Fidel


¡Más vivo que nunca!

…Al que sirvió a sus hermanos, al que dejó la comodidad impura por el peligro creador, al que puso de raíz a su tierra y dio a su pueblo el derecho de codearse con los hombres, se le quiere, como a cosa de las entrañas, se mima su recuerdo, se le hace hueco en nuestro asiento, se le abre para que por él se entre nuestro corazón.

José Martí.

Resuenan los acordes de la guitarra y se escuchan las voces de aquellos que le cantan a la isla de Fidel, pinceles y carboncillos se deslizan por el lienzo para bocetar la sonrisa serena y el rostro sabio de quien ni la muerte puedo arrancar del corazón latente de cada cubano. Las palabras brotan de la pluma del poeta que sobrevuelan una vez más las plazas que su oratoria inundó, recorre nuevamente tus caminos, surca los mares buscando tu figura y la encuentra viva entre la gente.  

Volvió el gigante de barba blanca, el timonel de nuestra gesta, el líder incuestionable, el martiano por convicción, el guerrillero soñador; volvió Fidel para juntar a un pueblo agradecido, continuador de su pensamiento y que hoy lo rememora en cada uno de sus logros y retos.

Cantata dedicada al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Terraza Arte Joven de la AHS/ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

A cuatro años de su desaparición física, Fidel continúa rompiendo las fronteras de su tiempo para vivir eternamente en cada niño que nace sin la inquietud de cómo será su vida al crecer; en cada joven que ingresa de forma segura y gratuita a una universidad; en cada médico que arriesga su vida en tiempos de crisis; en cada artista creador comprometido con su obra y protagonista de su tiempo; en hombres que defienden bajo cualquier circunstancia a esta nación independiente, una Patria que se construye orgullosa e indoblegable con nuestra verdad e ideales.

Con tributos y ofrendas de amor desde el Camagüey legendario se multiplican sus fotos admirables en el podio, en la trinchera, en el deporte, en la salud, en los campos de caña o con un simple casco de constructor. Los jóvenes creadores celebran su vida –sin lamentos por su pérdida– porque Fidel no se ha ido, está hoy más presente que nunca, porque no hay cabida para la muerte cuando la meta es Cuba, y esta Cuba es el reflejo de Fidel.

El trovador Pedro Sánchez Zapata en la clausura del VIII Festival de Trova Canto a Dentro, dedicado a la vida y obra del eterno Comandante en Jefe./ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

Fidel Castro fue un baluarte en el impulso de las amplias garantías que tenemos las nuevas generaciones, bondades que se edificaron sólidamente con la Revolución y las ideas que nos inculcó desde 1952. Ejemplo y guía permanente para las más disímiles generaciones, donde el arte, la cultura y sus hacedores siempre calaron y prevalecieron en los peldaños más altos de su pensamiento, vida y proyecto social.

Hablamos de un hombre que hasta el fin de su existencia siguió siendo joven por sus ideas, por su espíritu revolucionario y por su perenne voluntad de transformación propia, por estar siempre alerta ante cualquier manifestación de quebranto de la independencia nacional.

Desde el canto, el óleo, la poesía y la música, los miembros y artistas de la filial principeña de la AHS ofrecieron respeto y homenajearon la vida de quien redimensionó el papel de una juventud comprometida con el arte y la cultura de la nación.

La velada en la Terraza Arte Joven de la Casa del Joven Creador de la provincia, contó con la participación de trovadores de Las Tunas, Granma, La Habana, Guantánamo, Santiago de Cuba y de Camagüey, y con ella concluyó la VIII Edición del Festival de Trova Canto Adentro, un evento que estuvo dedicado a la vida y obra del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y al personal de la salud que enfrenta los avatares de la Covid-19 en el país y en el mundo.

Jesús Pérez y Daniela de la Caridad, jóvenes tuneros, cantaron en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domench a los estudiantes, profesores y personal de la Salud./ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

Cuatro noches de Festival cargadas de sentimientos donde artistas como los camagüeyanos Harold Díaz y su grupo Punto de Giro, Reinaldo Rodríguez, los Dúos Dulce Capricho y Mi otra Mitad, el santiaguero Pedro Sánchez Zapata, el habanero Jorge Kamankola, Miguel de la Rosa, del Proyecto La Trovuntivitis, los tuneros Jesús Pérez y Daniela de la Caridad, entre otros, demostraron que la memoria se mantiene despierta en cada rinconcito de esta isla antillana que aún recuerda con orgullo las palabras de un titán, pronunciadas un 25 de noviembre, pero del año 1959, a los 82 expedicionarios del yate Granma: “si salimos llegamos; si llegamos, entramos y si entramos, triunfamos.”

Jesús Pérez y Daniela de la Caridad, jóvenes tuneros, cantaron en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domench a los estudiantes, profesores y personal de la Salud./ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

El destino quiso que ese mismo día, pero 57 años después, gran parte del mundo llorara su partida, pero con la absoluta certeza de que no hay un adiós ni un final para uno de esos hombres que brillaron con luz propia y que será siempre el guía y creador de una gran obra de arte del siglo XX, que es la Revolución cubana

 Fidel depositó toda la confianza en los jóvenes porque la Revolución la hizo siendo joven. Confió hasta el último momento en las nuevas generaciones, en su rebeldía, en su deseo de hacer, de crear, y es hoy lo que nos toca defender; porque somos escudo y espada de esta nación y desde la cultura seguiremos dando el apoyo necesario para y por la Revolución que tanto amó.


Por la cultura, por Cuba, la AHS siempre acompañará

*Palabras del Vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz a propósito del Día de la Cultura Cubana

Compañero Alpidio Alonso Grau, Ministro de Cultura

Queridos compañeros:

Es un altísimo honor estar aquí en esta celebración dentro de la Jornada de la Cultura Nacional, acompañando este justo reconocimiento a figuras imprescindibles para el imaginario espiritual de la nación. Todos los distinguidos hoy son maestros, son la savia que nutre y sustenta el proyecto soberano de país que desde aquel 1868 venimos defendiendo sin reposo.

La cultura cubana recuerda hoy con alegría aquel hermoso 20 de octubre en que, por primera vez, se entonaron en la recién liberada ciudad de Bayamo las notas del Himno Nacional de Cuba. A la clarinada heroica del 10 de octubre, la siguió el gesto hermoso de un pueblo cantando su libertad.

Las naciones son más que el espacio físico que ocupan. Son imágenes, lealtades, emociones. Ser cubano, nos decía el gran Fernando Ortiz, es amar y aceptar todo lo que hace de lo cubano una condición en sí. Es asumir las glorias y aspiraciones de un pueblo y amarlo y defenderlo en cualquier lugar en que se esté.

El proyecto imperial que nos adversa, sabe que la forma más efectiva del desarraigo y la derrota es aquella que vacía al ser humano de las raíces que lo fundan: quitarnos lo cubano y llenarnos con la vacuidad que promueven las industrias culturales hegemónicas, cambiar el culto a Martí por el culto edulcorado a héroes cinematográficos vacíos, aceptar el anexionismo, el pasado, como único destino posible, asumir la heroica resistencia de más de 60 años como un absurdo, arriar todas las banderas que hemos defendido por la promesa del consumismo, que no es más que la expresión máxima de la enajenación y la soledad del individuo contemporáneo.

Hoy el mundo está viviendo tiempos difíciles. Las derechas asesinas han vuelto al poder en numerosos países de nuestro continente y se prestan al juego sangriento e inhumano de rendir por hambre a la hermana República Bolivariana de Venezuela, como desde hace décadas se prestan al de rendir por hambre a la Revolución cubana. El mayor imperio de la historia vive una etapa de tensión social inédita desde los años de la guerra civil, y en el proceso, canaliza todo su odio contra las fuerzas progresistas del continente y el mundo. Su poderoso aparato militar y de manipulación de la conciencia está enfocado en subvertir y desmontar los procesos que de una forma u otra cuestionan su predominio. Por si fuera poco, una pandemia ha venido a trastocar la normalidad establecida, llevándonos a cuarentenas, aislamientos y nuevas normalidades, planteando retos inéditos para el mundo y para Cuba.

La agresividad contra los intelectuales y artistas que, valientemente, respaldan a la Revolución cubana y su obra va en ascenso, alimentada por los mismos intereses históricos y por la desesperada campaña electoral de un magnate.

