La Covid-19 ha jugado malas pasadas durante este 2020 en todos los aspectos de la vida. Las jornadas de programación y eventos convocados por la Asociación Hemanos Saíz, no han quedado exentos. Así sucedió con el Encuentro y Concurso de Jóvenes Radialistas La Vuelta Abajo, último en el año del calendario de encuentros de noveles creadores del medio radial, que, convocado del 4 al 6 de noviembre, fue necesario posponer por la situación epidemiológica que ha vivido Pinar del Río en los últimos tiempos.
Este es un certamen que auspician la Asociación y la Dirección Provincial de Radio en la más occidental provincia, en el que pueden participar realizadores radiales menores de 35 años, miembros o no de la AHS, esta vez con la intención de estimular la excelencia y profesionalidad en la creación radial y crear un espacio de intercambio teórico sobre las dinámicas impuestas por la Covid-19.
A la revancha, propuesta del 16 al 18 de diciembre de 2020, pueden sumarse periodistas, artistas y especialistas del medio que presenten trabajos teóricos y experiencias que aborden las rutinas productivas adoptadas en las emisoras cubanas durante el enfrentamiento a la pandemia.
Las ponencias serán expuestas mediante videoconferencia, como ha sido habitual este año para garantizar el distanciamiento. Los interesados en sumarse y exponer sus experiencias están a tiempo de hacer llegar sus propuestas antes del 1ro de diciembre a la dirección electrónica radialistaslavueltaabajo@gmail.com para su evaluación, admisión e inclusión en el programa del evento.
Los detalles de las sesiones serán presentados en una Conferencia de Prensa que se ofrecerá de manera virtual el jueves 10 de diciembre a las 11:00 A.M. en la página de Facebook del certamen.
El comité organizador agradece a todos los que han mantenido su interés en participar, y solicita se divulgue esta convocatoria a las emisoras del país, las radios universitarias, las Facultades de Periodismo y Comunicación, y las Casas del Joven Creador.
Llegué a su nombre por la lectura de su primer título desde un estante en la otrora área de Investigación de la Música Pablo Hernández Balaguer. Tiempo después nos conocimos por mediación de otro gran amigo e intelectual cubano, Joaquín Borges-Triana. Preparábamos la edición correspondiente al 2010 del Festival de la Trova “Pepe Sánchez” y Joaco me sugirió invitarlo al espacio teórico. Aquella fue una celebración de las trascendentales, con sismo y réplicas incluidos. A los investigadores santiagueros, manzanilleros y de Guantánamo nos acompañaron estudiosos como el propio Joaquín, Alicia Valdés, Ana Casanova, Alain Gutiérrez, entonces fotógrafo del Centro Pablo, y él. Tuve el privilegio de compartir tanto los espacios académicos como los trovados almuerzos, conciertos, descargas nocturnas y hasta el viaje al Santuario del Cobre. A partir de entonces, Antonio López Sánchez se me hizo Tony, el amigo, periodista y escritor cuya obra creció a zonas y reconocimientos literarios, incluso insospechados por él.
Arribas a la Universidad en la carrera de Comunicación Social, la “trovadicción”, ¿antes o después?
La trova-dicción, y todo el resto de mi confesa melomanía, estuvieron casi desde siempre. Te hago una anécdota y creo que en buena medida sirve de referencia. De muy, muy pequeño, tal vez cuatro o cinco años, tenía una guitarrita de juguete y le hacía unos “recitales” a mi abuela (que encima decía que yo cantaba bien, nada como tener abuelita). El final de estas actuaciones, en la sala de mi casa, siempre era con Te doy una canción, de Silvio Rodríguez. Las canciones se quedaron a acompañarme, pero lo que sí no se cumplió del sueño fue la guitarra. Esa la cambié por las palabras en algún sitio del camino. De todas formas, tengo amigos músicos y trovadores muy generosos que, en descargas y hasta alguna que otra vez en escena, me acompañan con sus sonidos y me dejan “echar un par de temas” para matar el enano. Igual, aunque sea en manos de otros, la guitarra sigue conmigo.
Qué herramientas tomaste de tu disciplina para hacer de la trova más allá del disfrute, objeto de estudio.
El periodismo implica entrenar la capacidad de observación y afinar bien los canales propios de comunicación para trasmitir eso que observas. Un periodista es muchas veces un intermediario entre un hecho, sea una canción o una guerra, y un público que por tu trabajo descubre o hasta interpreta contigo este hecho. Eso conlleva una ética, un compromiso con la verdad y, aunque en muchos géneros periodísticos la opinión de un analista es importante, muchas veces hasta ese análisis incluye también ser lo más imparcial posible y dejar que las personas hagan su propia interpretación y no se queden con la de ese intermediario. Mi carrera me ayudó a escuchar mejor, a escudriñar detrás de una obra, de su autor, de los contextos e historias de ambos y luego a tratar de contárselo al resto, para que no se lo pierdan.
Estos acercamientos como oyente y joven investigador confluyeron en el ejercicio de tu tesis de grado dedicada a la Nueva Trova. Para la ocasión tuviste tutoría y tribunal de lujo. Rememoremos aquel momento.
Mi generación tuvo la fortuna de que todavía nos tocaron como profesores grandes “monstruos” de la academia y la enseñanza de este país. A pesar del durísimo periodo donde me tocó estudiar (del 93 al 98 del siglo pasado), la Universidad fue para mí un tránsito muy importante, placentero y formador. Mi carrera, la defensa de mis tesis, y, por supuesto, su hechura previa, me permitieron descubrir que yo era un periodista y que incluso podía hacer algo porque mi disfrute musical fuera también del prójimo. En predios más “universales”, podía aportar un grano de arena con mi trabajo para preservar y esclarecer en algo la riquísima historia trovera y cultural de este país.
Del lujo de la tutoría y de mis evaluadores, te lo resuelvo al modo deportivo. Aquí va este line up de cuartos bates. En el tribunal estaban los periodistas Juan Orlando Pérez, Manuel González Bello y Joaquín Borges Triana. El oponente fue Víctor Casaus. Mis tutoras fueron doña Miriam Rodríguez, que me enseñó a hacer entrevistas (algo de lo que hoy sigo aprendiendo), y Margarita Mateo Palmer, trovadora, profesora y escritora, que me mostró muchas puertas para entrar el mundo de la trova (y en las aulas, al de la literatura).
Como consultor de la teoría de la comunicación estaba don Rafael Rivera Gallardo, un gigante de la enseñanza de esa materia. Valga apuntar que Noel Nicola, además de concederme su entrevista, se tomó el trabajo de ir a la discusión y luego fue el principal gestor de la publicación de ese texto en Atril Ediciones Musicales. Desde entonces, por respeto y honra, trato de que la calificación que me otorgaron se mantenga en todo lo que escribo y hago.
Los resultados de aquella investigación vieron la luz en tu primer libro, La Canción de la Nueva Trova (2001). Del discurso académico a un lector general, ¿cómo se logra el traslado de lenguaje sin prescindir de elementos e ideas esenciales?
Como es obvio, el ejercicio académico de una tesis de grado implica el manejo y escritura de una serie de códigos y elementos de cierto calado y densidad, menos apto para grandes masas lectoras. Sin embargo, como siempre tuve claro que mi tesis era un escalón para llegar a eso que yo quería contarle al público, desde un inició asumí la claridad como territorio y no tuve que luego ponerme a “traducir” del lenguaje doctoral al castizo entendible. Huelga decir que ser directo y claro no eliminan ni el rigor y ni la valía y solidez de ningún argumento. Mi formación como Licenciado en Comunicación Social me permitía que, luego de sortear algunos pasos académicos imprescindibles y sí de mayor profundidad teórica, el producto definitivo casi llegara a los posibles lectores tal cual se había escrito. Además, Manuel González Bello apareció de nuevo en esta historia, se encargó de la edición del texto y así se desataron los últimos nudos ilegibles que pudieran haber quedado. La noticia sobre ese libro es que estamos en conversaciones con una editorial para volver a publicarlo, con nuevas entrevistas y páginas ampliadas. Las verdaderas investigaciones no acaban nunca.
¿Tu pasión por la trova y la experiencia periodística en la Editorial de la Mujer fueron la coalición perfecta para la fragua de Trovadoras?
A la Editorial de la Mujer debo mi acercamiento a un mundo fascinante y un saber muy útil como el de las teorías de género. Por supuesto, sin considerarme para nada un experto, pero algo se pega. Una vez empapado de este aprendizaje, el paso lógico siguiente era unirlo con mi tema habitual de investigación.
Te cuento que Trovadoras es un libro casi fortuito. Las entrevistas de esas páginas eran el complemento de dos investigaciones más amplias, una sobre un recorrido histórico por la participación femenina en la trova cubana y otra sobre la imagen de la mujer en las canciones de la Nueva Trova. Gracias a Aida Bahr, por entonces directora de la Editorial Oriente (y al maestro Eduardo Heras León, por un consejo inolvidable) Trovadoras pudo ver la luz. Te añado una noticia. El ensayo sobre la imagen de la mujer en los textos de la Nueva Trova debió aparecer publicado en esta Feria del Libro 2020, bajo los auspicios de la Editorial Capiro, en Santa Clara, en un libro titulado Convertida en canción. Esperemos que la pandemia nos permita hacerlo en la próxima edición.
