Festival del Caribe


El color del Caribe y la memoria salvada (+Fotos)

(Palabras a propósito de la entrega del reconocimiento que la AHS santiaguera le entregara a la Casa del Caribe por los 40 años de la Fiesta del fuego y su aporte a la cultura cubana y al Jazz de la región)

 

No podría contarse la historia cultural de Santiago de Cuba sin hacer referencia a la Casa del Caribe. Como institución rectora de los estudios sobre los procesos socio-culturales de la región, su hacer ha significado un enlace con otros pueblos con los cuales compartimos ideas, ancestros, motivaciones y color. Aclaro que la salvedad del color no se remite a su significado más concreto, sino a un concepto que se ensancha por las Antillas y el mar Caribe. Un concepto donde la raza es un principio, donde la fe es un destino, y la sangre un acápite sin conclusión. El color que se comparte en el Caribe caluroso y rítmico es la construcción de una sociedad diversa, independiente y pacífica. Una sociedad que aun en sus miserias más terrenales, no olvida de dónde vino y dónde está.

Fotos de Rubén Ajá Gari/ Archivo

Me gusta pensar que el Caribe es un propósito de la fe. Tal vez ahí entre a jugar  el azar y aquel navegante europeo, las luchas de su pueblos por la liberación del colonialismo, y la no renuncia a las esencias. Me gusta pensar que el Caribe es una zona para hombres y mujeres libres, individuos de un mismo color.

La historia del Caribe se escribe a través del mestizaje. La historia del Caribe puede ser la historia de un cimarrón, de Hatuey, de Joel James, Alcides Carlos Gonzáles Díaz (nuestros Tití), de Rogelio Meneses, Ramiro Herrero, Berta la Pregonera, los Rastafaris, y muchos otros. La historia del Caribe es nuestra historia, desde lo singular hasta lo ancho y largo de ese color que se hace tierra, carne, fe, arte y rebeldía. Para los que vivimos aquí, la historia del Caribe es la más hermosa de todas.

Fotos de Rubén Ajá Gari/ Archivo

No siempre las historias son bien contadas porque no siembre son bien escritas. La memoria siempre ha sido nuestra mayor arma. La memoria para perdonar, la memoria para renunciar al olvido. En ese ejercicio, la fundación de la Casa del Caribe, el 23 de junio de 1982, ha jugado un papel fundamental. No todas las estructuras creadas por el hombre pueden transcribir la realidad como lo ha hecho esta institución. No solo ha tenido un equipo (por años) capaz de reconocer el color del Caribe, también ha impulsado investigaciones científicas, proyectos extensionistas, y proyectos de salvaguarda de nuestros bienes patrimoniales inmateriales. Su programa de promoción cultural es tan amplio como el color mismo de la región. Un ejemplo inigualable resulta su Festival del Caribe o Fiesta del Fuego. El evento que se celebra del 3 al 9 de julio desde hace 40 años y es de los más importantes en el hemisferio.

La responsabilidad que hoy posee esta Casa ha sido forjada por la necesidad que han tenido los hombres y mujeres del Caribe, porque nadie escriba nuestra historia. Porque nadie externo crea que la sabe tanto como nosotros. Porque nadie externo crea que nos la puede contar.

Durante todos estos años esta institución nos ha devuelto el rostro. Nos dice dónde no podemos dejar de poner la mirada. Las artes y la cultura en su sentido más amplio han sido beneficiadas en esta ciudad, lugar de encuentro para volver a África y a nuestros ancestros. Todas las texturas y ritmos se han mezclado durante años al calor de la quema del Diablo. 

La Asociación Hermanos Saíz en la provincia ha mantenido un vínculo importante con la Casa del Caribe. En la defensa de nuestros valores, principios y variedad artística, los caminos siempre estarán destinados a cruzarse y a emparentarse. El evento Almas Nuevas es un ejemplo concreto. Los jóvenes entendimos eso hace mucho y le pusimos nuestra impronta a la Fiesta del Fuego. La Casa del Caribe y su festival han sido espacio de superación y de intercambio cultural para los miembros de la AHS. Creo que esa relación (también) nos ha ayudado a entender nuestro arte dentro de un contexto que no necesita parafernalias sino sinceridad absoluta desde y para nuestra obra.

Hoy, la Asociación Hermanos Saíz de Santiago de Cuba y el Comité Organizador del Encuentro de Jóvenes Jazzistas Jazz Namá, en el marco del aniversario 35 de nuestra organización, quiere hacer entrega de un reconocimiento especial. En este gesto va la voz de todos los miembros de nuestra Asociación, que como hijos del Apóstol, sabemos que honrar honra.


Jazz Namá: de vuelta a la raíz (+ programa e infografías)

Es sin dudas Santiago de Cuba una ciudad fértil para el arte. Una ciudad que necesita renovación o actualización en muchos aspectos transversales a la creación artística, pero donde la música es un estandarte para la urbe. Santiago de Cuba es una ciudad musical. Su sonoridad marca el espíritu de su gente, que desfila en una coreografía a ritmo de conga.

fotos frank lahera

fotos frank lahera

No son pocos los espacios destinados para el desarrollo y visualización de la música. La alta gama de estilos, tendencias y géneros son defendidos por los distintos proyectos que hoy habitan en los escenarios de un Santiago bailador y diverso.

En 2021 el festival se propone ofrecer un debate acerca de la influencia de la cultura africana en el jazz cubano. Convirtiéndose en un espacio interactivo que conecte la expresión actual del jazz con las raíces del género.

Aun en las circunstancias excepcionales en la que se encuentra el país, la jornada promete días intensos. Del 25 al 28 de este mes, disímiles plataformas digitales servirán para que el jazz reine en nuestra ciudad con el mismo calor. A través de los canales de Facebook y YouTube de la AHS en la provincia se podrá disfrutar de los grupos y artistas: Cauce, Camilo D´Bess, Mestizaje, DJazzVi, Influencia (AHS Matanzas), Proyecto VTIván Sánchez Guardiola, Giselle Lage Gil, Confluencias Sax, Albertico Lescay, y Okan Jazz.

Otras acciones complementarán el programa: Expo Colectiva Online “Raíces y Compás” por Edgar Brielo y Frank Lahera; la conferencia magistral “Identidad Percutida”, por Miguel Rodríguez Zulueta (Director Grupo Mestizaje); y la entrega del reconocimiento especial a la Casa del Caribe por sus aportes al género.

Esta edición, dedicada a los 35 años de la Asociación Hermanos Saíz y a la 40 edición del Festival del Caribe, nos trae una imagen nueva del evento que ha estado a cargo de Carlos Lloga. La campaña de comunicación del Jazz Namá introduce una serie de cambios en la imagen de los posteriores eventos de la AHS en Santiago, los cuales tendrán una visualidad diferente.

fotos frank lahera

fotos frank lahera

fotos frank lahera

No es casualidad que en los últimos años la ciudad sea un escenario anhelado por los jazzistas del país, múltiples eventos vinculados a este género lo validan. El encuentro Amigos del Jazz, y la acogida como subsede del Festival Internacional Jazz Plaza son muestra de la huella cultural que deja esta expresión en el oriente cubano.

fotos frank lahera

fotos frank lahera

El movimiento jazzístico dentro de la ciudad es respaldado (por mencionar algunos exponente), por la búsqueda de un jazz más clásico como el de Jazz DBess, experimental como el de Influencia, o incluso desenfadado como DJazzVi o Confluencias Sax.

fotos frank lahera

Es innegable en cada uno de estos estilos la presencia de ritmos sincopados y armonías nostálgicas propios de esta ciudad, que nutren y enriquecen constantemente la creación de estos artistas. La mirada del comité organizador por pensar el jazz y su práctica desde la herencia de la música africana es un acierto. Volver a la raíz siempre es útil aun cuando el encuentro sea conceptual como es el caso, puesto que el abrazo será simbólico dentro del ciber-mundo.

