Un artista siempre joven

“Si me preguntaran cómo sería Eduardo dentro de cinco años, los que me conocen dirían que seguiría siendo el mismo. Un eterno joven que a pesar de sus canas, esas que reflejan el tiempo inexorable pero que también traen la experiencia, no perdería nunca la inocencia, la ilusión y el deseo de seguir dibujando.”

Esta, sin dudas, es la esencia que une el pasado, el presente y futuro de Eduardo Castillo Sáez. Un pintor camagüeyano que ha encontrado hoy muchas maneras de expresar el arte desde su percepción del mundo interno del artista; una sinergia inexorable entre sus sueños y la necesidad de crear un discurso pictórico de pequeños trazos y líneas que inmersas entre el blanco y el negro trasluce conceptos en relación con el mundo femenino que tanto defiende en sus obras.

Proceso creativo de Eduardo Castillo/ foto cortesía del artista

Tras la silueta de una mujer intangible…

 “Comencé mirando el espacio que tenía, observando la pasión de muchos que se adentraban en el mundo del trazado y del pincel. Fue una simple curiosidad de un niño que quería dibujar en una libreta de dibujos.

“Creo que es importante tener una aptitud y desarrollarla, buscar un camino y encontrarte en él con las ganas de aprender. En ese sentido las Academias de Arte forman un pensamiento, una filosofía de cómo ser un artista que sin dudas es necesario pero que adolece todavía de la parte técnica y el cómo proyectarse una vez que termina esa etapa estudiantil y cómo emplear el marketing para promocionar y visibilizar tu obra. 

Pintadas realizadas en el Casino Campestre/ foto cortesía del artista

“Aún así, mi tiempo en la Academia estuvo influenciado notablemente por mi profesor de dibujo Alberto de la Red y por importantes artistas plásticos camagüeyanos como Joel Jover, Luis Martínez Pedro, Nazario Salazar y Fidelio Ponce de León, unido al arte expresionista internacional. Mi obra, como yo, es joven; estamos intentando entre los dos llegar a concretar un tema que nos lleve a un pensamiento en común para dialogar y reflexionar, y no es mi intensión conformarme sino el de seguir incansablemente en esa búsqueda.” 

Tras graduarse en 2006 en la especialidad de Artes Plásticas en la Academia de Artes “Vicentina de la Torre”, Eduardo Castillo inició su adiestramiento laboral dedicado a la docencia como conservador de arte en el Museo Provincial “Ignacio Agramonte y Loynaz.

Su tiempo como conservador rediseñó sus códigos estéticos con marcados rasgos abstraccionistas y figurativos, diseñados desde la calidez de un mundo, en ocasiones surrealista, pero que llega con ideas propias introduciéndose subjetivamente en “la imagen de la mujer como insinuación de un universo complejo y por descubrir”, como expresara el propio artista, quien de una forma singular nos describe la feminidad desde sus concepciones siempre unida a la belleza.

Eduardo Castillo junto a los artistas plásticos Nazario Salazar y Joel Jover./ foto cortesía del artista

La curiosidad por las figuras femeninas y la imagen de sus rostros y siluetas provocadoras y sugerentes llevó a Eduardo Castillo a crear una veintena de piezas que conforman su más reciente muestra personal “El Camino incierto suyo”, expuesta en la Galería Julián Morales de la sede de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC) en el territorio.

Una exposición que forma parte de las actividades que se realizan en la provincia en el marco de la XIV Feria de Jóvenes Creadores “Golpe a Golpe” y la cual deja entrever el principio de un cambio en la parte física de su obra atadas en un mismo hilo conductor que lo realza como un artista talentoso en una ciudad de artes visuales.

El Camino incierto suyo…

“Esta exposición surge de un proyecto que llevo desarrollando hace varios años, que utiliza a la mujer como referencia. En él hago un estudio de su comportamiento y sus necesidades, su actitud ante la sociedad y su competencia con la misma belleza. En esta muestra hablo del tiempo transcurrido a través del viaje, un viaje personal, subjetivo, que se matiza con un carácter de momentos.

Obra de la serie El Camino Incierto Suyo/ foto cortesía del artista

“Es el comienzo de una vida plagada de transparencia y la necesidad de expresar una contumaz postura en relación con el dibujo, como la describiera Jorge Santos Caballero, escritor y curador de esta exposición. En ella uso técnicas de acrílico sobre cartulinas y dos instalaciones, un rejuego con la línea donde la presencia de la mujer se visualiza en diferentes lugares con un lenguaje simbólico y una imagen más perceptible y atractiva a la vista.”