Sitios digitales como La Jiribilla observan el ejercicio de tu criterio, sobre todo en escritos del entorno musical cubano. ¿Dónde radica para ti el encanto de la escritura virtual?
Amiga mía, el encanto lo percibo en toda mi escritura, por el simple hecho de que disfruto, y hasta sufro, por completo todos los actos que implican pensarla y hacerla tangible. Amo escribir, qué decirte, sea cual sea el tema, género o soporte final que divulgará esas letras. Ahora bien, los predios virtuales son un canal más, que cada día gana mayor terreno y ofrece innúmeras posibilidades. Como periodista, con un pie en lo analógico y otro en lo digital, aprendí rápido a asimilar cada nuevo vehículo y a utilizarlo.
Los medios digitales tienen el valor agregado de que un trabajo puede ser leído por muchas personas, en muchas partes, con una velocidad y unas magnitudes que superan las del periódico mejor distribuido. Además de que, en el caso de algún viejo escrito, basta teclear en un motor de búsqueda y ahí está, sin ir a la biblioteca ni coger coriza en estantes empolvados. Por supuesto, nadie asuma que abogo por destruir bibliotecas o algo así. Algunas corizas se estornudan con sumo gusto si nos enseñan algo desde unas páginas reales. De todas formas, gran parte las memorias de estos tiempos ya habitan en las computadoras y ahí hay que estar también. Y sobre la música, al igual que con la escritura, hay placeres agregados en investigarla y contarla.
¿Cuándo descubriste a Tony el escritor de literatura de ficción? ¿Por qué la fantasía heroica y el terror?
cortesía del entrevistado
Eso también se lo debo de alguna manera a la Editorial de la Mujer. Mi primera novela, La guerreras de la luz, se publica en 2011 por esta editorial. Fue literalmente un descubrimiento porque lo que pensaba sería un texto breve, con una historia más o menos sencilla, se convirtió de pronto en una novela con todos los hierros. Agradezco ese volumen, lleno de primeras veces buenas y malas (todas sinceras y apasionadas, eso sí), por mostrarme caminos. Además, la sección de Literatura para niños y jóvenes de la Asociación de Escritores de la UNEAC tuvo la gentileza de concederle el Premio La Rosa Blanca 2012 al mejor texto. Además, me acercó al público.
No soy para nada famoso, pero que un par de lectores te reconozcan y agradezcan en una Feria del Libro es un premio estupendo. No saben ellos que uno lo agradece el doble, pues pocas veces un escritor conoce a sus destinatarios. Luego de esa experiencia, empezaron a llegar ideas y así nacieron las tres novelas siguientes.
Me gustan mucho las posibilidades de esos géneros fantásticos, además de que siempre he sido un admirador de ese tipo de historias. El horror llegó ahora, con Grimorium, para regresar al catálogo de la Editorial Oriente y sé que ha funcionado para el público. Debo decirte que mi obra de fantasía es la más visible, por ser la más publicada hasta el momento. Pero en mi disco duro, además de un par de libros de literatura infantil, con fantasía también (y hasta su poquito de horror en clave más ligera), hay dos libros de cuentos y otra novela, todos de puro realismo. Hay además otro par de volúmenes, una noveleta fantástica y una historia corta, que deben salir pronto en predios digitales. Sólo que, supongo le pase a otros escritores, escribo más rápido de lo que publico. Eso, para no contarte las páginas que tengo en mi cabeza, esperando nacimiento.
Reinciden en algunos de tus títulos la figura de la heroína, protagonizada por guerreras que luchan contra espíritus del mal encarnados por personajes masculinos. ¿Hay una intención feminista en tu literatura?
No sé si lo logro, pero sí hay una intención feminista. Quizás menos explícita, sin banderas alzadas y con posibles errores, pero tangible y pensada. Por motivos literarios, y vitales, meterse bajo la piel de una mujer, una maga o una guerrera; el intentar descubrir cómo piensa o por qué actúa de cierto modo un personaje femenino, es un ejercicio retador y muy complejo. Un reto, incluso, siendo uno mismo el que las inventa, porque respetar y hacer creíble ese personaje y a sus actos, va incluido en el paquete de lograr que sirva para algo. Además, me gusta que esa suerte de sello propio aparezca en mis textos.
De hecho, en mis obras inéditas también hay muchas protagonistas femeninas. Desde mujeres que defienden sus amores, cabezazos y decisiones vitales, no sin sufrimientos y precios, hasta varitas mágicas y muñecas que también empuñan espadas, combaten a los malos y rescatan ellas mismas a sus galanes. Creo que cualquier aporte que se haga en la lucha por igualar las oportunidades y derechos de mujeres y hombres, y de paso borrar discriminaciones, prejuicios y límites, hará mejor a la sociedad toda.
En fechas recientes has compartido desde tu perfil de Facebook varias series de lo que titulas De–Cimitas. ¿Es un proyecto que trascenderá las demarcaciones de la llamada cuarentena?
Como muchos de los que escriben, profesionalmente o no, también yo empecé haciendo poesía. Todavía algunos amigos recuerdan mis incursiones como poeta en escenarios y peñas de la Universidad, junto a trovadores y humoristas. Por supuesto, aunque menos, todavía escribo poemas. Las De–Cimitas nacieron antes de la llegada de la pandemia. Fue una idea, con la mera pretensión de un divertimento para compartir a los amigos, que me permitió unir dos de mis pasiones, la fotografía y la escritura. Siempre digo que no soy fotógrafo: yo hago fotos, que no es lo mismo. Sólo que esas imágenes, un poco aleatorias, de temas que me saltaban a la vista, no tenían ropajes adecuados para ser publicadas. Casarlas con una décima fue la solución. Así nació la sección, con carácter semanal en mi muro de Facebook.
Sin embargo, con los encierros de las dos cuarentenas en La Habana, cometí la locura de publicarlas en series, de modo diario. Ahí empezó a crecer la bola y pedí colaboración a varios amigos, estos sí, diseñadores, fotógrafos (y fotógrafas), ilustradores y hasta músicos, y terminó saliendo un trabajo interesante y que varias personas me han dicho que disfrutan mucho. Agradezco, además, que me dio la oportunidad de unir mis textos con imágenes de profesionales geniales a quienes quiero, admiro y respeto mucho.
Romperse la cabeza, buscar ideas, tratar de no repetirse aunque los temas sean semejantes y estar a la altura de los dos o tres “bárbaros” con los que hice alianza, son ejercicios muy satisfactorios. Por otro lado, me hizo ganar nuevas amistades y, para mí y quizás para quienes las leyeron, hizo más llevaderas las duras circunstancias que se han vivido este año 2020. Por motivos personales actuales he dejado de publicarlas un tiempo. De hecho, la idea original era hacer la sección sólo por un año. No obstante, pronto debo volver al ruedo y ya estoy pensando cómo estirarlas un poco más.
Al final, pienso que sí, ojalá eso se pudiera reunir y publicar, creo que lo merece, pero no es algo que dependa de mis posibilidades. Hay un par de ideas para tratar de lograr esto, pero todas muy verdes todavía. Más que mis versos, creo que hay dibujos, fotos, intenciones y mensajes que no debieran quedar colgados sólo en Facebook y debieran reunirse. Ofrecerles vida como conjunto podría resultar en un producto interesante y apreciado por muchas personas.
¿Qué propósitos te ocupan en la actualidad?
Escribir y, sobre todo, publicar. Además de mantener mis secciones de colaboración periodística con diversos sitios, en Cubaliteraria, en En Vivo, en las revistas Cartelera, y Palabra Nueva, entre otros, tengo mucho trabajo literario por redondear. Entre novelas, libros de cuentos y otras ideas, al menos tengo tres o cuatro proyectos a medio escribir, sin contarte los que tengo en la cabeza. En predios fuera de las páginas escritas, pues vivir, amar, descubrir, escuchar más música y leer más. Al fin y al cabo, luego las páginas escritas se alimentan de todo eso.
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo/ cortesía de aneli pupo
Palabras del catálogo de la exposición fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”, inaugurada en el Centro de Desarrollo de la Ciudad de Guantánamo, el 18 de octubre, como parte de las actividades por la Jornada de la Cultura Cubana.
cartel de la expo fotográfica personal Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”
La prensa –y en este caso la prensa escrita, el tradicional periódico– resulta una construcción simbólica y legitimadora, un espacio articulador de sentido (social y político). “Lo que no salga en el periódico no existe” (lo que nos lleva a pensar en grandes vacíos). Pero las rápidas transformaciones de las comunicaciones y la tecnología de la información han precipitado la crisis del llamado periodismo tradicional, sobre todo la prensa plana, abriendo las posibilidades a la multiplicidad de discursos, una avalancha mediática, que, veracidad aparte, no espera por la llegada del papel oloroso aún a tinta (y va llenando ahora mismo estos vacíos).
