Compás #3: Santiago: cuna de la música (+Galería y programa)
Santiago de Cuba atesora un patrimonio musical extraordinario, y no se trata de una exaltación a ultranza, hay muchos argumentos tangibles para demostrarlo. El espíritu alegre del santiaguero brota al compás de la buena música.
Esta ciudad es indudablemente manantial de la cultura afrocubana, desde donde bebe el jazz que cultivan hoy nuestros músicos, presentes en la octava edición del Festival Jazz Namá. Evento que desde el pasado día 25 y hasta este 28 de febrero reúne a exponentes del género dentro y fuera de Cuba.

Las tres jornadas que han transcurrido del Festival demuestran que en esta edición, el evento trae al escenario virtual una combinación explosiva de artistas consagrados y jóvenes músicos. Del patio, con sus “santiaguerías”, se presentaron los prometedores artistas José Ernesto González, Giselle Lage Giln e Iván Sánchez Guardiola, excelentes exponentes del género.
Desde el principio apoyó la idea y obsequió a los organizadores del evento el tema challenge del Festival, Alias “Proyecto VT”, José Ernesto González Ulloa, de origen santiaguero radicado en La Habana; es graduado de nivel superior de viola y violín, y domina también el piano. Con la experiencia de haber tomado cursos de improvisación de jazz y de música electrónica, son estos los géneros de su preferencia, además de los ritmos cubanos.
Limpieza y serenidad en sus interpretaciones describen a Giselle Lage Gil, joven cantante, compositora y pianista santiaguera, quien “adereza con su voz una ciudad; en el piano conquista el silencio y nos devuelve sus melodías como un regalo, como una sublime confesión de que la belleza aún existe”. Así nos la describe el periodista Jorge Albear Brito.

El Iris Jazz Club fue el escenario propicio para que la figura femenina del evento capturara para la eternidad su música en una cápsula promocional Jazz Namá Plus y nos deleitara, después de tanto tiempo de confinamiento, de su dulce voz y su intensidad al piano, como una caricia necesaria. Sorprendió al cierre del concierto, con una canción musicalizada por ella y compuesta por su madre (Sara Gil), sobre el amor en tiempos de distanciamiento social.
Abrazando su saxofón me asegura que vive por ella… y es que la música es la protagonista de las mayores y mejores emociones de su vida, guía sus días y ocupa todo su tiempo y talento.
Músico instrumentista, compositor y arreglista es el joven Iván Ariel Sánchez Guardiola, integrante y director del grupo Influencia de Santiago de Cuba. Ha compartido escenario con reconocidas figuras del Jazz cubano… y como parte del programa online del Festival Jazz Namá, disfrutamos de su improvisación sobre el tema challenge del encuentro y un material audiovisual, donde ofrece algunas valoraciones sobre el evento.
No hay duda que la música cubana es especial, tiene un sabor y un ritmo único. La música es un componente esencial de la espiritualidad del cubano. En su sangre corre una mezcla de aborigen, español, africano, mulato. De ella heredamos una cultura mestiza que se caracteriza por el arraigo a las tradiciones artísticas, firme bastión de esa identidad que siempre cultivaremos.
¡Sé bendito, Hombre de mármol!
La historia de Cuba, entre sus muchos héroes, ha perpetuado un nombre: Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo. Justo cada mes de febrero Cronos trae a la memoria el aciago recuerdo de su muerte, aquel 27 de febrero de 1874, el día que abandonó el espacio terrenal y que comenzó a vivir para siempre en la memoria del pueblo cubano. Han transcurrido desde entonces 147 años.
El color del Caribe y la memoria salvada (+Fotos)
(Palabras a propósito de la entrega del reconocimiento que la AHS santiaguera le entregara a la Casa del Caribe por los 40 años de la Fiesta del fuego y su aporte a la cultura cubana y al Jazz de la región)
No podría contarse la historia cultural de Santiago de Cuba sin hacer referencia a la Casa del Caribe. Como institución rectora de los estudios sobre los procesos socio-culturales de la región, su hacer ha significado un enlace con otros pueblos con los cuales compartimos ideas, ancestros, motivaciones y color. Aclaro que la salvedad del color no se remite a su significado más concreto, sino a un concepto que se ensancha por las Antillas y el mar Caribe. Un concepto donde la raza es un principio, donde la fe es un destino, y la sangre un acápite sin conclusión. El color que se comparte en el Caribe caluroso y rítmico es la construcción de una sociedad diversa, independiente y pacífica. Una sociedad que aun en sus miserias más terrenales, no olvida de dónde vino y dónde está.