“Cada exposición creada por mí son como mis hijos, y esta es una más de ellos, cada una con su manera de ser, su momento y peculiaridades. Muchas veces registro todas estas imágenes y las miro una y otra vez, porque cada una tiene su propia esencia pero siempre bajo un mismo concepto. Para crearlas me debe motivar el ambiente que me conecta con mi trabajo y centra mis motivos de inspiración con la disposición de reforzar mi obra”.

Entrega del cuadro Destellos al politólogo Ignacio Ramonet, invitado de honor de la XIV Feria de Jóvenes Creadores Golpe a Golpe/ foto cortesía del artista

 “Un año activo para las Artes Plásticas y la AHS…”

“Siendo asociado de la AHS me propuse como Jefe de la Sección de Artes Plásticas mostrar el excelente talento profesional de los jóvenes artistas visuales que hoy pertenecen a la organización y que ven en ella la oportunidad para darse a conocer en un medio que de por sí es competitivo y en el cual es necesario la promoción. 

“La AHS te abre ese camino y te permite compartir con aquellas personas que piensan y dialogan de la misma forma; te da la experiencia de participar en eventos y fortalece tu currículum como artista.

Eduardo Castillo con su obra de tesis de grado de la Academia de Artes Visuales Vicentina de la Torre/ foto cortesía del artista

“La Sección de Artes Plásticas de la filial camagüeyana cuenta hoy con 21 asociados, siete de ellos culminan este año su paso por la asociación, cinco residen en otras provincias y uno en el municipio de Florida. En este año se realizó la VI edición del Salón de Artes Visuales para Jóvenes Creadores “Gestos”, un encuentro nacional dirigido al público joven, a los estudiantes, artistas autodidactas, graduados y profesionales, quienes abarcan todos los géneros de las artes visuales con una diversidad estética que explora a su vez nuevos modos de hacer.

“Se organizó además un amplio programa de trabajo donde se impartieron clases magistrales, conferencias de críticos, secciones teóricas, exposiciones personales y la reinauguración de un estudio-galería: Leonardo Pablo Art-Studio. Se realizaron dos pintadas, una dedicada a la literatura, expuesta en la Galería Ateneo, y la otra, por los 34 años de la AHS y la cual se exhibe en la Galería Miras. Los artistas crearon 25 cuadros que se donaron al Centro Provincial del Libro y La Literatura para la decoración de sus librerías y cinco de ellos se quedaron como obra de valor de la AHS.

“A pesar de los requerimientos y el distanciamiento social provocado por la Covid-19, este año ha sido atípico pero sin embargo muy activo. Los artistas desde sus casas han creado sus obras personales y se han conectado con los proyectos colectivos. La divulgación de su trabajo se ha mantenido a través de las plataformas digitales con la publicación de cápsulas de videos promocionales. Las exposiciones personales de Alejandro Hernández, Alejandro Rodríguez Leiva, Odalys Ochoa y Chuli Herrera, fueron muestras del quehacer constante de nuestros artistas en tiempos de pandemia.

Exposición Polvos de Carbón/ foto cortesía del artista

“La vinculación entre la organización y las distintas instituciones como el Fondo de Bienes Culturales, la Galería de Arte Universal Alejo Carpentier y el Consejo de Artes Plásticas, entre otras, es lo que ha posibilitado el logro y funcionamiento de un entramado de acciones donde los artistas han logrado mostrar su excelente talento profesional.”

Inauguración de la Exposición El Camino Incierto suyo/ foto cortesía del artista

Niños y niñas dibujan el rostro triste de la pandemia

El mundo tal y como lo conocíamos ha cambiado, a causa de la covid -19. Casi desde que arrancó este 2020 nos entristecen las noticias de numerosas pérdidas humanas, la preocupación por el bienestar de nuestros seres queridos atrapados en algún lejano paraje, lejos de casa y, entre otras consecuencias de la pandemia, nos agobian los largos períodos de encierro.