 

¡Venga entonces el Jazz Namá!

¡Hágase la música!

¡Y que todos los caminos nos conduzcan a la raíz!

 

Programa Jazz-Namá

 

 

Jueves 25

9:00 a.m. / Inauguración Online / Nataly Ruiz

10:00 a.m. / Expo Colectiva Online “Raíces y Compás” / Edgar Brielo y Frank Lahera

11:00 a.m. / Estreno Cápsulas “Jazz Namá Plus” / José Portillo Herrera (Director Grupo Cauce)

3:00 p.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus” / Camilo D´Bess.

7.00 p.m. / Cierre de la Jornada / Nataly Ruiz.

8:00 p.m. / Concierto Online / Jazz D´Bess.

 

 

Viernes 26

9:00 a.m. / Presentación del Programa Diario del Festival / Nataly Ruiz.

9:30 a.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus” / Miguel Rodríguez Zulueta (Director Grupo Mestizaje).

10:00 a.m. / Clase Magistral “Identidad Percutida” / Miguel Rodríguez Zulueta (Director Grupo Mestizaje).

11:00 a.m. / Entrega de reconocimiento a la Casa del Caribe / Transmisión en vivo. 

3:00 p.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus” / David Gómez Cruz (Director Grupo DJazzVi)

5:00 a.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus” / Grupo Influencia (AHS Matanzas).

7.00 p.m. / Cierre de la Jornada / Nataly Ruiz.

8:00 p.m. / Concierto Online / Grupo Influencia (AHS Matanzas).

 

Sábado 27

9:00 a.m. / Presentación del Programa Diario del Festival / Nataly Ruiz.

10:00 a.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus” / José Ernesto González (Proyecto VT; AHS Habana)

11:00 a.m. / Concierto Online / Proyecto VT (AHS Habana)

3:00 p.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus”/ Iván Sánchez Guardiola

5:00 p.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus”/ Giselle Lage Gil

7.00 p.m. / Cierre de la Jornada / Nataly Ruiz.

8:00 p.m. / Concierto Online / Giselle Lage.

 

Domingo 28

9:00 a.m. / Presentación del Programa Diario del Festival / Nataly Ruiz.

10:00 a.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus” / Carlos Javier Alcántara y Wilfredo Fuentes (Consortes Jazz)

11:00 a.m. / Concierto Online / Consortes Jazz

3:00 p.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus”/ Confluencias Sax

5:00 p.m. / Cápsulas “Jazz Namá Plus”/ Albertico Lescay

7:00 p.m. / Cierre Oficial del Evento / Nataly Ruiz

8:00 p.m. / Descarga Clausura / Invitados: Iván Sánchez Guardiola, Confluencias Sax, Influencia, Proyecto VT, DJazzVi, Okan Jazz.


La cultura cubana está de luto

Alcides Carlos González Díaz, Tití, destacado integrante de las artes escénicas en Santiago de Cuba, falleció el pasado jueves por la noche en esta ciudad, víctima de una larga enfermedad. Y con su desaparición física, la cultura aquí y en toda Cuba está de luto.

Hasta la Funeraria Santiago, donde se encontraban los familiares de Alcides Carlos, fueron el viernes por la mañana los miembros del Comité Central del Partido, Lázaro Expósito Canto, primer secretario del PCC en la provincia, y la Gobernadora, Beatriz Johnson Urrutia, junto a otros dirigentes y artistas del territorio.

Una de las últimas tareas de Titi fue dirigir el grupo Ojos Teatro, o sea las estatuas vivientes que tanta popularidad tienen en esta urbe donde son habituales en la céntrica calle Enramadas, en otros sitios de la localidad y en los festivales más renombrados, como el Festival del Caribe.

Junto al féretro fueron leídas sentidas palabras, entre otras de la Asociación Hermanos Saíz; también lo hicieron la poeta Teresa Melo y Raulicer García Hierrezuelo, director provincial de Cultura, quien dedicó su intervención a enaltecer las cualidades de Tití como artista, como presidente de la AHS, y fundamentalmente como promotor cultural.

Familiares, Expósito, Johnson, Raulicer y otros directivos de Cultura, la AHS y centros y consejos del sector cultural, rindieron guardia de honor.

García Hierrezuelo lamentó en nombre del sector cultural, el deceso de González Díaz, a quien calificó “de gran promotor y defensor de la cultura cubana”. Y en los mismos términos se expresó Juan Edilberto Sosa, presidente de la AHS aquí, al recordar la etapa en que la Asociación fue dirigida por Tití a inicios de esta centuria.

La AHS Nacional, las presidencias nacional y provincial de la Uneac, y numerosos artistas y personalidades de la Cultura expresaron su pesar por el fallecimiento de González Díaz, quien al morir tenía 45 años y en el último de estos su salud se deterioro progresivamente.

El cadáver fue incinerado ayer por la tarde y las cenizas depositadas en el cementerio de Santa Ifigenia.


Entre luces y sombras

Sección de audiovisuales de la AHS en Santiago de Cuba

A Frank Lahera O`Calaghan, presidente de la sección de audiovisuales de la AHS en Santiago de Cuba uno lo ve siempre con cámara en mano. Esa eterna amiga que deja instantáneas de lo hermoso a través del lente no lo abandona, como la guitarra a un trovador. De los momentos difíciles salen las grandes soluciones dijo un gran pensador y al parecer los jóvenes creadores utilizaron muy bien esta frase para repensar la Asociación desde diversas miradas. Frank no siente miedo de decir verdades del funcionamiento de su sección, resultados y debilidades.

“Teníamos varios objetivos trazados, entre ellos lograr comunicar la creación santiaguera en festivales nacionales y extranjeros; incentivar la creación individual de los asociados para potenciar el intercambio con colegas de otros lugares y espacios, lo que posibilita nuevas formas de animar, despertar otras inquietudes artísticas. Esto se venía trabajando desde el año anterior con la creación de un Festival Nacional de Videoarte, que se logró gracias al apoyo del Festival FAENZA de Colombia y sirvió de enriquecimiento creativo y espiritual a los realizadores de la ciudad.

Fotos: Tomadas de perfil El Creador

“Además, teníamos la intención de generar diálogo con otros creadores, por ejemplo, queríamos proyectar una retrospectiva de la edición anterior del Almacén de la Imagen, eso sumado a conferencias. Logramos traer, lo que fue un experimento, una retrospectiva de la Muestra Joven del ICAIC en noviembre de 2019 durante cuatro días. Después se pensó que la Muestra podía presentarse en diferentes partes del país, pero esa idea surgió aquí en Santiago. Buscamos la manera de traer realizadores nacionales e internacionales para que impartieran conferencias. Nos había confirmado su presencia Jorge Molina con un taller intensivo de guion durante cuatro días; Alejandro Alonso, ganador en el Festival de Cine de Lima, Perú, nos iba a dar un curso de fotografía, pero llegó la COVID-19 y se pospuso todo.

“Esto surgió gracias a la relación que tenemos con la Muestra Joven de que importantes creadores vengan a Santiago a ofrecer sus conocimientos. También queríamos traer a realizadores de Camagüey, Granma, con muy buen trabajo en lo audiovisual.”

–¿Cómo logras establecer un vínculo con la Muestra Internacional de Videoarte FAENZA?