Me gusta pensar que el Caribe es un propósito de la fe. Tal vez ahí entre a jugar el azar y aquel navegante europeo, las luchas de su pueblos por la liberación del colonialismo, y la no renuncia a las esencias. Me gusta pensar que el Caribe es una zona para hombres y mujeres libres, individuos de un mismo color.
La historia del Caribe se escribe a través del mestizaje. La historia del Caribe puede ser la historia de un cimarrón, de Hatuey, de Joel James, Alcides Carlos Gonzáles Díaz (nuestros Tití), de Rogelio Meneses, Ramiro Herrero, Berta la Pregonera, los Rastafaris, y muchos otros. La historia del Caribe es nuestra historia, desde lo singular hasta lo ancho y largo de ese color que se hace tierra, carne, fe, arte y rebeldía. Para los que vivimos aquí, la historia del Caribe es la más hermosa de todas.

No siempre las historias son bien contadas porque no siembre son bien escritas. La memoria siempre ha sido nuestra mayor arma. La memoria para perdonar, la memoria para renunciar al olvido. En ese ejercicio, la fundación de la Casa del Caribe, el 23 de junio de 1982, ha jugado un papel fundamental. No todas las estructuras creadas por el hombre pueden transcribir la realidad como lo ha hecho esta institución. No solo ha tenido un equipo (por años) capaz de reconocer el color del Caribe, también ha impulsado investigaciones científicas, proyectos extensionistas, y proyectos de salvaguarda de nuestros bienes patrimoniales inmateriales. Su programa de promoción cultural es tan amplio como el color mismo de la región. Un ejemplo inigualable resulta su Festival del Caribe o Fiesta del Fuego. El evento que se celebra del 3 al 9 de julio desde hace 40 años y es de los más importantes en el hemisferio.
La responsabilidad que hoy posee esta Casa ha sido forjada por la necesidad que han tenido los hombres y mujeres del Caribe, porque nadie escriba nuestra historia. Porque nadie externo crea que la sabe tanto como nosotros. Porque nadie externo crea que nos la puede contar.
Durante todos estos años esta institución nos ha devuelto el rostro. Nos dice dónde no podemos dejar de poner la mirada. Las artes y la cultura en su sentido más amplio han sido beneficiadas en esta ciudad, lugar de encuentro para volver a África y a nuestros ancestros. Todas las texturas y ritmos se han mezclado durante años al calor de la quema del Diablo.
La Asociación Hermanos Saíz en la provincia ha mantenido un vínculo importante con la Casa del Caribe. En la defensa de nuestros valores, principios y variedad artística, los caminos siempre estarán destinados a cruzarse y a emparentarse. El evento Almas Nuevas es un ejemplo concreto. Los jóvenes entendimos eso hace mucho y le pusimos nuestra impronta a la Fiesta del Fuego. La Casa del Caribe y su festival han sido espacio de superación y de intercambio cultural para los miembros de la AHS. Creo que esa relación (también) nos ha ayudado a entender nuestro arte dentro de un contexto que no necesita parafernalias sino sinceridad absoluta desde y para nuestra obra.
Hoy, la Asociación Hermanos Saíz de Santiago de Cuba y el Comité Organizador del Encuentro de Jóvenes Jazzistas Jazz Namá, en el marco del aniversario 35 de nuestra organización, quiere hacer entrega de un reconocimiento especial. En este gesto va la voz de todos los miembros de nuestra Asociación, que como hijos del Apóstol, sabemos que honrar honra.
Compás #2: Salvando la memoria (+ Galería)
Una nueva travesía musical desde el ciberespacio, ha sido la segunda jornada del Jazz Namá. El evento se acercó a quien cariñosamente llamamos Miguelón, reconocido percusionista matancero, miembro de la UNEAC, profesor y promotor del jazz cubano. Una merecida cápsula Jazz Namá Plus para Miguel Rodríguez Zulueta, director del grupo Mestizaje, uno de los mayores exponentes del AfroJazz cubano, que prestigia el festival.

“No podría contarse la historia cultural de Santiago de Cuba sin hacer referencia a la Casa del Caribe. Como institución rectora de los estudios sobre los procesos socio-culturales de la región, su hacer ha significado un enlace con otros pueblos con los cuales compartimos ideas, ancestros, motivaciones y color”. Fueron algunas de las palabras que escribiera Juan Edilberto Sosa Torres, presidente de la AHS en la provincia, para la entrega del reconocimiento por los 40 años de la Fiesta del Fuego. Momento especial de la jornada que fue transmitido en vivo.