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Sacre pide prestado en el pasado de la danza

El pasado tiene mucho que responder en la oscuridad del presente. La investigadora mexicana Hilda Islas afirma al comentar sobre el arte contemporáneo que “nos encontramos en una época de permisos: Lo tome prestado de acá o de allá” (Islas, 2016: 33).

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Raíces Profundas en sus 45 años: Okán

Para comentar hoy día sobre danza folclórica cubana se debe tener siempre en cuenta los criterios del investigador, conferencista, traductor y poeta Rogelio Martínez Furé, quien definió a la cubanía como un río de aguas siempre renovadas que al final desemboca en el océano de la humanidad. “Jamás se detendrá ese incesante proceso de asimilación y renovación… Ese poder de asimilar y transformar lo recibido, sin conflicto, en cubanizar lo más heterogéneo, es un rasgo que en mi opinión identifica la cubanía y lo caribeño. Por supuesto, que es el universo al que pertenecemos desde la prehistoria.” (Furé, 2001:175)

La compañía folclórica Raíces Profundas celebró los días 20, 21 y 22 de noviembre, sus 45 años de creada en El Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Esta agrupación fue fundada el 17 de junio de 1975 por El Rumbero mayor Juan de Dios Ramos y cuenta actualmente con la Dirección General de Idolidia Ramos. Para esta ocasión presentaron el espectáculo Okán, de Emilio Hernández, uno de los coreógrafos más activos en la creación de la compañía.

compañía folclórica Raíces Profundas/ foto Buby Bode

Okán, que en lengua yoruba significa corazón. Okán con el sentido de llamar la atención en el centro de nuestras identidades culturales, en lo vital de nuestro folklore, además de captar su esencia desde la asimilación y renovación.

Uno de los detalles singulares en este espectáculo fue la posibilidad de que una compañía de danza folclórica cubana lograra una temporada en uno de los espacios con gran peso histórico en el gusto de las “Bellas Artes”, como lo es el Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso. La apertura de un espacio, que la creación cubana no había cedido a nuestras compañías de danza folclórica. Ya es hora de repensar los límites culturales que seguimos conservando en nuestra historia. Aún vemos tensión en los diálogos de lo culto y lo popular, luego de tanto camino recorrido, aún escuchamos criterios como: ¿Estarán a la altura?

Para esta ocasión, Raíces Profundas ofreció una variedad de danzas, cantos, toques y vestuarios folclóricos desde su óptica estética y su concepción particular de la teatralización de la danza folklórica, término definido por el maestro Ramiro Guerra.

La apertura del espectáculo fue por el orisha guerrero Elegguá, ese que “abre y cierra los caminos”, dando paso a las danzas de procedencia Bantú, llamados en esta ocasión Congo Drums (Tambores Congo). También vimos teatralizaciones dedicadas a los orishas Oshún, Eshu, Ochosi, Oyá, entre otros.

compañía folclórica Raíces Profundas/ foto Buby Bode

Tras el intermedio presentaron inspiraciones de Columbia, danza practicada solo por hombres y de origen rural. Por otro lado acompañó este segundo momento un homenaje a Santiago Alfonso con Sin Timbal, y un homenaje a la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso con Asesú y los Cisnes. Por último, Okonidé, y el cierre final con el orisha Elegguá.

Raíces Profundas compartió su celebración con ciertos invitados como Akemis Terrán, cantante de impresionante voz y que pertenece al Conjunto Folklórico Nacional de Cuba (CFNC); Johannes García, primer bailarín del CFNC, Premio Nacional de Danza 2020 y director de La Compañía de Danzas Tradicionales de Cuba JJ, entre otros que estuvieron en indistintos días del fin de semana.

Emilio Hernández, como coreógrafo, toma prestado de la estructura escénica del espectáculo de cabaret para llevar a cabo su creación, al igual que en muestras anteriores. Hace uso de la estructura de cuadros, donde algunos no tienen relación entre sí o es muy básico el pase de un cuadro a otro. Algo que marca este sentido fronterizo es el aplauso del público, cada vez que existe un punto clímax o al cierre de un cuadro.

