de hacer y de crecer.
Si hace 40 años alguien hubiera escrito un guion cinematográfico para una película futurista donde la tierra sería azotada por una pandemia global que reduciría la movilidad humana a la mínima expresión, donde los contactos humanos serían virtuales, lo hubiesen acusado de apocalíptico. Cuarenta años después henos aquí al comienzo de esa película.
Sin embargo, para vivir nuestra película hay que ver el guion como un material sujeto a cambios, un material que puede dejar de ser apocalíptico en la medida que seamos sujetos capaces de transformar la realidad y labrar los posibles hilos narrativos de nuestra trama, sin forzarla pero con la convicción de que la que escojamos sea creíble por ser precisa.
Nosotros a través de las pantallas
Al anunciar las Romerías virtuales un torrente de escepticismo invadió a más de un participante de en Memoria Nuestra, el concurso de investigaciones que convoca la filial holguinera de la Asociación Hermanos Saíz. Muchas interrogante sobre cómo serían las sesiones, los intercambio que haríamos en ese espacio común en el que estábamos a medias. Los cierto es que desde el principio fluyó bien, desde las coordinaciones previas se respiraba una empatía singular.

Se pensaron las reglas, se creó el grupo y se coordinó la manera en que funcionarían las ponencias. Era importante la disciplina para avanzar en esta experiencia nueva, las reglas se hicieron más útiles que nunca porque permitieron no andar a tientas frente a la experiencia novedosa.
Aunque todo parecía normal nadie puede soslayar que en ese ánimo de no sucumbir ante la imposibilidad de reunirnos, estábamos nosotros ante nuestras pantallas como Alicia a través del espejo, descubriendo un mundo que creíamos que conocíamos y ajustando constantemente nuestro mecanismo para funcionar bien. El grupo fue creciendo sus dinámicas, complejizándose; primero se subían las ponencias, pero luego aparecieron los posters, las fotografías, los audios, los videos, cada quien comunicando desde el lenguaje que le parecía más cómodo. Las experiencias personales respecto a la participación fueron entrañables. Para la investigadora Laritza Rodríguez, quien es santiaguera, pero por estos días se encuentra en Jamaica, este encuentro fue particular:
“Cuando me llegó la convocatoria me entristecí, estaba fuera del país y pensé en qué momento. Pero cuando comprendí la dinámica me sentí muy motivada y decidí participar. El desarrollo de las sesiones superó mis expectativas. Me sorprendió la cantidad de jóvenes con proyectos e investigaciones; me llamó mucho la atención el deseo de investigar el ámbito local con el cual se nota que tienen mucho compromiso. Es superinteresante la manera en la que se enfocaron problemas medulares de nuestro contexto cultural que fue abordado desde diversas disciplinas sobre múltiples temáticas. Los investigadores de todo el país están muy preparados, lo que habla de la salud de la sección en todo el país y estoy feliz de ser parte de este movimiento. Participar en este Memoria Nuestra me sirvió para comparar por dónde andamos en relación con el país. Estoy encantada de formar parte de este movimiento juvenil aunque esté lejos”.
Por su parte, la avileña Liset Prego asegura que “este trabajo me ha posibilitado ampliar mis horizontes como investigadora. Tengo que confesar que al comienzo tenía mis dudas sobre la forma en que se podía generar el intercambio en un grupo virtual abierto al que todos los días se podían incorporar nuevos miembros. Pero la práctica me demostró que mis inquietudes eran infundadas y que este trabajo tenía muchas potencialidades para desarrollar el trabajo en colectivo a partir de unificar el interés común. Otro de los logros, quizás el más notable, es la permanencia en el tiempo del grupo para continuar socializando experiencias el resto del año.”
II
Nunca es estéril el “ejercicio de pensar” la concreción de este acto. Este congreso ha venido a confirmar lo necesario de las articulaciones para poner a la ciencia al servicio de la cultura. Los jóvenes que hoy son parte de este movimiento expresan con su obra la madurez que tiene el movimiento de los críticos e investigadores en Cuba, lo cual es fundamental porque habla de la capacidad actual del país para acercarse a las más diversas problemáticas culturales sin necesidad de apelar a la improvisación.
No se debe de andar a tientas cuando se cuenta con investigadores que pueden modelar soluciones y asesorar procesos de transformación social desde el compromiso. Ahí existen una gran reserva de lo que se puede aportar al conocimiento de Cuba y los resortes que hoy están en la base de muchos de los problemas que afectan a la Isla.
La calidad de las investigaciones que han tenido presencia en este evento deberían hacer visible sus aptitudes y promover la necesidad de diálogo entre los jóvenes investigadores y las comunidades e instituciones para generar un pensamiento totalizador que permita a la sociedad en su conjunto buscar soluciones propias a problemas reales. Es tiempo de desterrar prejuicios sobre los investigadores y sobre los –no pocas veces– señalados academicismos, que a decir de algunos de sus detractores, están alejados de la realidad.
Lo que encontramos en WhatsApp
Más de una treintena de ponencias animaron el intercambio de los jóvenes investigadores cubanos, cientos de comentarios y preguntas se emitieron para acercarse a enfoques diversos sobre temas tan complejos como la ritualidad de los funerales en la provincia Granma, el estudio de la arquitectura Art Decó en Guantánamo, la violencia de género entre los jóvenes universitarios, el estudio de la obra de Fernández Retamar Cartier-Bresson, la Revista Casa de Las Américas, las tradiciones populares en Camagüey, entre otros asuntos de trascendencia investigativa que confirma la riqueza que la Asociación posee actualmente en sus filas.
Una de las ganancias más notables de la celebración de este evento es que se revalida la vocación emancipadora de sus participantes, quienes desde sus argumentos proyectan una actitud anticolonial, vital para la Cuba de hoy, tantas veces tentada por la pretensión ridícula de sumarse a las tendencias globales sin una análisis profundo de los orígenes y las implicaciones culturales de las modas.