“Para mí el amor es la llave de todo, el motor del mundo, es la energía secreta detrás de cada nota que toco”. Bajo esa premisa vive y hace buena música David Gómez Cruz, estudiante de saxofón del conservatorio Esteban Salas, en la urbe santiaguera. Un joven al cual su talento e inquietud musical lo acercaron al jazz.
El documental Bitácora, de la AHS en la Ciudad Héroe, le dio la oportunidad de visualizar su obra y darle la certeza de estar transitando por los caminos correctos dentro del amplio espectro de la música cubana. Así demostró en su cápsula promocional Jazz Namá Plus y en su improvisación sobre el tema challenge del Festival.
Pero David no está solo, dirige el grupo DjazzVi, impetuosos jóvenes que aportan singular cubanía al jazz, así demostraron en su concierto “A tocar con manana que no hay más ná.”
Esta edición del Festival Jazz Namá propone un reto de interpretación musical, la invitación ya está en las redes, y el grupo Influencia Jazz Trío también aceptó el desafío de improvisar sobre el tema challenge del evento, compuesto por José Ernesto González.
El guitarrista Andy Garcia Ginoris, director de la agrupación matancera, comenta al Portal del Arte Joven Cubano: “Hacemos música porque nos nace y es la forma que tenemos de expresarnos y dar a conocer quiénes somos”. Y en esta octava edición del Festival, sus tres momentos les permitieron demostrar quiénes eran dentro del panorama musical cubano.

La propia historia ha demostrado, que ir en busca de las raíces es sinónimo de buenos resultados para la cultura, sobre todo cuando los jóvenes son protagonistas del cambio y hacen eco del carácter desenfadado y progresista, que caracteriza este género.
Este evento tiene la intención de crear nexos entre los jazzistas contemporáneos y los orígenes del jazz desde una óptica local e historiográfica, en un ambiente acogedor que permita la libre creación y expresión, de un arte que siga siendo contemporáneo y renovador, aunque sea ciento por ciento online.
Vuelve a sonar el rock desde la loma
Suena el rock metal en las redes sociales y anuncia la presencia de una de las citas más esperadas por los amantes del género en Cuba: el evento de promotores de rock “Rock de la Loma”, en su XVII edición.
Debido a la presencia de la Covid-19 en la isla, sus organizadores decidieron que el mismo transcurriera este año, del 25 al 27 de febrero de forma virtual, convocatoria a las que respondieron promotores, así como bandas nacionales y extranjeras.
Adán Matamoros Domínguez, presidente de la AHS en Granma, destaca la colaboración con el evento: “creamos grupos y canales en Telegram, Facebook, WhatsApp y YouTube, y por esas vías nos comunicamos con los directores de las bandas y ellos enviaron biografías, materiales y conciertos, por lo que esas aplicaciones constituyeron un medio para comunicarnos y actualizarnos de su quehacer.

“Participan alrededor de 20 grupos de siete países, entre ellos Costa Rica, Brasil, así como Trinidad y Tobago, por sólo mencionar algunos, además de los cubanos, el fuerte de la cita”, apunta el creador.
Uno de los que aportó a esta edición virtual del programa con conciertos y promociones fue el bayamés grupo de rock metal Inhibitors. Para su director, Luis Espinosa Rodríguez, el desarrollo en línea del mismo, también tiene sus beneficios.

“A pesar de la situación que atravesamos no se pierde, el evento ni la calidad que ha caracterizado las ediciones anteriores. Nosotros, como banda, también somos promotores del rock, porque lo hacemos de manera directa con música y, al realizar el evento en esta modalidad, se pierde lo presencial pero ganamos en promoción, porque tiene un alcance a nivel internacional a través de las redes.”
Conciertos, talleres, conferencias y conversatorios forman parte del programa virtual del Rock de la Loma, que transcurre desde Bayamo para el mundo a través de la página Vídeos Crisol Canal de la Cultura en Granma.
Némesis, Rising Ravens, Desgarramiento, Through the Glass, Lynchpin, Bennu y Cancerbero son algunos de los nombres que enriquecen su realización, proveniente de diversas regiones del país.
Estas nuevas formas de hacer que ha impuesto la presencia del nuevo coronavirus, hace que los organizadores del evento se planteen la posibilidad de extender lo virtual para ediciones venideras.