Ante el odio, erigimos la certeza de que los artistas e intelectuales verdaderamente valiosos, dentro y fuera de la isla, permanecen al lado de la Revolución. Son a esos a los que ponen en espurias listas y a los que amenazan y sabotean constantemente. Pero nuestros artistas cuentan con un arma inigualable, con el arma que ha sustentado las luchas de un pueblo durante generaciones: la vergüenza. Con la vergüenza respondió el Mayor General Ignacio Agramonte, cuando en una de las desesperadas jornadas de la Guerra de los Diez Años, alguien le preguntara con qué contaba para continuar la guerra. La vergüenza de las mujeres y hombres de bien, de los mejores artistas e intelectuales, es nuestra mayor garantía de continuidad.

Ante este panorama, la batalla que debemos librar como nación ya no es solo económica, sino que es también una batalla de símbolos. Es la batalla por un universo de representaciones. Por qué modelos de ciudadano y de nación queremos para el futuro. Es también la batalla por qué arte debemos privilegiar.

Todos los aquí reunidos y muchos más, muchísimos más, edifican con su labor cotidiana, con las ideas y la belleza que constituyen sus obras, esa defensa esencial, primera, que debe edificar cualquier pueblo contra la avasalladora ola neoliberal. Y lo hacen sin renunciar al pensamiento crítico, ese que, desde el compromiso, no duda en denunciar todo lo mal hecho y cambiar todo lo que debe ser cambiado.

Soy de los que cree, firmemente, que en la cultura se decide hoy el destino de nuestra nación. Que es la cultura, como nos indicara Fidel en múltiples ocasiones, lo primero que hay que salvar. Defender nuestra cultura es defender la Revolución, ese hecho cultural superior, como lo definiera el Presidente Miguel Díaz-Canel. No importa que tengamos la propiedad sobre los medios de producción fundamentales, que demos la pelea a brazo partido contra el poderoso enemigo que nos persigue y ataca, si descuidamos por un segundo el necesario proceso de formar, permanentemente, a todo un pueblo en lo bueno, en lo bello y en lo justo. El socialismo no es una utopía, es el único camino posible ante el absurdo del capital. Como advirtiera hace más de un siglo Rosa Luxemburgo, el dilema hoy sigue siendo entre socialismo o barbarie.

Ayer, 18 de octubre, celebrábamos el aniversario 34 de la Asociación Hermanos Saíz. Todos los jóvenes de esta organización, la juventud toda del país sabemos el inmenso deber que pesa sobre nuestros hombros y aceptamos gustosos el reto de permanecer y continuar la obra de los que aman y fundan. Es un gran deber también el de continuar por la senda que ustedes han abierto.

¡Feliz Jornada de la Cultura cubana para todos!

¡Muchas felicidades por el merecido reconocimiento!

¡Abrazos grandes!

¡Muchas gracias!


En Granma, fiesta virtual de pensamiento científico

A 152 años de la interpretación por vez primera del Himno Nacional, aquel 20 de octubre, sobre los adoquines de la otrora Plaza de la Iglesia Mayor San Salvador de Bayamo (hoy Plaza del Himno) llega la Fiesta de la Cubanía. El año 1994 marca la génesis del festejo de cubanía, a propuesta del entonces Ministro de Cultura Armando Hart Dávalos, con motivo del histórico suceso que marcaría para siempre la historia de la Patria.  

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Eusebio Leal, nuestro Maestro de Juventudes

Sus pasos se sentirán siempre en su Habana. La voz pausada, la capacidad para convertir sueños en realidades gravitan en esta urbe de retos y esencias. Hoy cumpliría 78 años de edad ese hombre tremendo, que logró un estilo tan propio como intelectual y ser humano, ese Quijote humilde que despertó el cariño de millones de personas en gran parte del mundo, pero especialmente en su Cuba, en esta ciudad por la que tanto hizo. Eternamente habrá sábanas blancas para él, en el alma de este pueblo, que lo deberá evocar y querer siempre.

Eusebio, Maestro de Juventudes de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), nos hablaba a los jóvenes creadores con un cariño especial, nos aconsejó y alertó, nos explicó y convocó a ser eternos soñadores. Es inevitable recordar, por ejemplo, algunas de sus palabras en el tercer congreso de nuestra organización, realizado en octubre de 2018, cuando aseguró que “quien no ama a su barrio, el pedazo de tierra donde nació, nunca amará lo grande. Así, conociendo, amando, se hará mejor arte”.

Él siempre fue consecuente con eso, y nunca se dejó llevar por los éxitos ni los aplausos, no olvidó sus raíces. En su libro Hijo de mi tiempo, compilación de discursos, intervenciones, conferencias, entrevistas y prólogos, incluso nos alerta: “Nunca uno debe olvidar sus orígenes; los orígenes son muy importantes. Mi origen está en mi ciudad; está en la memoria de los que me quisieron, de mi familia; está en mi madre, Silvia Spengler, en lo que aprendí de ella, y está en su terca voluntad: ‘Estudia, para que no pases lo que yo pasé’”.

En aquel encuentro, en el cual debatíamos sobre desafíos de la cultura y la sociedad cubana, con voz de hermano grande nos dijo que también tenemos una responsabilidad con la unidad de los cubanos, la cual “no puede ser vista solo desde los hechos históricos sino también desde la poesía”. Y mencionó a Carlos Manuel de Céspedes y a José Martí. Indudablemente en esa alma poética de Cuba tiene un lugar importante también Eusebio Leal Spengler, quien cultivó los versos desde las acciones y la pasión, desde el decoro y la fidelidad a la nación y a Fidel.

Solemos hablar del Eusebio, historiador de La Habana, Doctor en Ciencias Históricas; Doctor Honoris Causa de varias universidades, gran intelectual con una lista enorme de reconocimientos. En lo particular lo que más me solía llamar la atención era su vocación de servir, la pasión con que asumía los retos e intercambiaba con personas diferentes, ese encanto para despertar aplausos con facilidad, para cautivar a campesinos, músicos, escritores, maestros…, al pueblo en general.

Me impresionaba mucho su capacidad para contribuir al consenso, a la unidad, que defendió. Tenía el don de emplear siempre las palabras adecuadas. No importaron nunca los esfuerzos personales, su estirpe, su pensamiento y voluntad estaban más allá de lo individual.

Debemos recordar siempre también a Eusebio, el niño, el adolescente de formación autodidacta, el discípulo apasionado que tanto aprendió de su maestro Emilio Roig.

Casi nunca se dice que Eusebio tenía apenas sexto grado escolar, y que se presentó a exámenes de suficiencia académica en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, cuando ya pasaba los 30 años de edad. Comenzó a estudiar en ese centro académico en 1974 y se graduó en 1979. La superación fue constante en él.

Él compartió varias veces con miembros de la Asociación Hermanos Saíz en espacios como el Congreso de Pensamiento Memoria Nuestra, dentro de las Romerías de Mayo, y el Dialogar, dialogar. Precisamente en este último Eusebio expresó: “nunca me preparo para las cosas porque creo que el que no esté preparado siempre, que no vaya”. Obviamente él no se preparaba para algo en específico, pero esa voluntad de aprender siempre le permitió ser manantial de conocimientos sobre temas diversos.

Esa vez habló también del significado en su vida del Pabellón Cuba, actual sede nacional de la AHS, un lugar que él quería mucho. Fue ahí donde sintió su destino, según sus propias palabras. Ahí conoció a intelectuales cardinales, como a su querido amigo Alfredo Guevara.

En agosto de 2019 Eusebio estuvo otra vez con nosotros en el Pabellón, conversó, sonrió, hizo chistes. Percibimos nuevamente esa armonía entre sus gestos, las palabras y la pasión con que soñaba siempre. Luego, escuchamos varias veces rumores sobre su muerte, pero el 31 de julio del actual año se convirtió en verdad. Ya no está físicamente, no estará más, pero nos deja una obra y un ejemplo que deberá acompañarnos siempre. Su dimensión como intelectual y sus valores como ser humano le permitieron representar a Cuba en importantes espacios académicos de diversas partes del mundo. Fue y es un símbolo del país también a nivel internacional.

Quiero terminar con una frase de Eusebio en un Dialogar, dialogar dedicado a Alfredo Guevara. Esa vez dijo: “Aquí para el olvido nada más hay que morirse, por eso este acto tiene un gran valor, por ahí van del brazo dos malos sentimientos: la ingratitud y la envidia que constituyen una serpiente bicéfala. Por eso es tan importante insertar la memoria, construir el legado y darnos cuenta de que no nos hacen falta seguidores, nos hacen falta discípulos”.

Debemos aspirar a ser siempre discípulos dignos de Eusebio.