Uno de los puntos en el que muchos de los participantes coinciden es en la calidad de las ponencias. Al respecto precisó al Portal de la vanguardia artística cubana Yuleidis González, una de las más activas en el este encuentro virtual: “Es impresionante ver la profundidad analítica y el compromiso transformador de quienes participaron en esta edición del evento. Gente muy joven con criterios muy profundos en torno a las problemáticas que afronta el país, pero lo más llamativo es su práctica coherente con ese pensamiento, lo cual es constatable en los resultados presentados. Siendo honesta te tengo que decir que es muy destacable la solidaridad y camaradería que se generó en el grupo. Me sentí esperanzada en medio de las circunstancias que vivimos”
Luis Emilio Aybar Toledo, quien se desempeña como especialista a nivel nacional de crítica e investigación, en una valoración sobre el evento señaló: que “la AHS nació para para conectarnos en función de metas comunes, y esa razón hay que hacerla valer en cualquier circunstancia. Así que lo que hicimos no fue otra cosa que mantener tozudamente nuestra vocación de unidad aun cuando parecía que ello no era posible. Las nuevas tecnologías nos dieron la infraestructura para lograrlo y nuestra voluntad, entusiasmo e identidad pusieron el resto. Los bits llevaron de un lugar a otro nuestras emociones y conocimiento, lo que resultó en una tormenta de creación. Esto ha sido una tregua fecunda que deja listo el camino para la guerra de pensamiento a la que nos convocó Fidel. Solo nos queda ahora plantearnos nuevos empeños”.
III
Cualquier guion para nuestra historia deberá tener en cuenta a nuestros jóvenes que se saben protagonistas y buscan el resquicio de la realidad desde donde más pueden aportar con la inteligencia puesta en función del bien común. Hay una resistencia natural a ser definidos como diletantes snobs que pueden sostener durante horas conversaciones sobre artes y letras. El trabajo de campo, el vínculo con la comunidad, con sus conciudadanos, habla –y muy claro– de la virtud de quienes en cualquier rincón de Cuba mantienen como prioridad la obligación de autorreconocerse en los otros y trabajar para vivir mejor.
En ese proceder radica una de las fortalezas de los que desafían con su actuar los designios de quienes apostaron por declarar a la historia como un organismo sin signos vitales. Su actuar no es ostentoso, el diario quehacer aporta más que las pretensiones de cambiar el mundo o de entregarse a la ilusión de una épica que los inmortalice, es por eso que un grupo de WhatsApp pequeño, relativamente anónimo, es el escenario para dar los primeros pasos para los empeños que depara el futuro.
Palabras que perduran en la Memoria Nuestra
Memoria Nuestra cierra esta edición y pone alto el listón, obliga a pensar en nuestra capacidad para superar las limitantes de una realidad que siempre pone límites, que solo pueden ser superados con la inventiva y la creatividad. El tiempo, el espacio y la logística parecen desafíos menores. Ya lo aprendimos y lo hicimos justo a tiempo para saber que lo más importante es seguir apostando por el siempre saludable “ejercicio de pensar”.
Con varias ediciones de Memoria Nuestra en su trayectoria investigativa, Yolaida Duharte goza de reconocido prestigio entre los investigadores cubanos. A ella recurrimos para saber sus valoraciones sobre esta edición del evento a partir de su experiencia:
“En esencia, no fue muy diferente a lo que ocurre cada año. Vi en el escenario virtual la misma colaboración y entusiasmo de otros años. Las ganas de participar e intercambiar formas de hacer. Es digno destacar la relación entre las instituciones y los organizadores. Aunque obviamente no fueron iguales que las que se comparten habitualmente en la que uno profundiza a través del intercambio extraverbal, esta fue una experiencia nueva con tantos retos como aciertos. Creo que uno de los desafíos más grandes que se logró fue que los investigadores participaran con recursos propios a través de estas plataformas, ya que el acceso a Internet es una imposibilidad aun para muchos, y poner esos recursos a disposición del evento dice mucho de la importancia que le otorgan. De manera general el uso de estas plataformas modifica las dinámicas de los participantes, pues tiene un impacto en las formas de comunicarse y construir colectivamente discursos”.

Yanelis Martínez, una de los artífices fundamentales de este evento, afirma desde España que “prefiero no comparar porque Memoria Nuestra, en sus versiones virtual y tradicional son muy diferentes, cada una con ventajas y desventajas. Lo que sí nos debe quedar como aprendizaje es que es una gran estrategia tener un grupo en WhatsApp para extender el evento más allá del espacio físico y, por supuesto, que para nosotros ha sido esencial poder superar las limitaciones habituales de hospedajes y alimentación que muchas veces nos dejan traer a todas las personas que queremos. Creo que en el futuro será primordial combinar ambas variantes para llegar a mayor cantidad de personas”.
Solo quienes han estado presentes en la experiencia riquísima que ha sido este Memoria Nuestra, saben lo que significa. Ha habido una voluntad de convivir más allá de entender a la ciencia como una necesidad.
El grupo ha hecho compartir los momentos que nos hacen más humanos, entre tanta emoción aparecieron los niño de varios participantes para matizar y dar color a una experiencia increíble y el Día de las madres también se celebró como demostración de la capacidad para llevar de la mano múltiples roles, sin que ello dañe bajo ninguna circunstancia la voluntad de crear.
Hacer historia no es un privilegio reservado a unos pocos. Desde la sencillez de nuestras vidas hacemos cada día algo que nos constituye como seres humanos y nos permite siempre mirar hacia atrás, para beber de esas experiencias desde las claves que aporta la cubanía. El cierre de la última jornada estuvo matizado por una sumatoria de palabras que coronaron el evento, con ese poder del lenguaje para sintetizar esencias. Así describieron su experiencia algunos miembros del grupo: “trascendental, interesante, única, reconfortante, enriquecedora, esperanzadora, increíble, inefable, inspiradora, energética.”
Análisis poético de una Romería digital
Recuerdo de adolescente salir corriendo desde el Varona, una secundaria insigne por aquel entonces, hasta el parque Calixto García y quedarme atrapada observando todo tipo de manifestaciones artísticas. La ciudad se inundaba de una poética que era imposible escapar. Así descubrí por primera vez las estatuas humanas. Yo era una adolescente enjuta que estudiaba piano, solfeo y teoría en el Conservatorio de Música de Holguín.
En una ocasión, me detuve en una esquina y se acercó un caballero alado y con un pincel, movimientos pausados dibujó una greca en mi espalda, me susurró al oído: “es la espalda más linda que he visto”. Y se marchó. Mis libros de partituras que llevaba bajo el brazo llamaron la atención y fueron arrebatados por una mujer bodypainting sentada frente a un piano que interpretó en un segundo Nocturne in C Minoir, de F. Chopin. Otra vez fui víctima del teatro bufo, cuando apurada por los corredores, volteo la mirada y tenía una fila de mimos imitando todos mis gestos. Llegando al parque de Las Flores nuestro querido Joaquín Osorio, Premio Nacional de Promoción Literaria, preguntaba con micrófono en mano a modo de rifa quién era la autora de María Toda, el autor de Abrirse las Constelaciones, entre otros, así fue como obtuve Jardín, de Dulce María Loynaz.