Yariel Castillo Landa, vicepresidente de la filial Granma de la AHS, al respecto refiere: “Vamos a montar dos tentativas de programación, una presencial y la otra online para ver si el próximo año podemos realizar ambas modalidades, según se desenvuelva el tema epidemiológico.
“Pensamos invitar al menos siete u ocho bandas para el 2022, además de los invitados internacionales que ya evaluaremos las posibilidades de que puedan estar con nosotros.”
Surgido en el año 2004, el encuentro reúne por tradición a bandas y promotores del género, lo que ha convertido a esta urbe en una plaza fuerte y reconocida en el panorama rockero nacional.
Surgido por idea de Pavel Reyes Alfonso (entonces jefe de la sección de Música de la sede provincial de la Asociación Hermanos Saíz), apoyado por Yasmina Iglesias Nuevo (presidenta en aquel momento de la AHS en el territorio), la iniciativa nació tras la participación de ambos en el Festival Internacional “Caimán Rock”, de La Habana, a partir del debate que generó la presentación del disco recopilatorio Territorio Libre.
Allí aparece la idea de hacer un evento, en la Cuna de la Nacionalidad Cubana, relacionado con la música rock y metal, con la premisa de que fuera diferente al resto de los festivales que tenían lugar en la isla.
Preservar la historia del rock, debatir sobre su evolución y acercar al público a las nuevas propuestas desde el ámbito teórico y creativo, continúan siendo algunos de los objetivos de la cita, aunque esta vez sea desde el universo virtual.
AHS: Al personal de Salud en Cuba
Amigos, artistas. Los invitamos a expresar nuestra gratitud y orgullo por todo el personal de la salud y voluntarios que trabajan en la zona de mayor riesgo de contagio en esta pandemia. Pueden dejar en cada sede de la AHS del país alguna obra propia, un lienzo, un CD, un libro… y los ejecutivos de la AHS en cada provincia al igual que la Dirección Nacional harán llegar ese arte a los hospitales, junto a este mensaje. También queremos ser útiles así ¿Se suman?
«Hasta en lo más cotidiano y común hay algo que contar»
Entre las chimeneas humeantes y los camiones Volvo ciclópeos cargados de mineral, más allá de la tierra roja impregnándolo todo y los paisajes lunares. Por encima de los monótonos edificios y el marchar cotidiano de los otros hacia la industria, anda él.
Una vez fue el testigo privilegiado de las noticias y las multiplicó para la teleaudiencia, con destreza y pasión. Pero la vida estaba reservándole otros rumbos. Todavía intenta averiguar cuáles, en tanto, sigue entregando belleza a quien esté dispuesto a mirar, con el corazón.
Alexudis Leyet, desde Moa, cuenta cómo los detalles inadvertidos por otros captan su atención y son congelados por su lente.

¿Cómo llegaste hasta la fotografía?
Hace más de cuatro años me fui del telecentro Moa TV. Anduve algún tiempo haciendo cualquier trabajo para mantener a mi familia. La pasé mal en verdad. Estaba decepcionado, pero la idea y la esperanza de estar relacionado con lo que me gusta hacer, la fotografía, siempre estuvo ahí.
Entonces me regalaron una cámara Nikon D3400 y aunque muchos dicen que es una cámara de iniciación, eso ni me preocupa. Hay quienes tienen tecnología de punta y no la saben usar. No obstante, creo que en este mundo todavía me falta bastante, tengo que aprender más.
Generalmente todos miramos, pero pocos vemos y los fotógrafos debemos ver y graficar eso que otros no logran. Hasta en lo más cotidiano y común hay algo que contar.

Sin embargo, tu experiencia profesional era como camarógrafo de televisión. ¿Por qué no seguir haciendo audiovisuales?
Siempre me gustó la foto fija. Siempre. Me impresionaba cuando estaba en coberturas de prensa y veía a fotorreporteros que parecían francotiradores, esperando el momento para disparar… Es muy fácil transmitir un mensaje a través de un video, no así con la foto fija. Es un reto resumir todo en una captura.

¿Por qué escoges la naturaleza como tu principal modelo?
Soy de El Cedrito, de Sagua de Tánamo, en el campo. Siempre me gustó la naturaleza y ahora que tengo mi cámara puedo estar más cerca con mi lente 70/300 milímetros.
Me gustan los primeros planos que, en mi opinión, son muy reveladores. Y aún quisiera adentrarme más en este mundo maravilloso, en este modo expresivo.
Facebook se ha convertido en el principal medio para dar a conocer tu obra, ¿en qué otros espacios la has socializado?
En la Casa de la Cultura de Moa participé en la exposición Cubanías, con algunas de mis piezas, gracias a un artista plástico que trabaja allí, Fidel Silvente.