Para este creador cada escena tiene su historia, sus recursos, cantos, atributos y representación pero considero que cada uno fue trabajado de manera atropellada. Observábamos una introducción la cual varía según el sentido de creativo de este coreógrafo, que es muy alto. Para esta ocasión, en el desarrollo de la danza o el pretexto de algún que otro cuadro, no fue posible el disfrute del ritmo, los diseños, el papel de los solistas y su cuerpo de baile, entre otros elementos que rompieron con la organicidad vital que pretendió Okán.

compañía folclórica Raíces Profundas/ foto Buby Bode

La rapidez en varios de los cuadros provoco el mismo sentido. La sensación de correr, poner, hacer, hacer y hacer no dio espacio al disfrute temático que trajo cada cuadro. De esta forma vimos fracturada la sensualidad de Oshún, la fuerza del sentido hacia la tierra de los congos y de manera atroz la velocidad de las Oyá, que alcanzaron una fuerza agresiva y con poco sentido. 

Algo muy exquisito que se respiraba en ocasiones era el trabajo de las cantantes solistas que inspiraban con sus voces tan singulares, y que el público como respuesta acompañó los coros. Este uno de los elementos más ricos que alcanza la teatralización de la danza folclórica cubana en diálogo con los practicantes o no del foco religioso.

Okán nos deja mucha tela por donde cortar para debatir sobre los intereses y caminos que han tomado nuestros creadores de danza folclórica hasta pleno siglo XXI, me refiero al uso tecnológico, la fusión de músicas rituales, la dramaturgia, entre múltiples líneas que pudieran atravesar la obra.

En este comentario me interesa marcar el sentido de los textos y la significación de su discurso, importante en estos tiempos donde se debaten tantos paradigmas de estereotipos y de prejuicios. El espectáculo hizo uso de muchos textos en lengua ritual, los cuales siempre son agradecidos por la riqueza que portan, aún sin descifrar sus significaciones.

Para llamar la atención sobre los textos y su papel comunicador haré referencia a un cuadro, el cual ubica a Oshún y sus seguidoras, la brutalidad del español sobre la cultura y mujer africana. Cito este como mismo pudiera ser otro, pensando en cómo tomar partido hoy desde la interpretación de la historia.

Una acción escénica que nos ofreció una deidad femenina, en este caso Oshún, que luego de ser alabada por sus seguidoras se encuentra en un conflicto desde el pretexto histórico, basado en el encuentro del hombre español y su violencia sobre la mujer negra. Un pretexto que en otro nivel de interpretación puede ser leído desde el patriarcado arraigado con que cuenta nuestra cultura. Encontramos una Oshún débil, sin reacción, subordinada, despersonalizada, hasta ser rescatada por el orisha Changó, quien la vuelve reina y la devuelve a su pedestal.

Pregunto, esta línea temática en sí, qué pretende además de contar una historia. Es una acción que queda abierta, como cita a una tradición pero sin ser releído, ni interpretado.

Recuerdo que en los tres rostros de la maternidad afrocubana, encontramos a Oshún, esta al igual que las demás deidades que conforman esta tríada, ofrecen prototipos de conducta para los humanos. Oshún ha sido reducida a rasgos arquetípicos y en esta ocasión se ha insistido en lo de mujer sumisa, coqueta, bailadora, sin indagar en las historias de esta orisha como mujer independiente, maga y hechicera. Este cuadro se puede explotar más por la riqueza y debate que estos pretextos creativos sirven para interpretar nuestros debates actuales sobre sexo, género y sexualidad.

Okán trae mucho material para ser disfrutado en una sola noche, queda madurar cada material de forma independiente. Muchos han sido los especialistas que han destacado los límites o problemáticas en que se encuentra nuestra teatralización de danza folclórica, pero mi objetivo en este comentario no es nuevamente insistir sobre ello, aunque aun vemos que son latentes. Para finalizar quisiera citar nuevamente al maestro Furé, quien desde hace mucho alertó y dio solución al rumbo del movimiento folclórico cubano.

En este momento, la mayoría de los llamados conjuntos folclóricos están en un impasse creativo. Se repiten formas ya caducas, que desarrollamos en la década del sesenta, del siglo pasado. Se olvida que vivimos en el siglo XXI, y a cada época su estética… por eso hay que vivir al ritmo del arte teatral de hoy, de lo contrario, las compañías profesionales folclóricas se volverán obsoletas: estética demodé, artistas pasados de años y peso, y disminuidos en sus condiciones físicas; en síntesis, cayéndose en pedazos por senectud física e intelectual (Furé, 2015: 173).

 

Trabajos citados:

Furé, R. M. (2015). Briznas de la Memoria. La Habana: Editorial Letras Cubanas.