En años posteriores esperaba mayo con la ilusión de lo que pasaba en sus parques y calles. Fui creciendo esperando cada año por las Romerías. Cuando estudié en la Universidad de Oriente, mi casa se convirtió en una beca de romeros. Luego en Holguín en la universidad nos dijeron: este año las prácticas son en las Romerías. Todos nos quedamos boquiabiertos. Ya no tendríamos que escaparnos o salir apresuradamente del aula. Yo fui ubicada en el periódico La Luz, que por aquel entonces tenía una edición de lujo en este evento. Ahí comenzó mi verdadera pasión de romera.
Trabajar dentro de las Romerías proporciona otra perspectiva. Si bien es cierto que no da tiempo de disfrutar todo lo que quisieras, brinda la facilidad y la oportunidad de conocer figuras de talla mundial. Así fue como logré entrevistar para mi tesis a Luis Alberto García, le estreché mi mano a Andy Montañez, bailé con William Vivanco, abracé a la Dra. María Dolores Ortiz, almorcé con Guido López Gavilán, canté al lado de Haydée Milanés en una noche bohemia, porque si algo tiene de favorable las Romerías de Mayo es que nos volvemos una gran familia, no importa quién seas, ni cuán conocido o afamado, ahí en ese espacio, todo el mundo es un cubano.
A todos nos pasa, guardamos placeres para ese esperado momento, cada uno espera esa semana para disfrutar al máximo sus pasiones y eso, de algún modo es poesía.
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Sé de quienes no salen del evento Memoria Nuestra y preparan sus trabajos todo un año, con la pasión del recuerdo, para no perder las raíces.
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Sé de quienes a última hora se deciden por presentar su corto en La Cámara Azul, y ahí están esas metáforas visuales cargadas de sensibilidad y cercanía espiritual.
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Sé de quienes no intentan estar encima de la torre pero Babel los ha dado a conocer, por la habilidad en el pincel, cuando describen la realidad con trazos, cuando el color exacto llena tu vida.
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Sé de quienes llegan por un abrazo y se van convocados a escribir porque esta isla es un verso.
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Sé de quienes asisten a un espacio de trova, pero sucumben al bajo de un rockmero.
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Sé que la ama de casa no pudo llegar temprano a su hogar porque una danza callejera la intersectó y le quitó los bolsos de compra, la cartera y la dejó entre risas en la puerta de su casa, y ella nunca olvidará que la Gigantería pudiera postergar la cocción de sus frijoles.
Sé y sabemos que el arte salva, que es propio de los artistas tener alternativas, porque el arte es optimismo. No esparaba menos de todos los que de algún modo contribuimos para que cada año el hacha suba a la cima de la ciudad, para que llueva, quizás estas romerías digitales tengan la fuerza necesaria para entrar en la sensibilidad de cada uno y desde el móvil, con la alegría de recibir arte en casa, nos libremos de la contaminación, para saber esperar y cuidar el mañana. Hay mucho todavía por hacer, hay muchos caminos que descubrir, tenemos limitaciones concretas, pero el arte es libre como nuestros pensamientos y esto definitivamente nos hará sanar y crecer.
Destrabando la Trova: segunda cita
El preludio nos pone en aviso. La Oda a la alegría se multiplica en miles de hogares cubanos y quién sabe en cuántos del mundo. Los protagonistas son jóvenes instrumentistas que sacuden cuerdas, flauta, quena, percusión cubana, guitarras, bajos y teclados eléctricos, trompeta, batería y sonidos de ordenador, que evidencian el poder del arte para trascenderse a sí mismo. En breve cederán el espacio a la guitarra en ropaje de mujer.
Y es que el discurso femenino traza particulares sendas en el trovadoresco hacer. Ellas acomodan los lenguajes lírico-sonoros a sus propios decires. Varias son las voces de mujer que hoy se empoderan en Cuba y eligen por compañera la guitarra.
Santa Massiel Rueda Moreno, trovadora, directora de la agrupación Motivos Personales, presidenta de la AHS en Ciego de Ávila y coordinadora del festival Trovándote, fue la invitada a la segunda cita del Destrabando la trova con Eduardo Sosa.
Para la creadora las Romerías de Mayo son vitales en el movimiento cultural y juvenil del país. Rememora como punto de giro en su carrera la primera ocasión en el evento de juventudes, los espacios como oportunidad para coincidir con artistas de varias manifestaciones y ese sabor de enriquecimiento. Es algo que no se puede pensar en el movimiento cultural del país sin hablar de Romerías.
«Después de tu beso todo puede ser menos amargo/(…) Este viento va a tu encuentro», rezan algunos de los versos de Todo es talla, su primer regalo musical para despejar de cualquier traba el diálogo entre ambos cantautores.
Como guía de Motivos personales expone razones para no aceptar encasillamientos en denominaciones al formato como trío o cuarteto, pues explica, según las inquietudes musicales se descubre el tránsito desde el dúo hasta la banda. Prefiere entenderse como agrupación o proyecto.
Uno de los núcleos de la entrevista radicó allí donde el trovador indagó por temas aun álgidos, pues entronizan con la revitalización de la política cultural cubana desde espacios como el turismo, y la aún latente incapacidad de algunos gestores institucionales para el desarrollo de la actividad:
Desde Ciego de Ávila, (…) en esa zona del país siempre hay una presión por ir a trabajar a los Cayos, el tema del turismo, etc. ¿Cómo se las arreglan los músicos que pretenden, quieren o hacen una música como la de ustedes, que no es precisamente tal vez lo que venga buscando el turista?, indaga Sosa.
Desde sus experiencias la trovadora manifestó las precarias propuestas para la inserción de dichos formatos musicales en el circuito del turismo, y que solo la autogestión les vale las presentaciones realizadas. «Nuestro trabajo suele ser muy subvalorado. Dependemos de la opinión de alguien que a veces no es la mejor, y entonces choca un poco.»