Hoy en día la fotografía para ti es un hobby, pero ¿a qué te dedicas profesionalmente?
Hago fotos de quinceañeras, etcétera, pero comencé casi al mismo tiempo que el coronavirus y no he tenido mucha suerte.
¿Con qué sueñas?
Sueño abrirme paso en este mundo y sus tendencias, participar en exposiciones y eventos y estar en lugares donde salir a tomar fotos no asuste a la gente.
Mientras tanto reflejas tu ciudad y sus peculiaridades más allá de los esquemas mentales. ¿Qué tratas de mostrar?
Cuando he hecho fotos donde se ve el mar de Moa, que sabes que no es azul, sino un poco como tierra roja revuelta, la gente me dice, “oye, pero pusiste el mar azul”. Y es que yo espero ver el mar de Moa bien azul y limpio un día. Me interesa fotografiar cosas buenas del municipio que están ahí y las personas ni las ven.
Hoy todo es tan convulso que ya las personas no se fijan en un pájaro o una mariposa y mucho menos en cosas que suceden en fracciones de segundos que, al detenerlas en una foto, se convierten en arte.
Compás #1: Jazz Namá a ritmo del Caribe (+Galería)
La jornada del día 25 de febrero ha superado nuestras expectativas. Cuando Nataly Ruiz, presentadora de nuestra cartelera, hizo sonar el primer compás, Santiago de Cuba volvió a ser epicentro de la buena música.
Esta (la primera) jornada del Jazz Namá nos regaló llegó la exposición colectiva virtual Raíces y compás. Una muestra donde se aborda la presencia africana en nuestra ciudad, captada por la magia de los lentes y pinceles de un grupo de jóvenes santiagueros. En las palabras del catálogo, la historiadora del arte Sara Valdés Legrá afirma:
El género jazzístico emprendido por jóvenes talentos de la ciudad héroe ya tiene un plató amplio de presentación, un espacio propicio que lo da a conocer y ahora lo afirman estas fotografías que hoy se exponen en esta plataforma online que lleva por título: “Raíces y compás”.
Como joven expresión sonora, y por demás, venida de las ágiles manos de esta generación, la más fresca con la cual cuenta la ciudad, posee un sugiéneris compás. Todo bien concatenado, tanto imagen, desde el punto de vista técnico, compositivo, cromático y temático, siempre sin dejar de lado ese compás del santiaguero que es bicharachero, locuaz, muy extrovertido y en constante movimiento, expresión por antonomasia de los valores raigales que nos definen como ese cuero del tambor del cual bebe el jazz en Santiago y lo hace merecedor de un sello distintivo, dentro del género, en todo el país.
Asimismo, se advierte fotografías como las de marcado énfasis en las formas, y que por el poderoso poder del monocromo que las embisten, se encuentran dentro de los ejemplares de plausibles reconocimientos, sobre todo por el sentimiento con el que se perciben los personajes retratados en ellas.
Y qué decir de las muestras de la cotidianidad de las calles de nuestra ciudad con los tambores que no faltan en el género musical sobre el escenario de sitios tan emblemáticos como el Iris Jazz Club, que a él le rinde tributo siempre que abre sus puertas”.
Yadasny José Portillo Herrera, reconocido pianista, arreglista y compositor, Director del Grupo Cauce, protagonizó el estreno de las cápsulas Jazz Namá Plus. Esta es una iniciativa que se muestran por primera vez (desde que fuera fundado el evento) y sirven para presentar a los grupos y artistas que participan. Portillo pertenece al catálogo del Centro Nacional de Música de Concierto, y desde el 2003 se ha estado presentando como pianista junto al destacado bailarín cubano Carlos Acosta, en los más importantes escenarios internacionales. Su figura prestigia indudablemente el Festival.
El movimiento jazzístico dentro de la ciudad va respaldado de estilos marcados dentro de la comunidad de músicos que desde aquí emergen y se posicionan con su hacer. Camilo de Bess asegura en su cápsula promocional: Para mí el Jazz es lo más realzado de la música clásica unido con la música popular, una mezcla de las dos corrientes. El programa del evento nos regaló para el cierre de esta primera jornada el concierto de su grupo Jazz D´ Bess. Uno de los anfitriones y que por tercer año consecutivo tiene, bajo su responsabilidad, el concierto inaugural.
El Jazz Namá propone para la segunda jornada más cápsulas promocionales, challenges y conciertos. El momento especial del día, con transmisión en vivo, será el encuentro con los directivos y artistas vinculados a la Casa del Caribe. Esta institución recibirá a nombre de todos los miembros de nuestra filial, un reconocimiento por los 40 años de la Fiesta del Fuego. La Casa del Caribe y su Festival han servido como plataforma para que confluyan en la ciudad de Santiago tradiciones de muchas culturas con una raíz común: África.
Es un privilegio para la ciudad poder contar con la Casa del Caribe y toda su historia. Es una necesidad para la joven vanguardia (AHS) honrar ese legado que ha construido y salvaguardado parte de lo que somos. Santiago de Cuba es muchas cosas, pero algunas serían solo memoria y olvido, sin la Casa de los hombres y las mujeres que portan/piensan/y construyen la cultura de la región.