  • *Tomado de Cubarte. EL Portal de la Cultura Cubana


Convocatoria a concurso de diseño gráfico «Aniversario 35 de la AHS»

La Asociación Hermanos Saíz, que agrupa a la vanguardia creativa joven de Cuba, cumple 35 años en el 2021. Justamente 35 es la edad límite para pertenecer a esta organización nacida de la unión del Movimiento de la Nueva Trova y las brigadas Raúl Gómez García y Hermanos Saíz el 18 de octubre de 1986.

Integrada por escritores, músicos, artistas visuales, escénicos, investigadores, promotores, realizadores audiovisuales y de radio, la AHS tiene el reto de no envejecer jamás y adaptarse a cada contexto sin perder las esencias como una familia capaz de criticar, alertar e impulsar proyectos a favor de sus miembros y lo mejor de la cultura en el país.

Con motivo del referido aniversario, convocamos a un concurso de diseño gráfico que enriquezca la campaña por la celebración, la cual se extenderá a todos los soportes y espacios posibles. Deberá expresar el espíritu inclusivo y renovador de la AHS con la aspiración permanente de sus miembros de ser vanguardia en las diferentes  manifestaciones artísticas.

Objetivo del concurso:

Diseñar el cartel y otros apoyos gráficos con una identidad visual que responda al aniversario 35 de la Asociación Hermanos Saíz, fundamental para la campaña promocional que se impulsará a lo largo de todo el 2021.

El slogan que se propone es:

“quedARTE JOVEN, ahora y siempre”, el cual hace alusión al desafío de permanecer eternamente joven, sin importar el paso de los años, lo cual implica una renovación creativa constante y adaptación a los nuevos contextos. También está relacionado con el fragmento de un intercambio de Fidel con creadores de la Asociación en 1988, cuando expresó que la AHS “se justifica ahora y siempre, ahora y siempre”.

Los diseños deben realizarse considerando su reproducción en diversos materiales (papel, tela, cartulina, plástico, cristal…, además de plataformas digitales). Serán punto de partida también para spots y otros materiales televisivos.

Las propuestas deberán ser originales, inéditas, no haber sido presentadas en otro concurso ni contar con registro de propiedad intelectual. Los trabajos deberán acompañarse de una breve descripción del diseño, en una extensión máxima de una cuartilla.

Los colores empleados deberán dialogar con los colores corporativos de la AHS: azul, rojo y negro.

Recepción y registro de diseños:

Podrán participar diseñadores, comunicadores, periodistas u otros interesados dentro o fuera de Cuba. La recepción de los diseños será a partir del día siguiente de la publicación de la presente convocatoria y hasta las 24:00 horas del 30 de noviembre de 2020, a través del correo ahscomunicacion@gmail.com

Publicación de la convocatoria:

La presente convocatoria estará presente en todas las redes sociales de la Asociación, en su sitio web oficial y en otros medios de comunicación. Se distribuirá por todos los lugares posibles con el apoyo de diversos colaboradores, instituciones y organizaciones.

Premio:

Consistirá en tres mil pesos en moneda nacional. El ganador será dado a conocer en todas las plataformas promocionales de la AHS y en diversos medios de comunicación. Su diseño será implementado en toda la campaña por los 35 años de la AHS, con su aplicación en medios impresos, audiovisuales, digitales y en otros soportes como pulóveres, lapiceros, pegatinas… El autor recibirá como obsequio ejemplares de todo lo que se haga como parte de la campaña. En varios momentos del 2021 será promovido en espacios radiales, televisivos y de prensa escrita, para mostrar su trabajo. Podrá ser invitado a diferentes eventos de la AHS a nivel nacional.

En caso de no ser miembro de la organización se valoraría su proceso de crecimiento a la misma, si lo desea. Se le ofrecerá una exposición personal con el tema de la campaña, para la cual la Asociación asumiría toda la producción y acciones promocionales.  


El simbolismo de un ascenso (+ Fotos, videos y tuits)

Subir al punto más alto de Cuba, a la cima del Pico Turquino, no es cosa de juego. Implica sacrificio y atrevimiento. Cada escalada tiene su historia, sus sensaciones más íntimas. Hacerlo significa mucho más que un hecho o metas individuales. Constituye un símbolo, un mensaje de voluntad y fidelidad a las esencias, de capacidad para vencer los obstáculos y seguir en el camino de los sueños.

Desde hace más de 10 años, jóvenes creadores de la Asociación Hermanos Saíz siempre llegamos en agosto al encuentro con el busto del Apóstol, a mil 974 metros sobre el nivel del mar. Ahí está también el recuerdo de la heroína Celia Sánchez Manduley, su padre y la escultora Gilma Madera, quienes lo llevaron hasta la emblemática elevación cuando se cumplían cien años del natalicio del Héroe Nacional.

Para nosotros es muy especial esta tradición, que mantenemos a pesar de la complejidad de las circunstancias. En la ocasión más reciente fuimos apenas 20 escritores y artistas del oriente del país, 20 amantes de la utopía, que desafiamos el fango y el cansancio, 20 inquietos que subimos como hermanos, inspirados en los poetas Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, en Fidel y Martí. Ese fue también un ascenso por la esperanza y la vida.

PREÁMBULO

El itinerario incluyó durante los días anteriores las visitas al Museo de Cera de Bayamo y a la Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria y Primer Presidente de la República en Armas, patriota y hombre de literatura y música. Disfrutamos una exposición dedicada a Fidel, y caminamos por la primera Plaza denominada de la Revolución en el país y por el lugar donde fueron estrenadas las notas del Himno Nacional el 20 de octubre de 1868. Otro momento especial ocurrió en la sede de la AHS en Granma, fuente de trova y poesía. Tuvimos además un intercambio con autoridades de la provincia.

Hasta el Monumento Nacional La Demajagua, en el municipio de Manzanillo, llegamos conscientes de estar en un altar sagrado de la nación, lugar donde palpita parte importante del corazón de Cuba. Muy cerca de la campana que retumbó el día del alzamiento inicial y de las ruinas del ingenio, conocimos más sobre los acontecimientos de aquel 10 de octubre de 1868, cuando comenzó la primera guerra por la independencia aquí. Más tarde desandamos el centro urbano de la ciudad también conocida como Perla del Guacanayabo, urbe con rica historia artística, cuna de Carlos Puebla, llamado Cantor de la Revolución, y de otras personalidades de la cultura de ayer y hoy.

Luego nos fuimos a Santo Domingo, comunidad de la Sierra Maestra, ubicada apenas a ocho kilómetros de donde radicó la Comandancia General del Ejército Rebelde en La Plata. Ahí la AHS tiene otra familia, pobladores que esperan cada año esta expedición de arte y sueños. El saludo de Jorge y otros trabajadores del campamento de pioneros exploradores Ramón Paz Borroto. El cariño y la certeza de que estábamos en otra casa.

HACIA LO MÁS ALTO

El 12 en la madrugada comenzamos el ascenso hasta el campamento de Aguada de Joaquín, cinco kilómetros antes de lo más alto. Nos acompañaban los guías Oilet y Yordanys, dos amigos que siempre dan pasos firmes. Y el día 13 a las tres de la madrugada, fecha del cumpleaños 94 de Fidel y del aniversario 63 del asesinato de Luis y Sergio Saíz, retomamos el rumbo hacia la cima.

En la oscuridad compartimos la luz de un teléfono. Cuando alguien temblaba por el cansancio le brindamos la mano. Ante la lesión de alguien nos convertimos en enfermeros y algunos hasta en ambulancia. Así fuimos metro a metro por la serranía.

Los instantes siguen en nuestras mentes como recuerdos en movimiento. Ahí está el cansancio, la seguridad de que llegaremos a pesar del mal estado del sendero. Íbamos todos con agua, caramelos y algo más.

Cerca de las nubes hubo canciones, versos, y un abrazo gigante, muestra de hermandad. También fotos, muchas fotos, tal vez porque todos querían guardar el momento.

El escritor Norge Luis Labrada (izquierda) en sendero del Parque Nacional Pico Turquino.

Para el joven poeta holguinero Norge Luis Labrada la experiencia fue inolvidable. “Llegar con un grupo de jóvenes diversos a lo más alto de Cuba me devolvió la fe, a pesar de este tiempo de coronavirus. Este ascenso y el abrazo entre todos fue una confirmación de que quedamos muchos comprometidos. Gracias por la devolución. Estoy orgulloso, ahora un poco llorón con ganas de encontrar otra vez a quienes me acompañaron en esta aventura”.