Santa Massiel se refirió al hecho de una cuidada selección del repertorio que escogen para estos espacios, que se aleja de las sopas y etiquetas de moda. De Matamoros a Pablo Milanés hay personales motivos que adecuan las interpretaciones desde nuestro tiempo, a partir de nuestro concepto musical, con muchísimo amor.
Las palabras de esta mujer son sus propias canciones ¿o viceversa? Todo el fuego en la canción que digo es aforismo que devolver/ este acto final, que devoraré.
Se refirió también a la génesis, organización, caminos actuales y pericias del Trovándote, Encuentro Nacional de Jóvenes Trovadores que ya arribó a su aniversario 15. A su consideración, este evento con sus descargas, recitales y espacios teóricos revolucionó el movimiento cultural de Ciego de Ávila. «La AHS se erige columna de la celebración de la que participan la Empresa de la Música en la provincia y el Centro Nacional de Música Popular. Organizarlo es una experiencia enriquecedora que también da muchos dolores de cabeza que se compensan porque el resultado es muy grato.»
Definitivamente los trovadores del centro de la Isla apuestan a golpe de congas para echar al suelo las bisagras. Conga pá ti contiene el universo de quien la firma, con una delicadísima poética que a ratos se desarma entre la guitarra y la voz que arrolla:
Mira cómo riego girasoles/ mira cómo rifo tu querer ay ay/ mira cómo tocan las campanas/ para ir a dormir cuando vas a pasar/ que tanta palabra me disocia/ tanto desamor para un velero/ y yo que no doy, fío ni presto/ rezo porque un día seas ola/ ayer, ayer fuimos luz para no perder/ tal vez, tal vez, nuestro tiempo dejó de ser/ mañana atardeciendo voy bajando/ pagando la colina de tus besos/ no encuentro qué me salve de este invierno/ así que mejor lo doy por hecho/ seré, seré lo que siempre te hará nacer/ tal vez, tal vez, fuimos luz para no perder/ donde te encontré ha pasado algo/ algo que hoy espanta hasta lo cierto/ algo que intenta errar mi canto/ y no es cosa fácil de lo advierto/ mira cómo riego girasoles (…) Que si vienes por aquí yo me voy pá llá/ si canto para ti conga nacerá.
Romerías: el síndrome del último día
Después de tres jornadas de trabajo en Memoria Nuestra todo sigue como el primer día, se puede captar un ambiente de entusiasmo por el intercambio. Cuando quedan menos ponencias y ya se ha recorrido la mayoría del camino las expectativas no bajan. No es fortuito, la propia diversidad y profundidad de los criterios de los participantes permiten avizorar un debate rico. Por los temas compartidos desde la jornada anterior se han atizado las ganas de compartir propuestas y experiencias, llegar a la una de la tarde parece una espera eterna.
El tercer día el programa estuvo más cargado, con ocho propuestas se recorrió un amplio espectro que fue desde las representaciones sociales y el patrimonio hasta la socialización del proyecto cultural Nuestro Entorno, pasando por la relación de las mujeres con la prensa en las primeras décadas de la república, un estudio de lo rural en una comunidad holguinera, el análisis de la caricatura editorial en el periódico Ahora!, la proyección sociocultural de la comunidad china en Holguín y las peculiaridades de los velorios y entierros en el municipio Guisa.
Todos esos temas fueron profundamente debatidos por los participantes, quienes mediados por sus formaciones diversas ofrecieron de manera general un enfoque multidisciplinar a los análisis y sugerencias que les hicieron llegar a los ponentes. El debate también llevó a reflexionar sobre los impactos y sobre la necesidad de que los proyectos que se articulen puedan trascender por el hecho de que sus propios miembros sean gestores de la socialización de sus resultados.
Definitivamente este Memoria Nuestra ha sido histórico, es la primera vez que sesiona fuera de sus normas convencionales. Ha tenido la ganancia de que ha podido reunir a mayor cantidad de participantes, ha forjado vínculos nuevos y ha modificado para bien la visión que se tenía de los eventos ligada siempre a cuestiones logísticas, que son importantes pero está demostrado ya que no son imprescindibles.
Sin embargo, el último día también hizo patente una carencia, para la mayoría de los participantes faltó algo, fue un reclamo sostenido la necesidad de verse a los ojos, de tocarse, de intercambiar como estamos acostumbrados los miembros de una generación que se resiste a perder la sensación del calor humano.
Fue posible captar al final del debate que todos padecían el “síndrome” del último día, daba la sensación de que nadie quería perder los contactos, se repetían los deseos de no olvidarse los unos de los otros, de perpetuar el grupo de WhatsApp, lo único que nos ha unido en nuestro paso por Romerías en tiempos de pandemia; ciertamente es lo único tangible, aunque paradójicamente sea virtual.
Participar en el evento fue como si todos hubiésemos viajado cientos de kilómetros para conocernos, como si después de cada jornada hubiera habido tiempo para ir juntos a un concierto, como si la noche hubiera sido suficiente para tejer una urdimbre de complicidades. Por eso quizás había esa necesidad de mirarse a los ojos, porque aún creemos que no son suficientes los abrazos de unos y ceros para complacernos, por eso hay que volver a ser romeros, hay que volver para darnos el cariño que nos debemos.
MADRES INVESTIGADORAS QUE HONRARON EL MEMORIA NUESTRA 2020
Cumpleaños electrónico y destellos en las redes
Con Bufón de Dios, poemario de José Luis Serrano, La Luz comenzó a desafiar el oscuro panorama de carestías materiales que entonces y hasta el día de hoy representan el mítico animal a vencer en cada plan editorial, que es lo mismo que decir sueño.
Mayo, un mes de nacimientos múltiples para la ciudad de los parques, fue testigo en 1997 de ese momento que ha representado para la literatura cubana la permanencia de una voluntad estética comprometida con la joven literatura cubana e importantes exponentes de esta en todo el mundo.
Un catálogo diverso en géneros, abordajes, formatos, poéticas, que crece cada año exponencialmente; numerosos premios nacionales; proyectos que visibilizan al libro y sus autores dentro de la comunidad como entes vivos y cercanos al público; eventos como el Premio Celestino de Cuentos, entre los más esperados momentos del calendario anual para los noveles narradores insertan al sello editorial de la AHS en Holguín entre los más destacados del país lo cual pasa por su reconocido ejercicio editorial, de promoción de la lectura y de comunicación.