Aneli Pupoenfoca literalmente sus inquietudes como artista y ciudadana –como ser social que no esconde la mirada tras la cámara, sino que busca en las posibilidades del arte conceptual, en instalaciones previamente elaboradas, para pertrecharse de ellas, interrogarlas– respecto a la prensa, sus dinámicas y su papel, en Re-evaluación (una de las series suyas que más me interesa, por alguna que otra razón obvia, desde que vi “Deshecho”, 2017).
Aquí recontextualiza la importancia que los medios de prensa –sin discordancias, en la misma línea, portadores de idéntico matiz político– han jugado históricamente en la construcción del país (la identidad nacional no se puede observar sin las presencias y ausencias en nuestra prensa). Medios que, además, han jugado un papel visible en la “legitimación” de tendencias y artistas, que han servido de vehículo para determinados momentos o soterrado otros en cambio (Recordemos Shock of the News, en la National Gallery of Art, Washington, 2012-2013, que establecía una relación entre el “fenómeno periodístico” y artistas que entablaron una relación vibrante y multifacética con las noticias impresas al apropiarse, imitar, desactivar, conmemorar y rescribir periódicos. Y en las artes visuales cubanas encontramos también obras y discursos que abordan este tema, como Wilfredo Prieto con la reciente exposición Fake News, y el fotógrafo Héctor Herrera Acosta, con piezas a partir del periódico Granma).
Criterios cardinales – Aneli Pupo – 2019
Anelilo hace a partir del propio uso de símbolos y elementos (polisémicos y reutilizables) como la flor, el micrófono, el inodoro, los huevos, entre otros, cada uno con su carga semiótica (asideros sociólogos en la conciencia ciudadana), envolviéndolos en las páginas impresas y potenciándoles el sentido, los espacios de la memoria (la prensa no como espejo de la cotidianidad, quizá vitrina, sucedáneo o estandarte de un arduo proceso de construcción social).
Efecto mariposa – Aneli Pupo – 2018
Si la digitalización y las redes mueven actualmente al mundo, si cada mañana revisamos la web para saber qué ha pasado, con qué noticia amanecimos hoy, entonces, ¿en qué lugar se encuentran ahora otros medios de difusión, en qué sitio sobrevive la prensa plana? Aun así Aneliasegura que el periódico –portador histórico del discurso oficial– aún posee un poder ineludible. Por otro lado, en piezas como “Información nutricional” y “Noticia refrescante”, realiza un ejercicio lingüístico/semiótico que relaciona desde lo implícito/explícito al objeto portador (huevos, latas de cerveza o refresco) con la carga de significados que el propio título añade.
Des-hecho – Aneli Pupo – 2017
Parte de su trabajo está sujeto a una perspectiva feminista, marcada por la mirada que escudriña, duda y se cuestiona (los casos de feminicidio, el patriarcado, el cuerpo). Estos objetos cotidianos resematizados por la prensa, con su propia carga de significados, de alternancias sígnicas, nos invitan a reflexionar sobre la tradición, la verdad histórica, el papel del periodismo en la sociedad, y la ideología misma; y a repensar, sentir y mirarnos como Nación.
Información nutricional – Aneli Pupo – 2019
El arte disfruta del (im)pudor y de la (im)prudencia, de esa facultad de decir más allá de la certeza. Su interpretación no cabe en el carácter relativo y volátil de las palabras. Aneli Pupo deconstruye significados, recicla conceptos, rearma miradas, repiensa nuestra prensa y sus dinámicas, que es hacerlo con la sociedad. Ella quiere saber. Yo también quiero. Nosotros queremos saber, si bien, recordando el título de un filme de los hermanos Coen, haya que quemar “después de leerse” (a 451 grados Fahrenheit o 233 Celsius, que es cuando el papel arde), aunque la memoria nacional, lo que somos, al ser incombustible, nos observe entre las llamas.
Ablución – Aneli Pupo – 2019 Nota refrescante – Aneli Pupo – 2020 Yo quiero saber – Aneli Pupo – 2020 Bordes – Anelí – 2020 El cristal con que se mira – Aneli Pupo – 2020
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
fotos de la inauguración de la expo personal fotográfica Re-evaluación, de la artista Aneli Pupo, Beca de Creación “José Vázquez Pubillones”/ cortesía de aneli pupo
En él habita un duende, quizás el más travieso. Anda por ahí provisto de valentías y pasiones, algunas cohibidas, otras desbordadas. A Dayron Chang Arranz, el comunicador y la persona, solo le importa amar, estremecer, descubrir, trascender; se niega a lo fútil.
Periodista, realizador, locutor y declamador, Dayronbusca asir el alma de las cosas. No sabe hacerlo de otro modo. Lleva el peso de actuar y pensar de esa forma desde muy joven, por eso lee mucho, investiga, cuestiona y crea. Busca así traspasar el peligroso manto de la superficialidad y el acomodamiento. Se aleja de los lugares sin espíritu pero no se niega a las experiencias que le acerquen lo más posible al encuentro total con la vida.
El arte y la historia lo acunan en sus atrevimientos y son su pase de entrada al mundo intelectual cubano. En su corta carrera ya le conocen en festivales, concursos y premios de diversa índole, sin embargo, es en las historias de los otros, en el abrazo de sus paradigmas y en el guiño sensible de los amigos donde atesora sus logros. Aunque no les huye a los desafíos sabe poner cautela ante lo inmenso, por eso llegó algo asustadizo y escéptico al concurso Caracol para cosechar luego el reconocimiento de noveles y consagrados. Sobre los derroteros del evento y la participación de los jóvenes realizadores accedió a conversar con nuestro sitio.
Dayron Chang entrevistado en los estudios de Radio Siboney por el periodista y escritor Reinaldo Cedeño Pineda/ cortesía del entrevistado.
—Quizás seas uno de los pocos afiliados de la AHS o de los jóvenes realizadores del oriente del país que ha sido premiado en el Caracol en dos de las áreas en concurso: Radio y Televisión. Cuéntame cuáles fueron las obras con las que resultaste ganador, su origen, características y otros detalles de tu participación.
—Llegar a obtener ese resultado en dos medios como la radio y la televisión, cada una con sus riquezas particulares, no fue para nada una meta. Más bien tiene que ver con mis inquietudes y propósitos, como persona y profesional, de socializar con los demás aquellos saberes que por azar o por intención llegan a mis manos. Al final, eso es lo mejor: el descubrimiento.
Un primer paso lo di con los sonidos, en medio del desafío que implicó reconstruir completamente la historia de la única gran cadena de radio que tuvo su epicentro fuera de la capital antes del Triunfo de la Revolución. Como parte del ejercicio de mi tesis de pregrado en la Licenciatura de Periodismo surgió la serie radiodocumental Sonidos de Ciudaden el año 2013.
Durante una de las transmisiones vía streaming del Festival del Caribe/ cortesía del entrevistado.
Conocí entonces lo que para un joven del este del país pudiera y aún puede parecer distante, tanto geográfica como generacionalmente, el Premio Caracol. En aquel momento obtuve el lauro en dirección de radio con esa investigación que rescataba de la desmemoria el vínculo de la CMKW Cadena Oriental de Radio con acontecimientos de impacto de la cultura nacional y con personalidades como Luis Carbonell, Celina González, Ibrahim Apud, Yolanda Pujols, Salvador Wood, entre otros.
Resultaba casi impensable la posibilidad de ganar, aunque conocía de algunos casos ya premiados con similares edades, en entornos más cercanos a la capital. No obstante, hay que reconocer que no es lo cotidiano. Y decidí aventurarme porque creía en todo aquello que defendía y poseía el material. Cuando vine a ver era un recién graduado con un Caracol en sus manos y comencé a cambiar mi percepción sobre el premio.
En el caso de la televisión competí con la obra Historias entre montañas desde la cual se hace un análisis sobre la rebeldía del cubano. Esta mereció el premio del jurado en las categorías de dirección y guion de programas educativos e históricos. Había pasado ya un tiempo desde la sorpresa de Sonidos de Ciudad, pero para un joven el Caracol siempre es un impulso pues representa la posibilidad de medirte con realizadores a nivel nacional, unos menos conocidos, otros de renombrada trayectoria, pero todos al final creadores que entregan algo de sí en cada obra y que por diversos motivos apuestan por el Caracol. Siento que la intención, más que el acto de ganar, es ver cómo algunos ven y sueñan a Cuba desde el audiovisual. A eso debería aferrarse el concurso.
—Desde hace unos años se ha ido ampliando el número de categorías a premiar en el Festival Caracol. ¿Consideras que esto es beneficioso o no para la calidad y prestigio del evento?
Dayron Chang junto a la cineasta Lourdes de los Santos, presidenta de la sección de Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac, tras la premiación del concurso Caracol en el año 2019/ cortesía del entrevistado.