Furé, R. M. (2001). Cubanía: Agua siempre renovada. Breiznas de la memoria. (N. Sosa, Entrevistador)

 


Las artes plásticas en “Espacios Compartidos” para cerrar el año

El Centro Provincial de Arte de Holguín en sus tres salas exhibe desde este fin de semana la exposición personal antológica “Espacios Compartidos II”, del artista Eduardo Leyva y compuesta por unas 80 obras de diferentes estilos y técnicas.

Con la curaduría de Bertha Beltrán, el crítico de arte Martín Garrido explicó que “en la muestra están contenidos dibujos iniciales hasta las pinturas más recientes”, y “comparten como características comunes su impecable factura, el siempre sensible y adecuado uso del color, y las texturas, en un oficio depurado y seguro”.

Así además “la poesía que emana de las formas puras, donde el paisaje ya sea urbano o rural, se ha reducido a sus elementos esenciales”. “Ellos son, en su exacta materialidad, el testimonio palpable de casi cuatro décadas de ejercicio del arte y la herencia que Eduardo Leyva, dejará sin dudas, a las generaciones futuras”, comentó.

El artista, egresado de la Escuela Nacional de Arte en la década del 70 del siglo XX y un exponente referencial del movimiento abstracto cubano contemporáneo, con estéticas inspiradas en el cubismo del español Pablo Picasso, expresó en declaraciones a este sitio digital que “la idea inicial del proyecto era en grandes dimensiones, mas la COVID-19 con su cierre del mundo impidió encontrar los materiales necesarios”.

“Tuvimos que remontar obras y hubo un momento en que pensé claudicar. Pero algo me inspiró, y fueron los médicos cubanos y del mundo en la lucha por salvar vidas; me dije, si ellos pueden, yo también. Por eso, la muestra va dedicada a ellos”, refirió.

Precisó que la exposición “se divide en tres etapas: el dibujo con el paisaje urbano desde una poética donde aparecen figuras humanas a partir del expresionismo a la tinta y en cartulina, la segunda con obras de los años 90, en la que acudí al grabado en la técnica de colografía, y la última, enmarcada del 2010 al 2020”.

La MsC. Yurisel Moreno, directora del Centro Provincial de Arte en diálogo para este portal, consideró que “el mayor aporte de Leyva está en cómo ofrece los colores de la vida citadina desde el abstraccionismo”.

“Esta exposición, con la que cerramos el año, era una deuda con él, por su obra y vida .Es un reconocimiento a su creación, y a los años dedicados a la docencia y la dirección de la Asociación Hermanos Saíz”, añadió.

Luego de apreciar la muestra “Espacios Compartidos II”, la joven Martha María Zaldívar, dijo que “para mí, él es un referente, me atraen los colores, las formas cúbicas, esa manera de pintar y dibujar lo abstracto; tengo el propósito de estudiar pintura, y ha sido muy grato estar aquí”.

Desde la sala principal, Carlos García, que por primera vez se acercaba a la obra de Leyva, significó que le “impresionan los colores de sus obras, las cuales tienen vida, al ser alegres y reflexivas”.

“Espacios Compartidos II”, estará abierta al público hasta la primera quincena de enero de 2021.


La vida en sonido: serie de podcast Crónicas de (re)confinamiento

La creación actual del danzólogo santaclareño Lázaro Benítez Díaz, egresado de la Universidad de las Artes (ISA), confluye entre vivencias, tecnología y danza. Todo el período de la cuarentena ha impulsado sus procesos reflexivos, además de sus recuerdos y pensamientos, condensados ahora en los episodios de su serie de podcast Crónicas de (re)confinamiento.

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Paisajes a los que volver con Alejandro Ortiz (+Galería de fotos)

“Si hay algo vital en el pensamiento de Alejandro Ortiz Pérez, que brota naturalmente de su condición definitoria de artistas sensible, es la búsqueda de enlaces ocultos entre elementos separados por el tiempo y el espacio”, escribe el profesor e historiador de arte Ernesto Galbán Peramo en las palabras del catálogo de la exposición Paisaje, del joven creador Alejandro, inaugurada recientemente en la Casa del Joven Creador de Holguín.