Somos como una especie de subsede de esa muestra. Surgió en Bogotá, Colombia, y al ser participante le hablé de la posibilidad de insertarnos y ellos aceptaron, vinieron al Festival del Caribe y decidieron hacer algo fijo. Por la pandemia queríamos hacer este encuentro ahora en octubre, pero lo pospusimos para abril de 2021.

Queremos incluir un salón de artes visuales en Bogotá y que Santiago de Cuba funja como puente, con el fin de dar a conocer el trabajo de los jóvenes artistas. Si lo logramos hacer, trataremos de hacer una muestra itinerante que pase también por Camagüey y La Habana.

Fotos: Tomadas de perfil El Creador

–¿Qué soluciones encontró la sección de audiovisuales para continuar creando en medio de la COVID-19?

Trabajamos en las redes sociales. Ahí realizamos ciclos de cine experimental, videoarte, a través de secciones llamadas Ventana Cine, Ventana Perfomance. Presentaron materiales Yuri Seoane, Carlos Gil Calderón, Yunior Frómeta y yo. Cuando se flexibilizaron las medidas hicimos una jornada de cine santiaguero La Mirada Inquieta, realizada en el Cine Cuba como sede principal.

Fueron cuatro días con encuentros teóricos, cine más convencional, documental, animación, y luego se insertó el cine experimental. El objetivo principal con esta jornada fue crear más adelante un festival de cine en Santiago de Cuba, con una buena organización, sin favoritismos, potenciando la creatividad, la experimentación y el buen arte.

–¿Cómo valoras la producción audiovisual de los jóvenes miembros de la AHS en este territorio?

“Te puedo decir que la producción es bastante pobre. Ahora, quizás de 20 asociados están produciendo cuando más tres. Al parecer están en la AHS por estar y ya lo hemos hablado en el ejecutivo. Estamos buscando que se activen, que se inquieten por su realidad y hagan arte. Hacia esa dirección va nuestro trabajo.”

Con luces y sombras la sección de audiovisuales de la AHS en Santiago de Cuba necesita encontrar caminos para la creación. No por gusto se potencia los concursos y becas de la Asociación, con el objetivo de visibilizar el quehacer artístico de los jóvenes creadores. Definir quiénes desean ser parte de esta organización y hacer que su conducta se corresponda como artistas, es uno de los objetivos de esta sección. Frank Lahera no se muerde la lengua y nos traza un camino. Hay que buscar esos puentes y no esperar a que alguien los haga.


Confesiones del poeta o Jesús Cos Causse frente al espejo del tiempo 

Las confesiones más conocidas, sin duda, son las judiciales y las religiosas. La primera es la declaración que, sobre lo sabido o hecho, hace alguien (testigos, acusados…) voluntariamente –o no– o preguntado por otro (abogado…) ante la autoridad judicial. En la segunda alguien (el penitente) declara al otro (el confesor), los pecados cometidos, que a la postre serán perdonados a través del mismo Dios u otra deidad. Quizás entre ambas formas de confesión la similitud más expedita sea el acto declaratorio en aras de lograr, finalmente, la absolución (indulto–perdón).

Ambas procuran, tomando como punto de partida al sujeto de la confesión “en estado de crisis,” establecer una forma (acción) de comunicación, hasta cierto punto dialógica, donde la palabra cobra fuerza como expresión, entre otras esencias de la ecología interior del ser humano, de sus valores personales. Procuran, además, recuperar “algo” llámeseme libertad, felicidad, goce, tranquilidad…,  o sea, llegar a un estado deseado, presumiblemente de bienestar espiritual. Entonces si se suscribe la afirmación, que la comunicación es un arte –el de lograr el impacto interpersonal–, la confesión puede ser asumida como tal: un arte –herramienta– para la expiación (reparación, enmienda, satisfacción, compensación), incluso la sanación.  

Así lo han entendido artistas y escritores cuyas obras giran en torno al tema de la confesión. En 2016, Gideon Jacobs y Gregor Hochmuh, dos artistas radicados en Nueva York, pusieron en práctica un polémico proyecto artístico denominado Confessión,[1] un mecanismo de confesión a través del cual las personas podían declarar ese secreto impronunciable o bien, funcionar como receptores de las más oscuras revelaciones. Esta experiencia–experimento dio cuentas de la necesidad que muchas personas tenían de expresarse, de externalizar sentimientos. Más atrás en el tiempo, la pensadora, filósofa y ensayista española María Zambrano en su obra La Confesión: género literario (1943), planteaba las claves que encierran un lenguaje del sujeto entendido como confesión, que se comunica en  –a través de– la escritura bajo el secreto y la soledad.

Los ejemplos anteriores mucho tienen que ver con la poesía, a la que le es consustancial –o le atañe– tales sensibilidades inherentes a la expresividad humana. En este sentido, la poeta y profesora santiaguera Ileana Rosabal, en la introducción al libro Confesiones del poeta (Editorial Oriente, 2006), de la autoría de Jesús Cos Cause, traído a colación a propósito de la edición homenaje al Festival del Caribe, dijo que la poesía, al menos lo concerniente al aspecto creativo, no será nunca un rito colectivo, que ella ha nacido y ha de extinguirse con el hombre solitario”, que independientemente que el autor la denomina “pordiosera de la soledad”, también nos salva del olvido. Algunos opinan que la poesía es propensa a convertirse en un hecho colectivo toda vez que, en lecturas o recitales, se comparten los textos. Ciertamente es válida esta forma para involucrarse, esencialmente, con el poema.

En este poemario de Cos Causse, el ritual solitario está cargado de voces, lo cual se percibe cuando se recorren sus líneas. Quizás porque es un pleno ejercicio de confesión y de comunicación con el otro –con su otro–: el náufrago, huérfano, sonámbulo, artesano espía del amor. Quizás porque no está escrito por el poeta que se sienta en una piedra/ a esperar la soledad y la muerte, sino por el poeta que hace un examen de conciencia, ante el inminente crepúsculo, revisitando hermosos fantasmas, que de un modo u otro le irán dictando las premisas para encontrar las palabras entre los escombros/del tiempo y las incertidumbres de la historia.

Cos Causse o El Quijote Negro si se prefiere, del cual el próximo mes de octubre del presente 2020 se estará conmemorando el aniversario 75 de su natalicio, encontró las palabras, además de entre los escombros del tiempo, en la ciudad de Santiago y en el pasado histórico del Caribe, sus islas, su gente. 

Así explicó los derroteros del presente y entendió, como pocos, las poéticas de esta región geográfica cultural. Ello le llevó, por ejemplo, a gestar Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo, en el contexto de la Fiesta del Fuego, espacio donde aún se sigue promoviendo la literatura y la integración cultural caribeña. Sobre esto daba cuentas Pedro López Cerviño, editor de una buena parte de su obra, en el panegírico dedicado a este embajador de la poesía titulado Fuegos que arman la luz XI.[2] En él acotaba que era un poeta “insólitamente vivo a pesar de la muerte, conocedor a fondo de los rumbos de las luciérnagas del Caribe.”

El Caribe, constante en la obra de Cos Causse, es sinónimo de resistencia, de modo que la resistencia (cultural): reconstrucción histórica de expresiones diversas y unidad, es asumida en el libro de manera casi natural. El poeta, una especie en peligro de extinción, habla desde estas claves, no se arrepiente de lo que será su único delito (pecado) probable: buscar el amor a toda costa. Así lo anuncia en “Confesiones a Saint-John Perse”: Como un delincuente /voy a violar tu ventana/y robarte el corazón/ y estaré preso en tu recuerdo. Saint-John Perse, premio Nobel de Literatura 1960, es un nombre venerado por mucho poetas del orbe, cuyos versos Y es la hora, ah poeta, de declarar/tu nombre, y tu nacimiento y tu raza constituyen en Confesiones… un leitmotiv para (re) construir la historia de ese hombrepoeta caribeño, viajero en mar a la deriva/…el Crusoe conversando con su fantasma […] bautizado con la sangre de un animal sacrificado/ en una ceremonia entre tambores.