—La calidad del evento se sustenta en demasiados pilares como para pensar que ampliar el número de categorías pudiera mellar en algún sentido su prestigio. Si bien es necesario respetar esencias y tradiciones dentro de cualquier concurso, también es menester repensarlo en cada tiempo porque la radio, el cine y la televisión evolucionan a la par de la tecnología, los creadores, las estéticas, los soportes… Por tanto, resultará beneficioso en la medida en que el comité organizador y todos aquellos que estén detrás del certamen estudien, antes de elaborar cada convocatoria, esas tendencias para saber qué debe permanecer, qué debe modificarse o qué añadir. Si no se piensa con esa profundidad y entrega podría ser funesto.
El Caracol no se puede permitir lo superfluo o lo improvisado. Estamos hablando de un concurso que por años ha formado parte de la vida cultural y creativa de los realizadores cubanos, que ha sido medidor de la creación a lo largo y ancho del país, que ha legitimado anualmente con sus premios tanto a obras como artistas, y eso es una gran responsabilidad.
Mantener esa exigencia; abrirse cada vez más a nuevas formas; pensarlo sin la etiqueta de las edades como es mi experiencia; expandirlo para que siga siendo plataforma de diálogo entre realizadores; premiar con rigurosidad y respeto… Ahí están los pilares que no deberían faltarle para ser un concurso siempre actualizado.
—Varios realizadores y miembros de la Uneac han planteado en distintos espacios gremiales la necesidad de crear un jurado de admisión como un primer filtro para que resulten nominadas las obras de mayor calidad. ¿Qué opinas al respecto?
—Podría decirte que soy de los que está de acuerdo con una idea como la que plantean algunos de mis colegas realizadores, pero lo valoro como una decisión circunstancial. No todos los días se concursa en un evento como el Caracol, no haces cotidianamente una obra que crees merecedora de competir. Al concurso no se envía lo común, sino lo que cada cual considera que sobresale entre todo aquello que ha producido. Por eso digo que el jurado de admisión es algo circunstancial.
El primer jurado debería ser uno mismo. No se trata de autolimitarse, pero sí de saber con claridad y autocrítica cuando se ha elaborado un producto que sobresale. Si no se nos va un pedazo de nuestra alma en el arte que hacemos entonces algo le falta. Cada quien sabe cuánto le ponen a su obra; lo que si no puede pasar es que por participar enviemos aquello que no cumpla con las expectativas del evento. Aun así, tener un jurado de admisión permitiría que llegara lo más depurado a manos del jurado que cada edición prestigia el Caracol. Es una decisión que exige respeto y cuidado.
Dayron Chang junto al Presidente de Honor de la Uneac, el intelectual Miguel Barnet/ cortesía del entrevistado.
—Muchos realizadores jóvenes hoy buscan fuente de financiamiento o auspicio para sus proyectos fuera de los circuitos institucionales ¿Crees que esta situación podría afectar su relación con el concurso Caracol o no?
—La creación audiovisual está buscando actualmente nuevos mecanismos para organizar procesos que durante largo tiempo han permanecido dispersos y sin dirección en este universo, todavía con grietas y dudas. El Registro del Creador, liderado por la Uneac, el Icaic, el Icrt y otras expresiones de nuestra institucionalidad es una muestra de ese intento del cual hay que seguir aprendiendo porque aún no conocemos todo aquello que ofrece o facilita en cuanto a organización, legitimidad, representación, financiamiento, etc.
Siempre he pensado que por encima de todo importa la creación y eso no tiene por qué entrar en conflicto o afectar el sentido de convocatoria del concurso Caracol. El certamen tiene esencias que ha defendido por años y no creo que la forma en la que se logre financiar o auspiciar la obra, mientras se respete la legalidad, deba entrar en disputa con esas esencias.
Viéndolo como un joven realizador, creo que mientras sea una obra de calidad, con estimables valores estéticos, no hay nada que pueda entrar en conflicto. Son tiempos de abrirse a los discursos que cobran fuerza en diversas partes de la Isla porque juntos contribuimos a esa obra coral que es la cultura. Con el acto de rechazar lo “no institucional” podríamos omitir una parte importante de lo que somos y decimos. El concurso y evento teórico del Caracol deber ser ese espacio de creación y discusión libre donde se exhiba aquello que con calidad se hace en materia de realización audiovisual.
—Podría pensarse que siendo un certamen convocado por la sección de Cine, Radio y TV de la Uneac este sea un espacio solo al alcance de consagrados artistas. ¿Por qué piensas que los jóvenes realizadores debían participar en el concurso y sesiones teóricas del premio Caracol?
—Creo ser un ejemplo, entre muchos otros que conozco en varias provincias del país, de que el Caracol no es un espacio elitista solo para consagrados. Pudiera plantearse sumar a más jóvenes, o “salirse” de La Habana en todo el sentido de la palabra, aunque también podrían ser los jóvenes quienes se atrevan, arriesguen, experimenten o propicien el diálogo.
Por otra parte, los tres días del espacio teórico han demostrado ser insuficientes; en la presente edición la crisis generada por la pandemia de la COVID-19 ha encauzado como nueva vía de socialización las plataformas digitales, experiencia que debería replicarse en los próximos años para que quienes consumen nuestras obras también formen parte de lo que antes se analizaba entre paredes. Pensar un caracol en los móviles, en tablets o un PC, debatir o polemizar con el público desde Instagram, Facebook, iVoox, entre otros soportes, en torno a lo que un jurado decidió que era lo mejor. Hacia ahí debe andar el Caracol, en la búsqueda de un camino que le acerque a los nuevos tiempos.
Siempre he creído en la continuidad. El diálogo generacional que se genera, en ocasiones, entre los pocos realizadores jóvenes y los más experimentados podría ser la piedra filosofal de esa continuidad y esa ruptura que le son inherentes al arte. Pero no lo podemos saber si no vemos al otro, si no escuchamos como lo ven los demás, si no somos capaces de ver más allá de lo que tenemos conceptualizado. ¿Cómo crecer sin interactuar? Por tanto, el Caracol debe buscar vías para crecer. No es malo que aúpe a los consagrados, —son imprescindibles—, lo que importa es que siempre encuentre una manera de ser abierto a todo lo que con calidad se haga en Cuba, porque es la única manera de perpetuarse y sobrevivir. Mi consejo a los jóvenes como yo: atrévanse, quién sabe si mañana ustedes sean los consagrados.
Varias series televisivas y coberturas periodísticas han probado el talento del joven realizador Dayron Chang./ cortesía del entrevistado.
—¿Cómo podría contribuir la AHS a que los noveles realizadores se enfrenten a certámenes como el Caracol mejor cualificados o con más posibilidades de éxito?
—La AHS no deberá carecer jamás de agudeza en sus proyecciones. En esa habilidad se sustentará su vocación para integrar, escoger, consolidar y perpetuar aquello que se quiere definir como lo mejor del arte joven. Sería iluso no pensar que lo mejor puede que también siga allá fuera. Eso le impone a la organización un espíritu de búsqueda, renovación, de contacto y apertura, que se equipare al ritmo de la creación misma; que jamás niegue la esencia de libertad que hay en el arte y el artista; y que sepa andar con los tiempos.
No le debe faltar instinto para esto —al fin y al cabo el arte tiene un poco de ese impulso natural—, pero mejor que se sustente en un pensamiento y una estrategia. Hablamos de una organización de conceptos y filosofías de vida que concomitan para dialogar, que se juntan para hacer crecer al ser humano.
Varias series televisivas y coberturas periodísticas han probado el talento del joven realizador Dayron Chang./ cortesía del entrevistado.
No es solo el artista lo que se elige. También se elige una historia, una leyenda individual, con principios y visiones del mundo que deberán encontrar en la organización vías para crecer, polemizar, revolucionar, aportar a una construcción coral más determinante que es la cultura cubana.
La AHS tiene que ser ese espacio para aprender a escuchar al de al lado, para analizar a Cuba no solo desde mi rincón vital y cercano, sino para entenderla en su profundidad a través del otro. Y qué suerte es tener un lugar de reunión, para ver nuestro arte en contexto, para saber que lo que nace en la individualidad, en el encierro de un taller; en un estudio de grabación, en el tabloncillo de un teatro, en un parque cualquiera de la isla, adquiere mayor sentido cuando interactúa con la realidad que le da vida. Y no es solo el cuadro, la coreografía danzaria, el nuevo libro, la película, es cada una de esas chispas dispersas hallando su verdadera razón cuando moviliza, contradice, embellece, cambia y enriquece lo espiritual y lo físico del entorno local, nacional y universal.
Hay una responsabilidad sobre los hombros de la AHS. Y en ello está en juego la herencia de una creación artística y una obra intelectual que nos trasciende y de la que sabremos o no si queremos o somos merecedores de formar parte. Siempre he creído que todo artista debe ser conocedor de sus raíces, y a partir de ellas trazarse propósitos nuevos. La organización debe prepararnos para momentos así, para circunstancias donde hay que tomar decisiones, para opinar en función de crecer y no de degradar, para madurar en ideas que nos lleven a concursos como el Caracol con obras y discursos que nutran a la nación. Y eso no es el logro de un día. Ese es el camino que deberá estar sembrando siempre la AHS; para ser esa coordenada en la que quieran encontrarse los jóvenes que sueñan y piensan a Cuba desde su arte, ya sea para continuidad y/o cambio.