La actriz tunera Leonor Pérez Hinojosa asegura que nunca olvidará esas vivencias, gracias a las cuales conoció un poco más a su país y a otros creadores enamorados de la utopía.

Es inevitable recordar la emoción de la trovadora guantanamera Annalie López mientras cantaba al lado del busto de Martí, el entusiasmo del investigador baracoeso Carlos Urgellés, el ánimo del actor granmense Ruslan Domínguez o la fuerza de Yoana Aranda, a pesar del esguince en un tobillo.

El ascenso al Turquino representa también el espíritu de la AHS, una familia grande que jamás se deja vencer por los obstáculos, un grupo de creadores que se apoya en la conquista de los anhelos.

Son muchas las imágenes en nuestras mentes: las sonrisas, las canciones, el abrazo en lo más alto. Seguramente el Turquino seguirá recibiendo a jóvenes escritores, artistas e investigadores cada 13 de agosto durante muchos años. Ahí habrá siempre poesía.

Visita al Museo de Cera de Bayamo.

Intercambio con autoridades de Granma

Creadores de la AHS visitan el Museo Casa Natal de Céspedes.

En el Monumento Nacional La Demajagua

En el Alto de Naranjo, minutos antes de comenzar el ascenso al Pico Turquino.

En el Campamento de Aguada de Joaquín, cinco kilómetros antes de la cima del Turquino.

En la cima del Pico Turquino, a mil 974 metros sobre el nivel del mar.

Abrazo entre jóvenes creadores en lo más alto de Cuba.


Brasil como isla poética: pórtico de antologías y selecciones

Un año después del 1er. Encuentro de Poetas del Mundo en Cuba “La isla en versos,” efectuado durante las Romerías de Mayo de 2012, se promocionaba en la ciudad de  Santiago de Cuba el libro Memoria de una isla (Apostrofes Ediciones, Santiago de Chile), antología resultante de aquel espacio poético confraternal. Con él, avalado en su preámbulo por las palabras de la Premio Nacional de Literatura Lina de Feria, quien dijo: “Oírlos a ustedes, poetas de todo el mundo, es ampliar el diapasón con el que nuestros juicios adelantarán la comprensión de diversas posiciones,” se ponían a disposición de los amantes del género textos de 60 autores de Angola, Brasil, Cuba, Chile, Colombia, Francia y México; sugerente abanico de generaciones y estéticas que desde la multilateralidad creativa permitirían descubrir, reconocer y dialogar con las diferentes obras.   

La ocasión sirvió para intercambiar criterios y valoraciones, sobre todo, acerca de las obras de los poetas de la lengua portuguesa, específicamente, de Brasil. A todas luces,  fue aquello pretexto y posibilidad para (re)sintonizar con las letras provenientes de esa zona geográfica de alto relieve literario. Los contertulios de esta urbe, publicados o no en Memoria…, traerían a debate la valoración que cataloga a Brasil como una isla dentro de Latinoamérica, a razón de ser el único donde se habla portugués, en su variante local;  especificidad lingüístico-cultural que, imbricada con lo histórico-social, le otorga un sello inconfundible a la literatura del Gigante suramericano, que por años ha provocado profundas reflexiones de grandes figuras de su poesía contemporánea: en el sentir de Manoel de Barros, Brasil es una “isla lingüística,” mientras que Vinicius De Moraes la veía como “una isla de ternura: la Isla/ Brasil.”

Lo expresado por de Barros y por De Moraes se encuentra en la misma cuerda reflexivo–creativa  de Carlos Nejar, el poeta que significaría, enfáticamente, en su obra La Edad de la Aurora. Fundación de Brasil (Editorial Arte y Literatura, 2004), versión al español y presentación de Virgilio López Lemus, este “carácter” de isla de Brasil. Nejar coloca en varios poemas, de las tres secciones del poemario, este término de profundo simbolismo en correlación con el lenguaje, con la palabra: “El suelo de la isla era el mismo que el lenguaje. / Cuando despertaba, con los ojos de animal, toda ella/ cintillaba. Los ojos de la isla, potros galopando entre azules (I. Brasilio y Columba. La edad que duerme. 9.). Brasil, Brasilio, Columba, isla. Palabras frescas o usadas, cocidas en/ el ladrillo, junto al horno”. (I. Brasilio… 10.). En La Edad de la Aurora… poemario de identidad, la palabra, dice en el prefacio López Lemus, viene del Paraíso […] “es reina de sí misma. […]  y resulta una isla –isla de islas– en la que el poeta habita. […]. Y el poeta sujeto de la expresión muestra la aprehensión vital a través de la poesía como acto de identidad […]: Brasil como isla ante el cuerpo global del mundo.”

La isla, para ellos y otros que así lo percibieron –perciben–, es la metáfora (extensamente recurrida) que determina un sentimiento identitario raigal, cuyos signos, subscribiéndose la explicación de José Lezama Lima, son la imaginación, la fidelidad a las grandes causas y la bravura. De cierto modo, las intencionalidades de los compiladores de Memoria… remiten a esos fundamentos y, en el trabajo realizado, emerge la idea de unir “islas” para crear un continente poético. Bajo este presupuesto presentaron los textos de Cyro Mascarenhas Rodrigues (1944), Odete Pereira Alves (1959), Nil Lus (cantante), María Vilmaci Viana Dos Santos (1962) en su idioma original, preservando el espíritu y las atmósferas de las composiciones, como vehículo para compartir narrativas, con temas dedicados a Cuba, el mar, las deidades, los sueños. Para el lector, ante poemas casi comprensibles, era el reto de disfrutar de la experiencia, explotando a fondo las sensaciones, pues se ha dicho, con acierto, que la poseía es la ciencia de las sensaciones.

Lo anterior se sustenta en las proximidades existentes entre los idiomas español y portugués; idiomas de culturas vecinas que antaño, según estudios interdisciplinarios en lengua y literatura, entre ambas se produjeron préstamos léxicos (palabras, morfemas, expresiones) e interferencias lingüísticas (calcos, mezcla de códigos…), fenómenos de gran impacto sociocultural y trascendencia.[1] Esta familiaridad coloca en una relación a Cuba y Brasil, países que se profesan “simpatías recíprocas, como expresaría el escritor y diplomático João Almino, sobre la base de procesos históricos, sociales, políticos y culturales con no pocas semejanzas. No es de extrañar entonces que la producción literaria brasileña, en nuestro ámbito, goce de distinción, difusión y aceptación, gracias a entregas de casas editoriales como Arte y Literatura, Ciencias Sociales y Casa de las Américas, posiblemente las que más títulos de autores de esa nación tengan en sus catálogos. Ello ha contribuido a que escritores de la talla de Jorge Amado, Frei Betto, Chico Buarque, Clarice Lispector, Thiago de Mello, Pessoa, Rubem Fonseca, constituyan referencias bien conocidas.  

De esa producción literaria, a juzgar por el número de títulos en registros institucionales, como la base de datos que el Instituto Cubano del Libro (ICL) circula periódicamente, para uso de sus dependencias, puede observarse que los géneros más representativos son el narrativo, el dramático y el ensayístico; no así el lírico, escasamente representado en años recientes, tomándose como referencia el año 2005, cuando la 14ta. Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH) se dedicó a Brasil, donde estuvo disponible Poemas preferidos por el autor y sus lectores  (Arte y Literatura, 2004) de Thiago de Mello. Esto repercute, directamente, en las opciones –al menos impresas– para ampliar los horizontes de lectura en esa dirección.

Para esa edición 14 de la FILH, Arte y Literatura también publicó el libro, de naturaleza bilingüe, Catorce poetas brasileños (2004) con selección, traducción y prólogo de Ricardo Alberto Pérez,  quien utiliza el momento de la segunda Vanguardia Poética Brasileña del siglo XX: el movimiento concretista (liberación de las palabras de la estructura sintáctica, de su significado o sonido y darles importancia por su aspecto visual) y el neoconcretista de los años 50, como apoyatura para organizar y darle coherencia a una antología compleja, en la que se priorizan las ausencias más significativas dentro de ese panorama.

En el prólogo de Catorce poetas… se plantea que “la escritura poética en Brasil [es] un universo en expansión, con centros localizados, y una amplia periferia donde viven múltiples expresiones del lenguaje.” Esto se corrobora a través de unos 90 poemas, en 331 páginas, que sirven de coordenadas para el lector de este y otros libros de poesía de esa gran nación. Sépase que tales singularidades han sido de interés para estudiosos y especialistas, que vienen a convertirse en exegetas de la triada poesía–poeta–poema; labor demarcada, por lo general, en los métodos histórico, psicológico y estilístico, respectivamente, que dan cuerpo a las antologías y selecciones, que se visualizan factibles para mostrar un cuadro literario lo más completo posible.