Arte joven por la Patria
Jóvenes artistas de la AHS en Holguín rindieron homenaje con sus creaciones al 126 aniversario del reinicio de las guerras por la independencia, bajo la guía de José Martí, el 24 de febrero de 1895, como parte de la jornada de actividades para recordar tan importante fecha.

Tomando las medidas sanitarias y de distanciamiento físico para evitar la propagación de la Covid-19 y sin público asistente, se presentaron agrupaciones de la AHS, como la banda de rock Claim, en el Gabinete Galigari, espacio mítico de la música alternativa en la ciudad de Holguín.
La trova vino de la guitarra del joven Manuel Leandro, esta vez en la azotea de la Casa del Joven Creador, y en este mismo sitio se presentó el proyecto Electrozona, liderado por Tiko Dj.

Diversas actividades fueron realizadas durante la jornada en la provincia como homenaje a esta fecha, en las cuales participaron miembros de la AHS holguinera, como las presentaciones literarias realizadas en la librería Ateneo Villena Botev como parte del proyecto “Literatura con cordel”, y las presentaciones de integrantes de la Compañía de Narración Oral Palabras al viento, el Orfeón Holguín, la Orquesta de Cámara de la provincia dirigida por el maestro Oreste Saavedra y el reconocido Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín.
Por otra parte, el poeta y promotor Moisés Mayán participó en el foro de pensamiento “La Patria vista desde lo artístico-literario”, realizado en la sede de la Uneac en el territorio, junto con los intelectuales Zenovio Hernández, Hernel Pérez Concepción y Lino Ernesto Verdecia.

Mayán, quien recientemente recibió el Premio de la Crítica Literaria por su poemario Carga al machete, comentó que “aun cuando se dice que los poetas no tienen más patria que la lengua y la literatura, existe una pertenencia que va más allá por el arraigo nacional, vínculos emocionales y afectivos que muchas veces se descubren cuando se está fuera de Cuba”.

Su obra poética se nutre de “los deseos de construir un punto convergente entre las gestas independentistas del siglo XIX y las guerras que tenemos hoy, en el plano personal y colectivo, en el siglo XXI; hecho por el que eligió un símbolo cardinal en este período: el machete”.
Fueron próceres aquellos patriotas que lo cargaron, subrayó Moisés. “Tenían que serlo para blandir machetes superiores incluso a los 130 centímetros, y hoy a cada uno nos asiste también un machete que es el que nos va a ayudar a abrirnos paso en una manigua simbólica”.
Capítulo #13: La carne de Reynaldo
(notas sobre el libro Carne Roja de Reynaldo Zaldívar)
I
El poeta conoce el peregrinaje de su labor. Así aprende la historia de cada una sus sombras y establece el encuentro sensorial con los elementos externos que completan su biografía.
El poeta ante lo sórdido (del mundo humano) es un ente transformador. Tiene el poder de convertir en paisaje simbólico la experiencia colectiva. No es un simple expectante del entorno, su necesidad radica en la búsqueda del conocimiento y la verdad cósmica. La verdad humana es solo un indicio equívoco de la verdad que busca el poeta.
¿Dónde termina el trayecto del poeta?
¿Cómo es la carne de un individuo que se expone a ese trayecto?
Ediciones La Luz en 2019, publicó el cuaderno de poesía Carne roja de Reynaldo Zaldívar. El libro es una de las apuestas que todos los años esta editorial hace en función de promover a los escritores jóvenes, cuya obra merece un llamado de atención en el panorama literario cubano. Vale resaltar el diseño de Roberto Ráez y Armando Ochoa, así como la edición a cargo de Luis Yuseff.
Seleccionar este libro para su publicación fue un acierto de Ediciones La Luz y todo su equipo de trabajo. Se trata de un poemario donde su autor se desplaza entre dos puntos esenciales: el cómo y el ser. Hay una singular complejidad en cada traslado realizado por el individuo, que a la ves es un poeta/un hombre/una vaca/ o un árbol. En estas páginas acudimos a un concierto nostálgico donde la convicción y la percepción de sujeto-objeto, nos convierte en espectadores de una verdad creadora.
Zaldívar ha construido aquí (francamente) un material simbólico invaluable. Cada palabra es el reflejo del subconsciente, imágenes extraídas de la memoria que rechazan lo superfluo. Cada palabra seleccionada para este libro, atraviesa todos los registros culturales que definen a su autor. La autoconciencia poética moldea las formas divergentes de su yo, y subvierte el hábitat natural de los objetos circundantes. ¿A qué se debe semejante autoridad?