Tal vez en los últimos tiempos cada vez eran menos los momentos de destellos, pero cuando una tropa de jóvenes artistas y escritores desembarcaba en la casa marcada con el número 41 en la calle Martí, Esther Montes de Oca, la eterna maestra de San Juan y Martínez, acopiaba todo el brillo para sus ojos ya casi grises y toda la lucidez del mundo para recibirlos con evidente alegría, como si por unas horas su cuerpo frágil olvidara que cargaba con más de un siglo de avatares.
Confieso que cuando la veía sentada en su sillón en la salita de estar pegada a la cocina no podía evitar preguntarme cómo había podido soportar por tantos años la ausencia de sus dos hijos amados, Luis y Sergio Saíz Montes de Oca. Cómo una madre, toda corazón, logra sobrevivir la muerte prematura de sus vástagos cuando, casi niños, son vilmente asesinados por la tiranía batistiana.
Los hermanos Luis y Sergio Saíz Montes de Oca junto a sus padres: el juez Luis Saíz y la maestra Esther Montes de Oca. Autor: Tomado de Juventud Rebelde.
Aquel 13 de agosto de 1957 no lo olvidaría nunca. Ese dolor terrible se instaló para siempre en cada partícula de un ser de profundas raíces patrióticas, que llena de pena consiguió entender que «morir por la Patria es vivir». Frase inmortal de nuestro Himno nacional que adquirió más sentido para Esther no solo en la medida en que los diferentes espacios de su hogar, habitados por historias de amor a una Cuba libre, se fueron convirtiendo en sitios de veneración para los hijos de esta tierra, sino, sobre todo, después de que surgiera, en 1986, la organización que empezó a portar como bandera la poesía y el testamento político de Luis y Sergio. Esa que, bautizada con sus heroicos nombres, se fundara un 18 de octubre, hace justo hoy 34 años: la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
tomada del perfil de facebook de ahscuba
Orgullosa de la obra de cientos de asociados que quiso como si todos hubieran salido de su vientre, Esther nos dejó a los 105 años de edad, sabiendo que la muerte de sus dos únicos descendientes no había ocurrido en vano. Lo más común del mundo es que les dijera: «Ustedes también son mis hijos, parte de mi ser; sin ustedes no hubiera podido vivir… Sean siempre buenos, dignos herederos…», cuando muy jóvenes poetas y narradores, músicos, pintores, cineastas, actores, bailarines, investigadores, promotores culturales… se aparecían con ramos de flores a la casita ubicada entre las calles Libertad e Isabel Rodríguez de aquel pueblo pinareño eminentemente tabacalero, para darle una vuelta y abrazarla. «Todo está bien —les insistía— cuando se da cariño, cuando se da amor… Cuiden la Patria. Hay que luchar por ella, vivir por ella. Eso honra…».
De voluntad utópica
La AHS se fundó gracias a la unión del Movimiento de la Nueva Trova con las brigadas Hermanos Saíz y Raúl Gómez García. Por tanto, se trata del cumpleaños de una organización que ha abrazado a varias promociones de artistas cubanos que comenzaron a mostrar su obra al mundo incluso mucho antes de 1986. Evolucionó como «un espacio de legitimidad para la experimentación dentro del proyecto cultural revolucionario», como asegurara el ahora titular del Cultura, Alpidio Alonso Grau, cuando esta cumplió dos décadas y el poeta se desempeñaba entonces como su presidente a nivel de país.
Mercucho se suma a los festejos por el Aniversario 34 de la Asociación Hermanos Saíz. !FELICIDADES¡#ElArteNosUne
Corría el año 2006. Entonces Alonso Grau se refirió a la significación de su ya fructífera existencia, empleando unas palabras que parecen dichas en este instante. «(…) por encima de la efeméride, lo que realmente celebramos es el triunfo de una voluntad utópica que por 20 años nos ha permitido participar de la cultura con un sentido crítico y una energía que van siendo cada vez más raros en este mundo. Un estado de vigilia intelectual que nos ha mantenido activos y fieles dentro de una vocación que hemos sabido salvar sin permitir que se extinguiera aun en los momentos de mayores dificultades. Más bien ha sido todo lo contrario: mientras más arreciaban las carencias y los obstáculos, más profundizaba entre quienes hemos asistido a este aprendizaje, la conciencia de afirmarnos en una actitud de pensamiento que nos mantuviera en alerta y a la ofensiva frente a cualquier fatalismo desmovilizador; en particular, frente a la aparente candidez con la que progresivamente ha buscado acomodarse entre nosotros el pregón desmoralizante del mercado».
Y si de algo se ha encargado la Asociación, que hasta la fecha ha convocado tres congresos, es de mantener bien activos a sus miembros. En su empeño, además, de promocionar la obra de los noveles creadores, su principal misión, se ha valido, a lo largo de estos 34 años, de intensas jornadas de programación y de reconocidos eventos distribuidos en toda la geografía nacional.
Guantánamo aporta la Jornada de la Canción Política y Titereando en la ciudad; Santiago de Cuba, el Taller y Concurso de la Radio Joven Antonio Lloga in Memoriam; Granma, encargada del ascenso al Pico Turquino, el Rock de la Loma; Holguín, las Romerías de Mayo, el Festival Nacional de Teatro Joven y el Premio Celestino; Las Tunas, Entre música y el Concurso Portus Patris; y Camagüey, el Almacén de la Imagen, la Cruzada literaria…
Ciego de Ávila organiza, por su parte, Trovándote; Sancti Spíritus, Lunas de invierno y Voces cruzadas; Cienfuegos, Al sur de mi mochila, el Premio Reina del Mar Editores y la Cruzada artístico-literaria; y Villa Clara, los festivales Longina canta a Corona y A tempo con Caturla, el Encuentro Hispanoamericano de Escritores además del Premio Sed de Belleza.
Muchas felicidades a todos los miembros de la Asociación Hermanos Saíz, a quienes la han ayudado a crecer a lo largo de…
Orgullosas se sienten Matanzas, Mayabeque, Artemisa y la Isla de la Juventud por acoger, respectivamente, el Atenas Rock, el Puente Sur, el Arte en proceso y El Mangle Rojo, entre tanto Pinar del Río se muestra feliz «enredada» con la Jornada 13 de Agosto, el PinaRock y el Pinar Hip-Hop.
Como sede nacional, el ajetreo del Pabellón Cuba es grande durante los 365 días del año. Allí, en el recinto ferial del Vedado, lo mismo tiene lugar la Feria Internacional del Libro, donde se otorgan los premios Calendario, y el Encuentro de jóvenes escritores de Iberoamérica y el Caribe, que el Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena, el festival Patria grande, los espacios Pensamos Cuba y Dialogar, dialogar, la entrega de becas y premios…
Cuenta la organización, asimismo, con cinco editoriales: Sed de Belleza (Villa Clara), Reina del Mar (Cienfuegos), Áncoras (Isla de la Juventud), Aldabón (Matanzas) y La Luz (Holguín), dirigida por el multipremiado poeta y editor Luis Yuseff, quien no se esconde para afirmar que la suya publica preferentemente a autores jóvenes.
«Alguna vez se me sugirió que yo “inventaba autores”. Ahora, pensando un poco más detenidamente en el asunto, creo que las personas que dicen eso de nuestro trabajo realmente lo que hacen es reconocer, veladamente, la eficacia de un trabajo de promoción de esos autores noveles que, de pronto, ven publicado su primer libro y a las pocas semanas su nombre puede aparecer cientos de veces en el buscador de Google… Y, si las cosas salen mejor, esos 500 ejemplares de su libro terminarán agotados en unos pocos meses, e invitados a varios de los eventos que genera la AHS para la socialización del hecho literario».
De ello pueden dar fe escritores que aunque en la actualidad ya no integren las filas de la AHS estarán enlazados a ella de por vida, como son los casos de Idiel García, quien permanece al frente de la editorial Sed de Belleza; Yunier Riquenes García, quien fundó estando en su seno, junto a Naskicet Domínguez, Claustrofobias Promociones Literarias, y de Eldys Baratute Benavides, el mismo de Marité y la hormiga loca, Cucarachas al borde de un ataque de nervios y Retoños de almendro, la selección que le pidió Yuseff para La Luz y recoge la obra de 35 voces de todo el país y de 19 ilustradores, también jóvenes.
Ellos hubieran sido como nosotros; nosotros hubiéramos sido como ellos. En nombre de la Presidencia de la Asociación…
A Baratute le encantará siempre la Asociación, porque es el lugar en el que «me retroalimento. Un sitio lleno de jóvenes, mucho más jóvenes que yo, con locuras, deseos de hacer, pero también con distintas realidades que merecen ser reconocidas. En medio de todo eso me siento feliz y trato, desde mi trabajo de promotor, de impulsarlos.