Saint-John Perse estuvo en la lista de ídolos (literarios, intelectuales y políticos) de Cos Causse junto a Roque Dalton (poeta activista político e intelectual), Pedro Mir (poeta nacional de República Dominicana), Aimé Césaire (ideólogo del concepto de la negritud), Luis Palés Matos (escritor puertorriqueño), y Federico García Lorca. Los hace desfilar (los convoca–exorciza) en este poemario que fuera publicado un año antes de su muerte, sobre la cual presagió: me voy a morir el siglo XXI.  

En 2007 místicamente se despidió. Según el escritor y profesor universitario José Millet Batista, su muerte fue por “alegría incontenible de su violín roto […] de niñez, […] de poesía”.[3] Entonces no resulta desacertado subrayar que Cos entregó su poesía como una oración, como  balanza entre el recuerdo y el olvido a juzgar por su poema dedicado al poeta y activista político haitiano Paul Laraque.

Confesiones… no escapa, por suerte, de las imaginerías y fabulaciones del bardo que dominaba un estilo singularísimo del lenguaje dentro del panorama literario insular. En este se vislumbra un halo testamental que iría a verse a la postre en Crónica del crepúsculo (Ediciones Santiago, 2012), definitivamente su testamento poético. Por lo tanto, no podía ser de otro modo, se registran en 66 cuartillas sus temas más recurrentes: la vida (una pesadilla), la muerte, la soledad, el tiempo, los sueños, el amor (un ciclón sin brújula. Un problema de la primavera), el misterio del hombre, la religiosidad popular, los poetas, la poesía misma. En sus propias palabras: Todo aquello que explicara, de alguna forma el mundo y una definición para justificar lo que se hace y la propia existencia.[4]

Asimismo, también destaca la muerte – el gran tema universal– por la carga imaginativa que sugieren la belleza y el horror del fenómeno, que adquiere relieves muy particulares dentro de esta obra, en tanto desfilan no la muerte, sino las muertes, lo que se encargará de introducir desde los propios títulos Epigramas y epitafios, Difuntos y sepelios, Testimonio del tiempo, Imagen de libertad de Arriba, Imagen de Ignacio Vázquez, entre otros. Su presencia y preeminencia se mueven en los poemas, cual asidero filosófico, a veces claramente otras entre líneas y puede decirse que hasta con obsesión (la obsesión de muchos poetas), entendiéndola en su Elogio y elegía a Federico García Lorca como: “una metáfora […] una máscara bellísima. / […] la imagen mas perfecta entre el hombre y la naturaleza”. El rostro que vimos la última vez en La diosa de la ciudad. Una flor y un epitafio, destaca en Identidad. Es, por sobre todas las cosas, la muerte como motivo de significación cultural.

Groso modo, en el discurso poético de Confesiones… subyace un lirismo atendible y hasta experimental. Es por ello que el citado poema a Federico García Lorca se asemeja a un “largo” ensayo poético en el que magistralmente, se resumen las ideas de los textos anteriores, sin desdeñar el rejuego simbólico y hasta las conexiones e impronta con sus ídolos. No menos importante son las coordenadas expuestas del acto poético, en sus definiciones –juicios de gran valor– sobre poesía: La poesía será siempre/ Una semilla/ Que germina. / […]. La poesía es el espejo del tiempo.

Al poeta y periodista  Reinaldo Cedeño, uno de sus afortunados entrevistadores, en la entrevista Y Dios estuvo de acuerdo le revelaría: La poesía es un misterio del hombre. Creo que afortunadamente nadie, ni los mismos poetas, saben qué cosa es. Quizás el día que se sepa, comience el fin. Uno tiene que explicarse de alguna forma el mundo y todos buscan una definición para justificar la propia existencia.[5] Sobre el poema, como forma de expresar la poesía, acotaría: Cuando escribo un poema no me propongo que sea largo o corto. Termina cuando cesa la imaginación. Se antoja acercarse a Confesiones… como un largo e ininterrumpido poema.

Notas y referencias bibliográficas

[1] Alejandro I. López: El proyecto «artístico» que te hará confesar y escuchar los más oscuros secretos. Disponible en https://culturacolectiva.com/arte/el-proyecto-artistico-que-te-hara-confesar-y-escuchar-los-mas-oscuros-secretos

[2] Disponible en  http://www.uneac.org.cu/secciones-periodisticas/resenas/fuegos-que-arman-la-luz-xi.

[3] Texto Completo. Disponible http://www.afrocubaweb.com/jesuscos.htm

[4] Reinaldo Cedeño Pineda: Jesús Cos Causse: el tiempo nos devora. Disponible en

https://oncubanews.com/cultura/literatura/el-quijote-negro/

[5] Reinaldo Cedeño Pineda: Y Dios estuvo de acuerdo o la entrevista recuperada a Jesús Cos Causse. La Jiribilla # 773, 30 de abril al 6 de mayo de 2016. Disponible en

lajiribilla@cubarte.cult.cu

http://www.lajiribilla.cu/articulo/y-dios-estuvo-de-acuerdo-o-la-entrevista-recuperada-a-jesus-cos-causse


Almas Nuevas y el Caribe que nos une

Del 3 al 9 de julio vuelve el Festival del Caribe. En esta ocasión se presenta como una Edición Homenaje, una iniciativa que sentará las bases de la celebración en 2021. El estado de excepción provocado por la COVID 19 ha impedido que la Fiesta del Fuego, como también se le conoce, dinamite las arterias de Santiago de Cuba. Entonces, ¿cómo pensar y dialogar con los pueblos del Caribe? ¿Será posible no dejar morir el espíritu del festival?

La Casa del Caribe, institución rectora de la magna cita, ha diseñado una serie de acciones en pos de mantener vivo el evento. Diseño enriquecido (como cada año) por los principales organismos y proyectos culturales de la provincia. El empleo de los nuevos medios y las plataformas digitales fue el camino seleccionado por su comité organizador para concretar el encuentro.   

Como ya es costumbre, la Asociación Hermanos Saíz en Santiago de Cuba se convierte en espacio de diálogo e intercambio del festival desde el quehacer orgánico de sus miembros. El programa paralelo, Almas Nuevas, se reafirma como el espacio más fértil/radical/e innovador entre los jóvenes que aspiran a un Caribe amplio y diverso.

  • ¿Qué es lo caribeño? ¿Cómo dialoga el arte contemporáneo con los códigos culturales de la región? ¿Es el Caribe un espacio de búsqueda creativa para el arte de vanguardia? ¿Por qué salvar nuestra identidad es salvar nuestros pueblos?

Durante estos días muchos creadores daremos respuestas a cada una de estas interrogantes. Repensaremos las distintas formas de expresar “lo caribeño” desde áreas investigativas, creativas y multidisciplinarias, que son transversales a las nociones antropológicas, estéticas, sociales y políticas que representan la región.  

El público tendrá acceso al programa de la AHS a través de las plataformas institucionales de la filial en Santiago de Cuba (la página de Facebook y el canal de YouTube).

Entre las acciones más significativas destacan:

Ventana Performance

Días 3, 4, 5, 6 y 7/Hora 10:00 a.m.