En la opinión de la escritora, traductora literaria y periodista uruguaya Rosario Lázaro Igoa, el universo de las antologías de poesía brasileña traducidas al español es amplio y continua aumentando, a partir de un flujo literario que se efectiviza de varias maneras, ya sea por medio de antologías de varios poetas, antologías de un solo autor, o traducciones de un libro específico de un único poeta.[2] Igoa centra su atención en la antología de varios poetas, pues es donde se conjugan en un mismo movimiento dos operaciones paralelas e indisolubles: el antologar y el traducir.

En Cuba, no obstante la esporádica publicación de antologías o selecciones poéticas, propósitos de esta índole son los que coadyuvan –animan– a la circulación de la poesía brasileña en nuestro contexto desde otras plataformas. El poeta y ensayista cubano Félix Contreras es uno de los nombres que se suma a este concierto con Poesía brasileña, compilación de poemas de siete poetas,  publicada en la revista digital El Caimán Barbudo, en 2012. Este autor argumenta, en estrecha relación con el planteamiento de Ricardo A. Pérez, que “No hay en nuestro planeta una poesía más parecida a su país, que la brasileña: amplia, vasta, diversa, colmada de contrastes, profunda, pluriétnica y pluricultural”. Esta  concepción sirve de pórtico para profundizar e indagar en ese universo, de fuerte tradición, con poetas notables y paradigmáticos.

Cabe precisar que en antologías y selecciones de pluralidad internacional se han incluido poetas brasileños. Por ejemplo, la colección Sur editores publicaría en El múltiple trino. Treinta y cinco poetas del siglo XX (2001), diez poemas del periodista y político brasileño Carlos Drummond de Andrade (1902–1987), considerado por la crítica como uno de los mayores poetas de Brasil. Se afirma que desde sus primeros libros la poesía de Drummond se destacó del resto por su calidad y autenticidad, “Toda una literatura, una poética singular,” enfatiza el crítico y periodista Luis Suardíaz gestor del El múltiple trino… Y agrega que es un “Poeta de lo infinito y la materia/cantor sin piedad […]/ sin lágrimas frágiles […],” que hizo uso magistral de la ironía, la sátira, el humor, la auscultación de la realidad, lo cotidiano, lo político.

La bibliografía citada expone, de un modo u otro, que las estéticas y recursos de los autores brasileños, sobre todo los concretistas y modernistas, han dejado una impronta en el discurso poético de Brasil e incluso fuera de sus fronteras. A esto último se aproxima el investigador Virgilio López Lemus en el libro Oro de la crítica (Editorial Oriente, 2013),  a través del capítulo Otra mirada a la poesía cubana en cinco décadas: 1959-2009, donde propone, por medio de un esquema, un compendio nominal para organizar autores cubanos de diferentes épocas. En él están los llamados juveniles (1959-1976), donde se inscriben más de cincuenta poetas, que empezaron a publicar sus obras en la década de los años 80´ y 90´ del pasado siglo XX. La mayor parte de sus integrantes, asevera López Lemus, “[…] elige diversas direcciones: continúan senderos de la métrica tradicional o experimentan hasta aproximarse al concretismo brasileño […].” Entre los juveniles está relacionado Ricardo Alberto Pérez, entendido en el tema como se ha visto.

En los años en que estos escritores comienzan a visibilizarse en el panorama literario cubano, época de cambios en la expresión poética nacional, la crítica ya mostraba interés sobre el fenómeno de la poesía concreta brasileña. La ponencia El signo y las letras: una aproximación crítica a la poesía concreta brasileña de los años 60’, leída por el crítico de arte Rafael Acosta de Arriba en el encuentro Jornada de la cultura brasileña en Cuba, organizado por Casa de las Américas, la Universidad de La Habana y la Sociedad Brasil-Cuba, en noviembre de 1994, realizado en el cine Yara, de La Habana, supone la existencia de una recepción activa para esos contenidos. La revista Casa de las Américas, portavoz de importantes momentos culturales, publicaría íntegramente el texto de la ponencia,  en el Nº 207 de 1997.

También las referencias bibliográficas aludidas ofrecen una idea preliminar de los múltiples paisajes poéticos de y sobre los cultores del Gigante suramericano; paisajes como metáforas del sentido de lugar (geográfico, imaginario), de las circunstancias, del lugar externo e interno que rodea al hombre, de la percepción de pertenecer a algo. Pero, dentro de ese cuadro, existen aún zonas por explorar, atendiendo al detalle que en esas compilaciones y antologías predominan nombres de una generación que nació, fundamentalmente, en la primera mitad del siglo XX, por lo que cabría indagar por la obra de aquellos que nacieron en los años 60’. Es interés para el presente abordaje inquirir por los nacidos en los 70’ y 80.

Comprendidos en las postrimerías de los 30 o transitando ya los 40 años, estos creadores se inscriben en el núcleo de los poetas brasileños de hoy (actuales),  que según el crítico literario carioca Antonio Carlos Secchin, “se mueven entre la tradición lírica y la necesidad de inventar nuevas formas de expresión en un país donde el tema de lo nacional se impone.”[3] Si bien por las edades que ostentan no entran en las estadísticas de los más de 50 millones de jóvenes entre los 15 y 29 años, hay que advertir en ellos rasgos comunes con sus coterráneos, como la vasta diversidad cultural, tecnológica y político-económica. Además, descuellan preocupaciones, como las de no estar ajenos a las grandes desigualdades sociales (racismo, xenofobia, pobreza…), fenómenos que llevan expeditamente a sus creaciones literarias.

La selección Todo comienzo es involuntario. Ocho poetas jóvenes brasileños, sitúa algunos aspectos que distinguen –explican– a esa generación: “Ellos saben la importancia de la Poesía Concreta, del Neobarroco, del Language Poetry, no rechazan el diálogo con esas tendencias inventivas, […] son autores actualizados, que insisten en vivir su tiempo, con derecho a explorar todas las posibilidades ofrecidas por la tecnología, verbal y no verbal, para la creación en nuestra época”[4]. En la selección de Félix Contreras, sucinta pero no menos importante, se logra descifrar tales criterios a través de la obra hecha por Thiago Cervan (1985), Geovani da Silva (1989), Rodrigo Méndes Rodrigues (1989). Hay poemas asumidos como manifestación, en los que el sujeto lirico cuestiona, explícita e implícitamente, los diversos fenómenos –opresores– omnipresentes, sobre todo, de las grandes ciudades.

Los poemas de Poesía brasileña, como los de otras selecciones, evidencian la necesidad de “sancionar” las disimiles problemáticas desde un discurso heterogéneo, pero con numerosos lazos conectivos. Sin embargo, quien quiera ver un conjunto de poetas articulados como generación, defendiendo un lenguaje contestatario desde lecturas históricas, sociales, políticas; además con  (re)visitaciones a temas y personalidades de la literatura, las artes –nacional  y  universal–, sin obviar los grandes temas de siempre: el amor, la esperanza, la muerte, Dios, la naturaleza, la familia…, debe incluir en su hoja de ruta lectora a La Selección. Once poeta brasileños hoy (Ediciones Santiago, 2018).

Este libro bilingüe de 181 páginas, perteneciente a la Colección Códice, al cuidado y edición de Oscar R. Cruz Pérez, poeta y editor santiaguero, forma parte de los empeños editoriales atendibles del Sistema de Ediciones Territoriales (SET), que apuesta, cada año, por renovarse, dando a conocer lo mejor, novedoso y más diverso de la literatura de otras latitudes. Se trata de una apertura impostergable, que ha venido rompiendo, creativamente, los estigmas que sobre la producción del SET sostienen algunos desconocedores de esta fortaleza de las publicaciones cubanas, que insisten aun en comparar, cualitativamente, sus producciones con las de otros sellos editoriales.

Integrado por 44 poemas, la obra es provechosa en muchos sentidos, por supuesto, desde los textos, la traducción de la guatemalteca Claudia Tobar, hasta la imagen de cubierta, un detalle de la obra S.T (2010) de Helena Freddi, que desarrolla actividades artísticas y académicas ligadas a pesquisas y estudios de técnicas y poéticas gráficas. Asimismo, captura de manera inequívoca un proyecto poético en el que late el pensamiento orgánico en torno a la poesía como herramienta de expresión social, como mecanismo crítico, con la cual las voces ahí reunidas, son capaces de manifestarse desde su propia percepción de la realidad circundante. Marcelo Lotufo, su coordinador, lo propone como una “puerta de entrada” para que los lectores cubanos se interesen por conocer los poetas brasileños nacidos en esa década y la venidera; poetas que son parte de una generación que ha renovado la poesía brasileña, dándole un nuevo aliento, según sus palabras.