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)

Estos enlaces ocultos, esas indagaciones, se nos aparecen desde el propio título: desde el punto de vista pictórico, el paisaje –casi siempre asociado a la mirada académica en la historia del arte– es la representación gráfica de un terreno extenso (esa extensión de un espacio que se ve desde un lugar o sitio) y lleva implícita, además, la existencia de un sujeto observador (nosotros) y de un objeto observado (las obras de Alejandro Ortiz).

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)

Pero estas piezas –y he aquí lo interesante de la exposición desde su propio título– nada tienen que ver con la concepción anterior del paisaje: sucede que no hay “paisajes en sí” hablando etimológicamente, pues Alejandro Ortiz, graduado de la holguinera Academia Escuela Profesional de Artes Plásticas El Alba, explora más bien la instalación y el ready-made, con influencia de Marcel Duchamp y otros movimientos artísticos que se manifestaron en contra del existente “arte retiniano” a través de sus obras (una de las piezas es “duchampiana” desde el nombre, la videoinstalación “Fuente”).

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)

Lo coyuntural, lo fugaz, lo momentáneo –partiendo, además, de los propios materiales que utiliza, de la mirada minimalista: hojas de árboles, ramas, piedras, tierra, madera– siempre han sido intereses del ready-made, y aquí portan una experiencia conceptual para nada simple, todo lo contrario, y al mismo tiempo dialogan con el público, abriendo disímiles posibilidades interpretativas y asociativas, caminos varios a recorrer.

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)

“Al establecer una relación orgánica en toda su obra, nos percatamos que las partes se han colocado de manera inteligente, quedando abolida la jerarquización habitual. Entonces desaparece la subordinación del derivado al antecedente: tienen el mismo valor”, comenta Galbán Peramo, y este valor –en un contexto donde ya los referentes han mutado y mezclado considerablemente, sobre todo después de la segunda mitad del siglo XX y con la posmodernidad, al punto de que los sedimentos concretos, digamos que puros, apenas existen– adquiere en la obra de Alejandro, estudiante de la Instituto Superior de Arte (ISA) en La Habana, un matiz que amplifica sus inquietudes y búsquedas, en piezas que funcionan como un sistema coherente “donde el paisaje se nos aparece de manera redimensionada para hacer que lo calquemos de una manera singular en nuestras mentes y que lo interpretemos según nuestras experiencias anteriores.”

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)

En Paisaje encontramos piezas como “Volver”, que utiliza tierra y piedras (¿del sitio al que se vuelve?); “Nadie escapa”, una especie de faro sobre un pedestal con manivela, que hace que el foco (un ojo) gire como si fuera un eje de luz, acaso interrogándonos con su “mirada luminosa” (¿el ojo que todo lo ve, el que vigila cada paso, cada huida, los faros de las costas de la patria?); “Juicio”, a partir de una hoja de palma quemada que forma un camino, a través de las cenizas y los restos, hasta la rama, el centro de la hoja; y “Horizontes de suelo”, que utiliza hojas secas pegadas con cinta adhesiva a la pared.

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)

Esta coherencia como sistema –con la propuesta y consigo mismo como creador– y con la institución arte, su tradición y revaluación constante, es lo que más celebro de Paisaje, la muestra personal que Alejandro Ortiz expone en la galería de la AHS en Holguín.

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)

Expo Paisaje – Alejandro Ortiz (foto Erian Peña Pupo)


Los caminos después del abismo

Diez artistas, jóvenes de la Asociacion Hermanos Saíz –AHS CUBA, han retado a Nietzsche. Tras mirar largo tiempo al abismo –entiéndase como abismo ese largo período de la Covid– han encontrado más caminos para seguir haciendo arte. En cada pieza se nota que sí, que “cuando miras largo tiempo al abismo, el abismo también te mira a ti”, pues en ellas se refleja las emociones, sentimientos, angustias y el sinfín de sensaciones que en cada ser humano se ha vivido en estos días. Pero artistas al fin, han canalizado estos para convertirlos en una expresión artística, cada uno en su estilo y técnica.

La Madriguera volvió a asumir la función de “alma mater”. Es esta una exposición que según las palabras de los organizadores muestra “la persistencia del arte pese a lo caótico y límite de las circunstancias provocadas por la Covid”. La galería Antonia Eiriz, una artista resiliente por naturaleza propia, mostró el trabajo artistas jóvenes confinados a sus estudios talleres desbordados de creatividad.