Invitados: Yuri Seone/Frank Lahera/Edgar Brielo/Carlos Gil Calderón

Foro Online El Cuerpo político: Identidad, arte y renovación en la imagen del Caribe

Día 5/Hora 3:00 p.m.

Invitados: Colectivo Muestra Internacional de Videoarte FAENZA  (Colombia)

Concierto Online del grupo Yerba Buena

Día 9/Hora 5:00 p.m.

El Festival del Caribe es un suceso que trasciende a Santiago de Cuba y sus habitantes. Aun cuando se gesta desde las instituciones de la ciudad, su proyección responde a una condición de país. Cuba es el Caribe. Los esfuerzos por mantener espacios tan vitales como estos muestran la voluntad de mantener el diálogo con los pueblos de nuestra zona geográfica. Un diálogo regido por la cultura y el arte. Un terreno que nos hace diferentes pero que nos une. Un terreno donde los hombres aprenden a respetar sus diferencias porque en ellas yacen sus verdades y fortalezas.

Los jóvenes creadores debemos estar prestos para formar parte de ese diálogo. Todo cuanto sucede en el mundo del arte y la cultura es territorio para la AHS, es territorio para la vanguardia. Es el Caribe una región fértil para convertir nuestros sueños en una obra humanamente posible.    


Rap a lo tricolor: una escena musical con sabor local

Cantar, saltar, bailar, tomar, pinchar la pista de discos, alzar la voz en responsorio cantado cuando el intérprete convite, levantar un brazo en señal de apoyo, moverlo de arriba hacia abajo, ladearse la gorra y hacer todo esto imbuidos en frases como “tá’mo aquí” o “I don´t believe in Babilon”, dice mucho de la salud de la escena rap-reggae en Santiago de Cuba. Si bien resultará propicio acercarse a esta producción musical en un momento en que sus músicos, apoyados por la Asociación Hermanos Saíz, mantienen sus propuestas y conforman una comunidad ya con más de 20 años en cocción.

La mirada que propongo no se dirige a analizar precisamente su desarrollo zigzagueante, sino hundir las raíces en su rótulo mixto. En suma, diseccionar las razones que conducen a entender dicha escena bajo el título rap-reggae, en vez de separarla en virtud de cada género musical constituye el tema central del presente texto.

Las huellas de profunda afinidad entre artistas de rap y de reggae se observan tanto de forma explícita como cuando se profundiza en su análisis. Enumero algunas de las pistas que permiten visualizar la estrecha sintonía:

(1) La continua colaboración fuera y dentro del estudio musical que conduce a featurings bajo el predominio de uno de ambos ritmos pero con la inclusión de sendos tipos de intérpretes;

(2) sus relaciones más explícitas sobre el escenario, tan comunes en peñas o en propio patio de la AHS santiaguera;

(3) la incorporación de accesorios estéticos procedentes de los movimientos culturales vecinos, hip hop y Rastafari, en la creación del estilo visual, por ejemplo, cuando los raperos usan algún elemento tricolor verde, amarillo y rojo;

(4) la propia identificación personal con tales culturas vecinas y su expresión artística mediante la canción, por ejemplo, cuando la concepción Babilonia procedente de Rastafari adquiere importancia en el discurso del rap;

(5) por último, el compartir ideas comunes contenidas en sendas culturas, por ejemplo el ideal antirracista y la re-significación de la deuda  cultural cubana con África.

No es intención de esta autora abordar con todo el peso de la semiótica, la sociología y la historia, las peculiaridades de la escena antes citada. Los límites editoriales del texto no lo permitirían. Sin embargo, declarar los hechos fundamentales que conducen a una escena mixta, sí posibilita transitar por un breve análisis culturológico donde salta uno de los sellos identitarios de una vertiente musical contemporánea con sabor local, de parecer folclorista para algunos, sinceros matices regionales para otros, e indudable enlace de tradición y actualidad.

Ante todo, considero preciso puntualizar el significado de escena musical, cuya utilización en el contexto cubano le debe mucho al periodista y crítico musical Joaquín Borges Triana. Constituye una de las últimas conquistas terminológicas del post-subculturalismo contemporáneo, probablemente gracias a su cómoda amplitud significativa. Esta díada, alcanza mayoría de edad en los predios del periodismo musical, pero son los sociólogos post-subculturales, especialmente dedicados a la música, quienes en la postrimerías del siglo XX elaboran un marco teórico para explicar las comunidades de consumidores y productores musicales, una de las formas de contrastar con el enfoque sustentado en la disección clasista inherente a los clásicos subculturalistas de Birmingham.

Foto cortesía del artista Edgar Brielo. Patio de la AHS durante Festival de hip hop. 2016

De esa manera, junto a subculturas, culturas juveniles, culturas de club, tribus y neo-tribus, llega a bien posicionarse los enclaves conceptuales y empíricos de la escena musical. Aunque su procedencia sociológica se deriva de las investigaciones de Barry Shank y las del canadiense Will Straw (1991), es el último quien alcanza mayor repercusión en las investigaciones sociales de música.

En síntesis, la escena musical se conforma tanto por la comunidad flexible y porosa de productores y consumidores de algún ritmo en específico, como por sus enclaves espaciales fundamentales, sus redes de producción, distribución y comercialización, el movimiento nómadas de los seguidores de dicha música, y una comunidad de gusto con base en un género o como aquí se observa, géneros en específico, comunidad de membranas móviles, inclusivas y cambiantes.

Una vez entendida la escena como una relación en movimiento entre los creadores y su público, vale volver la mirada hacia la historia de los géneros musicales que nos ocupan. El acontecer del rap santiaguero se ha trenzado con otros movimientos musicales que florecieron en el Caribe hacia finales del siglo XX. Primero el reggae, luego el raggamuffin, su variante el dancehall, e incluso el incipiente reguetón, acompañaron los ánimos creativos que hacia las postrimerías de la década del 90 e inicios del nuevo milenio motivaron a varios jóvenes a destacarse en el estilo recitativo con inclusión de jergas característico de la canción de rap.

Si miramos a fondo, hallaremos que las conexiones entre el reggae, sus derivados sonoros y el rap, ya habían sido forjadas entre los padres de estos ritmos. El profesor estadounidense Mickey Hess, por ejemplo, recuerda que el rap halla raíces en la práctica artística del toasting jamaicano, una forma en que los DJ de Kingston animaban aquellas fiestas informales de barriadas al margen conocidas como sound system. Si a ello le sumamos que todos los géneros mencionados constituían, de alguna forma, crónicas sociales donde se plasmaba el pensamiento crítico de sectores pobres así como su espiritualidad o, en el otro extremo, se vertía un discurso nihilista, lúdico y con alto contenido sexual, también como parte de una subjetividad social que describía un pretendido estilo de vida, entonces, las conexiones son evidentes.

Lo cierto es que la histórica mixtura entre creadores del rap y reggae adquiere un cariz más sólido en el caso santiaguero y las primeras sospechas de este hecho emergen cuando nos percatamos del afianzamiento del reggae en el gusto popular de la ciudad, amén de involuntarios desconocimientos en las herramientas de investigación social como las encuestas de consumo. Las causas deberían rastrearse en el apego emocional y cultural del santiaguero a la cultura y sonidos caribeños, pero, una aseveración así parecería pecar de folclorismo. Con ella, se pretende poner en debate el esencialismo de nuestra identidad que, en tiempos actuales de hibridación cultural, se permea de variopintas influencias, de suerte que es preferible aportar datos en los cuales se explicite la incidencia de lo reggae en la ciudad.