A Marcelo Lotufo le precede la carta credencial de haber realizado, junto al poeta y escritor guantanamero José Ramón Sánchez y a los traductores Rodrigo A. do Nascimento y Mariana Ruggieri, el libro Nocaute: 6 poetas / Cuba/hoje (Ediciones Jabuticaba, Brasil, 2017), selección en el que constan seis poetas cubanos nacidos después de los 70´, del pasado Siglo: José Ramón Sánchez (1972),Oscar Cruz Pérez (1979), Pablo de Cuba Soria (1980), Jamila Medina Ríos (1981), Javier L. Mora (1983), Legna Rodríguez Iglesias (1984).

En ambas selecciones se advierten similitudes entre los discursos poéticos, una forma loable, de ver (leer) cómo pueden dialogar generaciones análogas, con intereses compartidos, en diferentes partes del orbe. Ello se debe a la dimensión manifiesta del lenguaje poético, que aúpa, simboliza, articula, convoca.

Los poetas llamados a integrar La Selección…, son siete mujeres y cuatro hombres, y en observancia de sus biografías/currículos, se cumple lo que Antonio Carlos Secchin decía de la producción poética –y poetas– del Brasil contemporáneo, que estos dominan un conocimiento técnico del lenguaje, surgido de su formación universitaria, con un mayor grado de especialización, lo que les permite ampliar el horizonte de superación estética. Tienen los 11, efectivamente, formación profesional como abogados, historiadores, críticos de arte, periodistas. Además experiencias de participación en otros campos culturales como la fotografía, las artes visuales, la traducción y la edición. 

Sobresaliente son sus quehaceres dentro de las letras de su país, con  numerosas publicaciones que así lo demuestran, con atención sistemática de la crítica especializada. Tal es el caso de las poetas, que constituyen mayoría en La Selección…, pertinente inclusión, pues la poesía hecha por estas féminas, cual  documento social, emplaza un discurso que da cuentas, entre los muy diversos temas al que recurren, del complejo entramado a las que están sujetas las mujeres en América Latina. En aras de profundizar en este conjunto interesante, transgresor si se prefiere, pueden encontrase abordajes críticos que permiten comprenderlas mejor en sus dimensiones creativas, como sucede en Wonderful Witches, siete poetas brasileñas (1973-1984), breve pauta analítica del poeta mexicano Sergio Ernesto Ríos,[5] que permite llegar a los poemas Micheliny Verunschk (1972), Angélica Freitas (1973) y Marília García (1979),  donde se plasma las sensibilidades y subjetividades de cada una, que pueden confrontarse con sus poemas de La Selección…

Ríos acota que Micheliny Verunschk es “crisol sombrío mezcla de recuerdos y deseos”: (En algún lugar/brazos y piernas/pe da zos que en-caja-n/ con todo los engaños.). A Angélica Freitas la caracteriza el “humor, ironía y una tirante relación con lo que huele a Cultura Oficial, a Alta Cultura”: (papá es el presidente/mamá es primera dama/van a acabar con todos ustedes/voy a acabar con todos ustedes/voy a vivir en Miami/ ¡verga! ¡en su! ¡Culo!/ LALALALA…). Mientras que Marília García es “dueña de momentos enigmáticos, es capaz de hacer que los versos más simples estén más cerca de lo que aparentan(“es difícil ver las cosas/directamente”, / ellas son muy luminosas/o muy oscuras).

De Ana Martins Marques (1977): activista y periodista brasileña, se suscriben las líneas de la presentación de su poemario El libro de las semejanzas (Killer71ediciones,2015), que permiten conocer sus inquietudes: “[…] la poeta transita a través del juego metalingüístico (lenguaje enriquecido por formas imaginativas) y la recreación de la frase hecha o el dicho popular (y por  más vidas que tenga/cada gato/es el cadáver de un gato); a través también de una cartografía sentimental que nos habla del amor y el desamor (tú me pides que no hable de amor/ de repente tengo una ocupación/ no verte, no llamarte/ no pensar en ti/ todo eso da cierto trabajo/ no voy a habla de amor), o desde una irónica modestia que da cuenta de los límites de la creatividad (¿pensarán en cuchillas/revólveres/veneno?/ pues yo solo pienso en el mar)”.

Érica Zíngaro (1980), que dedicada en la actualidad a la reflexión humorística sobre su propio trabajo poético, experimenta con el lenguaje y recontextualiza los mensajes –subliminares– de la internet como se observa en el siguiente fragmento de “teoría de los géneros”: “este poema fue escrito con datos tomados de Google Inc,/ y la poeta se exime de responsabilidad por la distribución de esta información […]”. Así como problemas éticos inherentes a la ciencia, la tecnología y la innovación científica, el ser humano presa y diana de sus propias dilemas presentes en Problemas metafísicos: “La tecnología/a favor/ de la salud/ del consumidor: Huevo transgénico/ Huevo transfigurado/Huevo industrializado/genético/& genuinamente/transformado/ para usted […] Coma sin culpa”.  En Nina Rizzi (1983), por su parte, con más de nueve libros en su haber, encontramos una poesía poderosamente íntima, feminista y a ratos casi documental de un activismo social y cultural: “¡a la mierda co´el lirismo!/poesía concreta/es tu verga erecta entre/mis grietas y callejones. O –es necesario cuidar bien el corazón/temando un saludo mientras/las manos incendian un vehículo aquí en la calle/-es necesario politizarla herida […]-es necesario cuidar bien el corazón”, dice.Adelaide Ivánova (1982) periodista y activista que trabaja en poesía, fotografía, traducción y publicación, es la editora de la revista anarquista-feminista MAIS PORNÔ, PVFR,  de modo que sus poemas “el broche,”  “la sentencia,”  “la moral” y “el martillo,” son coherentes con sus postulados creativo-profesionales; “el martillo”, ilustrativo de los temas –preocupaciones–que la ocupan,  forma parte de libro homónimo y trata sobre la violencia y la sexualidad femenina. El libro homónimo fue publicado por primera vez en Lisboa (Portugal), en 2016, además posee una edición brasileña de 2017. El poema es un claro manifiesto de lucha contra esa violencia (física–simbólica): “duermo con martillo/ debajo de la almohada/ si alguien entra de nuevo/ y furtivo/ en mi cuarto no basta que/ sea una mierda, tener un hierro/ dándome toques en la cabeza”.

Entre las (opciones) estéticas (éticas) de los poetas La Selección… se entrevén elementos de contactos apreciables que los ha llevado a enrumbar proyectos literarios comunes o participar del o los circuitos culturales de sus ciudades/ país, lo cual es sumamente importante, pues brinda información relativa al momento histórico, intelectual, cultural y académico desde donde se posicionan y defienden el movimiento –corpus–literario del que forman parte. Ejemplo de lo anterior  es Fabiano Calixto (1973) quien ha compartido labores de edición en la revista literaria Modo de User e Co., con Marília García y Angélica Freitas.