«¿Qué le debo? Mucho de lo que soy hoy como creador y como persona. En las máquinas de la Casa del Joven Creador (CJC) pasé mis primeros libros, después del Premio Calendario y la beca La Noche los lectores comenzaron a interesarse por mis textos.
tomada del perfil de facebook de Rafael González Muñoz
«En esos años descubrí la importancia de tener un buen líder, con sensibilidad, al frente de las instituciones culturales. Por eso luego traté de hacer lo mismo con los jóvenes con talento que se acercaban a mí.
«¿Qué le falta? Mucho, muchísimo. Y cada día le faltará más, teniendo en cuenta que cada generación de jóvenes es distinta a la otra, y que no podemos seguir perdiendo terreno frente a la banalidad, el facilismo y la acefalia. Tenemos que ser brujos, inventar varitas mágicas, diseñar sombreros con conejos, todo lo que haga falta para subvertir los patrones seudoculturales y para eso tenemos/debemos estar más cerca de los que se hallan lejos de los círculos de artistas y no vienen a nuestras instituciones, estamos obligados a salir a las calles y traerlos».
Gracias al Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez y al Viceprimer Ministro Roberto Morales Ojeda, por…
Otro guantanamero, Daniel Ross, es de los que no esconde su satisfacción por haber sido el primero de los que estudiaban en la Academia Profesional de Artes Plásticas, en unirse a la organización, «que me atraía porque todo el tiempo intentaba mezclar las diferentes manifestaciones en sus actividades. Me encantaba aquella mezcolanza. Veía a la AHS como una gran mesa donde me podía servir libremente lo que quería y necesitaba. Y me nutrió muchísimo. Bueno, todavía lo hace, ofreciéndonos siempre esos espacios diversos para crear, para participar como artistas».
Hermanados en llanos y montañas
Hubo un momento alrededor del año 2011 en la vida de Indira Fajardo, actual presidenta del Instituto Cubano de la Música, en que se convirtió en toda una «experta» alcanzando el Pico Turquino, en representación de sus compañeros de la sección de Crítica e Investigación.
tomada del perfil de facebook de ahscuba
«Recuerdo que la primera vez, que se escogió la ruta de Granma, fue demoledora. Tuvimos que caminar ocho kilómetros por carretera desde el campamento de pioneros hasta Alto del Naranjo; un recorrido que usualmente se hace en camión, lo cual sumó un deterioro prematuro a nuestros cuerpos «vírgenes» todavía. Para colmo, parte del descenso hacia la Aguada de Joaquín, tras admirar el busto del Maestro que señorea en el cielo, hubo que enfrentarlo de noche y bajo la lluvia, así que las caídas eran bastante seguidas y solo podíamos avanzar alumbrándonos con celulares y adivinando las barandas a cada lado. Quien las veía primero gritaba: “¡baranda derecha!” o “¡baranda izquierda!”. Llegamos con un hambre tan rabioso que nos comíamos lo que se nos pusiera delante.
En su empeño por promocionar la obra de los noveles creadores, la Asociación convoca intensas jornadas de programación y eventos como las prestigiosas Romerías de Mayo.Foto:Juan Pablo Carreras/ACN.
«Con esa experiencia debía haber rechazado la propuesta cuando me convocaron por segunda vez, mas no dudé ni un segundo. Tampoco la tercera… Y es que no he querido perderme por nada del mundo esta iniciativa de la Asociación que persigue, sobre todo, propiciar un encuentro cercano entre jóvenes escritores y artistas de todo el país, que además nos conecte como generación, no solo con la cultura más auténtica, sino también con nuestra rica historia.
«En lo personal, observar con los ojos del corazón al Martí de la cima de Cuba es también saldar una deuda que había asumido conmigo misma en el orden familiar. Mi bisabuela ayudó a Celia Sánchez a esconder ese mismo busto antes de llevarlo a la Sierra. Por ello para mí se trata también de rendirle un tributo diferente al Apóstol iluminado, a quien siempre contemplo en espera de alguna sabia señal».
tomada del perfil de facebook de ahscuba
A una cantante ya reconocida como Annie Garcés le parece genial que exista una organización que agrupe a artistas jóvenes. El primer regalo que recibió de ella fue convidarla a escalar el Pico Turquino, «una experiencia inolvidable que me descubrió unos nuevos amigos supertalentosos, que están diseminados por toda la geografía nacional entregando su arte maravilloso. A mi regreso opté por la beca El reino de este mundo, un proyecto de DVD, que recogería un concierto de canciones interpretadas por mí pero escritas por jóvenes compositores, y otra vez recibí un apoyo inmenso… Como si fuera poco, luego me convocó para que me sumara a otros intérpretes en el video de Con un poco de amor, de Silvio Rodríguez, tema con el que saludamos el aniversario 30. Así comenzó mi camino y desde ese primer año resultó tan intenso que me asustó».
El artista camagüeyano de la plástica Leonardo Pablo Rodríguez Martínez la considera su segunda casa. «Mi otra gran familia. La AHS ha sido un ancla y un peldaño fuerte en mi carrera. Me ha ayudado mucho, al ofrecerme las posibilidades de realización, de crecimiento, de superación, que no he encontrado en ninguna otra parte. En la AHS puedo decir que estoy en el lugar correcto», dice.
tomada del perfil de facebook de ahscuba
Frank Martínez Oliva también le estará eternamente agradecido, asegura, «por su apoyo constante y por contribuir a hacer realidad aquel sueño de recoger parte de mis creaciones en un soporte que me sirviera para promocionar mi obra», confiesa este joven nacido en Contramaestre que llegó a la trova por medio de la poesía y por las necesidades espirituales que en él potenció la entonces muy activa célula de la organización de vanguardia de los noveles artistas y escritores en aquel municipio de Santiago de Cuba.
tomada del perfil de facebook de ahscuba
Intensa forma de vida
Fue su propia madre quien se lo entregó a Freddy Emir Tejeda, líder del proyecto Baúl del Trasgo, de la Casa de Cultura de esa parte de la ciudad de Cienfuegos que todos llaman la CEN (Central Electronuclear) —devenido luego en el grupo Teatro de la Fortaleza comandado por Atilio Caballero—, antes de que el mismo actual presidente de la Asociación se probara, por ejemplo, en My Clown, donde no solo actuó sino que escribió sus primeros versos, para ver si su pequeño conseguía lo que ella no pudo: adentrarse en serio en el universo del arte. Así se encontró con la escena Rafael González Muñoz, el autor de Por el terraplén, Federico y María, Un reino medio(ocre), Medea en el jardín, La cocinerita adorada. Breve historia de Clarita Mazorca…, egresado de Teatrología y Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte.
Instructor de arte de alma, González Muñoz se unió a la AHS en 2009 «en un momento en que se gestaron muchos proyectos que marcaron la labor de la organización en la Perla del Sur. Recuerdo la peña Con jugo de tamarindo, centrada por Pharos Teatro, en el barrio de Reina, donde hallé la complicidad de Frank Armando Pérez Aguado (el payaso Colorete), quien conduce los pasos de la Asociación en el territorio; de Niurbis Santomé Cudeiro (Chispita)… Yo era Pito Pito…», rememora quien ya fuera elegido vicepresidente nacional en el 2do. Congreso.
Este 18 de octubre la Asociación Hermanos Saíz cumple 34 años, una organización integrada por creadores que representan la vanguardia intelectual y artística, quienes creen, a conciencia, que la belleza y el arte engrandecen la vida/ La AHS, en el Pico Turquino. FOTO: Raúl Pupo.
«Cuando llegué al Pabellón Cuba, sede nacional de la AHS, traía el conocimiento de cómo funciona la organización en una provincia, lo cual constituyó una ayuda enorme a la hora de llevar adelante esta nueva responsabilidad… Te aseguro que la AHS ocupa un lugar muy especial en mi vida, siempre bien cerca del corazón. En ella no se puede estar, no puedes permanecer impasible cuando te encuentras rodeado de creadores que han nacido con el arte en vena. Para mí ha significado asumir un enorme compromiso con la obra colectiva de muchos. Es una organización que encontró en “Hermanos Saíz” su denominación ideal. Nosotros todos constituimos una gran hermandad de arte, acción y amor, que ha tomado como símbolo, como paradigma, el legado que nos entregaron Sergio y Luis.
tomada del perfil de facebook de Rafael González Muñoz
«Una hermandad que intentamos que esté integrada por artistas de corazón que a su vez sean buenos seres humanos, quienes hacen de los eventos y jornadas de programación de la AHS una intensa forma de vida».
Como parte de las actividades en saludo al aniversario 34 de la AHS, y en el contexto de la Jornada por el Día de la Cultura Cubana, se presentan las cápsulas promocionales bajo el nombre de Perspectivas, realizadas por el periodista Edelman Henriquez Pons y resultado de la beca de creación El Reino de este Mundo.