Los investigadores Samuel Furé y María Elena Orozco recuerdan que la llegada de estudiantes caribeños y entre ellos jamaicanos a universidades capitalinas y de Santiago de Cuba, así como el arribo en 1976 de obreros, también con jamaicanos en sus plantillas, en busca de cursos de superación; fueron hechos que estrecharon el contacto con la cultura de Jamaica y, por extensión, con el reggae. En este punto, el lector juzgaría imperdonable la no mención de las oleadas inmigratorias jamaicanas hacia el Oriente cubano, antes de los pretéritos años 50 y el supuesto espaldarazo que pudieron proveer al gusto local por el reggae. Sin embargo, S. Furé responde al cuestionamiento con justicia cuando explica que al momento de la ascensión de este ritmo como música popular, bailable y globalizada, ya dichos inmigrantes y su descendencia poseían tal integración a la estructura social cubana que el reggae era tan nuevo para ellos como para los demás cubanos.

Promoción y portada del álbum de dúo Golpe Seko «Golpe Seko brothers» cortesía del MC Darwin Sibadie. Su diseño resalta los colores de la bandera Rastafari como alusión no sólo a esta cultura sino también al Caribe.

Considerado sobremanera por músicos, integrantes de Rastafari y estudiosos de procesos culturales en la región Este de Cuba, otro elemento que ha cimentado el gusto en el reggae ha sido la posibilidad de sintonizar estaciones radiales jamaicanas desde algunas zonas orientales, Santiago de Cuba entre ellas. S. Furé también adiciona la influencia del turismo en los 80, que acercó más la cultura jamaicana del momento a la cubana. Por último, pero no menos importante, debo destacar siguiendo dicho autor, la influencia que dejaron algunos eventos donde confluían figuras del reggae internacional: el de Varadero, el Carifesta y el Festival del Caribe. Lo que no menciona este exégeta de la cultura Rastafari es que de los tres, el último todavía se lleva a vías de hecho cada verano y su realización impacta directamente en la configuración de la escena rap- reggae.

El desarrollo anual del festival o Fiesta del Fuego probablemente representa una de las motivaciones más antiguas y reiteradas para llevar a cabo conciertos de rap y reggae, en conjunto con la AHS, como uno de sus espacios neurálgicos. Con este juicio no pretendo desconocer la convergencia, en el marco del evento, de numerosos ritmos tradicionales, caribeños y latinoamericanos, empero, el carácter participativo de la música urbana citada, esto es, la dinámica relación in situ de los artistas con su público mediante el baile o cualquier otra manifestación de sinergia colectiva, acentúa su significación y conduce a la activación de la escena puesta en la mira. Se explicaría entonces por qué mientras se trova, la música adquiere función de telón de fondo, pero cuando se canta reggae, los partícipes, otrora conversando, se levantan de sus asientos, cantan o corean al cantante mientras este repite alguna frase significativa como la inicial I don´t believe in Babilon.

Volviendo a mi objetivo inicial, creo necesario señalar que la mayor parte de estas condicionantes no corresponden exclusivamente al territorio santiaguero, sino que, en relativas medidas se hallan diseminadas por el resto del país. Por ejemplo, los estudiantes jamaicanos no solo arribaron a Santiago, sino también a La Habana y, en menor escala, a otros territorios como Santa Clara.

Ahora bien, su convergencia en adición a los factores históricos que funcionaron como puente de relaciones culturales con el área caribeña desde la época colonial, sí debe considerarse en su conjunto elemento exclusivo de esta ciudad. En mi consideración, la comunión de todos ellos ha condicionado al sujeto social santiaguero, en especial una sensibilidad cultural que se aviene a la conciencia de caribeñeidad que mencionara un autor ya clásico: Joel James. Se trata de una histórica disposición estética con relieves característicos del Caribe que ha influido en buena medida en el gusto y, en consecuencia, en la creación musical de la urbe.

No quisiera ahogar la interpretación sobre la creatividad santiaguera en materia de música con el lazo del determinismo cultural; por tanto, no pienso que todos los músicos santiagueros y los melómanos expresen por fuerza el vaso conductor con dicha sensibilidad caribeña. Aun así, ha sido válido analizar una escena musical donde la expresión caribeña resulta palpable debido a la estrecha y sólida relación emocional y artística entre raperos y músicos de reggae.

Otra ejemplificación de este vínculo descansa en la frase metonímica, probablemente oportuna, sostenida por algunos raperos que reza: “Mientras La Habana mira al norte (o lo que es lo mismo, a Estados Unidos), Santiago observa al Caribe”. La probable certeza o desmesura de esta frase no es lo importante aquí, sino el hecho de hallar entre quiénes la afirman, identidades sustentadas en la auto-calificación como parte activa de esta región cultural.


Miembros del jurado Congreso de Pensamiento Memoria Nuestra (2020)

Dra. C. Tamara Caballero Rodríguez. Profesora de la Universidad de Oriente (UO),
Santiago de Cuba.

Ha colaborado con instituciones como: Universidad de Chicago; Universidad de Alicante, Ávila y Valencia en España; Universidades de Lisboa, Faro y Coimbra, en Portugal; Universidad de Sucre y Potosí, en Bolivia; Universidad Autónoma de Zacatecas, México; Universidad Katyavala Bwila, Benguela, Angola, Universidad de Dusserdolf, Alemania; Universidad de Zurich, Suiza; Universidades de La Habana, Las Tunas, Villa Clara y
Holguín, en Cuba.
Es miembro comité académico de la Maestría en Ciencias Sociales y Pensamiento Martiano;, convocada por el Departamento de Sociología, de la Universidad de Oriente.
Formó parte de los proyectos de investigación: Proyecto Problemas sociolaborales del territorio, Proyecto Novoa, Proyecto La Ceiba, Proyecto Ismaelillo, Proyecto Mujer de
amor, Proyecto TSOC.SOS. (con resultados científicos relevantes).
Entre sus publicaciones destacan textos como: El problema de la conciencia. Editorial, Academia de Ciencias de la URSS. Leningrado.1988. (Edición en Ruso); La ideología de la unidad martiana: una propuesta de justicia y paz. Memorias del Congreso LASA 98. Chicago. USA. (1999), en el cual participó como delegada y ponente. (Edición en Inglés) (LIBRO de Memorias); La transformación social en Cuba: proyectos innovadores. (Colectivo de Autores). San Juan, Universidad de Puerto Rico, 2010; Bioética y medioambiente. Coautores. Editorial Félix Varela. La Habana. 2008; La sociología de José Martí: una concepción del cambio. La Habana, Editorial Centro de Estudios Martianos, 2017. (Coautora); La cultura preventiva como función de educación de la conducta social Experiencia cubana. Editorial Academia española. 978-620-2-12838-4. 2018. Autora, junto con Omar Guzmán Miranda.
A estos se unen textos como Importancia de la familia en el trabajo social comunitario. Revista Santiago No 101 2004; Proyecto cultural martiano. Revista Santiago No 103, 2004; La concepción martiana de la mujer. En el libro Las mujeres en Cuba. Editorial Oriente, 2001; La incidencia de la selección de los oficiantes en la santería. Revista Santiago No 103, 2004.
Ha coordinado diversos grupos científicos estudiantiles con un amplio horizonte investigativo desde una óptica sociológica. En sus investigaciones ha abordado temáticas como la influencia de las religiones populares en los niños, la formación de valores, equidad de género y varias relacionados con la trascendencia y el legado del ideario martiano, fundamentalmente en aristas poco tratadas.

Dr. C. Omar Guzmán Miranda, profesor Titular, Universidad de Oriente (UO), Santiago
de Cuba.