En la poesía de la representación masculina de La Selección… la historia y la geografía adquieren intensas relaciones en la que se establecen asociaciones simbólicas abiertas y creativas, con sucesos acaecidos y problemáticas, pretéritas y actuales, corroborando la literatura puede contribuir al conocimiento histórico territorial desde otra forma de entender el (micro-macro) universo a partir de apreciaciones sugestivas (juicios, valoraciones), a veces, agudamente críticas.  Fabiano Calixto, aborda el paisaje anacrónico de la cosmopolita urbe paulista: “ante la lluvia, el mendigo/ya estaba muerto/ […] la boca ya estaba llena/de sangre, de hormigas/de granizo”. En Pedazos esqueleto dice: “La ave. Paulista corriendo es tan graciosa/ parece una cobra de marshmallow/ un viaje ácido/una anguila electrocutando lenguas”. Mientras Tarso de Melo (1976) retrata el problema país en un poema alegato como es Un país: “Un país que se esconde de sí mimo. Un país que segrega, /excluye, amordaza. Sofoca su parte  incomoda. […]Un país grandioso, como el país sin  futuro/  […]  Un país imbatible en las tareas del error.”, de Melo, además, tematiza la impronta de la colonización en el devenir de Brasil con Ellos quieren más: “516 años. Y los indígenas que están en las tierras que les/ interesan a los blancos son muertos en los montes: sin registro […] 516 años. Y los negros que enfrentan los límites/ definidos por los blancos son muertos […] 516 años…”,  y continúa hablando sobre las mujeres, los pobres, los niños. Sobre los desencuentros que resume posteriormente en el poema Convención. El poeta y artista visual Reuben “cavalodadá” da Rocha (1984) es considerado uno de los poderes más extraños y fascinantes de la poesía brasileña contemporánea, como se introduce en una entrevista para el suplemento Pernambuco, de perfil literario.  Cavalodadá se ve a sí mismo como un animal salvaje que vive en una megalópolis del tercer mundo. Y su escritura combina muchos elementos científicos y tecnológicos (me preocupa la tecnología en busca de una posible contemplación en este mundo de chatarra) con elementos ancestrales y primitivos (Nací en una isla, me gusta hablar con el viento, con el movimiento de las mareas, con la gradación de la luz solar)[6]: “ESTUVE AQUÍ MUCHAS VECES/todavía encuentro bonito/extraños seres ligerezas/ extrañas paz precipicio. […] estuve aquí desde temprano/reincidente celeste/hirviendo oxigeno/protones de polen planetas/la gracia plural de los átomos/color intimo de las partículas […]. O /TEMPORADA DE CAZA/AL INDIO KA´APOR/drones tele dirigen/kanoés/caipós/”. Italo Diblasi (1988), cuyos textos han sido publicados también en la citada revista Modo de User e Co tampoco queda indiferente ante el drama humano en la gran ciudad, ante los desafíos de este mundo: “El espectáculo está ahí/ pero nadie lo ve/ había y eso/ bastaba-espejos/ mostrador de deseos/ vendido a plazos” (Un drama sin apoteosis); el silencio cruel del asfalto, los muros de concreto, los trasiegos inciertos por la(s) avenida(s): “Yo vi la muerte lapidar tus alas/de fríos metales/mientras el hambre retorcía/la carne cruda de los real. Un arabesco surrealista gritaba/antiguos cánticos herejes/y eran tristes las melodías decapitadas/en la oscuridad de la urbe” (Breve anotación en la Avenida Central). La lectura de los poemas de estos 11 poetas confirma que, efectivamente, la escritura poética de los creadores jóvenes en Brasil, es un universo en expansión que explora todas las posibilidades ofrecidas por la tecnología, verbal y no verbal. Parecen poemas con temas de intercambio y ello, sin dudas, responde a la forma intrínseca que encontraron para reinventar (se) su país, su isla.  La fuerza de la palabra encuentra resonancias a través de una antología hecha “contra […] vociferaciones belicosas y vacías, contra políticas para mantener a sectores desinformados […] un dialogo poético de lecturas y preocupaciones […] la búsqueda de la diversidad a través del entendimiento y respeto mutuos”, concordaríamos con Marcelo Lotufo.  

Notas y referencias bibliográficas

[1] Dolores Corbella, Alejandro Fajardo (editores) Español y portugués en contacto: Préstamos léxicos e interferencias. Editorial GmBh, Berlín/Boston, 2017.

[2] Rosario Lázaro Igoa: “El universo de las antologías de poesía brasileña en traducción al castellano”. Disponible en http://www.traduccionliteraria.org/1611/art/lazaro.htm

[3] Antonio C. Secchin: “Poesía de Brasil: minimizar lo nacional.” Disponible en https://elpais.com/cultura/2013/10/08/actualidad/1381236313_683936.html

[4] Todo comienzo es involuntario. Ocho poetas jóvenes brasileños. En Revista EL NAVEGANTE Nº2 año 2 – Noviembre de 2007  Escuela de Literatura – Universidad del Desarrollo, Chile.  Disponible en  Proyecto Patrimonio – 2007 http://www.letras.mysite.com/ll231107.html

[5] Revista La Colmena 64, octubre-diciembre 2009. (Formato Pdf)

[6] Gianni Paula de Melo: “entrevista a Reuben da Rocha” en Sexta 29 diciembre de 2017. Disponible en  https://www.suplementopernambuco.com.br/entrevistas/2028-entrevista-reuben-da-rocha.html

 


Ejemplo que perdura (+ Galería de fotos)

Cuentan muchas veces las fotos aquello que fuimos, explican lo que somos, y, sobre todo, de dónde venimos.

Por ello, hurgar entre los recuerdos de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, puede traer sorpresas. Las imágenes que hasta hoy se guardan y sus textos los presentan como personas de firme pensamiento, en una época en la que amar a la Revolución y soñar con ella estaba prohibido.

Así puede uno encontrar en las paredes del Museo Casa de los Hermanos Saíz, ubicado en San Juan y Martínez, instantáneas que muestran a Luisito y a Sergio en el Cacahual, recordando a Antonio Maceo; a Luisito delante de la tarja que identifica el lugar donde falleciera Calixto García en un hotel en Washington, o en el memorial Lincoln; y a Sergio en la que fuera su última foto en el Instituto, justo al lado del busto de Martí.

tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

La casa está repleta de historias. Cada objeto que atesora tiene su explicación, como aquel abanico que trajeran de Estados Unidos los muchachos de regalo a su madre, o el zapatico de porcelana que asemejaba los que ella usaba en realidad.

Están las banderas que cubrieran los féretros, las botas, los relojes, el violín de Luisito, mechones de cabello, la ropa, los libros que leyeran. 

Las fotos explican parte de su vocación revolucionaria. Sin embargo, no logra uno conocerlos a fondo hasta que no lee sus textos.

  • Ser joven hoy en día, lo sabemos bien, es algo más que tener de 15 años en adelante es, ante todo, estar ocupando el puesto en la lucha por la Libertad, es vivir conscientes del deber generacional.

Así afirmaban los Hermanos Saíz en su texto “Juventudes”, y precisamente es tarea de las nuevas generaciones mantener los sueños defendidos por Sergio y Luis que hoy son realidades. 

“La impronta de los Hermanos Saíz en los jóvenes pinareños ha sido más que un legado, ha sido un ejemplo a seguir, un impulso para ser mucho más de lo que nos toca en nuestro momento. Es una inspiración, una motivación, un recordatorio de cuánto podemos hacer los jóvenes para apoyar las directrices que traza nuestro país. Ellos no morirán nunca, seguirán vivos a través de sus escritos, de sus ideas, de su pensamiento”, dijo Yanny Jesús Muñoz Labrador, joven investigador de la Delegación Provincial del CITMA.

“Los jóvenes como ellos, son ejemplo, guía, bandera, una que debemos llevar presente todos los días, no solamente el 13 de agosto, sino el año entero, en el accionar en cada una de las cosas que hagamos, porque esa es la mejor forma que tenemos de honrarlos, de ser fieles a sus ideales, de ser continuadores de su obra”, expresó Sandra Martínez Acanda, una de las jóvenes que hoy contribuye a la producción de alimentos en Vueltabajo.

tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

“Es un honor haber nacido en la tierra de los Hermanos Saíz, ellos fueron jóvenes que afrontaron responsabilidades por el momento histórico que les tocó vivir. Su actitud revolucionaria y madurez política e intelectual, los prolongan más allá de su muerte, porque son paradigmas de inspiración patriótica para los jóvenes que cada día seguimos su ejemplo, jurando defender desde nuestras trincheras sus ideales y la obra de la Revolución. Con firmeza revolucionaria nos comprometemos a estar a la altura de sus sueños y de los que continúan hoy luchando por un mundo mejor”, comenta la joven sanjuanera Yenira Povea Bustamante, instructora de arte de la Brigada José Martí.

tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

El ejemplo de Luis y Sergio Saíz perdura en cada joven cubano comprometido con su patria, sin dudas, una de las razones para que estos dos revolucionarios pinareños hayan alcanzado la inmortalidad.

Una jornada para recordarlos

tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

Por eso, este año, los integrantes de la Asociación Hermanos Saíz en Pinar del Río han rendido merecido tributo a estos valerosos jóvenes. Para ello, varias brigadas artísticas han llegado a comunidades del municipio de San Juan y Martínez con propuestas destinadas a los más pequeños y con un extremo cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias, a tono con las exigencias que demanda la difícil situación causada por la COVID-19.