La poesía como resultado final de la conexión individuo/mundo posee contenidos intangibles en cada suceso o experiencia concreta. Esos contenidos a la vez, arrastran consecuencias profundas para el cómo y el ser. Ambas unidades de conflictos pueden llegar a ser deshumanizantes, pero también ahí, se encuentran aquellas nociones de mayor validez estética del poeta.
II
Reynaldo Zaldívar nos propone en Carne roja, una estructura externa donde hay cuatro unidades de conflicto: Vaca /Yo, el animal /Acéfalas / y Tiempos de bestias. En estos cuadros el poeta presenta distintos síntomas de su investigación. En Vaca, cuadro inicial integrado por cinco poemas, nos adelanta sus estrategias del discurso para todo el libro. Su lenguaje se sostiene a partir de la experiencia habitual. Algunos elementos poseen una representación de testimonio, dotando al texto de un tejido viviente.

Llevo dentro una ciudad perversa.
Yo quería llevar dentro una ciudad perversa.
(P. 11)
En Planes, poema que abre el libro, el poeta acude a la identificación de una realidad que se renueva y que existe como discurso. Una realidad que proyecta sentidos como la ciudad.
Llevo dentro una ciudad perversa
Y el tatuaje de una vaca.
(P. 11)
En este poema inicia el tejido urbano que luego muta a elementos rurales, o que forman parte de un pueblo que no es ni urbano ni rural en una comprensión más demográfica o sociológica. Entonces aparece la ciudad, sus habitantes, sus deseos, y el abordaje de lo posible como negación social.
Estos aspectos vinculan al siguiente poema: Generación. Un texto que reitera a la “vaca” como símbolo y nos dice que en lo adelante será parte de la semiótica del libro. Algo que justifica desde el título del cuaderno: Carne roja.
¿Qué sería de esta generación
sin las vacas que pueblan sus campos?
(P. 12)
El poema pregunta para hablar de la tentación. El poema pregunta para generar dudas. ¿Por qué introducir la duda? ¿Por qué las vacas? ¿De qué color será la carne de Reynaldo? Las anteriores preguntas nos conlleva a establecer la relación del poeta con los textos siguientes: Intercambio, El mejor poema y Vaca.
Las posesiones son materia de significados diferentes para el poeta según su peregrinaje. El poeta busca el amor y reconocer el contexto a través de la poesía. Mira a sus semejantes como hombres condenados que no saben definir sus circunstancias. La resignación para el poeta es una vaca gigante que pasta a orillas de una ciudad perversa.

A veces quiero ser una vaca,
tener el olor de una vaca,
las tetas de una vaca.
(P. 15)
La metáfora poética de la vaca posee el milagro del equilibrio de las tenciones producidas por la realidad de Reynaldo Zaldívar. Por momentos la idealización de la Vaca como símbolo de liberación y de veneración, y al mismo tiempo un animal social-sagrado (un político-un poeta).
Ser una vaca sagrada
como un político sagrado
u otro animal semejante:
dígase, por ejemplo, un poeta.
(P. 15)
Zaldívar siente no encontrarse con el cuerpo de un poeta. Su inscripción en la naturaleza sagrada del poeta-Dios lo pone en el territorio del poder ser y el deber ser.
La búsqueda de la interpretación del otro sobre su estatus es una de las corrientes investigativas de la segunda parte del libro: Yo, el animal. Este segmento es conflictivo. Varias líneas de acción nacen aquí: el poeta y el padre, el poeta y la tierra, el poeta y la memoria, el poeta y el cuerpo, el poeta y el camino.