Coordinador de la Maestría en "Ciencias Sociales y Pensamiento Martiano", del Departamento de Sociología, de la UO, maestría acreditada de Excelencia con 4 ediciones.
Ha impartido diversos cursos de Teorías Sociológicas y Pensamiento Complejo en universidades extranjeras como: Universidad de Chicago; Universidad de San Petersburgo, Universidad de Sucre, Bolivia; Universidad Autónoma de Zacatecas, México; Universidad de Valencia, España; Universidad de Alicante, España; Universidad de Ávila, España, Universidades portuguesas (Lisboa, Coimbra, Faro), Universidad de Katyabala Bwila, Angola.
Entre las tesis que ha tutorado se encuentran: La selección de los practicantes de la Santería
(religión afrocubana); Tipología de la mujer en Cuba; El problema de la identidad en la
comunidad de El Cobre; El patrimonio cultural y la identidad nacional.
Varias de sus investigaciones se ha acercado a la concepción que sobre las féminas se tiene
en la sociedad: Tipología de la mujer en los marcos de una cultura machista (1998-2001).
También entre estas indagaciones científicas se encuentran trabajos relacionados las
prácticas de diferentes denominaciones religiosas: Proceso de selección de los oficiantes en
la Regla de Ocha y La formación de valores en las personas que practican el espiritismo y
la santería.
Coordinó entre los años 2003-2014 el Proyecto Cultural Martiano “Martí Práctico”.
Aplicación del pensamiento martiano a los problemas sociales del territorio santiaguero.
Además ha participado en proyectos de Estudios Comunitarios en asentamientos
santiagueros como La Ceiba y Novoa, este último premiado en Chile.
Cuenta con las publicaciones: El problema de la conciencia. Editorial Academia de
Ciencias de la URSS. Leningrado.1988.(Edición en Ruso); La ideología de la unidad
martiana: una propuesta de justicia y paz. Memorias del Congreso LASA 98. Chicago.
USA. (1999), en el cual participó como delegado y ponente. (Edición en Inglés) (LIBRO de
Memorias); El pensamiento sociológico, filosófico y político de José Martí como un
problema de la conciencia. Sucre- Bolivia, 2005 ISBN 3.1.876.05; La transformación
social en Cuba: proyectos innovadores. San Juan, Universidad de Puerto Rico, 2012.
(Colectivo de Autores); La sociología de José Martí: una concepción del cambio. La
Habana, Editorial Centro de Estudios Martianos, 2017. (Autor); Proyecto cultural martiano.
Revista Santiago, No. 103, 2004; La incidencia de la selección de los oficiantes en la
santería. Revista Santiago No 103. 2004.
Ha participado en eventos como: Congreso LASA 98. En la Universidad de Chicago,
USA. 1998; III Semana Social Católica. Cobre, Santiago de Cuba, 1998; Congreso “Por el
equilibrio del mundo”. Palacio de las Convenciones. Ciudad de La Habana, 2004; Congreso
Iberoamericano de Pensamiento. Holguín, 2006. En el marco de la XIV Fiesta de la
Cultura Iberoamericana; Conferencia de la Casa del África. En Santiago de Cuba, 2001;
Coloquios del Festival del Caribe. Años 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99.
Acreedor de varios premios y reconocimientos entre los que destacan: Premio al Mérito
científico otorgado por el Consejo científico de la Universidad de Oriente, 1994;
Reconocimiento de la UNESCO al Proyecto Socio – urbanístico Novoa como una de las 10
mejores prácticas en el área de Ciencias Sociales (2001). Medalla 50 aniversario UO;
Distinción Rafael María Mendive.2013
Entre 1989 y 2010 dirigió la Revista Santiago, de la UO. Presidente de Honor. (Revista
científica de orientación social y humanística fundada en el año 1970 e Indexada en las bases de datos: Historical Live Historical abstract, Latin American Index, Academias de
Ciencias de Gran Bretaña, Alemania y Rusia). Integra además el grupo de expertos del
CITMA en Santiago de Cuba.

Dr. C. Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández. Profesor Titular. Universidad de
Holguín (UHo).

Coordinador de la Maestría en Historia y Cultura en Cuba. Universidad de Holguín. Cultura e Identidad constituye su principal línea de investigación, desarrolla a través de proyectos y la tutoría de doctorados y maestrías. La labor realizada se puede dividir en las siguientes temáticas: Antropología Social, Estudios Socio religiosos y Pensamiento Cubano.
Ha publicado los textos: Protestantismo y sociedad en el Holguín republicano. Ediciones Holguín. Holguín. 2008. ISBN. 978-959-221-277-0 2008; “Memoria nuestra: contra las infinitas posibilidades del olvido”. En el libro Hacer Memoria. Ediciones La Luz. ISBN 978-959-255-039-1. 2009, Protestantismos en Contexto. Un estudio de casos. Editorial
Academia. España. ISBN. 978-3-659-06320-6. 2012; Protestantismo y Revolución. Ensayo de Historia inmediata. Ediciones La Luz. ISBN: 978-959-704-8855-X. 2015; “Pentecostalismo e identidad cultural: un estudio de caso en Cuba”. En: Género, patrimonio y religión en perspectiva. Brasil-Cuba.Editora UFPE, Recife (Brasil), 2017. ISBN: 978-85-415-0862-9; Terapia y Religión: ensayos antropológicos. Ediciones
Holguín. Holguín. ISBN. 978-959-221-277-0. 2018; Historia Regional. Ensayos
holguineros. (Comp). Ediciones Conciencia. Holguín. ISBN. 978-959-221-277-0. 2018.
Otras de sus publicaciones son Religious Tradition and Consumption: an Anthropological
Look to the Pentecostal Healing in Cuba. The International academic workshop on social
science. IAW-SC2013) http://www.iaw-sc.org/. Indexada por Atlantis. Estudios sobre
Religión en el norte oriental de Cuba: Potencialidades en la enseñanza de la Antropología.
Revista Disdacalia. ISSN 2224-2643. 2014. Vol. III. No. 4. ESCOB, PSICODOC, DOAJ Y
CLASE IRESIE, e-revista, Dialnet, CREI-OEI. “Amigos” en la región norte oriental de
Cuba: Un siglo de presencia. Revista de Estudios de Ciencias Sociológicas. Canadá. DOAJ.
La institución religiosa como alternativa de socialización. En Revista Santiago. ISSN:
2227-6513. Análisis bioético del principio terapéutico en las prácticas de sanidad
pentecostal: estudio en la región norte oriental de Cuba. Correo Científico Médico. versión
On-line ISSN 1560-4381. Indexada en Scielo. La bioética cultural: un recurso
antropológico para la enseñanza de las ciencias sociales. Revista Magazine de las Ciencias
con ISSN 2528-809. Vol. II, No. 4. en Catálogo de Latindex, Open Access Journal Index
(OAJI), Open Aire, Actualidad Iberoamericana, Directory of Open Access Scholarly
Resources (ROAD), Academic Resource Index y Google Académico, entre otras
importantes bases de datos internacionales. Grupo IV.
Ha sido acreedor de los siguientes premios nacionales: Premio Nacional Carlos Valdés
Gárciga. Asociación de Pedagogos de Cuba. 1997; Premio Nacional Memoria Nuestra.
Asociación Hermano Saíz. 2004; Premio Nacional Memoria Nuestra. Asociación Hermano
Saíz. 2006; Premio Academia Nacional. Mención a joven investigador. CITMA 2007;
Premio Nacional “Pedagogo Novel” APC. 2007; Premio Nacional de Edición al libro
Protestantismo y sociedad en el Holguín republicano. 2009 y Premio Nacional de Investigación. José M. Guarch del Monte. Casa de Ibero América. 2014. Ostenta el Premio
Academia Provincial, CITMA en varias ocasiones.
Es miembro del Tribunal Nacional Permanente para Ciencias del Arte en Cuba. Presidente
del Consejo Provincial para las Ciencias Sociales.