Este año, cuando corresponde celebrar los 23 años de La Luz en vista de la imposibilidad de festejar como ha sido habitual en la institución a causa del coronavirus, Luis Yuseff Reyes, director de la editorial, invitó a los integrantes del catálogo, amigos de la casa, a compartir en un video la felicitación. Alrededor de una veintena han respondido con mensajes que recogen gratitud, cariño, buenos deseos, que devuelven los que por más de dos décadas ha entregado Ediciones La Luz.
La iniciativa ha colmado las redes los videos se ha replicado en numerosas páginas de Facebook de autores, fotógrafos, ilustradores, diseñadores, promotores y lectores.
Bloguerías de Mayo, aliento virtual desde Holguín
El 6 de mayo de 2013 la ciudad de Holguín ya había consumido más de la mitad de sus días de Romerías. Sin embargo, en el año 20 de un empeño artístico único, las sorpresas no se agotaban todavía en la Capital del Arte Joven. Justo en esa jornada, al Festival Mundial de Juventudes Artísticas le nacía el que sería hasta hoy el más joven de sus espacios.
El alumbramiento tuvo lugar en el Teatro Eddy Suñol. Desde la bitácora Visión desde Cuba, un post de su “progenitor” daba la buena nueva. Entre alegre y aliviado, el profesor universitario Luis Ernesto Ruiz Martínez anunciaba la feliz realización de un encuentro entre algunos blogueros cubanos, que sin abandonar sus existencias virtuales, se habían llegado, en cuerpo y alma, hasta la Ciudad de los Parques.
Habían arribado a la urbe oriental desde diferentes partes de Cuba y el mundo. En su post, Luis Ernesto los definía como un grupo bien posicionado en Internet que divulgaba “sistemáticamente la realidad cubana tal cual es”. Pretendían “dar otro paso en la consolidación de un comportamiento propio del bloguero” y se habían encontrado para debatir sus “inquietudes, proyecciones y limitaciones”.
Surgía así Bloguerías de Mayo, evento tan convidante y aglutinador como cualquiera de los que ya conformaban el megaevento romero. Cuenta su gestor que “en 2011 se hizo un primer intento de encuentro de blogueros en Romerías de Mayo. En aquella ocasión participó el escritor Enrique Ubieta, que asumió buena parte de los debates. Asistí como público y saliendo de allí comencé mi andar por las redes y saqué mi blog.
“Dos años después le propuse al Comité Organizador de Romerías retomar aquellos encuentros y nació Bloguerías de Mayo, en 2013. Entre los fundadores destacaría a Arleen Rodríguez Derivet; Rosa Cristina Báez, la Polilla Cubana, lamentablemente fallecida; David Najarro y Fidel Díaz Castro”.
Hoy Ruiz Martínez comenta con humildad que Bloguerías siempre ha combinado paneles para debatir temas relacionados con las tecnologías, Internet y redes sociales. Y ha dado la posibilidad, sobre todo en los últimos años, de ofrecerles a los delegados y la prensa un espacio de conexión para que mantengan actualizados sus perfiles en redes sociales y puedan hacer su trabajo con mejores condiciones”.
Pero la verdad es que, en el transcurso de siete años, ese evento se convirtió en mucho más. Ha sido tribuna para amplificar las voces que narran a la Cuba verdadera y ha batallado fuerte para abrir caminos en medio de la espesura que significa la hegemonía cultural del capitalismo.
Al voltear la memoria hacia aquel encuentro iniciático del 2013, la joven periodista camagüeyana Gretel Díaz Montalvo lo recuerda como una oportunidad para crear nuevas amistades, ponerle rostro y carácter a aquellas que solo conocía a través del chat y compartir inquietudes sobre el universo digital que intentaban conquistar.
También, a partir de ese momento, como asegura Bertha Mojena, periodista del espacio digital Cuba Hoy y participante por dos ocasiones en Bloguerías, “el evento logró aunar a un grupo de intelectuales cubanos de gran talla, académicos, jóvenes historiadores, periodistas y personas que fueron agentes de la seguridad del estado para ponerlos en función de intercambiar sobre la guerra cultural y la batalla ideológica que se le ha hecho a Cuba”.
Agrega que se instituyó como un espacio para el intercambio, la generación de experiencias y para conocer cómo cada uno de los participantes utilizaba el espacio digital en virtud de mostrar la realidad de Cuba más allá de lo que exponían los grandes medios de comunicación mundiales, tendientes siempre a la manipulación.
De ese modo, cada uno de los programas del evento, que desde 2014 contó con el apoyo de la Red en Defensa de la Humanidad, estaba a tono con lo más urgente y significativo del momento. Así, a lo largo de estos siete años tuvieron cabida temas diversos relacionados con buenas prácticas en los entornos hipermedia, la informatización en Cuba o preservación de la identidad cultural. A la vez, fue trinchera de batallas como las que se libraron por el regreso de los Cinco Héroes y en contra del bloqueo estadounidense.
El afán de mantenerse como un evento siempre actualizado conllevó a que bajo sus alas germinara el noticiero Romerías de Mayo. Juan Pablo Carreras, fotorreportero holguinero y uno de sus coordinadores, comenta: “Hace dos años sentíamos que a las Bloguerías les hacía falta dar un paso más. Entonces consideramos hacer este proyecto audiovisual”.

La iniciativa, que asumió en un primer momento la Agencia Cubana de Noticias y a la que después se sumó Cubadebate, se consolidó mucho más en 2019 y se patentizó como la voz oficial de las Romerías holguineras. Carreras puntualiza que “el objetivo del noticiero siempre fue publicarse en las redes sociales y en las nuevas plataformas de la comunicación. Sin embargo, curiosamente el producto acabó siendo consumido por espacios televisivos nacionales”.
Esas pretensiones perennes de atrapar lo nuevo, hacen que ni siquiera ahora en medio de la pandemia por la COVID-19, las Bloguerías pierdan su esencia y valía. Como parte de las Romerías desde casa, convocadas por la Asociación Hermanos Saíz, el viernes 8 de mayo se realizó un panel online enfocado a debatir sobre las alternativas empleadas en Cuba para divulgar el arte aún en las circunstancias actuales.
Carlos Parra Zaldívar, presidente en Holguín de la Unión de Informáticos de Cuba y quien funge como otro de los coordinadores de este evento, explica que “el panel analizó cómo, a partir de las tecnologías y las redes sociales, artistas e instituciones culturales han podido ofrecer su arte al público a pesar del necesario aislamiento social”.