La fotografía se hace presente de la mano de Yuri Obregón, que desde la serie rostros, trasmite esa mirada a la realidad agobiante de muchos, la mascarilla, el miedo a salir a la calle, siempre empleando el rostro humano como el medidor de esas presiones internas. A su vez Yangtsé Clemente Garcia a través del calado muestra las rutinas que muchos tuvieron que asumir para no perder la condición física o sólo mantener la mente activa. Ingeniosa manera de usar esta técnica y el montaje final.

La serie de dibujos de Adonis Muiño –“Dibujos sucios”– y “Dibujos Manuscritos” de Evelyn Aguilar Sánchez, capturan las experiencias individuales de estos artistas y sus voces de resiliencia ante las situaciones en cada lugar donde vivieron los momentos más duros de la epidemia…sus casas. Brian Romero en cambio refleja a una sociedad hasta ahora agolpada en multitudes, tal vez con el anhelo que reencontrar esa necesidad de socialización que a partir del distanciamiento el ser humano perdió poco a poco, y seguramente será difícil recuperar.

La abstracción, tal vez sea aquella que mejor describe la mente de los jóvenes en esos momentos, donde la necesidad de expresión no puede encasillarse. Alejandro Jurado, Mario Gonzalez Rodriguez, Victor Manuel Ibañez Gómez, Antoine Mena y Carlos Zorrilla Montes apuestan por ese lenguaje artístico.

El mensaje es claro. Se evidencia que las actuales propuestas son resultantes de como estos artistas han trasformado su obra y su discurso. Hay una madurez, necesaria, a partir de las influencias de los tiempos vividos, cargado a las obras de valores semánticos, simbólicos y de una nueva cultura de resistencia y significación.

Después del abismo vivido, sí hay más caminos por recorrer en cuanto al arte contemporáneo y sus formas de producción. También es cierto que se deberá reflexionar acerca de los modos en los cuales las estéticas y los relatos de otros muchos artistas deben ser convocados a presentar sus experiencias de estos meses. Por otra parte, sería interesante producir investigaciones que permitan analizar las maneras en los cuales estos meses en Cuba, han marcado a los artistas, jóvenes y no tanto, y las formas de hacer arte, no sólo en la Habana, sino en cada espacio de creación.

*Publicado originalmente en el perfil de facebook del autor


Juntos y Revueltos: próxima exposición de Proyecto FRACTURA

El próximo 27 de noviembre el proyecto FRACTURA estará inaugurando a las 6:00 P.M., en el Centro de Artes Plásticas y Diseño de su ciudad de Santiago de Cuba, la exposición Juntos y Revueltos, oportunidad que permitirá actualizarnos acerca de sus más recientes creaciones multidisciplinares.

Fundado por Carlos Gil Calderón y Frank Lahera O´Callaghan, y al cual se sumaría posteriormente Rafael Borges, el proyecto se caracteriza por agrupar diversas prácticas contemporáneas, pues sus miembros-artistas están enfocados en la experimentación y la búsqueda de nuevas formas y narrativas, con la visión de cuestionar problemáticas sociales, filosóficas y existenciales.

Luego de más de un año de receso colectivo, FRACTURA, surgido en 2015, regresa con esta exhibición que reflexionará sobre el universo de sus miembros, su realidad.

Con el apoyo de la filial santiaguera de la AHS, el Consejo de Artes Plásticas y la sede anfitriona del encuentro, en esta ocasión la muestra contará con la presencia del artista visual Yuri Elias Seoane, con quien FRACTURA ha trabajo en varias ocasiones. De ahí que a partir de la exhibición, Seoane será incluido como novel miembro del equipo creativo.

Videoarte en varios de sus subgéneros, instalaciones, arte-objeto, performance, fotografía, pintura, y más, podrá encontrar el público que asista a la exposición a finales de este mes, el cual podrá apreciar, además, parte de las prácticas vanguardistas de la provincia.

Y es que, en equilibrio perfecto, estos artistas pondrán a la mirada crítica sus pensamientos, maneras de ver y sentir sus realidades, e invitarán a pensarnos como cubanos y habitantes de este planeta Tierra en tiempos de muchos replanteamientos.

Juntos y Revueltos es, sin dudas, una muestra del arte contemporáneo cubano en la ciudad de Santiago de Cuba. ¡No se la pierdan!