 


¡Cuidado! Hay duendes en mis bolsillos

…El granjero puso un cartel que alarmó a todos los animales.

-“¡Basta de lamentaciones!”- “¡Mañana antes de que asome el sol, saldré a buscar la lluvia!”

El caballo salió a todo galope. “-¿Alguien ha visto a la lluvia?”- y nadie contestó. Anduvo llanuras y montañas pero el campo estaba con las hojas secas…

Uno de sus primeros juguetes fue esta historia. Con los días se volvió su juego favorito. Comenzó en la oscuridad y las sombras de las paredes, el piso y el techo. La ciudad estaba en penumbras. Solo contaba dos años cuando su imaginación se agarró a todo galope a la crin del alazán. Los tíos le habían regalado el peluche que vio transformar en protagonista. La cita se trocó impostergable, sobre las ocho y treinta por muchas noches se reiteró la función de teatro de títere y sombras en casa.

Tuve un duende sin apodos/ En lo más falso del techo.

Yo le escribía derecho, / El respondía a su modo.

Los sábados y domingos Plaza de Marte es jolgorio. No sé cómo todo Santiago le cabe. Hay aspectos de esta dinámica que no me gustan y hoy no vienen al caso; otros sí. A los ilustres de la familia les encantan las mascotas de felpa que andariegas causan alboroto. Chicos y grandes detienen el paso de las estatuas vivientes para atrapar en sus teléfonos el momento. Los príncipes en crecimiento se abalanzan sobre los aparatos frutos de la inventiva popular. Y en el centro de este universo orbita el arte.

Fue gracias a la información de Sailin, madre de Vida, que llegamos a la Casa de la Cultura Josué País, también conocida como Casa del Estudiante. De espectadores pasamos a aprendices. Allí nos recibió una señora que es linaje de la cultura santiaguera, Bertha Ferrer Estiú. Los niños que se forman como narradores orales en la conducción de Bertica tienen diversas edades. Lo que nunca imaginé fue que recibiera a Vida, María Fernanda y Adriana que aun no cumplían los tres años.

El proyecto El bolsillo del duende es diversión y aprendizaje, consagración de la maestra, sus aficionados y las familias.

 La calle de los fantasmas, Ni canta ni come frutas, La jutía desobediente, La muñeca de trapo, y los del Bolsillo son inseparables. Bertica promueve la asistencia de sus estudiantes a las puestas que acontecen en la sede del Teatro Guiñol, para ella es importante que los infantes adquieran valores de la cultura artístico-literaria y escénica más allá del repertorio de cada narrador.

Los pretendientes de Martina enloquecieron. Por suerte esta es una cucaracha con determinación. Ya nadie puede manipularla, su realización no pende de un casorio. Halla el amor en sí misma y en las virtudes de quienes le rodean. Cuando la puesta llegó a su fin, en falso yo intentaba contener la emoción. La escenografía, la música incidental, las trovasones que bien interpretaron los actores-personajes, la representación toda y un teatro colmado hasta la última butaca destruyeron mi coraza. Yo soy Martina, ese es el teatro para niños y las familias de nuestra ciudad. Agradezco a mi hija que me haya llevado.

Y es que por mucho que se diga nunca caduca, los adultos deben crecer junto a sus hijos. Ese es otro de los méritos del Bolsillo del duende.

                                                       Sueños Mágicos (Reinaldo Álvarez, El Chapucerito)

Desde una estrella lejana / Llega siempre un enanito/ Montado en su chivichana/ Y después de acurrucarse/ cerquita de mi almohada,/ de sus bolsillos él saca/ la pequeña vara mágica,/ con que roza suavemente/ una a una mis pestañas y los ojos se me cierran/ mientras que a mi oído canta:

Nana de las hadas/ Que tejen los grillos, / Con hilos muy finos/ De lunas pasadas,/ Para que este niño/ Duerma hasta mañana.

¿Cómo aprenden textos como éste y otros los niños en edad preescolar? Por supuesto, no me refiero a la repetición que inutiliza la palabra. El proceso demanda la comprensión del sentido textual y por ende una interpretación acorde con la edad.

La profesora escoge el repertorio según el grado de escolaridad de cada integrante y otros aspectos técnicos que valoran incluso los rasgos de la personalidad de estos niños y sus maneras de decir.  

El programa de presentaciones habituales del proyecto involucra varias actividades como las de los fines de semana en Plaza de Marte, la Calle Heredia, la Biblioteca Provincial Elvira Cape, el espacio La esquina de los artistas o la propia sede de la Casa de la Cultura.  Momento relevante resulta la participación en el espacio El cochero azul, en el que coinciden varios niños escritores y narradores orales durante las ediciones santiagueras de la Feria del Libro. Los Encuentros de Teatro para artistas aficionados registran importantes resultados. Otra jornada intensa resulta en días de Festival del Caribe, cuando la palabra oral llega a diferentes poblados del territorio, círculos infantiles y escuelas, hogares para niños sin amparo filial, la sede del Teatro Guiñol, entre otras locaciones.

La mañana de Fuego les vio tiritar. El Festival del Caribe despedía las horas matutinas en el Café Dranguet. De entre el grupo salió Mabel y se introdujo lo mismo que personaje en sus libros:

 (Los mayores, Teresa Melo)

Mi mamá es como una niña/ que habría que regañar: / fuma y fuma sin parar.

En una mano la pluma/ en la otra el cigarro, / pero si mojo mis pies/ me pronostica un catarro.

A las personas mayores/ no las puedo comprender, / hablan y hablan pero hacen/ lo que yo no debo hacer.                                                                   

(El inicio de la guerra, Yunier Riquenes)

A veces me pregunto por qué Los Menores no podemos tomar nuestras propias decisiones, por qué no podemos escoger la ropa que queremos usar, por qué siempre, si mama o papa sacan un short, y uno reclama, ellos dicen: dale, ponte ese; no comprenden que a uno le interesa andar con pantalón para verse más grande. Pero no entienden, si no te lo pones te dan un golpe.

Los duendes corretean entre los ojos de Tere y Yunier. La literatura ofrece la sinceridad de sostener la mirada. La literatura despoja las distancias que interpone la edad. La edad desaparece.

Bertha Ferrer, además de las páginas universales, con buen tino escoge para el repertorio del Bolsillo autores cubanos contemporáneos que escriben para niños, y en realidad, para todos.

Si pudiera escoger un lugar del mundo para arroparme escogeré El Bolsillo. Duende soy y corro por el patio de la Biblioteca. La ropa dejo exhausta de sapiencia. Iré y con aquel traeré la lluvia para que Adriana me bese otra vez:

…La nube se aprestó a la cabalgata. El corcel apresuró su paso cuando ella se derramó sobre la tierra.

El granjero y sus hijos se bañaron bajo el aguacero. Los animales hicieron fiesta cuando asomaron las primeras flores. El viento arrancó el cartel “Se vende esta granja” y otra nube lo llevó muy lejos.

                                                        (El caballo que trajo la lluvia, Adriana y Yori)


Joel James en la memoria

Todos los años enero sirve de homenaje y de fiesta para celebrar en la Casa del Caribe el coloquio Joel James in memorian, que reúne a importantes investigadores y creadores de América Latina y el Caribe. El principal objetivo de este evento académico es recordar y reconocer los aportes a la cultura nacional de Joel James Figarola (La Habana, 1942-Santiago de Cuba, 2006).

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