Detalla que la iniciativa se desplegó desde la Casa de Iberoamérica y gracias a la plataforma de videoconferencias Jitsi Meet, un servicio online en Internet, totalmente descentralizado y seguro. “Un pequeño grupo de personas expusimos experiencias sobre el uso de los escenarios digitales para difundir el arte y también la verdad de Cuba al mundo”, apuntó.
Desde La Habana estarán representantes de la AHS nacional, del Ministerio de Cultura, la Unión de Jóvenes Comunistas y la de Informáticos de Cuba. Ruiz Martínez comentó también que se unieron periodistas, trovadores y activistas en un espacio que pudo ser visto desde el extranjero.
Así, diferentes, pero dinámicas y ajustadas a su tiempo, estuvieron entre nosotros las Bloguerías de Mayo. Aún en condiciones adversas preservaron su “macroesencia”, esa que apunta a sumar voces a favor de la preservación de la especie humana.
Destrabando la trova I
Salud pá tus ojos, ashé pa tu herrumbre
que el sol brinde para todos su justa lumbre
mucha fortuna y salud pido sobretodo en amores
que a golpe de labios tibios me nazcan flores.
(Nelson Valdés)
Para destrabar la trova no hay manuales. Esencia de la cultura musical cubana los trovadores legan la guitarra y la voz, el pensamiento en síntesis de las generaciones. Un país necesita de sus trotamundos, de esos que ensillan las ideas y con furia las cantan, otras veces, con dulzura desenfundan la verdad. Las ideas trascienden los límites y las molduras. Por eso el mundo y sus heridas resultan insuficientes para detenerles. No son estas las Romerías de siempre, nada lo es. El set puede ser tu casa, o la mía, el teléfono móvil, una Pc, o la TV. La trova se desentiende de obstáculos. Las guitarras levantan sus manos.
Tecnología mediante y ganas de sobra se obra el milagro. La cita está pactada casi a las tres. El anfitrión es Eduardo Sosa, trovador en cuyas cualidades musicales habita un hermoso ser humano, lo he dicho ya, vacilador, jocoso de espléndida carcajada, alguien para quien la trova es su casa.
Su quehacer como cantautor, intérprete y gestor de eventos lo lleva por disímiles contextos de la geografía nacional. Cuando indagué para lo que escribo, esa es mi ventana abierta, sobre las incidencias de esos trasiegos me respondió:
«He aprendido muchísimo porque tengo un espacio que se llama “Destrabando la Trova”, es, según por quienes llevan las encuestas, uno de los más importantes hoy en las Romerías. Suceden entrevistas a camisa quitá, desde Pedro Luis Ferrer hasta Tony Ávila, Buena Fe, Polito Ibáñez, Willian Vivanco, Raúl Torres. Abogo por el respeto que deben tener las nuevas tecnologías para con la posición de las personas. Este espacio ayuda a conocer más a quienes hacen las canciones que yo respeto, quiero y admiro, a confrontar su pensamiento y conocer la persona detrás de las canciones.»
El espacio que comenzó en la Casa de la Cultura holguinera con posterioridad se trasladó al Club Siboney. Otras ediciones de manera excepcional, como el protagonizado por Buena Fe, aconteció en la Casa de la Música. Este es el quinto año, y acoge en la primera emisión al cienfueguero Nelson Valdés como invitado.
La poética del joven juglar marca un punto de encuentro de la cancionística con eje al centro de la isla. Su hoja de trovas se habilita desde las entrañas mismas de la Asociación Hermanos Saíz, presentaciones y premios organizados por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, las ediciones de la Feria del libro en varias provincias cubanas, el Longina, las Romerías de Mayo y otras celebraciones donde la guitarra y la voz se entrelazan. Varios fonogramas registran la autenticidad de canciones que se aferran a crecer justo Al sur de mi mochila.
En la opinión de Nelson, las romerías son parte de la célula cultural cubana y es imprescindible que se siga haciendo evento tan importante para la creación y el arte joven. El ambiente, el suceso cultural y el protagonismo de casi todas las manifestaciones del arte, es un lujo.
Sus ojos cantan en libertad, confiesa el trovador, las cuerdas van a donde la reina de los mares:
Si alguna vez tú fuiste río, llévame al mar/ si alguna vez tu amor fue mío, Yemayá venlo a buscar.
A la interrogante del anfitrión acerca de la relación de Nelson Valdés con la AHS y en particular con la organización del evento Al sur de mi mochila, el agasajado aportó:
«Al sur de mi mochila es un evento que ha ido creciendo, lleva el título de una canción de nuestro emblemático Lázaro García, fundador del Movimiento de la Nueva Trova y uno de los hombres más importantes dentro de la canción de autor cubana y cienfueguera. Es un evento que trata de hacer alianzas entre los jóvenes cantautores y los consagrados. Hemos logrado que sus propuestas lleguen a la comunidad, por los diversos espacios donde se hacen los conciertos y descargas. Pasamos a compartir con la EGREM el centro cultural Julio A. Mella, y eso propició que el festival creciera. Han pasado por cantautores muy importantes, han salido de ese escenario jóvenes para la canción de autor cubana. Es un evento que hoy es puntera dentro de la AHS en Cienfuegos. Es de los que mantienen viva la obra de muchísimos amigos, como otros que hay a lo largo y ancho del país.»
Y es que para salud de la trova en Cuba la parada en Cienfuegos es uno de los eslabones que hoy signan una especie de red de eventos trovadorescos en el país, en su mayoría con el protagonismo de la AHS.