“Ante la imposibilidad de realizar conciertos y en aras de evitar aglomeraciones, las acciones se han difundido también a través de las redes sociales”, explicó Leicester Correa, presidente de la AHS en el territorio.

tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

El intercambio con miembros de la dirección nacional de la AHS, la visita a la Casa Museo de los Hermanos Saíz, la puesta de una ofrenda floral en el cementerio donde se guardan sus restos, una gala cultural en el cine de su localidad natal para rendir tributo –además– a Fidel, figuran entre las principales iniciativas realizadas por los vueltabajeros.

tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

A lo que se une los forodebates, presentaciones artísticas, videos de escritores y artistas recitando poemas de los hermanos Saíz, y otras acciones online.

Y es que, sin dudas, su historia aún late. Late porque aún viven algunos de sus amigos, algunas de las novias. Y viven también, en la casita de patio interior del pueblo de San Juan, los recuerdos de los hijos más queridos de esta tierra.

tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

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tomada del perfil de facebook de la ahs pinar del río

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«Un Fidel que abre una y otra vez los caminos a la más auténtica y libre creación artística»

El martes 17 de octubre de 2018, en el marco del 3er. Congreso Nacional de la Asociación Hermanos Saíz, fue presentado por el intelectual cubano Abel Prieto Jiménez el libro Fidel y la AHS, del historiador Elíer Ramírez Cañedo. El texto recoge dos de las intervenciones del líder histórico de la Revolución Cubana en sus encuentros con los jóvenes intelectuales y artistas: “Esta Revolución tiene que ser buena en todo”, discurso pronunciado el 12 de marzo de 1988 en la clausura de la reunión del Consejo Nacional de la Asociación, y “Sin cultura no hay libertad posible”, alocución del 18 de octubre de 2001 en la última sesión del Primer Congreso Nacional de la organización.

Este libro resulta esencial para interpretar mejor las contribuciones de Fidel a la política cultural cubana en Revolución. Si bien es cierto que “Palabras a los Intelectuales” ha sido catalogado como un texto fundacional para el diseño y la ejecución de políticas encaminadas a la defensa y el desarrollo de la cultura cubana; es preciso estudiar, con mayor sistematicidad, las intervenciones realizadas por el líder en etapas posteriores. Sirva este texto de motivación para seguir profundizando en los aciertos de Fidel en la comprensión de la cultura cubana.

¿En qué circunstancias percibiste que era necesario compilar las palabras dirigidas por Fidel a los jóvenes de la Asociación Hermanos Saíz? ¿Cuándo tomaste la decisión de emprender este proyecto?

En el momento en que concibo la idea de realizar una compilación de las palabras de Fidel a los jóvenes de la Asociación Hermanos Saíz yo integraba la Dirección Nacional de la organización y recuerdo que, en no pocas ocasiones, había escuchado referencias a través de antiguos miembros sobre los intercambios del líder de la Revolución Cubana con los jóvenes artistas e intelectuales cubanos en dos años cruciales de la historia del proceso cubano: 1988 y 2001; sin embargo, al realizar búsquedas con la idea de poder leer los discursos de Fidel en ambas reuniones, me percaté de que no eran públicos y que solo contábamos con el testimonio de los que habían participado en aquellos trascendentales encuentros.

Como historiador al fin, me di entonces a la tarea de tratar de lograr acceder a estos documentos imprescindibles para la propia historia de la AHS y de la política cultural de la Revolución.

Para publicar las intervenciones del líder de la Revolución debías tener su consentimiento. ¿Puedes contarnos cómo fue el proceso para obtenerlo? ¿Qué sentiste al contar con su aprobación?

A través del historiador Rolando Rodríguez García, Premio Nacional de Historia y de Ciencias Sociales y con el que he trabajado durante más de una década, se le envió una solicitud al Comandante en Jefe para poder acceder a estos dos discursos inéditos, planteándole la posibilidad de publicarlos y que constituyeran un regalo especial para todos los miembros de la AHS en el 30 aniversario de la organización, que se cumplía por esos días del mes de octubre de 2016.

Días después, el 25 de noviembre, se produce la partida física del Comandante y lejos estaba de imaginarme que él hubiera podido leer y atender nuestra solicitud. Sin embargo, la sorpresa y emoción infinita llegó poco después, cuando supe que precisamente el día 7 de noviembre, apenas 18 días antes de su fallecimiento, había expresado y dejado constancia de estar totalmente de acuerdo con la idea de hacer públicas estas dos intervenciones.

De inmediato, la emoción que sentí se expandió al resto de los compañeros de la Dirección Nacional de la AHS cuando conocieron la noticia. Comenzó entonces el proceso que dio lugar al libro Fidel y la AHS, publicado por la editorial Abril y, sin dudas, un regalo especial del Comandante a los miembros de la AHS de hoy y del futuro.

el libro fidel y la ahs fue presentado por abel prieto en el marco del 3er congreso de la Asociación/ tomada del portal del arte joven cubano

¿Sentiste un mayor compromiso con este proyecto después de ese 25 de noviembre?

Por supuesto, se convirtió para mí en una misión hermosa y honorable, cuyo final se materializó en el tercer congreso de la AHS, cuando el libro fue presentado y entregado a cada uno de los delegados.

Cada una de las ideas expuestas por Fidel en estas intervenciones son una invitación a la reflexión, al pensamiento crítico en relación a nuestra cultura, a nuestra nación. ¿Cuánto crees que pueden aprender los jóvenes, miembros o no de la Asociación, de sus valoraciones?

Creo en primer lugar que estas intervenciones son parte de lo más preciado de la historia de la AHS, que es importante que sea conocida por todos sus miembros, al igual que la vida y obra de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, ahí hay banderas sagradas para defender, luchar y seguir haciendo historia en el presente por la vanguardia artística e intelectual joven de Cuba.

El hecho de que la Asociación lleve el nombre de esos dos jóvenes, prácticamente adolescentes cuando fueron asesinados, profundamente martianos y seguidores de Fidel, que dieron su sangre por la causa revolucionaria y cuya obra artística e intelectual a tan corta edad aun nos estremece y asombra, constituye un compromiso inmenso para todos los que pertenezcan a esta organización, al igual que el hecho de ser una organización en la que Fidel depositó toda su confianza, al punto de llegar a decir: “Esta institución se justifica ahora y siempre, ¡ahora y siempre¡

Los argumentos de Fidel en esas dos intervenciones, el 12 de marzo de 1988 y el 18 de octubre de 2001, aunque respondieron a un contexto determinado, se proyectan hacia el presente y el futuro, contienen ideas que parecen dichas hoy, como si Fidel nos estuviera convocando y movilizando para la gran batalla que en el campo de la cultura debemos seguir librando.

Creo, no exagero, si digo que estos dos discursos pueden considerarse las Palabras a los Intelectuales de Fidel dirigidas a los más jóvenes, palabras a las que tenemos que volver una y otra vez para no perder la ruta en la defensa de los principios de nuestra política cultural y en una creación artística e intelectual de profunda vocación social.

durante la presentación del libro fidel y la ahs en el marco del 3er congreso de la Asociación/ tomada del portal del arte joven cubano

¿Crees que la publicación de estos discursos puede ampliar la mirada en relación a las contribuciones de Fidel a la política cultural cubana?

Por supuesto que sí. Considero que son útiles no solo para los miembros de la AHS, sino para todos los artistas e intelectuales cubanos y el pueblo en sentido general. Las ideas y visión amplia de Fidel sobre la cultura y su centralidad en el proceso revolucionario están muy claras en estos discursos y hay que analizarlas de conjunto con otras de sus cardinales intervenciones, como las propias Palabras a los Intelectuales, sus discursos en los distintos congresos de la UNEAC, sus encuentros con la Brigada de Instructores de Arte y su propia obra fundadora, como principal artífice que fue del sistema institucional de nuestra cultura, teniendo siempre al pueblo, al ser humano, como la meta principal de todos los cambios revolucionarios.

Estos discursos nos muestran una vez más a un Fidel que es el antidogma por excelencia, pródigo en el diálogo franco y directo con los jóvenes, un Fidel que abre una y otra vez los caminos a la imaginación y a la más auténtica y libre creación artística, un Fidel que convoca, une y se adelanta al futuro, un Fidel martiano que defiende la idea de que sin cultura no hay libertad posible, un Fidel que sin caer en el idealismo voluntarista, se muestra enemigo de las ideas y métodos tecnocráticos o del pragmatismo economicista, que pueden atentar contra nuestra política cultural y con la sobrevivencia misma del proceso revolucionario cubano.

Al leer estos discursos, se pueden entender con más profundidad por qué en los momentos más difíciles del período especial Fidel planteó que la cultura era lo primero que debía ser salvado.