En medio de la crisis sanitaria generada por el nuevo coronavirus, el legado de Antonio Lloga encontró nuevamente respaldo en una joven generación comprometida con la radio y sus rutinas.
La filial santiaguera de la Asociación Hermanos Saíz, rectora del taller y concurso en memoria del Hombre Radio, este año se ajustó al actual contexto diseñando un programa online con gran impacto en las plataformas digitales y variadas iniciativas que sustentaron el principio de seguir premiando historias, innovación y sonidos.
Entre las novedades, muy bien asimiladas por un público heterogéneo, podemos citar la serie Antena Este, el Noticiero Lloga 2020 y el Boletín Volante sonoro.
Tras varias jornadas pensando la radio, desde la experimentación, el podcast y el paisaje sonoro, así como el homenaje a personalidades e instituciones, se hicieron públicos los resultados de las mejores obras en competencia, dando por concluido el evento.
“No fueron pocas las experiencias acumuladas y que sin dudas tributarán al perfeccionamiento del encuentro de Juventudes en venideras etapas”, según destaca Yasmani Herrera Borrero, coordinador del comité organizador del prestigioso evento.
«Creo que las actuales condiciones han permitido la superación del evento sobre todo para el comité organizador; poder lanzar el «Lloga» de manera online, irnos acomodando a las circunstancias excepcionales y buscar soluciones en el momento, llevar adelante lo que teníamos planificado de manera exitosa; que pudiéramos conectar la red de jóvenes radialistas del país fue un gran reto”, comentó al Portal del Arte Joven Cubano Herrera Borrero.
También explicó que “construir un equipo de trabajo que entendiera el evento como una necesidad y renovarlo en lo que debe ser la radio nueva, y que además esa visión fuera ser parte de los participantes en el «Lloga», es una de las grandes ganancias alcanzadas”.
“Poner un formato como el podcast en la mirada de los radialistas más jóvenes es también un impulso a lo que necesita la radio en Cuba. Esta cita nos ha permitido que podamos llevar de la mano las dos variantes. Tener un programa online y presencial cuando se pueda. Creo que la radio también puede hacer eso pues tiene la posibilidad de hacerse presencial.
“Además, hace falta que le hable en el oído a las personas, que se parezca a los tiempos que van corriendo, que sea intermedial, dinámica, que nos permita hacer periodismo de mochila, que construya un relato a partir de las experiencias de las personas y de eso hablamos cuando nos referimos a experimentación radial. Ese es el reto, y me parece muy bien que sea el «Lloga» el que comience ese camino.”
Noticieros, espacios audiovisuales, sin perder la línea renovadora que necesita un evento de este tipo, colmaron el programa virtual del «Lloga». Ojalá que en la 31 edición nos ofrezca el privilegio de vivir jornadas de polémicos debates, donde podamos ver el mundo gracias a la magia del sonido.
Es incansable, nadie lo duda. Zenaida Costales Pérez* junta los espacios de su realización personal y profesional entre los indescriptibles ambientes de una cabina radial, un aula universitaria o la tribuna de un evento académico o gremial. Su alta dignidad científica no le ha hecho olvidar su esencia de reportera. Amante del relato, sigue buscando los sonidos del país, quizás sin percatarse que poco a poco esa labor se va convirtiendo también en patrimonio del rico bregar de la radio en Cuba.
El contexto pandémico –sobran las explicaciones– ha evitado que esta entrevista pudiera desarrollarse en un estudio radial o en algún resquicio de lo que prometían ser las intensas jornadas de trabajo del Festival Lloga. Media un cuestionario que bregó entre sinuosas rutas digitales, pero la maestría pedagógica salda nuevamente el infortunio de las distancias.
El Festival y Concurso Antonio Lloga In Memoriam, en su edición XXX aniversario, se privilegia al sumarla a las sesiones teóricas, a la vez que le reconoce con la Distinción “Maestra de la Radio”. Compartimos las respuestas de la “profe” Zenaida a la espera de que en otra cita de la radio joven se materialice el abrazo prometido.
tomada del perfil de facebook de zenaida costales perez
La enunciación en distintos escenarios del concepto de la “radio joven” implica la lógica aparición de un sintagma antagónico. De asumirlo Zenaida Costales de ese modo, ¿cree que se contraponen o coexisten en Cuba una radio joven y otra vieja? ¿Cómo se imbrica esta noción con su sentencia de que “estamos asistiendo a la construcción de una nueva radio, la que nos hace falta, una radio que se parezca a nuestro pueblo”?
Los recorridos teóricos de la radio junto a la multimedialidad de su nueva narrativa sonora conducen a replantear al medio radiofónico en la convergencia de sus lenguajes, donde el quehacer de la “Nueva Radio” irrumpe como un paradigma, un cambio de ruta que exige nuevas competencias profesionales, rutinas productivas y supera la tradicional estructura organizativa lo cual implica un cambio en la mentalidad, una nueva cultura de trabajo que fomente roles en función de la producción comunicativa diferenciada y la generación de contenidos en varias plataformas.
En el escenario mediático radiofónico cubano conviven la radio tradicional y la emergencia de una nueva radio. Cada una aporta lo mejor de sus prácticas. Asistimos a una forma de gestión emergente con las capacidades necesarias para afrontar las demandas mediáticas radiofónicas contemporáneas. Algunos puntos a favor de esta práctica podrían encontrarse en la gestión de los contenidos y en el fomento de la interactividad y las relaciones de producción al interior de cada medio que permite, por decirlo de alguna manera, mantener una agenda unida y coherente dentro de un amplio espectro.
La lupa debe situarse en la realidad cubana y en sus demandas informativas. En ese contexto la penetración de Internet y el acceso a la información segmentan a las audiencias, que ya no solo estarían en diversas plataformas, sino que tendrían una base práctica para emitir criterios y participar de las propuestas de comunicación. El medio que no esté preparado para afrontar ese desafío quedará desfasado y cederá ese espacio frente a otras propuestas.
tomada del perfil de facebook de zenaida costales perez
Algunos suponen que la experimentación en el ámbito de la radio se concreta en la inmersión de las producciones radiales en Internet, no obstante, usted ha insistido en distintos espacios gremiales y académicos en la necesidad de un cambio en las estrategias discursivas, las competencias profesionales y la narrativa radial en un contexto de migración de las audiencias hacia otros escenarios comunicativos y mediáticos. ¿Puede aportar otras dimensiones respecto a esta problemática?
Creo firmemente que la radio tiene cada vez más que tender al Arte. Ello es una certeza. Esos sonidos, más que nunca, son también patrimonio y memoria de las culturas. Por ello considero que otra dimensión importante para la radio es el uso de sus archivos sonoros, como auténtica marca del tiempo. Ellos reafirman sus usos sociales, políticos, y hasta de entretenimiento. Se han convertido, además, en una fuente de datos sobre la historia, la cultura y la sociedad, y para saberlos emplear se necesita no solo competencias profesionales, sino narrativas sonoras inteligentes para los nuevos escenarios comunicativos que están en los móviles, en las tabletas…
Entre tales desafíos y certezas se redefine la radio, que asume el influjo de paradigmas, tendencias y cambios, auténtica reivindicadora del uso de las sonoridades de nuestras realidades con urgentes reconfiguraciones.
Zenaida Costales une la pasión por la radio y la enseñanza. Tomada de la página web de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
En esa búsqueda constante para registrar y transmitir las sonoridades del país usted ha encontrado, y cito: “un vacío de relatos en Cuba”. ¿Puede identificar algunas causas? ¿Qué papel tiene la formación de los jóvenes radialistas en transformar esa realidad?
El relato está en nosotros mismos aunque a veces no lo vemos. La gente aprendió a mirarse y pocas veces a escucharse. Obviando así la significación de la oralidad. Las sonoridades son imágenes donde están los dolores de la sociedad, la alegría de la gente. Hay que habitar en ellas para poder contarlas. Los jóvenes tienen la alta responsabilidad de aprender a mirar a través de los sonidos… Entrenar la imagen sonora que habita en sus sentidos. Y para ello deben asumir lo escrito hace algún tiempo por el francés Eugene Enríquez:
“El relato, oral o escrito, es en principio la expresión de un ser vivo, que se reconoce como tal, que narra sucesos, que evoca su experiencia, sus sentimientos, sus emociones de manera concreta, que habla de su universo social y que envía un mensaje cuyas claves entrega a los otros. Si está bien construido, si es capaz de despertar la imaginación y hacer soñar, hechizará a quienes lo escuchen, pues los hará salir de sí mismos y los invitará a un viaje imprevisto e imprevisible…”
En un reciente artículo publicado junto a Lys Máriam Alfonso Bergantiño, en la revista Cuestión titulado “La radio: vacuna sonora contra la Covid-19 en Cuba”, destaca el resurgimiento renovado de la radio cubana en esta nueva coyuntura sanitaria a partir de la imbricación entre las radios comunitarias y las emisoras nacionales, la presencia en Internet con audio real y el aumento de la audiencia. ¿En qué medida estas circunstancias resulta un punto de inflexión en ese proceso de resurgimiento de la radio cubana?