Sal a caminar porque el tiempo se nos va casi siempre a indiscreta velocidad, es la segunda invitación musical de la tarde. Quien ahora le escucha sentirá la avidez por otras de sus canciones. Una palabra, santa caricia bastaría para borrar todas tus desdichas. El vínculo añejo de los trovadores con el panteón afrocubano aparece junto al eros, el deseo por la salud, el retorno de los amores y otras humanas causas:
Si el mar se te alarga junto a Yemayá moja tu camisa/ bastaría para borrar todas tus desdichas/ si yo te beso muchacha oye y te devuelvo la risa/ bastaría…/ abuelo no, abuelo no, la tarea difícil déjesela a Changó/ Santa Bárbara bendita/ la tarea difícil déjesela a Changó/ Santa Bárbara bendita …/ la tarea difícil déjesela a Changó siete rayos…
Eduardo Sosa reconoce en la obra del amigo una coherencia artística que contra los pronósticos de vivir a kilómetros de la capital, logra una presencia en los medios desde Cienfuegos. Un grupo de proyectos ocupan la creación de Valdés:
«Yo creo que la gente agradece el que hayamos homenajeado a Santiago. Y yo feliz porque pienso que homenajear a quien te ha dejado un legado y que ha sido importante en tu obra pues forma parte de lo mínimo que podemos hacer. También hicimos un tema que se llama Querido viejo con los arreglos del maestro Emilio Vega que es un homenaje a Lázaro García con la dirección de Omar Leyva; terminamos también con la dirección de Omar un video dedicado a los doscientos años de la ciudad de Cienfuegos que estrenamos en el cumpleaños 201. Ha sido parte de este trabajo en conjunto. Muchos amigos han puesto su mano para apoyar las cosas que a veces se me ocurren y que creo pueden contribuir a aportar un grano de arena a lo que somos y a lo que pretendemos crecer como nación, como país.»
Desde Graciano Gómez, Sindo Garay, María Teresa Vera, Miguel Matamoros y una amplia representación de trovadores de éstas y sucesivas generaciones le han cantado a la Virgen de la esperanza, mambisa, morena, Imagen Protectora.
Por estos anclajes en el repertorio de la canción cubana y por la trascendencia como símbolo de religiosidad y cultura cubanas, Nelson decidió destrabar la tarde con una canción con remedos vocal-instrumentales de conga que estará en su nuevo fonograma y que a su decir tiene mucho que ver con tu identidad, las raíces, porque es una canción que le hice a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de todos los cubanos:
Madre no me lleves a la conga oriental/ mira que después yo no puedo parar/ qué no que yo no voy a mirar/mira que después yo no puedo parar/ piensas demorar mis ojos/ mira que ya se respira tu necesidad de bailar/ sin que nos toque luna, hoy nos compondrá la lluvia/ paso por reír atento cuando apareces madre/ (…)
Estribillo. Pero no me lleves a la conga oriental/ mira que después yo no puedo parar.
Un abrazo a Cuba abrió los caminos a las trovas de mayo en Romerías, a la trova toda, espíritu de la nación cubana.
Bloguerías de Mayo: Adaptarse es el camino del éxito

Las Romerías de Mayo han sido un espacio de vanguardia en su comprensión del arte y la cultura como elementos fundamentales para el desarrollo de la nación cubana. Ese criterio de vanguardia ha facilitado la incorporación a sus jornadas de manifestaciones, tendencias y lógicas de pensamiento avanzados que han tenido reflejo en el reconocimiento que hoy poseen entre los jóvenes artistas e intelectuales cubanos los múltiples eventos que estas aglutinan.
Una característica que es consustancial al siglo XXI es la relación de los seres humanos con la tecnología, negarse a comprender este vínculo sería un suicidio para cualquiera que pretenda tener una experiencia de desarrollo individual o colectivo. Quizás por eso las Romerías abrieron desde hace siete años un espacio de interacción para conocer ese espacio constante de lucha de sentidos que hoy constituyen las redes y que sería ingenuo soslayar. Para conocer aún más sobre las Bloguerías de Mayo, el Portal del Arte Cubano se acercó a Luis Ernesto Ruiz Martínez, uno de sus fundadores y más fieles defensores.
–Desde hace algunos años eres parte de la organización de este evento a través de un espacio de reflexión sobre la blogosfera en las Romerías de Mayo, y aunque quizás ya pasaron los años dorados de los blogs, en sus inicios fueron muy polémicos, ¿cómo asumieron su abordaje en aquel entonces? ¿Era necesario hablar de comunicación y hegemonías en un festival de juventudes artísticas?
Fue un reto enorme porque era un momento en que todavía el temor a lo nuevo, a lo que podía generarse en escenarios virtuales y al qué dirán, movía las decisiones y las formas de hacer de muchos. Muchas instituciones estaban ajenas al empleo de las tecnologías para gestionar la comunicación con sus públicos y propiciar un debate alrededor de un tema polémico, aunque ayudara a la solución de sus problemas.
La apuesta por la tecnología, los blogs y las redes sociales ya había tenido un primer intento en 2011 dentro de Romerías de Mayo. Dos años después, Alexis Triana y el Comité Organizador el evento, aceptaron mi propuesta de retomar aquel intento y convertirlo en un nuevo evento llamado Bloguerías de Mayo que, si bien al principio se centraba en blogueros del país, fue poco a poco abriendo horizontes para incorporar periodistas, profesionales, docentes y estudiantes de la comunicación y activistas de redes sociales, que más o menos resume a los que convocamos hoy.
La hegemonía sobre los medios de comunicación silencia, muchas veces, los esfuerzos de la izquierda mundial por consolidar sus esfuerzos. El Festival interpretó que ya en Holguín estaban creadas las condiciones para sumar estos temas a su convocatoria.

–Mucho ha avanzado la penetración de internet en Cuba desde 2013 cuando se inauguraron las bloguerías, ¿consideras que sirvieron de antesala para la horizontalización que ha supuesto el diálogo constante que generan redes sociales en Cuba desde que en 2015 hubo un acceso masivo a la red de redes?
Poner sobre la mesa de debate, un tema tan polémico como los blogs, las redes sociales y la comunicación en aquel momento, era bastante arriesgado. Las primeras ediciones trasladaron hasta Holguín a algunos de los blogueras más reconocidos en aquellos momentos, y no solo del oriente del país.
Creo que salimos airosos de esa prueba y eso posibilitó que el espacio fuera abriendo sus aspiraciones, pasando de una convocatoria para el debate en paneles, a uno que además de ello, permitiera el acceso a internet a los delegados participantes, de modo que les fuera menos complejo actualizar sus blogs, perfiles personales e incluso, canales institucionales de medios de prensa o instituciones representadas en el Festival. En un momento en que todavía la Wifi de ETECSA no estaba disponible en la ciudad de Holguín, las Bloguerías activaba una conexión gratuita para los participantes, en coordinación con Cubarte y el Ministerio de Cultura.
–¿Cuánta complejidad entrañaba organizar un evento que muchas veces requería conexión y condiciones que si bien ahora no son las óptimas en aquel momento eran más difíciles de resolver? ¿Cuánto ha cambiado eso actualmente?