Pachamama es un texto don Zaldívar declara que su tierra es el papel subvertido por el poema que no alcanza para comprar arroz. Declara la necedad del padre sobre su labor o condena. Su padre lo identifica como fracaso familiar. Es entonces cuando aparece el poema Árboles y declara lo que lo asfixia: la maldición del lenguaje.
Me levanto temprano. Talo árboles.
Un bosque me nace dentro del pecho.
Aquí se puede respirar la corteza y el sudor y el hacha.
(P. 20)
Sentenciado a su sueño, Reynaldo asume que su suerte es la autodestrucción poética de su vida. Su rutina no depende de las cosas que prefiere hacer sino de las que necesita hacer.
Pero si un bosque te nace dentro del pecho
no queda más que talarlo
o dejar que poco a poco los árboles te asfixien.
(P. 20)

En lo adelante, los elementos de la naturaleza como significantes de la construcción semiótica del cuaderno. Estos se entrelazan en el tejido urbano para crear un territorio crítico y conflictivo. Estos poemas son: Recuerdas, Olec, En una pared de Alcatraz, Dolor a comida, A, Nacimiento, Billy, A contrasombra, Gólgota, y Prohibido escupir sobre el puente Howah.
Los arboles como un elemento sobrenatural a fin con las emociones y vivencias del poeta, es reflejo de su mundo interior. En Olec, el cuerpo es tragado por la oscuridad. Hay un paralelismo inusual entre Olec y un poeta (Reynaldo), ambos no dejan de golpearse la cabeza.
El individuo es mostrado como espacio de auto-represión. Los animales y los arboles como elementos a fin que superan la percepción humana del hombre-ciudad. Una condición reservada para el poeta como ser de luz capaz de contagiar a los otros.
Al herrero le ha nacido un hijo.
Hay el sonido de música de cuerdas
y danzan las jóvenes
alrededor del asado.
(…)
«Démosle el pésame al herrero
Porque le ha nacido un poeta».
(P. 26)
Hay un marcado énfasis en su necesidad por mostrar al poeta como frustración familiar. Como un cuerpo que nunca podrá sanar por el don maldito de la palabra.
Está condenado a caer
por el borde caótico
de la palabra.
(P. 27)
Es evidente su postura contra las viejas costumbres destinadas al fracaso. La ausencia de poesía lo deprime. El padre defraudado/negado ante las posibilidades del hijo, es su mayor crisis. Tal vez por eso imagina la muerte del hijo.
El respeto a la vida en resistencia lo hace escupir antes de llegar y después de del puente. Nunca en el puente. El respeto a los ideales del otro (su amigo) le genera compasión y admiración.
Mi amigo nació en 1989 y está cayendo.
Lleva veintinueve años cayéndose sobre una isla.
Tal vez deje de escupir por respeto a mi amigo.
Alguien que lleva cayéndose tantos años y continúa vivo
merece que yo deje de escupir.
(P.32)
III

Acéfalas es la tercera parte del libro. Aquí la figura femenina es explorada desde su aspecto físico hasta los distintos significados que puede tener tanto cultural como en relación con su contexto (específicamente al mundo de los objetos).
Una mujer desnuda
y una fuete de lotos,
qué gran vanidad.
(P. 35)
Algunos aspectos son comunes a los poemas que siguen en esta tercera parte: Palabras de apertura, Matrioska, Independentistas, Aprieto los puños y recuerdo tu nombre, Era negra y escribía novelas, Descabezados y Para leer en las noches de trova. La figura femenina es madre, pasado, fracaso, dignidad y tiempo mejor. La mujer que conversa con otra figura femenina como si fuera un dios, es una mujer que ha parido un poeta. Un hombre que en algún momento será padre a pesar de su oficio.
El poeta no quiere cometer los mismos errores de sus padres y busca en el bosque y en la tala del bosque su propósito.
IV
El último segmento del libro se titulado Tiempos de bestias es un resumen filosófico de las tres partes anteriores, donde aún es posible seguir imágenes de la realidad humana del poeta.
Ser algo más que la cuerda
tensa entre los dedos del cazador.
(P. 47)

Reynaldo ahora asume al ser sin importar el cómo. Sabe que puede representar algo más. Sabe que ser poeta representa algo más.
La cabeza se reafirma como símbolo en esta parte del libro. Aunque es un dispositivo cuya fuerza proviene de la parte número tres: Acéfalas.
Levantar la cabeza
y verbal cazador apuntándote.
(P. 48)
Todas sus angustias recaen en la figura del cazador. Al que prefiere mirar de frente con la cabeza erguida para convertirlo en presa. En esa dualidad también yace su condición de poeta y su carga. Está en ambos las dos: es cazador y presa y presa/el poeta en ambos polos, es bosque y ciudad, así comprende la tragedia de la vida.
La moda es lo que sigue
cuando en la cabeza no queda nada más.
(P. 51)
Por último, Zaldívar nos dice que las libertades son reducidas tras la formación intelectual del individuo. Ha sido un animal y sabe lo que es imaginar el mundo desde el pasto verde de la colina. La vaca no tiene sueños prohibidos, eso es humano, igual que las carencias de la ciudad.
Por eso he decidido dejar de ser un animal:
por respeto a mi cabeza.
(P. 51)