La credibilidad de la radio y su capacidad para generar empatía con los oyentes son algunas de las razones que han permitido que durante estos meses de pandemia las escuchas lograran un aumento significativo. Así lo han descrito diferentes investigaciones, no solo cubanas. Y es precisamente esa sensación de acompañamiento, complicidad y cercanía de la radio, la que hace que en situaciones de crisis esté presente.
En Cuba, durante desastres naturales que con frecuencia azotan la isla, como ciclones y huracanes, la radio ha sido la única vía para mantenerse informado. Y ahora, en medio de la situación generada por la Covid-19, se reinventa y amplía sus ondas para participar junto a la ciudadanía en el enfrentamiento a esa enfermedad.
Para la profesora Zenaida Costales la radio cubana se reinventa y amplía sus ondas para participar junto a la ciudadanía en el enfrentamiento a la Covid 19. Tomada del sitio www.envivo.icrt.cu
Completo la respuesta acotando la última conclusión del artículo citado por usted y de mi autoría junto a Lys Máriam Alfonso:
“Los realizadores y periodistas de la radio, desde sus casas, llevaron la información oportuna a la audiencia, matizada con ruidos ambientes e historias de resistencia personal. Radio Rebelde encadenó a la mayoría de las emisoras del país para garantizar la información, Radio Reloj informó minuto a minuto, Radio Progreso retomó antiguas radionovelas y dramatizados, Radio Enciclopedia transmitió sosiego con la música instrumental, Radio Taíno y CMBF se encargaron de las manifestaciones artísticas. Las emisoras provinciales y municipales cumplieron el propósito de llevar el relato de sus comunidades al discurso país, de permanecer al lado de los oyentes, especialmente, en los escenarios más difíciles. Sin dudas, junto a los médicos, héroes indiscutibles de esta contienda, la comunicación social destaca como vencedora en la cobertura mediática a la pandemia”.
“La radio cubana, en especial, reivindica su espacio en la preferencia durante situaciones de crisis, desastres o emergencias. Reafirmó en estos meses de #QuédateEnCasa su vocación de servicio, su capacidad para orientar, informar y entretener pero, sobre todo, su don para acompañar, transmitir confianza. Entonces, qué suerte, ¡Tenemos Radio!”
Usted ha sido reconocida por su entrega pedagógica en la formación de nuevas generaciones de periodistas y radialistas, a lo que se suma el reconocimiento en esta edición del Festival Antonio Lloga In Memoriam. ¿En estas circunstancias que han dinamitado los procesos tradicionales de enseñanza, cuáles son los métodos que ha encontrado Zenaida Costales para continuar con esta labor?
La enseñanza del periodismo radiofónico se convirtió para mí en un ejercicio pedagógico trascendental como herramienta del discurso contemporáneo por excelencia: Seducción, espectáculo, imaginario lúdico, posibilidades de apropiación y construcción de discursos, con el desarrollo y expansión de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), pasaron a ser los caminos para una teoría-práctica transformadora, involucrada directamente con la realidad circundante. La potenciación del relato sonoro, su construcción dramatúrgica (que incluyó el papel del docente en la concepción y puesta escena de la clase) y la innovación individual y colectiva para enfrentar la transformación social, se convirtieron en modos y medios experimentales de la experiencia pedagógica.
Para la profesora Zenaida Costales la radio cubana se reinventa y amplía sus ondas para participar junto a la ciudadanía en el enfrentamiento a la Covid 19. Tomada del sitio www.envivo.icrt.cu
Relatos y autorelatos realizados en clases, escritos y orales y desde un enfoque radiofónico propiciaron amplios debates teóricos y prácticos sobre aspectos de la realidad con intencionalidad pedagógica. Se privilegió el quehacer práctico y la evaluación individual y colectiva de los resultados con una amplia participación de las docentes junto a los estudiantes, y se registró en soporte digital gran parte de los procesos.
El convertir al espacio docente en un escenario de reconocimiento y autorreconocimiento, de cara a la realidad contemporánea, con un carácter altamente inclusivo, permitió elevar la autoestima de los estudiantes y potenciar el espíritu movilizador-transformador consciente hacia su realidad.
tomada del perfil de facebook de zenaida costales perez
*Doctora en Ciencias de la Comunicación (2010), profesora titular de la Universidad de La Habana. Miembro de la Comisión Nacional de la carrera de Periodismo. Periodista con más de 25 años de experiencia de la plata Matriz de la red nacional de emisoras de Cuba, Premio al Mérito Periodístico otorgado por la Radio Cubana. Actual Vicedecana de Postgrado, Investigación y Relaciones Internacionales de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Línea de investigación: “Lenguajes y discursos de la información y la comunicación.”
Estábamos reunidos y no era muy informal la cita, estábamos como de costumbre en ese sitio de Luz, conversando con Luis Yuseff sobre cómo queríamos, los más jóvenes, en calidad de espectador, que fueran a partir de ahora las peñas de literatura que celebramos cada semana en los espacios habituales: Abrirse las constelaciones, Oda a la joven Luz y el más reciente Entrada de emergencia, con la intención de darle un enfoque más entretenido por los que apuestan por escuchar literatura y para que de cierto modo, tuviera más adeptos que de costumbre. Lo cierto es que todos los planes de estrategia de promoción cultural que nos hemos estado trazando hasta el momento en las redes van teniendo muy buena acogida en cuanto al alcance de las publicaciones, las interacciones y los registros de visita, gestión que realiza Lilian Sarmiento, una desenfadada y moderna estudiante de Periodismo que conjuga sus estudios con la estancia casi diaria dentro de las actividades que prepara también el equipo creativo de la editorial.
Fotografías: Héctor Ochoa
Tal parece que este propósito se transmite de manera natural en esas vidas que alimentan su rutina con versos, y porque la sensibilidad es una manera de ser y otra forma de ver la vida. Así irrumpe de pronto en nuestra oficina Artemio Vigueras, un hombre tan cortés como sus principios, y nos habla con profunda pasión de sus deseos de conjugar la música electrónica con los textos en las voces de los más recientes poetas publicados bajo nuestro sello editorial. DJ Arte, como es conocido en el gremio, tiene 32 años y no para de soñar como productor de actividades en el Centro de Arte, o como miembro del Laboratorio Nacional de Música Electroacústica: la poesía me viene de la música y viceversa, de Lorca, de Alejo Carpentier, de Nicolás Guillén, en el caso de ustedes (refiriéndose a las nuevas voces de la poesía en Holguín) es la frescura de una poesía que dice mucho de mi tiempo, textos que me inspiran melodías, y zonas de confort para mi creación.
La música electroacústica que desde sus inicios ha sido netamente experimental, surgió a través de experimentos entre musicólogos e ingenieros de sonido, pero lo que estamos trabajando ahora son ondas electrónicas que se modulan a través de sintetizadores virtuales, porque también existe la modulación electrónica en sintetizadores físicos, analógicos que trabajan solos y se escuchan solos, pero principalmente en nuestro país que no disponemos de muchos equipos se trabaja con computadoras y softwares. El software que trabajo Ableton Live, sirve para producir música y reproducirla en vivo.
Fotografías: Héctor Ochoa
Hay dos tipos de expresiones de música electrónica: el DJ de sala, el que mezcla que tiene también un arte, una forma de expresión para el club para bailar, es el ejercicio de la mezcla en vivo, de música preelaborada, una sesión creativa, algunas para entretener y otras para el culto de la propia música electrónica, por tanto este proyecto que estamos defendiendo es más de producir música en vivo se llama Live At, presentaciones logradas a través de este programa, clips patrones sonoros que van desde la percusión, la armonía, un sintetizador, una estructura que puede durar alrededor de una hora y se van intercalando con el controlador de ese programa que da la posibilidad de trabajar en vivo y estructurar una sesión logrando con esto una sesión puramente creativa con la incorporación en este caso de las voces de los poetas, de los cantantes…
DJ Arte desde el 2013 ha tenido un trabajo consolidado con la EGREM y ha estado trabajando en los centros culturales de la propia entidad, Casa de la Música, Centro Cultural Bariay, haciendo mezclas en vivo, en la AHS también se ha presentado, pero sus proyectos más inmediatos tienen que ver con escenas que conjugan artes visuales, literatura. La acogida en las salas indican el termómetro de una idea que va marcando la diferencia, el concepto mismo.
Aquel día, en la hora gris sobre las cinco de la tarde para ser más exactos, en un espacio tremendamente bohemio
Arrastramos la poesía por la ciudad, desmenbrándola
lo que inquiero / ya no le llaman ciudad / pero la busco igual
mira la cicatriz por donde sangro / es pura analogía
no duermo más sola / me repito
Yo no sé qué tiene este hombre que te deja soñar, que pone en los versos la música que quizás les falte, que termina la estructura con un sonido que el poeta lo consume en silencio. Yo no sé, quizás él tampoco sabrá, todo es cuestión de tiempo y ensoñaciones.