La complejidad, en las primeras ediciones, era un serio problema. En 2014 nos propusieron montar campamento en la Biblioteca y fue lo mejor que nos ocurrió. Junto con ello nació la idea de instalar un pequeño “laboratorio” para que los participantes pudieran actualizar directamente desde el mismo lugar en que sesionaban los debates.
No existía la Wifi de ETECSA y los precios de instalación de la conectividad que la idea reclamaba, no permitía hacerlo realidad. Comenzamos con el enlace que la Dirección Provincial de Cultura podía ofrecernos. Y salió mejor de lo esperado. Año tras año fuimos mejorando, con el apoyo de instituciones de la provincia y del país que, desde el 2015, se sumaron a la organización del evento.
¿A quién recurrían cuando la logística fallaba?
A muchos amigos de los organizadores, de los propios delegados, de las personas que nos habían tendido la mano antes y a quienes poco a poco, logramos enamorar de un espacio para debatir y conectarse responsablemente a internet. Siempre contamos con el apoyo de las principales autoridades del territorio.
–Sé que has tenido un estrecho vínculo con el periódico “Ahora!” de Holguín, el cual es probablemente el más avanzado en el trabajo del periodismo hipermedial en el oriente del país, ¿formaba/forma parte de la práctica de “Ahora!” incorporar los saberes devenidos de las bloguerías? ¿Puedes hablar de alguna experiencia particular?
Siempre tuvimos, y seguimos teniendo, el apoyo de muchos periodistas del “Ahora!” en el trabajo de redes sociales en el territorio. Varias veces han estado en los paneles compartiendo sus experiencias o desde los blogs y las redes sociales sumados al debate o a la promoción de cada edición. En más de una edición, los de “Ahora!” han redactado, editado y publicado desde el espacio de Bloguerías de Mayo. Desde allí se hicieron, para bien de todos, muchas de las transmisiones en vivo en sus redes sociales.

–¿Cuáles han sido los mayores aprendizajes de la organización de las Bloguerías? ¿Te sirvieron luego en otros desempeños profesionales?
En primer lugar, conocer a mucha gente que ama lo que hace y sabe lo que quiere, descubrir que falta mucho por aprender en materia de comunicación en sentido general, y digital en particular. Las experiencias compartidas cada año por los delegados participantes y el público asistente van sumándose a nuestros propios saberes, enriquecidos con los colectivos en que habitualmente nos desempeñamos profesionalmente.
Destaca en los últimos tres años, además de los paneles y la conectividad, asumir dentro del evento la realización diaria de un noticiero realizado de conjunto entre la ACN, Cubadebate y la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), para reflejar las principales acciones de las Romerías, con el protagonismo de los otros dos coordinadores de Bloguerías (Carlos Parra -Presidente de la UIC en Holguín, y Juan Pablo Carreras-fotorreportero de la ACN en Holguín) y participantes el evento.
Para esta edición, matizada por el aislamiento social, el reto será el Panel “Las tecnologías salvan” para intercambiar sobre el empleo de las tecnologías en estas complejas condiciones en que no se detiene la comunicación digital. A través de la Plataforma de videoconferencias de la UIC (https://conferencias.uic.cu/bloguerias/), varios periodistas, comunicadores y activistas de las redes sociales dialogarán sobre el tema.
–¿Como ves esa experiencia desde la distancia?
Adaptarse es el camino del éxito, Bloguerías… ha tenido que adaptarse en cada edición, a las condiciones “ambientales” en que se desarrolla. Esta vez también lo ha hecho, para bien. Hace varios años veníamos ensayando cómo hacer las cosas “virtualmente” y este 2020 nos puso en un escenario donde lo físico tenía que esperar. Esperemos que aprobemos el examen riguroso que nos impuso la vida y volvamos a vernos el próximo año.
En Memoria Nuestra nace una comunidad
El extenso debate que caracterizó la tercera jornada del congreso Memoria Nuestra fue el resultado de la presentación de seis ponencias que conformaron el programa del evento. Numerosos comentarios permitieron extenderse por más de dos horas, lo que demuestra la importancia que se le ha atribuido a la realización de este encuentro virtual por parte de quienes a él acuden.
Como en las sesiones anteriores, la calidad y el rigor científico han sido componentes esenciales para los informes que se han expuesto como resultados de las pesquisas realizadas. Acceder a las problemáticas planteadas desde la visión de los jóvenes investigadores ha permitido el reconocimiento de este espacio para visibilizar las enormes potencialidades que hoy tiene este movimiento juvenil para aportar a una comprensión integral de la realidad social y cultural cubana y, a su vez, transformarla.
El debate se movió en un amplio espectro que incluyó el análisis de algunas manifestaciones de las culturas populares, el acercamiento al patrimonio arquitectónico, el abordaje a la violencia de género entre jóvenes universitarios, el análisis de las prácticas culturales de los jóvenes integrantes de un proyecto cultural, y el análisis de las prácticas de socialización de dos denominaciones religiosas en distintos períodos de la Historia de Cuba.
Cada una de estas investigaciones generó un amplio cúmulo de interrogantes y reflexiones que permitieron a los ponentes explicar metodologías, matrices teóricas y compartir resultados. También el espacio fue propicio para hacer notable una petición que deberá quedar como una de las tareas de la sección de crítica e investigación a nivel nacional y la cual consiste en proponer la implementación de los resultados investigativos a las instituciones, entidades o comunidades implicadas a través de las comisiones de trabajo de la Uneac, lo cual constituye un paso significativo en la concreción de la voluntad de los jóvenes investigadores de integrarse a la solución de problemas reales de la sociedad cubana.
Por otro lado, fue un reclamo la integración de los noveles investigadores no vinculados con universidades y centros de estudio a las estrategias de formación e intervención de esas entidades, con el fin de canalizar su potencial investigativo y facilitar el acceso a metodologías e instrumentos de investigación que les permitan contribuir al desarrollo de indagaciones que tengan impacto real en la vida de las personas.
Aun cuando el objetivo de este evento es la socialización del trabajo de los asociados, esta edición va demostrando cuánto se puede hacer en materia de trabajo mancomunado y en la articulación de estrategias de trabajo. Estos elementos son claves para el desarrollo de una generación de investigadores que comienza a percibirse a sí misma como una comunidad, cuyos miembros tienen intereses similares y su trabajo colegiado puede sentar pautas en el desarrollo de estilos y formas de gestión al tiempo que puede servir de inspiración para futuros investigadores de la Asociación Hermanos Saíz.